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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Mi Diccionario Desvergonzado. Primera Edición

Incluyo aquí un extracto de Mi Diccionario Desvergonzado (copyright @angelarias) . Agrupa 35 Comentarios publicados entre junio y julio de 2013 en Alsocaire, el blog personal de Angel Arias.

Que lo disfruten.

Mi Diccionario desvergonzado.

En realidad, el título no es muy original, pues The Unabashed Dictionary era la forma en la que PlayBoy recogía esporádicamente entre nalgas y pectorales, algunas deficiones picantuelas; pero como hace décadas que no compro revistas del corazón, ignoro si sigue publicándolo y, desde luego, no me consta que exista un Diccionario en español con ese nombre.

Durante varios meses de 2013, he ido ofreciendo, de forma anárquica, sin orden alfabético ni concierto con editorial alguna, mis interpretaciones de lo que debieran significar algunos vocablos de uso más o menos corriente, a raiz del empleo real que se viene dando por el pueblo llano a los objetos físicos y metafísicos a que se refieren. Aquí los ofrezco ordenados y, en pocos casos, ligeramente matizados.

A

abogado: Profesional del derecho que defiende los intereses ajenos en los Tribunales de justicia, exponiendo fundamentadamente las razones de sus clientes y las suyas propias ante jueces y colegas (estos últimos, argumentando con idéntico ardor desde la posición contraria a la suya) y que está acostumbrado, en la medida en que acumula experiencia práctica, a ejercer, sin pretenderlo, la justicia gratuita y a someterse disciplinadamente a los dilatados plazos que necesitan sus Señorías para analizar los argumentos presentados. Como medida de supervivencia, viene también obligado a explicar posteriormente a sus representados y a sí mismo, por su propia estima, como productos del azar y, en no escasa proporción, de la ignorancia y desinterés ajenos, los eventuales resultados negativos, que encontrará sistemáticamente contrarios a la lógica y producto de la desestimación injusta de la ordenada e irrebatible presentación de los argumentos alegados por él, con el objetivo comprensible de animar a sus clientes a que le abonen las minutas, por constituir esos ingresos su único medio de malvivir. Ver también: minuta, juez, Justicia, justicia gratuita, azar, litigio.

Alcorque: Dícese de aquellos lugares previstos en las aceras para arrojar cigarrillos, latas y recoger excrementos de cánidos; excepcionalmente, pueden utilizarse para marcar el territorio en donde un árbol citadino se encuentra en avanzado estado de abandono, o es ya cadáver. Véase: excremento, citadino, estado de abandono.

Ambiente: 1. Lugar en el que, si es bueno, hay perspectivas de ligar. 2. Medio contaminado en el que se desarrolla la etapa final de la evolución del ser humano, cuyo deterioro irreversible no se ha podido dilucidar si tiene origen antrópico o solo es producto de la mala suerte de haber nacido rodeado de insensatos.

animal de bellota: 1. Persona humana que es juzgada incapaz de hacer nada a derechas, en juicio emitido por los que, típicamente, jamás harán nada por intentarlo. 2. Cualquiera de los individuos de la especie porcina que, convertido en jamones, ha sido alimentado alguna vez en su corta vida con frutos de la encina, y cuyo valor gustativo dependerá de forma prácticamente exclusiva de la pericia con la que un especialista manejando un cuchillo llamado jamonero sea capaz de realizar con su carne lonchas transparentes. 3. Se aplica a los jefes, de cualquier estamento o condición, para expresar ante los compañeros de trabajo y supuestos amigos, que, en nuestra fundada opinión, carecen de la capacidad necesaria para serlo.

apartamento: 1. Tradicional recurso para ligar entre desconocidos. 2. Piso pequeño, que ha variado su función como picadero a residencia fija del hijo estudiante universitario. 3. Saloncito con cuarto de baño y cocina americana en el que se amontona la familia entera con el deseo imposible de pasar unos días de verano relajados, si bien les sirve para conocerse algo mejor.

Arbol: 1. Perteneciente a ciertas especies vegetales (siendo los más conocidas, el plágano, el magnolio y el ciruelo japonés) que, en las ciudades, se planta en los alcorques y en los jardines de las Comunidades de vecinos con la pretensión de ocultar el bosque de edificios de cemento que le rodea, y que puede llegar a ser muy molesto cuando crece. 2. Producto industrial que se utiliza para hacer conglomerado, como materia prima en una papelera o como combustible, recibiendo en este último caso el nombre técnico de biomasa. Véase: biomasa.

archivo: 1. Lugar donde se amontonan papeles y documentos, en previsión de que algún día se tendrá tiempo para ordenarlos. 2. Colección de objetos variados muy del gusto de investigadores, becarios y doctorandos

artista: 1.Joven que ha seguido algunos cursos en una Escuela de Artes y Oficios y que se cree poseído de una fuerza destructivo llamada imaginación, opinión que nadie comparte (salvo, eventualmente, su pareja), y que, si tiene la mala suerte de morir joven por sobredosis, es posible que encuentre un marchante que haga dinero presentándolo como artista consagrado. 2. Genio, frecuentemente anónimo, cuyo nombre debiera conocer todo el mundo, cuyas obras se encuentran en los museos identificadas como llevan el nombre de quienes las fueron coleccionando con fines de evasión fiscal. 3. Persona que canta y baila en las celebraciones. Véase también: obra de arte, genio, evasión fiscal.

 

B

Banquero. 1. Tipo que hace bancos y piezas de asiento. 2. Perteneciente a una categoría de seres privilegiados que se dedican a captar el dinero de los demás, sirviéndose de diversas añagazas -en particular, empleando términos técnicos ininteligibles-, para prestárselo con rendimiento a quienes lo necesiten o les hayan convencido de necesitarlo. Un atractivo adicional de su actividad consiste en que pueden conceder préstamos sin garantías a sus amigos o para desarrollar sus propios negocios no bancarios, sabiendo que, en caso de que salgan mal, podrán contar con el respaldo de las Administraciones Públicas para recuperarlo, ya que su función está considerada de primera necesidad, pues la sociedad actual confunde predicar con el dar trigo. Véase: No es lo mismo predicar que dar trigo.

bañador: 1. Prenda de dimensiones exageradas con las que se trata de disimular el sobrepeso, cuando se acude a la piscina o a la playa. 2. Forma pleonástica de denominar al tanga por las mujeres, cuando van a la piscina o a la playa sin que las acompañen sus parrejas, particularmente si son novios o esposos.

barriga: 1. Excrecencia grasa que se forma en el cuerpo humano con la edad, de aspecto muy desagradable cuando se muestra al aire, y que resulta prácticamente imposible eliminar por medios naturales, por lo que algunos nostálgicos de su prehistoria recurren al bisturí, para gozo y beneficio de los cirujanos plásticos. 2. Abombamiento que aparece en una pared o ser humano, antes de su colapso. 3. Hinchazón pasajera del cuerpo de la mujer recién parida, al quedar libre el hueco que ocupaba en él la criatura que marcará el resto de su vida.

barro: 1. Material con el que, según la tradición judaica, Jahvé ocupaba sus ratos de ocio modelando figuritas, de la que el hombre sería su pieza más lograda, siendo la mujer una consecuencia derivada de su capacidad para modelar apetitosas piezas de carne a partir de una costilla. 2. Lugar en donde suelen encontrarse los que necesitan ayuda exterior para clarificar sus ideas. 3. Tierra resbaladiza que puede provocar caídas muy molestas a los que se dan un paseo por lugares pintorescos con zapatos de los llamados de suela.

batería: 1. Perteneciente a una banda musical que tiene buen oído, pero no sabe tocar ningún instrumento. 2. Elemento que sirve para la carga de alguno de los diferentes aparatos que conforman o conformaron nuestro nivel de vida, aunque no sabemos ya a cuál pertenecía, salvo que siga conectado a él, en cuyo caso es posible que sea la principal fuente de su mal funcionamiento. Véase: pila, recarga, litio.

belleza: 1. Carácter efímero que atribuyen los hombres a la mayoría de las mujeres, especialmente cuando son jóvenes. 2. Cualidad propia del cuerpo femenino que se va deteriorando rápidamente con el paso del tiempo, a pesar de ingentes gastos en cremas cosméticas infalibles y ocasionales operaciones quirúrgicas que, en caso de ser realizadas, abocan sus rostros a un alto parecido con el Joker de la película de Batman.

blog: Diario virtual con intenciones exhibicionistas con gran influencia en el estado de ánimo de su autor; en el caso de tratarse de una obra colectiva, encomiable objetivo de difusión de ideas que se juzgan interesantes, que languidece con el tiempo en la misma medida en que se comprueba que los únicos comentarios que se reciben a los post son insultos y spam.

Bolardo. Masa de hierro colado o fundición que se coloca por los Ayuntamientos en las aceras, camuflada de forma que los conductores estampen sus automóviles contra ella al intentar aparcar, y que ha merecido el elogio unánime de los talleres de chapa y la repulsa generalizada de todos los demás ciudadanos; se fabrica también una modalidad que tiene la altura justa para alcanzar los corvejones de los viandantes. Véase: alcorque, chapista, corvejones.

bolsa: 1. Artículo sofisticado ideado por la economía real para que los ahorradores incautos pongan en él su dinero confiando en que será vigilado por los especuladores. 2. Plástico de un solo uso, que se vende en los supermercados por unos céntimos, y en el que, además del anuncio del establecimiento, se recomienda reutilizarlo.

boxer: 1. Prenda masculina de marca que cubre las partes íntimas, y que los jovenzuelos procuran mostrar en la mayor proporción posible (la prenda), bajándose los pantalones, para evitar cualquier especulación sobre la posibilidad de que no la lleven. 2. Raza de perro de naturaleza inofensiva y aspecto muy feroz, muy parecido físicamente al que lo lleva atado con una correa muy resistente,  que tiene predilección especial por ensuciarse el hocico con la mierda de otros cánidos.

Bragas: 1. Prenda de desvestir a las personas del género femenino cuando se practica el acto sexual; en las representaciones modernas, las actrices jóvenes han de mostrarse dispuestas a aparecer sin ella, por necesidades del guión. 2. Pasamontañas calado que utilizan los policías para no ser reconocidos en las fotografías y filmaciones de manifestaciones y algaradas, particularmente si participan en ellas elementos que se dicen pertenecientes a un grupo de poder conocido como antisistema

burbuja: 1. Manera imaginaria, aunque equivocada, de llamar, entre otros, al globo inmobiliario, inflado a partes iguales por la avaricia de unos pocos y la ignorancia de la mayoría, y que al explotar, ha cubierto de mierda la economía. 2. Divertida formación esférica, que se produce a borbotones cuando hierve un recipiente con agua y que indica a los padres primerizos que es noche avanzada y les recuerda que su bebé tiene hambre.

C

caladero: 1. Lugar remoto, aunque cercano a países cuyos habitantes viven en la miseria, en donde barcos de pesca de países capitalistas, provistos de sofisticados elementos de detección, siguen esquilmando los pocos bancos de peces que aún subsisten. 2. Por analogía lamentable, discoteca en donde los anabolizados guardianes de la entrada han dejado pasar a niñas que no han alcanzado ni de lejos la mayoría de edad, pretendiendo que, como van tan pintadas, es imposible adivinar lo que buscan allí.

calvo: 1. Persona del sexo masculino que ha perdido la mayor parte del pelo de la cabeza por razones muy variadas, ha probado todos los crecepelos del mercado y está convencido de tener una alta producción de testosterona. 2. Portador de una peluca mal colocada. 3. Estado definitivo del cuero cabelludo de hombres y mujeres, independientemente de la fortaleza de su pelambrera, con tal de que haya transcurrido el tiempo suficiente.

Calzoncillo: Prenda masculina, parecida a las bragas, pero con abertura delantera, que evitaba que se mancharan los pantalones y con la que los hombres procuraban no mostrarse en público, por pudor; ha sido sustituída por los boxer, que, convertidos en artículo de exhibición, vienen provistos de apéndices que simulan un paquete. Usase también en plural (la palabra); la prenda no se suele compartir. Véase: bragas, boxer.

camarero: 1. Personaje de escasa movilidad que suele ocupar un espacio discreto en restaurantes y bares, mientras aparenta observar las mesas desde donde se procura en vano llamar su atención. 2. Categoría profesional del sector de la restauración que, a similitud del periodismo, puede ser desarrollada por cualquiera, haya o no seguido las enseñanzas pertinentes en centros de formación o cualificación, aunque, en este caso, se acostumbra a dejarle, en concepto de propina, los céntimos que redondean la cuenta o factura.

camino: 1. Final de una estrecha carretera comarcal, que conduce indefectiblemente a un prado cerrado con una cancela, al que se llega guiado por la intuición, y que obliga a pasar, por segunda vez y quizá marcha atrás, ante unos cuantos curiosos lugareños sentados en la antojana de sus casas. 2. Librito controvertido, que contiene recomendaciones acerca de cómo alcanzar conjuntamente el poder y la gloria, aunque solo resulta de utilidad a unos pocos elegidos. 3. Senda de tierra aún a la espera de unas próximas elecciones para ser asfaltada.

cantante: 1. Voz del que menos argumentos tiene en una reunión de trabajo, pero hace de jefe o director de la misma. 2. Persona, con vestimenta que hasta no hace mucho se consideraba indecente, que, debido a su escasa voz o encontrarse de resaca, arrima mucho la boca al micrófono mientras tararea algunas frases cortas, de forma que destaquen sobre el playback. 3. Individuo que, por saber tocar la guitarra, inicia una carrera artística que imagina prometedora, recitando gratis poemas en un café.

carta: 1. Trozo de cartón pintado que, junto a varios otros, sirve para organizar juegos que, por alguna razón desconocida, siempre concentran a mirones alrededor y que proporcionan a los que juegan excelentes ocasiones para ponerse a caldo por vicisitudes intrascentes, mientras todos ellos pierden el tiempo. 2. Forma antigua de comunicación, que en la actualidad solo utilizan las entidades financieras para aumentar sus ingresos, proporcionando informaciones inútiles y a destiempo y que también es usada por las administraciones públicas para enviar multas y requerimientos, a aquellos ciudadanos a los que tiene perfectamente localizados.

categoría: 1. División artificial de facultades y méritos, que solo puede comprenderse bien cuando se ha alcanzado justificadamente. 2. Calidad que, en su grado máximo, solo está reservada para consumo de los que la producen. 3. Cualquiera de las agrupaciones realizadas en un conjunto heterogéneo, con la finalidad de establecer un orden inicial que sirva para el análisis preliminar, y que se convierte, con sorprendente regularidad, en definitiva.

cliente: 1. Ejecutivo de una empresa o departamento de la Administración pública al que no queda más remedio que invitarle a comer y dorarle la píldora. 2. Persona física o jurídica a la que se ha facturado algo, en la esperanza de que pague algún día. 3. Nombre con el que las entidades bancarias, los supermercados y los establecimientos de comida se refieren a los que esperan turno para ser atendidos, y que también se utiliza para ahorrar costes de impresión en las cartas comerciales que se dirigen a quienes figuran en base de datos de la compañía.

coartada: 1. Excusa inventada sobre la marcha, que los sospechosos de una actividad delictiva emiten antes de consultar con su abogado. 2. Balbuceos o expresiones ininteligibles que se emiten ante la pareja actual cuando se retorna a casa muy tarde después de una cena de empresa que, como tal, no ha tenido lugar. 3. Justificación convicente mientras no se demuestre lo contrario.

cogida: 1. Mentira puesta al descubierto por alguien al que quien pretendía engañar no se atribuía capacidad de discernimiento. 2. Ocasión en la que un cornúpeta atrapa al que maneja un engaño, que tiene lugar, típicamente, en un coso en cuyo alrededor se reúnen amantes del espectáculo que, para muchos, se reduce justamente a ese momento, el único que entienden de veras.

Colonia: 1. Líquido sin valor alguno conteniendo sustancias volátiles, que deja un residuo que mancha la ropa o la decolora, y que, gracias a intensas y costosas campañas publicitarias se considera imprescindible regalar a alguien en fechas señaladas, cuando no se sabe qué otra cosa regalarle. 2. Conjunto de casas iguales, de construcción modesta y situación marginal en la población que servían como vivienda obrera, y que, con el paso del tiempo, han quedado en el centro de las ciudades, y, convenientemente protegidas por los Planes de Ordenación Urbana, han sido remodeladas por sus sucesivos dueños, para parecer todas distintas y, con notable persistencia, sirven como seguro rompedero de cabeza para personas de clase media-alta. Véase: POA.

Comité: Conjunto ineficiente de personas, típicamente de edad provecta, y que puede alcanzar dimensiones incomensurables, que se reunen periódicamente sin saber qué hacer, para no hacerlo, dejándolo todo registrado en un acta que archivan para la posteridad. Si los asistentes cobran dietas, se llama Consejo.

compañero: 1. Denominación que se otorga a aquel al que se odia cordialmente, sabiéndolo competidor por los mismos objetivos, aunque creyéndolo con menores méritos. 2. Persona con la que se han compartido o comparten trabajos y fatigas, y del que cabe preguntarse por qué no puso el callo con tanta intensidad como uno mismo. 3. Eufemismo muy utilizado por las mujeres para indicar a terceros que se acuesta con el así designado.

compromiso. 1. Acuerdo entre dos personas de llegar a regularizar legalmente su situación algún día, mientras se lo piensan. 2. Promesa firme de cumplir algo, que no se tiene la menor intención de llevar a cabo, a poco que las circunstancias cambien. 3. Situación en la que alguien se ve envuelto cuando se le pide cualquier cosa que se cree está en su mano, y de la que está tratando de zafarse, justificando con exceso de argumentos el que no lo está.

consejo: 1. Intento fallido de aplicación ajena de la experiencia propia, que nadie sigue por el superior atractivo de la improvisación. 2. Reunión de personas que cobran jugosas dietas para refrendar decisiones ya tomadas sobre temas de los que no tienen idea.

Contenedor. 1. Aparatoso recipiente de plástico inflamable que sirve para, convenientemente vaciado y volcado, organizar una pira en las manifestaciones de descontentos, que son identificados sistemáticamente como pertenecientes a los antisistema; algunos ciudadanos lo utilizan para depositar en él, según los colores de que se les dota, periódicos, vidrios y basura orgánica, en el marco de un procedimiento que se ha dado en llamar recogida selectiva, cuyo objetivo real se desconoce hasta la fecha. Véase: antisistema, recogida selectiva.

corrida: 1. Representación estética de la eterna lucha de la barbarie contra la razón, interpretada en este caso con los papeles cambiados. 2. Polución no contaminante. 3. En el campo económico-financiero, cada una de las satisfacciones que se permiten los especialistas, analizando variantes de evolución de un negocio que jamás llegarán a cumplirse.

coyuntura: 1. Situación desesperada para la mayoría, que, cuando se presenta, no tiene más solución que salirse de ella. 2. Dado el carácter dual del término, para unos pocos, oportunidad de salirse con los méritos y producto del trabajo de los demás. Véase: oportunidad, crisis, debacle.

criada: 1. En las novelas históricas, moza de pueblo que servía de iniciación sexual al señorito de la casa. 2. Denominación, caída en desuso, de la empleada de hogar, distinta de la esposa. 3. En diminutivo, plato de alta cocina preparado con los testículos de algunos animales (machos), que solo se aprecia verdaderamente mientras no se conozca su procedencia.

crisis: 1. Situación normal, de carácter estructural, de la economía de mercado, que es utilizada periódicamente por las Administraciones públicas para aumentar la presión sobre las clases medias y descuidar la atención de los más desfavorecidos por la fortuna. 2. Oportunidad para los que más tienen de aumentar su riqueza o el control que ejercen sobre las propiedades, bienes y rendimientos colectivos. Ver también: banquero, paro, trabajo.

cumpleaños: 1. Celebración, que se suele realizar cada varios años, en la que una persona se ve obligada a pagar las consumiciones de varios amigos, a cambio de que le deseen muchas felicidades e, incluso, pretendiendo que lo vuelva a celebrar muchas veces más, acto que el llamado homenajeado procurará fervientemente que en lo sucesivo pase totalmente desapercibido. 2. Aviso por un programa social de que un desconocido ha nacido en determinada fecha, lo que mueve indefectiblemente a bastante gente a enviarle un mensaje con contenidos emotivos, que es una lástima no provengan de la familia y amigos. 3. Fecha memorable hasta que se tienen treinta años, momento en el cual se prefiere que sea ignorada, especialmente por quienes son nuestros coetáneos.

cuadro: 1. Escena desoladora a la que convendría no mirar, para que no afectar la facultad natural de ignorar las desgracias ajenas. 2. Pieza de tela colgada en un museo, cuya reproducción, incluso con colores más vivos, se puede comprar por muy poco dinero en la Tienda del mismo. 3. En una casa particular, nombre que recibe cada una de las consecuencias enmarcadas de la común situación por la que uno de los propietarios, llegada la edad de jubilación, decide seguir la llamada de su vocación artística, hasta entonces, felizmente oculta, siguiendo clases de pintura en una academia abierta por un vecino.

culo: 1. Palabra que dicen los infantes, por creerla malsonante, cuando se enfadan con su abuela, porque no les deja seguir jugando en los columpios, ya que tienen que merendar. 2. Parte de la anatomía femenina (en general), sujeto de idolatría. 3. Zona inferior de un vaso, que suele desprenderse al sacarlo del fregaplatos. 4. Zona trasera de los animales superiores, separada en dos mitades, lo que facilita el movimiento de las extremidades y que, por albergar la salida al exterior del aparato digestivo, permite también otras funciones.

cultura: 1. Colección de naderías que sirve de excusa para señalar la identidad histórica de una población insolidaria. 2. Acervo conservado a través de los siglos por la Humanidad en mastodónticas enciclopedias que solo están al alcance de los eruditos pero que son interpretadas a diario por gentes muy cortas de inteligencia.

 

CH

chino: 1. Establecimiento abierto noche y día en el que los dependientes son, a pesar de su funcionamiento automático, ciudadanos orientales conectados a un aparato de traducción simultánea y en el que puede encontrarse cualquier producto extremadamente perecedero. 2. Japonés, miembro de un grupo de personas con oblicuidad en los músculos orbiculares de los ojos, que recorren las ciudades sacando fotografías de las piedras, detrás de un tipo que les habla en inglés llevando en alto un paraguas de color chillón y que, observado de cerca, luce alguna prenda de marca europea y que se enfadaría, por motivos históricos, si se le atribuyera tal origen. 3. Aplicando cálculo de probabibilidades, lugar ciudadano de la Tierra nacido en China; esta probabilidad aumenta de forma vertiginosa en tanto nos aproximamos al fin del mundo.

chuleta: 1. Trozo de carne sabroso que es imprescindible comer con mucho cuidado para no perder un diente. 2. Tipo que se cree interesante hasta que recibe una bofetada. 3. Papel escrito con letra diminuta con el que se confía en aumentar la probabilidad de aprobar un examen o mejorar el resultado en unas oposiciones.

D

deber: 1. Situación, en principio desagradable, por la que alguien adeuda dinero o favores a otra persona, y que se transforma en motivo de gozo cuando se apercibe de que el acreedor ha olvidado o perdonado la deuda. 2. Obligación de la que uno no puede zafarse, porque le están observando.

Derecho: 1. Lado de una persona o cosa que se encuentra al alcance de la mano izquierda del que lo contempla. 2. Invento de los seres humanos para recordar la necesidad de cumplir con los principios de la ética universal, y que se aprovecha sistemáticamente para introducir ideas muy variadas, con intereses particulares. Véase: religión verdadera.

Desnudo: 1. Fotografía retocada de una mujer joven, situada de frente o de espaldas al espectador, anunciando colonia o una crema para la piel. 2. Dibujo de un ser humano sin vestido alguno, en posición objetivamente ridícula, con la que los estudiantes de Bellas Artes justifican ante sus padres que no están perdiendo el tiempo cuando asisten a las clases de Figura Humana. 3. Situación del que no tiene ni puta idea en un examen. Véase: vello púbico, pelotas, publicidad, actriz

desorden: 1. Colocación natural de los papeles en un despacho. 2. En plural, calificación que realiza la autoridad de las manifestaciones de descontento por parte de la población, cuando ha dado instrucciones a la policía de disolverlas.

despacho: 1. Antiguamente, lugar de la casa en el que no podían entrar la esposa ni los niños, en donde había una mesa en uno de cuyos cajones “el señor” guardaba una pistola y revistas pornográficas, y que utilizaba para recibir a clientes y otras visitas. 2. En la actualidad, sitio en la esquina del salón-comedor en donde se encuentra una mesita de ruedas con un ordenador portátil y en donde uno de los miembros de la pareja realiza una actividad, poco o nada remunerada, llamada trabajo en casa. 3. Espacio muy amplio, en edificio oficial o sede empresarial, reformado recientemente por su nuevo titular, que dispone de mobiliario de oficina, sofá cama, dos puertas de entrada y salida, y aseo completo en un lateral, y que tiene varios usos, dependiendo de la hora del día y la persona o personas que lo ocupen transitoriamente. Véase: edificio oficial.

director: 1. En una orquesta, músico frustrado al que solo le han dado el arco de violín y se venga haciendo creer al público que los demás le hacen caso cuando lo mueve, sobre todo, si lo manipula frenéticamente. 2. Funcionario de alto nivel que se ocupa de contarle al político de turno las cuestiones pendientes desde que obtuvo su plaza, en la confianza de que se mantengan sin realizar. 3. Persona bien relacionada con la propiedad de una empresa, que tiene la opción de hacerse imprimir en huecograbado una tarjeta con su nombre y el de la actividad que teóricamente coordina, en términos la segunda, incomprensibles para quienes no conozcan interiormente la entidad e inútiles, normalmente, para quienes tengan esa información, que sabrán muy bien a qué atenerse

discusión: 1. Forma muy utilizada para convertir a una persona en enemigo acérrimo. 2. En algunos medios, debate o intercambio de pareceres en los que los intervinientes han hecho firme promesa de no escuchar los argumentos de los demás, interrumpiendo su discurso con descalificaciones continuas normalizadas.

documento: 1. Pieza de papel con muchas palabras y alguna firma, que se entrega como anexa a una demanda, acompañada de muchas otras, para convencer al juez de turno de que el asunto es extremadamente complejo. 2. En plural, conjunto de papeles de todo tipo y carácter, que se encuentran los deudos dentro de una carpeta de cartón con gomitas, al morir la persona que los había guardado hasta entonces, con el objetivo ahora, de imposible cumplimiento, de ponerse a ordenarlos cualquier día.

donante: 1. Benefactor que no espera recibir nada a cambio por lo que entrega. 2. Persona que recompensa con dinero opaco a quien le ha adjudicado un contrato público.

 

E

economista: 1. Meteorólogo que predice, con técnicas de adivinación que no consigue jamás explicar a los demás (incluídos los que se dedican al mismo oficio) las razones por las que las cosas no suceden jamás como han previsto, pero han sucedido exactamente como dijeron que habían predicho. 2. Dice de sí mismo quien alardea de poseer una carrera universitaria que le capacita para llevar la gestión de un grupo empresarial, hasta que entra en suspensión de pagos o quiebra técnica. 3. Persona que, poseyendo la carrera universitaria de Licenciado en Empresariales, Economía u otras ciencias afines, pasa la mayor parte de su tiempo de trabajo (cuando tiene éste) poniendo números en varias columnas de un programa Excell y haciendo informes que nadie leerá, porque no los entienden; en casos extremos, puede verse obligado a despedir a sus compañeros de trabajo, en la búsqueda de la rentabilidad, proceso que terminará con la pérdida del suyo propio. Véase: macroeconomía, microeconomía, ciencia infusa.

Economía sumergida: Parte de la economía real que contribuye de forma eficaz a crear una cantidad muy estimable de empleo y riqueza que se substrae al control de la Hacienda Pública, sin que, hasta el momento, se le haya encontrado sustituto equivalente, gozando de aprecio generalizado. Ver también: Economía real, Hacienda Pública, impuestos.

Ejército: 1. Institución tan antigua como la naturaleza humana, inventada para apropiarse de las propiedades ajenas utilizando excusas muy variadas, y que ha evolucionado, en los países autodenominados civilizados, para derrocar mandatarios en países con recursos naturales por explotar, empleando armamentos muy sofisticados, actuando después, de manera que se pretende idónea, como Escuela de formación profesional del Estado derrotado, preparando el ambiente, en general, para la guerra civil. 2. En algunos países, empresa deficitaria que genera masivamente empleo muy jerarquizado, con fines prácticos poco conocidos. Ver también: burbuja, Ministerio de Defensa, derrocamiento.

empresario: 1. Situación pasajera de quien actúa bajo la creencia equivocada de tener información relevante en un sector de la economía, antes de que la realidad le provoque pérdidas sustanciales en su patrimonio. 2. Forma genérica con la que la ignorancia denomina a todos aquellos que se cree están ganando dinero sin hacer nada por merecerlo.

energía: 1. Elemento incomensurable que se pierde a raudales en una discusión con cualquier imbécil, y que, por ley de vida, disminuye exponencialmente con la tercera edad. 2. Input del proceso productivo de la electricidad (entre otras aplicaciones técnicas), que resulta provenir de fábricas y artilugios que se desea mantener lo más alejadas posible de uno mismo, incluso aunque se trate de mecanismos que se pinten de color verde. 3. Materia prima imprescindible para mantener el actual nivel de vida, cuyo origen preferimos ignorar y cuyo precio nos parece siempre excesivo.

enseñanza: 1. Resultado negativo de una aventura de cualquier tipo que, por fortuna, se olvidará muy pronto. 2. Conjunto de métodos y materias que pretenden rivalizar, desde la Administración pública, con la formación de la calle, con resultados muy dispares. 3. Dedicación oficial de maestros y profesores, que les genera persistentes dolores de cabeza, a los que llaman, por cortesía, disimulo o ignorancia, satisfacciones.

entrevista: 1. Truco empleado por el Departamento de recursos humanos para entretener durante algunos minutos al candidato laboral ya descartado. 2. Diálogo entre un periodista impertinente y una persona a la defensiva, que suele terminar agradeciendo la oportunidad para lucirse o quedar en ridículo, respectivamente

Escote: Antiguamente, forma de pago en un bar o restaurante, hoy en desuso, habitual entre compañeros de clase o de oficina y despedidas de soltero y novios, en la que alguien se encargaba de dividir el importe de la factura entre el número de asistentes, recoger el dinero y abonar la diferencia respecto a lo recaudado, que podía ser positiva o negativa, según su experiencia anterior. En la actualidad, se emplea el término asociado a las palabras “de vértigo”, significando que el canalillo de la fotografiada ha sido retocado con técnicas de fotoshop. Véase: fotoshop, vértigo, factura, iva.

esquisto: 1. Roca metamórfica con textura escamosa, que tiene tendencia a encallarse en quienes se refieren a ella sin tener idea de lo que hablan, aunque sean Ministros de Industria. 2. Combinado con las palabras “gas de”, aunque con más frecuencia referido en español culto como shale gas, expectativa de muy difícil realización práctica de convertir España en aún más excedentaria en fuentes de energía no rentables, actualmente (2013, julio) en fase de protesta ecologística visceral.

estanco: 1.Negocio elemental que se otorgaba discrecionalmente durante el franquismo a algunas viudas de militares, para que pudieran sacar adelante a su familia, que ha causado muchas otras, de todas las profesiones, empobreciéndolas de paso, al disminuir sus ingresos. 2. Lugar en donde se expedían sellos, formularios para declaraciones de renta, cerillas y tabacos de todas clases, que en la actualidad está disponible para otros usos. 3. Dícese de un espacio que está herméticamente cerrado, del que se ha perdido la llave o la combinación para desbloquear la cerrdura.

eternidad: 1. Tiempo que transcurre entre una acción y su resultado, cuando lo creemos positivo para nosotros. 2. Ficción literaria para hacernos creer que todo lo que nos sucede tiene sentido. 3. Recorrido de la flecha del tiempo, desde el momento actual hasta que llegue a estrellarse contra la coraza del cosmos.

etiqueta: 1. Fórmula de distinción social utilizada en algunos actos que, vista desde fuera, resulta objetivamente ridícula. 2. Pegatina que se adhiere para identificación de un producto, que, en el caso de estar puesto a la venta, proporciona mucha información irrelevante que puede ocasionar que lo importante pase desapercibido. 3. Apelativo con el que se designa a alguien a quien se presume de conocer, para atribuirle una concreta cualidad o defecto, y que, normalmente, solo sirve para calificar de superficial al que lo emite o difunde.

experiencia: 1. Pretensión de conocimientos que los demás no suelen valorar. 2. Relación tediosa de los cargos y ocupaciones del ponente en una Conferencia antes de su jubilación. 3. Suceso desgraciado, que debería evitar, a quien lo ha sufrido, volver a pasar con él, lo que, debido a la fragilidad de la memoria humana, no suele tenerse en cuenta.

explicación: 1. Justificación ininteligible que se ofrece a la pareja cuando se ha pasado la noche fuera de casa. 2. Conjunto de frases normalizadas por las que se aclara al jefe de un departamento el informe que se le acaba de entregar, dando por seguros de que no las entiende. 3. Manera hábil de sacarse de encima a un curioso impertinente, al que no se tiene ningún respeto. Véase: pareja, informe, resumen ejecutivo.

 

F

factura: Papel en el que se recoge, de forma somera, y con fines identificativos, el producto, servicio o actividad que alguien, llamado proveedor, ha realizado para otro, llamado cliente; recibe diversos nombres, según el destino que quiera dársele: nota de entrega, factura sin iva o con iva (la primera, en realidad, solo es un recuerdo o souvenir del sitio), hoja de bloc y tique de caja.

familia.-1. Grupo de personas que pertenecen, en exclusiva, al tronco genealógico de uno de los miembros de la pareja felizmente casada. 2. Forma despectiva de referirse a los cuñados.

farmacia: 1. Tienda cuyo titular es un licenciado en farmacia en la que se venden mayoritariamente dodotis, preservativos, cremas solares y vaginales y en donde un mancebo hace recomendaciones sobre el fármaco adecuado para curar todo tipo de enfermedades. 2. Establecimiento situado próximo al domicilio, señalado con una cruz, que suele estar cerrado a las horas en que se precisa adquirir una medicina de manera urgente.

filosofía: 1. Técnica de relajación, al alcance de todo el mundo, por la que se relativiza cualquier problema, y que, convertida en obsesión, puede llevar a escribir un libro de características infumables, salvo, según propia confesión, para los profesores universitarios de esta disciplina, que pretenden que su conocimiento es fundamental para entender porqué no entendemos nada de lo que nos pasa; sus practicantes son llamados vulgarmente: filósofo (a secas), cachondo mental (grado) y loco de atar (master). 2. Carrera universitaria que da acceso, con suerte y adecuada recomendación, a un empleo de colocador de mercancías en un supermercado. Véase: cachondo mental, loco de atar y profesor universitario.

formulario: 1. Conjunto de preguntas íntimas a las que hemos respondido cientos de veces y cuyo fin es proporcionar a la Administración, a una entidad financiera o a una compañía de servicios públicos, información relevante para controlar a los integrantes de la clase media, imprescindibles para el sostenimiento del sistema. 2. Cuestionario normalizado, en varios idiomas, para cuya cumplimentación es costumbre consultar al vecino de al lado, que en lugar de contestar “no tengo ni puta idea”, respondará explicaciones según le venga en gana, por lo que seremos posteriormente puestos a caldo por un funcionario que actúa protegido por una ventanilla. Véase: funcionario, administración pública, ciudadano.

funcionario: 1. Persona, con aspecto inequívocamente humano pero con tendencia a expresar pensamientos divinos, que ha tomado en una edad temprana, la decisión de presentarse -si no dispone de enchufe- cuantas veces fuera necesario a una prueba de concurrencia tanto más multitudinaria cuanto más avanzaba el paro, llamada oposición, y que si no es víctima de alguna enfermedad mental, acabará garantizándole un puesto de trabajo para el resto de su vida, llamado, no se sabe porqué, plaza; son características intrínsecas a la plaza: convicción de que la oposición ha sido muy difícil; tendencia a engordar y a la depresión; propensión a manifestarse o, al menos, a apoyar manifestaciones con su firma; vacaciones en la costa. 2. Trabajador que funciona, con o sin oposición, independientemente de que esté empleado o no en una Administración pública. Véase: oposición, enchufe, enfermedad mental.

funeral: 1. Ceremonia de carácter religioso, a la que se acude a decir “lo siento” o “te acompaño en el sentimiento” a un grupo de desconocidos, con el objetivo de que no te eche en falta alguno de los que están en tu misma situación y que, para la mayoría de los asistentes es el único momento en que pisan una iglesia. 2. Fiesta en la que no se ha encontrado a la persona o personas que se esperaba ver, por lo que resulta muy aburrida.

 

G

gafas: 1. Adminículo con simetría axial -a salvo, quizá, de una patilla pegada con esparadrapo- usado por la tercera edad, que se compra preferentemente en los llamados comercios chinos o hipermercados de baratijas y que se lleva colgado del cuello, como forma de saber donde se ha puesto desde la última vez que se usó (lo que no siempre se consigue), y que serviría perfectamente para enterarse del importe de la factura que se ha pagado con un billete de cuantía muy superior, si no se tuviera vergüenza de reconocer que se es ya présbita avanzado. 2. Colección de aparatos con diferentes graduaciones y colores de montura que se guarda en un cajón, ya sin uso alguno, especialmente después de haberse operado con éxito de la miopía.

Género. 1. Producto puesto a la venta por un comerciante; hasta mediados del siglo XX, trozo de tela que se escogía en la propia sastrería, o se llevaba al sastre, para hacerse un traje; de ahí la expresión: “En esta discoteca hay buen género”. 2. Usase, entre pedantes y politicuelos, como sinónimo del sexo, aplicable solo a personas; por ejemplo: “Lolita es del género masculino”, aunque no sería correcto decir: ·Creo que Fulanito es bigeneral” Véase: sexo, compañeros y compañeras.

Gobernanza: Maniobra de ocultación utilizada por las más variadas instituciones para tratar de convencer a ciudadanos, clientes e incautos en general, que lo están haciendo muy bien, haciendo lo que les conviene. No confundir con gobernanta, que era la señora que tenía las llaves de las residencias de señoritas y les apagaba la luz por las noches, para que pudieran hablar de sus cosas sin que se les viera el rostro enrojecido por el pudor. Véase: ciudadano, institución, incauto.

gratis: 1. Reclamo publicitario por el que se atrae incautos dispuestos a pagar mucho más por todo lo demás. 2. Forma de aprovecharse por parte del que administra algo de la falta de control que se ejerce sobre lo que él hace.

gurú: 1. Individuo al que muchos sectarios atribuyen cualidades sobrenaturales, lo que le obliga a estar en atención permanente para que su ignorancia pase desapercibida. 2. Vocablo extranjero muy versátil, que inicialmente no significaba nada y actualmente significa lo que a cada uno le apetezca.

 

H

hamburguesa: 1. Pieza redonda formada por restos de carne de todo tipo que ha hecho famosa la manera de engordar norteamericana, convertida en enfermedad crónica mundial. 2. Señora que ha confesado haber nacido en Hamburgo y de la que no se recuerda su nombre de pila.

homenaje: 1. Ruptura ocasional del régimen de adelgazamiento. 2. Reunión de personas para comer o cenar, para celebrar que no volverán a ver a la persona que tendrá que decir al final unas palabras de agradecimiento por una tarjeta con comentarios estúpidos de casi todos ellos.

homosexual: 1. Hombre que tiene un gusto especial para combinar colores y que funciona muy bien como empleado de una cadena de ropa prefabricada. 2. Dice de sí mismo quien tiende por naturaleza a preferir el descubrimiento de capacidades ocultas en las personas de su mismo sexo a otras alternativas. 3. Término, tenido por respetuoso, con el que algunos heterosexuales atribuyen específicas preferencias en la cama a desconocidos, y que les sirve habitualmente como barrera mental para desinterarse por ellos como personas. Véase Orgullo gay, bisexual, maricón.

 

I

ilusión: 1. Alimento espiritual y, por tanto, gratuito, que quienes desean obtener beneficio de un resultado ofrecen a los que tienen las capacidad o la necesidad. 2. Espejismo que nos hace ver oasis en el gran desierto del desamparo. 3. Capacidad que tienen algunos superdotados para intuir expectativas donde la mayoría solo encontrarán dificultades.

indumentaria: 1. Forma estrafalaria de cubrir la desnudez humana, utilizada con el objetivo de integrar anónimamente a los individuos en grupos, haciéndoles portadores de varias prendas idénticas, denominadas, conjuntamente, uniforme, y que cuentan como elemento central, un gorro o capirote para poder distinguir la posición de la cabeza. 2. Término de uso familiar, muy poco usado en la actualidad, ya que su empleo se limita prácticamente a la frase: “¿Dónde vas con esa indumentaria?”, dirigida por las esposas a sus maridos cuando no les gusta la corbata que acaban de coger del armario; no confundir con ropa ni trapito.

infraestructura: 1. Conjunto de equipamientos, formado fundamentalmente carreteras, aeropuertos y vías férreas, que, si se pudiera levantar, dejaría al descubierto, además de la naturaleza primitiva del terreno donde se asientan, algunas sabandijas que, aunque no participaron en su construcción, se beneficiaron de ella. 2. Plasmación sobre el terreno de las líneas de colores que figuran en un mapa o plano y que se consideraban imprescindibles para el bienestar y desarrollo humanos, amenazando con cubrir de hormigón armado todo el espacio existente, hasta que se acabó lo que se daba.

Ingeniero. Término que se asociaba a alto prestigio profesional, por lo que se adulteró con el uso, siendo en este momento un título sin valor práctico. Subsisten algunas asociaciones, colegios y cofradías, que pretenden distinguir nostálgicamente entre ingenieros superiores, ingenieros de grado medio y diplomados en formación profesional, pero quienes pertenecen a las dos últimas categorías defienden que pueden hacer lo mismo que los de la primera, argumentando, en esencia, que cuanto más años se hayan dedicado al estudio, menos conocimientos se tendrán acercade cómo cambiar la rueda a un coche. Véase Escuela Técnica Superior, Universidad, master, grado, formación profesional, peón caminero.

Inglés: 1. El idioma peor hablado por la Humanidad, utilizado por millones de personas que no lo tienen como lengua materna, como intento de comunicarse, lo que ha propiciado múltiples malentendidos, negocios para empresas de idiomas, algunos accidentes de aviación y ciertos chascarrillos muy divertidos, protagonizados por representantes de Gobiernos no anglófonos, entrevistados para la BBC. 2. Persona que vive en una isla del Océano Atlántico, de hábitos formales y educación exquisita, salvo cuando va al fútbol o viaja al extranjero, y cuya cabeza pública más visible lleva un sombrero estrafalario.

inseminación artificial: Acto sexual realizado con una probeta que, a diferencia de la mayoría de los llevados a cabo exclusivamente entre seres humanos, tiene por objetivo la procreación.

instalar: 1. Decisión, tomada sin análisis, necesaria para poder disfrutar de un programa informático del que, con suerte, solo sabremos utilizar una décima parte y que, en caso de haber sido bajado de internet, podrá significar entablar relación con el experto que se encargue posteriormente de reformatear el disco duro del ordenador. 2. Acción por la que dos desconocidos provistos de mono y caja de herramientas -uno de ellos, con aspecto de jubilado y el otro, con el de estar en libertad condicional-, abandonan a su suerte el aparato electrodoméstico que se ha adquirido hace unos días, horas antes de que se produzca la inundación de la cocina o el cuarto de baño, o un cortocircuito deje la casa sin corriente eléctrica.

inteligencia: 1. Cualidad que se atribuye con largueza a los miembros de la propia familia y se niega a casi todos los de las demás, en especial, si ocupan puestos en el Gobierno o en la administración de las empresas. 2. Grupo secreto que se dedica a investigar, de manera tal desordenada como inútil, los movimientos de otros grupos como el suyo, por lo general, de un país extranjero amigo.

interés: 1. Manifestación falsa de afecto por alguien. 2. Antiguamente, rendimiento del capital propio que se depositaba en las entidades financieras, para que lo prestasen con rendimientos muy superiores; en la actualidad, solo se cumple la segunda parte.

Intimidad: 1. Situación ideal de la persona, que alcanza su plena manifestación únicamente en el cuarto de baño. 2. Principio abstracto que salvaguarda detalles enojosos de la persona, y que, sorprendentemente, se descuida sistemáticamente en las comunicaciones puestas a disposición de desconocidos en las representaciones de la eterna comedia de las relaciones, que se conocen actualmente como redes sociales. Véase: wáter.

J

jubilado: 1. Persona a la que, por haber llegado a una edad concreta, se le creerá con el derecho a disfrutar de la penosa situación de verse marginado por la sociedad, a cambio de una renta vitalicia que, si no dispone de otra, le garantizará un final en penuria. 2. Circunstancia tenida por vergonzosa que se tratará de disimular inventando actividades con denominaciones ingeniosas que los interlocutores que tienen aún la suerte de tener trabajo detectarán inmediatamente como falsas, aunque, por no profundizar en la desgracia ajena, acogerán con fingido interés, riéndose por lo bajinis.

Jurado: 1. Conjunto de personas reunidas para cenar, que acaban de conceder un Premio a una obra literaria que no han leído o a una aberración pictórica realizada por un familiar de uno de ellos, y que ha sido defendido por éste como obra maestra. 2. Fórmula legal de exonerar de culpabilidad a un delincuente por un grupo de legos en derecho; también es conocida la facilidad con la que el procedimiento incurre en vicios de derecho, sirviendo para anular la resolución adoptada. Véase: obra maestra, lego en derecho, delincuente.

justificación: 1. Papel cuadriculado, con la firma del padre o de la madre correctamente falsificada por el propio alumno, que se entregaba al maestro el día después de hacer novillos, y en donde se expresaba que “mi hijo se encontraba indispuesto”. 2. Explicación acerca de las razones por las que la economía no se recuperará, que el Gobierno considera suficiente y la oposición, una solemne tontería.

L

lameculos: 1. Oficio desagradable que se empeñan en realizar gentes de toda condición profesional, pero idéntica desviación mental, que les lleva a aplaudir cuanto hacen sus superiores, sin preocuparse por la calidad de lo que eyectan. 2. Aparato con forma de lengueta con el que, en las aberraciones denominadas como coprofilia, se trata de aprovechar cualquier resto, por pequeño que sea, de materia orgánica.

leche: 1. Cualidad que, calificada de mala, se atribuye a todo el que defiende sus intereses frente a los que quieren avasallarle. 2. Golpe inesperado recibido por uno mismo o por otras personas, en el cuerpo o en el automóvil, y que causa hilaridad cuando lo sufren los demás.

ley: 1. Disposición publicada en un Boletín Oficial, aprobada por el órgano competente para ello después de un período de discusión más o menos largo, que admite tantas interpretaciones posibles como abogados se consulte y tantas decisiones probables como jueces tengan ocasión de pronunciarse sobre su significado, hasta que un órgano supremo pone orden en el galimatías, estableciendo, por mayoría simple de sus miembros, la doctrina que será de obligado cumplimiento en lo sucesivo, período que puede durar varios lustros. 2. Colección de párrafos en lenguaje rimbombante, ordenados en artículos nominadas, en su caso, según subfijos solo utilizados en el lenguaje jurídico, complementada con una colección de Disposiciones transitorias o adicionales tan extensa como sea innecesario, que son precedidos de una Exposición de Motivos que no tiene por qué responder a otro criterio que ser reflejo de las inquietudes literarias del legislador. 3. Porcentaje que determina la proporción de material económicamente valioso en una piedra que se ha encontrado en el campo y se lleva a analizar a un Laboratorio homologado, y cuyo resultado, sistemáticamente, resulta decepcionante. 4. En la selva de las relaciones humanas, principio aberrante que defiende o tolera que los insolidarios se fortalezcan pisoteando los derechos de los pacíficos.

Libro: Adorno de forma prismática, con cubiertas algo más duras que el interior, formado por hojas de papel, que se coloca en las estanterías de los muebles de exposición en ciertos comercios; como curiosidad, las hojas son blancas salvo en Ikea, que están impresas en un dialecto parecido al euskera, llamado sueco.

LL

llaves: 1. Placas de metal que se guardan en una cartera apropiada, o que se agrupan en manojos, y que llevan los varones en el bolsillo trasero del pantalón, por lo que se suelen caer al suelo -junto al iphon- cuando se bajan esta prenda por cualquier necesidad; como curiosidad sociológica, los hijos retienen las que les entregaron sus padres, al emanciparse de la casa paterna, pero raras veces llegarán a confiarles a éstos las de sus propias viviendas, salvo si no tienen a nadie que les riegue las plantas cuando se van de vacaciones. 2. Elementos de hierro de pequeño tamaño y muy variadas formas que se encuentran dispersos por la vivenda en múltiples cajones y que no se sabe para qué sirven, y no siquiera para qué han servido. 3. Instrumento ingenioso ideado como medida de seguridad, que, cuando se pierde provoca dolores de cabeza, angustia y profundo malestar, hasta que se llama al cerrajero, que nos demuestra que lo que pretendíamos proteger con aquel está al alcance de cualquiera que disponga de un trozo de plástico flexible.

M

machismo: doctrina filosófica aberrante, que cuenta con muchos adeptos entre la población masculina, que pretende que los hombres tienen mayor capacidad intelectual que las mujeres, y que a pesar de la abrumadora acumulación de pruebas en contra de su valor y eficacia prácticas, se mantiene como norma de acción patente o soterrada en las sociedades humanas.

mancebo: 1. Joven avispado, provisto de bata blanca para no ensuciar el único traje que posee, que se hace pasar por el farmacéutico. 2. Mozo sin otro oficio conocido que cortejar a las mujeres mayores que él, ofreciéndole servicio completo de compañía.

mancha: 1. Nombre que recibe una tremenda grieta natural, situada entre el continente europeo y una isla atiborrada con los británicos que no emigraron a Estados Unidos. 2. Descubrimiento molesto en la corbata o en el traje, realizado por una persona a la que tenemos poca simpatía. 3. Deterioro permanente en los manteles y sábanas de hilo heredados de nuestros antepasados más inmediatos, que ha resistido estoicamente todas las pruebas

matrimonio: 1. Inútil pretensión de diversas instituciones de regularizar las relaciones sexuales entre los seres humanos, otorgándoles carta de legal naturaleza. 2. Pareja de homosexuales, rara vez de ambos sexos, que considera una victoria legal haber conseguido llevar su compromiso de compartir una cama durante algún tiempo a un archivo heterogéneo llamado Registro Civil. 3. Etapa en las relaciones de una pareja que se considera previa al divorcio, aunque también suele desembocar, con el paso del tiempo, en mutismo y agresiones verbales recíprocas. Véase: género.

médico: 1. Universitario/a con numerosos años de estudio, y experiencia acreditada como máximo responsable de las atenciones a urgencias hospitalarias en muy variadas especialidades, méritos refrendados por diplomas que lucirá colgados en las paredes de un despacho con camilla (no mesa-camilla) en su consultorio privado; este acervo (formado por estudios, información, praxis e ingenio), le permitirá decidir si la persona que tiene desnuda ante sí, a la que un auxiliar llamará por su nombre de pila y él/ella designará como paciente, debe tomar un par de decenas de pastillas o someterse a una intervención quirúrgica, como impecable solución curativa al síntoma que el sufriente habrá presentado simplemente como “me duele aquí” y al que, en un proceso llamado diagnóstico, en el que utilizará su ojo clínico, dará nombre latino o cualquier otro ininteligible, que pondrá, para mayor imprecisión, por escrito, con caligrafía indescifrable. (Véase Nota del Editor) 2. Profesional con alto reconocimiento que ha estudiado la carrera de Medicina en el extranjero, país de su nacimiento donde no encontró trabajo, habiéndose visto obligado a emigrar; de ser español, puede darse el caso de su retorno a los orígenes, casi al final de su vida activa, para dirigir, por unos pocos meses antes de presentar su dimisión irrevocable, un centro de investigación que llevará posiblemente el nombre de Cajal, Marañón o Servet y que, inaugurado con bombo y platillos, no dispondrá de presupuesto para pagar las nóminas ni reponer el material fungible. 3. En plural, juego ancestral practicado por niños y niñas, en el que las niñas hacían de pacientes y eran desnudadas para exploración, hasta que llegaba un adulto y obligaba a los intervinientes a leer un cuento, jugar al parchís o realizar cualquier otra actividad aburrida.

(Nota del Editor: Versión reducida de la acepción, solicitada al autor:  Médico: 1.Universitario/a con experiencia en utilizar su ojo clínico, lo que le facilitará, solo o en compañía de otros, transformar la expresión “me duele aquí” de sus pacientes en varios nombres ininteligibles, agrupables bajo el nombre genérico de enfermedad, para cuya curación decidirá, después de múltiples pruebas a las que él jamás se sometería, entre atiborrarlo a pastillas o enviarlo a un quirófano.)

Memoria: 1. Conjunto de hojas con fotos de colorines que lleva un número que corresponde al año anterior al que se escribíó, y que se utiliza por la gerencia de una entidad para explicar las razones por las que no se cumplieron los objetivos previstos pero se está seguro de cumplirlos, con creces, en el siguiente. 2. Cualidad que siempre se tenía de joven, pero que se pierde felozmente a partir de los cuarenta años, y que se trata de ejercitar resolviendo sumas de números y con reglas nemotécnicas, que no sirven para solucionar los objetivos centrales de la vejez: recordar donde se han puesto las llaves o las gafas y no confundir el nombre de los nietos. Véase también: responsabilidad social cooperativa, consejo de administración.

mierda: 1. Trabajo realizado por un competidor. 2. Excremento canino que acaba de pisarse, 3. Interjección, de disgusto o dolor, pronunciada cuando se quiere aparentar educación refinada.

Milagro: 1. Hecho sobrenatural que puede ser explicado de manera muy sencilla, cuando se tienen todos los datos. 2. Dícese de un suceso con escasa probabilidad de ocurrencia, como que toque la Lotería, encontrar un político que actúe guiado exclusivamente por el bien público, o un pedante que tenga razón. Véase: Virgen, político.

muela: 1. Concesión extraordinaria que la naturaleza ha puesto en la boca de los humanos para que los odontólogos, cirujanos de maxilar, ortodoncistas y técnicos dentales se enriquecieran con la desgracia ajena. 2. Cada una de las piezas dentales que se va perdiendo a lo largo de la vejez, y que serán sustituídas, ya avanzado el proceso de deterioro, por una prótesis que servirá para dotar a sus portadores de una inconfundible sonrisa o mueca de insatisfacción.

muerte: 1. Puerta sin retorno por la que los seres vivos culminan el pasaje por la existencia; aunque se han desarrollado elucubraciones que pretenden que para los seres humanos, entendidos como formas privilegiadas, supondría el tránsito hacia una vida mejor, se carece de testimonios fehacientes que rebatan la evidencia de que, al cabo de cien años, todos estaremos calvos y sin la mínima capacidad  para observar tal decadencia en un espejo. 2. Estado en el que, de forma indirecta, aplicándoselo a sí mismos, dicen encontrarse quienes, llegados a su casa y hacerse cargo de la situación, preferirían darse un baño caliente o tomarse una cerveza repantigados en el sofá, antes que aceptar la propuesta de visitar a los suegros.

 

N

Negocio   Actividad irregular, por la que una persona o grupo de personas compran o fabrican algo a un precio muy inferior al que consiguen situarlo en el mercado, basándose en la ignorancia de su coste por los que lo compran, a los que llaman clientes. 2. Forma estupenda de hacerse rico, si se descubriera cómo conseguirlo sin despertar envidias o atropellar intereses ajenos. 3. Lo que se cree tener entre manos, antes de perder el dinero que se expuso para denominarlo así. 4. Para los romanos de la época en la que Italia consiguió implantar su ideal de Unión Europea, período entre vacaciones.

nostalgia: 1. Actitud mental por la que alguien no puede desprenderse de la sensación equivocada de que lo que se deja atrás es igual o peor de lo que se tiene delante. 2. Dolor de cabeza que no permite disfrutar de lo que se tiene.

nulo: 1. Persona a quien no se le reconoce el mérito de haber tratado de hacer lo posible por complacer al desagradecido que emite un juicio tan desconsiderado. 2. Resultado impecable del propósito de meter una pelota entre varios palos, y que un tipo con vocación masoquista pretende que fue conseguido en fuera de juego, lo que será motivo de vivas conversaciones entre expertos en naderías, durante la siguiente semana.

 

O

ocupado: 1. Grito de aviso que se pronuncia, en una típica aplicación prosopopéyica, para indicar a la persona que ha abierto o intenta abrir la puerta del lugar llamado excusado, que se está dentro. 2. Expresión que se decía, en aquellos tiempos en que las comunicaciones que se realizaban cuando los teléfonos fijos tenían otra aplicación que para recibir llamadas comerciales o de encuestadores latinoamericanos, para insinuar que el destinatario de la llamada estaba realizando algún trabajo muy importante y que era interpretada, correctamente, como que estaba haciendo sus necesidades. 3. Dícese de aquellos que cuentan como población activa en las estadísticas.

operación: 1. Intervención quirúrgica que, si sale bien, nos vinculará eternamente con el cirujano que la ejecutó, y si sale mal, obtendrá complejas explicaciones. 2. Cada una de las compraventas bursátiles por las que, en conjunto, se acaba perdiendo mucho dinero. 3. Delicada decisión de la que solo puede decirse lo imprescidible para que el curioso no se entere de nada.

oportunidad: 1. Mercancía con algún defecto que, adquirida en las rebajas, disminuirá nuestra autoestima cuando descubramos aquél y nos convezcamos de que nos han tomado el pelo. 2. Situación que se nos aparece radiante cuando la hemos perdido.

oposición: 1. Estado aletargado de un partido político que ha perdido las elecciones. 2. Fórmula muy interesante de elegir la reproducción del sistema, convenciendo a la mayoría de los que superan unas pruebas arbitrariamente elegidas de que tienen merecido no volver a coger un libro en su vida.

Orgasmo. 1. Fenómeno paranormal que dicen algunas personas haber percibido mientras se imaginan estar con una persona diferente a aquella con la que están haciendo el amor. 2. Acto sexual realizado por el varón. Véase: hacer el amor.

P

paisaje: 1. Visión, posiblemente sobrenatural, que se desvanece a medida que nos acercamos, para desaparecer totalmente en el momento en que nos integramos en cualquiera de sus elementos. 2. Término con el que las personas venidas de la ciudad o de lugares extranjeros, suelen referirse al mar o a cualquier conjunto lejano de árboles y casas, contemplados con la luz del atardecer, mientras ingieren bebidas alcohólicas con alguien a quien desearían seducir.

pájaro: 1. Delincuente de guante blanco, que, al menos hasta época muy reciente, solía escapar de la cárcel e incluso del procesamiento. 2. Ave de pequeño tamaño, que se obstina en cantar mientras le da el sol encerrdo en una jaula de metal, confiando en que su captor deje un día abierta la puerta de su lugar de confinamiento, para escaparse. Véase: presunto.

Paro. Consecuencia natural de la economía de mercado, en un mundo globalizado en el que cada palo tiene que aguantar su vela, y no hay velas para todos porque algunos han organizado una verbena. Véase: mercado, mundo globalizado.

Partido Político: 1. Reunión de amigos íntimos, de difícil caracterización ideológica salvo que se encuentren en campaña cuatrienal, cuyo objetivo principal es dotar a sus componentes del mayor número posible de empleos públicos, empeño que, como característica residual, puede conducir, dada la opacidad de sus restantes intenciones, a generar el caldo de cultivo adecuado para que medren pájaros de las más diversas calañas, que se alimentan, como humanos cucos, de la ingenuidad y apatía de la mayoría silenciosa, que cree estar dando de comer a sus propios hijos. 2. Club social que, una vez cada cuatro o siete años -dependiendo del Reglamento- realiza una representación estupenda a la que han estado preparándose concienzudamente. 3. Forma, desgraciadamente dispendiosa, de dilapidar el caudal y expectativas de la democracia. 4. Formación a la búsqueda permanente de identidad, constituída con pretensiones intelectuales.Vocablos relacionados: Mayoría silenciosa, calaña, empleo público

pecado: 1. Alimento indigesto proporcionado por la mayor parte de las religiones al ente metafísico denominado conciencia, al que produce retortijones o remordimientos, y cuyos efectos son, en realidad, incurables. 2. Denominación equívoca, en la que se entremezclan materiales contrarios a la ética universal, con sustancias que provienden de aportaciones interesadas, e incluso, de indicaciones acerca de cómo conseguir momentos extremadamente placenteros. 3. Con manifiesta exageración, en ciertos círculos, forma inocente de designar cualquier situación agradable pasajera, como comerse un helado, faltar a clase o contemplar un paisaje divino por el ojo de una cerradura.

peligro. 1. Señal de advertencia junto a una instalación eléctrica abandonada hace años. 2. En caso de ser acompañada con las palabras, “Cuidado con el perro”, indicación inequívoca de que no seremos bien recibidos en una casa de recreo. 3. Estado permanente de riesgo de desmoronamiento de la economía. 4. Cualquier situación de la que se desconoce su final, en especial cuando el guía nos advierte de que está todo controlado.

pierna: 1. Extremidad de los animales superiores que, en el caso de la especie humana, se entiende, por derivación anatómica, como elemento de excitación sexual, por lo que las mujeres de muchas culturas suelen tenerlas depiladas para que sus pechos y trasero puedan ser acariciados. 2. Parte sabrosa de muchos animales, cocida o asada, que, cuando están vivos, les sirve para echar a correr de sus depredadores.

pipa: 1. Forma de pasárselo (el tiempo) por las adolecentes, cuando no están bajo la vigilancia de sus padres. 2. Receptáculo para el tabaco, que los presuntos intelectuales se cuelgan de la boca para disimular que no se les ocurre nada, y del que suelen tener una colección inmensa, que acabarán regalando a un sobrino, junto a varios paquetes de picadura cuando les diagnostiquen cáncer de labios, para seguir con la tradición. 3. Depósito en el que se mantiene la sidra o el vino para que se mezclen bien con otros sabores, lo que aumentará notablemente las características organolépticas que descubrirán gentes especializadas en poner fantasía al acto de beber.

pitillo: 1. Forma de un pantalón muy ajustado que suele ser indicativo de que la persona que lo porta es asténica o lleva la ropa de su hermano pequeño. 2. Manera de ser abordado por la calle por un desconocido andrajoso, que se complementa con la petición de fuego. 3. Droga mucho más perjudicial que el hachís, pero que ha contado como modelo tradicional de la forma de vida norteamericana y que en la actualidad prácticamente es solo consumida por mujeres.

plazo: 1. Término temporal que no se puede superar, salvo que se pertenezca a la propia administración pública y, muy especialmente, a la judicatura. 2. Fecha muy temida que, cuando es ya inminente, provoca un incremento de actividad desmesurado en quienes están obligados a entregar en ella una oferta, recurso, maquinaria, traje o chirimbolo, y que, en la mayor parte de los casos, no tendrá ninguna importancia para quien lo recibe.

portero: 1. Persona contratada por una Comunidad de vecinos para regar el jardín, bajar las bolsas de basura al contenedor y limpiar de hojas la piscina, y que casi nunca se sabe dónde está. 2. Niño que por estar gordo o no tener habilidades para el juego, era obligado a colocarse entre dos montoncitos formados con los jerseys o los cartapacios, para echarle la culpa de haber perdido. 3. Profesional o aficionado que, en los partidos de fútbol y otros juegos infantiles asumidos por adultos, tiene la ventaja de observar el partido desde el propio campo.

premio: 1. Distinción que otorgan los miembros de un Jurado, con base en elementos de decisión que les harían morir de vergüenza si trascendieran. 2. Obsesión patológica de los que juegan a la Lotería, resultado de su desconocimiento del cálculo de probabilidades. 3. Cualquier competición con fines publicitarios, en la que los participantes lucen gorras o camisetas con el nombre de las empresas que pretenden ocupar un lugar en el inconsciente colectivo.

prisa: 1. Actividad inútil, si se atiende a los resultados. 2. Nombre de uno de los grupos de selección de noticias amenazado de rápida extinción, por la facilidad que proporcionan los entornos digitales gratuitos para leer en la oficina los titulares de la información general, permitiendo concentrar la atención exclusivamentre en los acontecimientos deportivos.

Próstata: Parte misteriosa del cuerpo humano masculino, que se mantiene oculta hasta más o menos los cincuenta años de edad de su portador y que se manifiesta regularmente a partir de entonces, fundamentalmente para tocarle los cojones. Véase: cojones, portador, varón.

Presunto: En Portugal, jamón; En España, con el uso, ha devenido sinónimo de chorizo, si bien no es en absoluto producto comestible, sino que da asco. Véase también: CEOE, ERE, Partido Político (PP).

propietario: 1. Persona que es el titular registral de un piso en el que habita y que, en caso de tenerlo en alquiler, muestra tendencia a hablar de los inquilinos que no pagan o destrozan los muebles. 2. Dueño de una empresa pequeña, que tiene la llave de la misma, por lo que entra el primero y sale el último. 3. Circunstancia, por motivos desconocidos, difícil de detectar o probar a efectos fiscales, de algunos poseedores de grandes extensiones de terreno y fabulosas mansiones.

Prostituta: Señora respetable que se gana la vida disimulando que le gusta hacer lo que hace con tipos que no tienen ni puta idea de lo que es hacer el amor. Usase también en masculino, pero mucho menos. Véase también: chulo, prostíbulo, ligue.

pueblo: 1. Lugar donde uno dice que nació, cuando se trata de fingir un origen humilde. 2. Conjunto de casas abandonadas entre cuyas ruinas se ve elevarse alguna columna de humo y que sugieren a los viajeros palabras llenas de tensión poética, aconsejando al anciano que encuentran en su paseo, que se anime a montar un restaurante, que es lo que echan en falta.

 

Q

querella criminal: 1. Terrible combinación de palabras destinadas a causar conmoción y pavor, y que, con fabulosa frecuencia, acaba en un auto de sobreseimiento. 2. Amenaza ritual que se hacen los políticos unos a otros, parecida a la escenificación que algunos animales realizan para amedrentar al rival, sin intención a llegar a mayores.

querida: 1. Apelativo que, en la versión española de las películas rodadas en inglés, atribuyen los personajes -hombres y mujeres- a las señoras en cuya compañía se encuentran. 2. Dícese de la mujer con encantos aparentes que se ha visto acompañando a un colega, amigo o conocido de la televisión, al menos hasta que se descubre que se trata de su esposa. 3. Forma escrita de referirse a su pareja, empleada frecuentemente por los varones, mientras ella se encuentra de vacaciones con los hijos y él está, seguramente, cultivando amistades ocasionales.

R

Religión verdadera: Misterio sin resolver, que goza de varias acepciones, todas falsas. Véase: dogma, revelación, profeta.

residencia: 1. Lugar donde los hijos depositan a sus padres ancianos, una vez que consiguen autoconvencerse de que es la mejor solución para ellos (mismos). 2. Antiguo internado de señoritas, en donde, con suerte, se podían pescar frustraciones sexuales inolvidables. 3. Situación física de un licenciado en medicina mientras su cerebro se pregunta porqué estudió una carrera tan compleja y difícil que ha consumido los mejores años de su vida.

restaurante.1. Lugar en donde se come bien o mal, cuyo elemento de identificación es que hay que pagar antes de marcharse; si te cambian los cubiertos entre plato y plato, suele ser conocido como “restaurante de categoría” y si se sale de él con hambre, hay grandes posibilidades de que su propietario haya obtenido una o varias estrellas en alguna guía gastronómica. Véase también; bar, cocinero, estrella.

retribución: Compensación, constituída por dinero o especies, entregada a cambio de haberse dejado, o simulado dejar, el pellejo en una acción.

robo: 1. Expresión educada con la que se expresa haberse dado cuenta tardíamente de que nos han cobrado dos veces el mismo plato en el restaurante o bar de carretera. 2. Operación delicada con la que se han conseguido, en su momento, la mayoría de las fortunas actuales. 3. Delito muy grave cometido por un drogadicto con síndrome de abstinencia que consiste, típicamente, en arrebatar de un tirón el bolso a una anciana solitaria, para extraerle el dinero del monedero, con el que pensaba comprar el pan de cada día.

 

S

seguro: 1. Dícese de lo que puede no acaecer, pero no es momento de demostrar que no se tiene ni idea de lo que pasará. 2. Protección para cuando vienen mal dadas, que no suele funcionar por culpa de la letra pequeña, que nadie es capaz de interpretar como las compañías de seguros.

servicio: 1. Cualquier actividad por la que se cobra, con independencia del placer que produzca. 2. Persona que limpia los retretes de una casa ajena y quita el polvo junto a los libros petrificados en las estanterías. 3. Precisión de lenguaje que sirve para indicar que en una estación, además de combustible, se pueden comprar pan, caramelos, naranjas y periódicos.

sexo: 1. Convencionalismo que se basa en las diferencias morfológicas para distinguir las dos mutaciones de la especie humana que evidencian estructuras mentales divergentes, sin que se haya aún descubierto la razón por la que portan idénticos ADN y pueden reproducirse. 2. Actividad simultánea de dos (raramente, más) animales adultos, cuyo objetivo secundario se cree que es el mantenimiento de la especie, siendo el principal bajar sus niveles hormonales. 3. Denominación formal de una zona de cuerpo humano que, considerada íntima en otras épocas, se externalizó, al descubrirse que, con la práctica, mejora sus cualidades y se retrasa su desgaste natural.

sindicalista: 1. Persona plenamente convencida de que es más importante defender como sea su puesto de trabajo antes que apoyar el que consigan uno los que no lo tienen. 2. Nostálgico de aquellos tiempos en los que las máquinas de alta tecnología no existían y que considera al empresario como su enemigo natural en la jungla de los despropósitos comunitarios.

Soborno. Piropo o cualquier otro material fungible, como pastillas de chicle, que se entrega a un funcionario para que agilice los trámites de cambio domiciliario; dícese también de los sobres con dinero que las constructoras y empresas de servicios -en particular- deben emplear como peaje a los intermediarios para conseguir, en limpia concurrencia pública, un contrato. Véase: piropo, contrato, concurso público

socio: 1. Persona a la que se quería como a un hermano, hasta que se constituyó con ella una empresa, y con la que actualmente apenas se mantiene relación, al menos, mientras se negocia su venta, momento a partir del cual dejarán de hablarse para siempre. 2. Cada uno de los miembros de una banda potencialmente delictiva, que puede o no utilizar o no los guantes blancos. 3. Miembro de cualquier corporación, creada con fines deportivos, que se reúne por las tardes en la barra del bar o cafetería del establecimiento con otros de su condición, para disfrutar de bebidas alcohólicas baratas, criticar a la directiva y pontificar sobre política local.

sorpresa: 1. Manifestación fingida de quien cree estar de vuelta de todo. 2. Regalo sin valor, incluído en cualquier chuchería por la que se paga varias veces el coste de producción. 3. Fiesta que organizan los amigos de quien trata de que su cumpleaños pase desapercibido, y que cuenta indefectiblemente con la colaboración de alguien muy próximo a quien se le echará en cara durante varios días, haber contribuído a que se hayan roto en la casa varios objetos de gran valor sentimental.

start-up: (léase estartáp) Alevín empresarial, nacido en territorio hostil, cruce artificial entre las nuevas tecnologías y la inocencia de lo que es el mercado, que se alimenta de ilusión y cantidades ingentes de trabajo, y que rara vez alcanza la edad adulta, pues su delicada carne es muy apreciada por un gran número de depredadores, siendo también objeto de persecución por ciertos adultos con deseos infantiles de grandeza, que se fotografían con ellos y los dejan morir de inanición, después de haberlos mostrado públicamente como trofeo. Véase: nuevas tecnologías, pymes, subvenciones.

Subvención. 1. Entrega de dinero a un empresario amigo por parte de la Administración pública, para que pueda seguir manteniendo su tren de vida. 2. Apoyo a una empresa en suspensión de pagos, con el objetivo de prolongar su agonía. Véase: tren.

T

Tajalápices: Palabra que usan los asturianos para designar al sacapuntas, y que provoca la hilaridad de quienes les escuchan, sobre todo, de los madrileños, que aparentan no comprenderles; como otras palabras, tales como chiscar, cagoenmimanto, carne gobernada o sofito, forma parte del amplio y rico vocabulario que constituye un idioma ancestral llamado bable, hoy perdido salvo su acento y que, en alarde creativo, se enseña en cierta Facultad de filología, en enseñanza impartida rigurosamente por profesores leoneses. Véase: cazurro, chiscar, cagoenmimanto.

tatuaje: 1. Marca en la piel, realizada en lugares concretos (justo encima del coxis, parte posterior del cuello, pantorrilla) que lucen muchos jóvenes, como recuerdo de una noche inolvidable, que tratarán de borrar, normalmente sin éxito completo, cuando alcancen la madurez mental; los motivos recurrentes de estas señales son: grafismos chinos de los que alguien les dijo se pronuncian de forma lejanamente parecida a la de la persona con la que se encontraban en aquella ocasión, y con la que actualmente no tienen trato; iniciales de lemas cuyo sentido no recuerdan; corazones y flores. 2. Dibujo terrorífico de un personaje de cómic para adultos que portan en sus musculosos brazos porteros de discoteca, monitores de aerobic y algunos deportistas en retirada. 3. Terrible agresión de la piel, que puede llegar a cubrir todo su cuerpo, síntoma de enfermedad mental, que se dejan inflingir algunos marginados, para que no se alberguen dudas acerca de su desequilibrio

teatro: 1. Local amplio, con una trayectoria histórica interesante y habilitado con palcos, proscenio y gallinero, que situado en el centro de las ciudades, sirve para proyectar películas, celebrar mítines y asambleas generales de las empresas cotizadas y, de tarde en vez, permitir la representacíón durante un par de días de alguna obra de Sófocles, Eurípides o Lope de Vega. 2. Acción realizada por todo aquel que canta en un sitio y pone sus huevos en otro lugar. 3. Arte literario antiguo, del que se conservan aún unos pocos testimonios que siguen siendo respetuosamente representadas, en celebraciones de fin de curso en las Escuelas de Arte Dramático, en versiones adaptadas a los gustos modernos, para poder incluir desnudos, máscaras y cajas.

teléfono móvil: 1. Cada uno de los aparatos inservibles que se amontonan en los cajones de oficinas y viviendas, y que sirvieron para aumentar la tarifa telefónica hasta límites de usura. 2. Artilugio que se lleva en el bolsillo trasero del pantalón (los varones) o se deja olvidado en casa (las mujeres), y que sirve, básicamente, para sacar fotografías. Véase: iphon, ipad, cacharro, nuevas tecnologías.

tesorero: 1. Responsable de las finanzas de un partido político, que tiene como misión especial llevar las cuentas de las donaciones y distribuir los sobres con sobresueldos, lo que le proporciona subsidiariamente conocimientos del funcionamiento de la banca helvética. 2. Cargo sin función especial de una Institución de cualquier tipo, integrante de su Junta directiva, y que pone su firma debajo de una colección de conceptos y números que le prepara el equipo contable, los cuales reflejan la situación de las finanzas de la entidad, hasta que la nueva Junta encarga una auditoría.

titular: 1. Componente extranjero de la alineación de un equipo de fútbol, por el que se ha pagado tanto por su traspaso que se considera indiscutible su presencia en el campo, durante el tiempo que aguante su decreciente preparación física, a la espera de que algún otro equipo pague, al menos, parte de lo que costó. 2. Conjunto de palabras que pretenden animar a que se lea el contenido de un artículo o comentario, lo que no solo no se logrará, sino que provocará que la imaginación del lector nonato fantasee con su contenido, atribuyendo al autor lo que no está escritoTrabajo. Según la tradición judaica, castigo bíblico por el que se condenaba a los sucesores del padre de la Humanidad a generar plusvalías, en lo que se considera la fundación del capitalismo. Véase: paro, Biblia.

treceavo: 1. Parte alícuota que corresponde a cada uno de los trece participantes en un reparto, y que, a pesar del esfuerzo que vienen realizando muchos comentaristas radiofónicos y otros hispanoparlantes para darle otro significado, no ha sido admitida aún por la Real Academia de la Lengua como indicadora de la posición decimotercera en un competición deportiva. 2. Una de esas palabras que pueden servir como indicio de que el interlocutor, universitario o no, es bastante inculto, y que, como es el caso de todos los ordinales, se prefiere, como medida de compromiso, camuflar vestido de número entero. (ejemplo: cuando se dice cincuenta y dos aniversario como sustituto de quincuagésimo segundo).

tregua: 1. Descanso que se conceden los contendientes para negociar el reparto de los bienes de quienes no han participado en la disputa. 2. Tiempo en el que no pasa nada, premonitorio de que volverá a pasar algo peor.

túnel: 1. Ingenio parecido al tren de la bruja, por el que avanza un vehículo sin conductor, cargado con la mayor parte de la sociedad; y en el que un juego de espejos crea la apariencia de estar más cerca o más lejos de su final, según convenga, aunque, en realidad, se trata de un circuito cerrado. 2. Obra de ingeniería subterránea, muy compleja y técnicamente de ejecución difícil, siendo su característica determinante que siempre cuesta más del doble de lo que se calculó al proyectarla.

 

U

Universidad: Lugar en donde se liga mucho (que no es el objetivo principal) y se aprende poco (que sí debería serlo). Con el paso de los años, suelen dar a casi todo el mundo un diploma de colorines que servirá como recuerdo entrañable. Es una curiosidad sociológica que la capacitación oficial no guarde ninguna o muy poca relación con las ocupaciones futuras de los sujetos egresados. Véase: paro, título, egresado, investigación.

urdimbre: 1. Constituyente de la trama con la que se confeccionan alfombras y tejidos para darles la resistencia adecuada. 2. Denominación en clave de humor de cada una de las tramas utilizadas en política para distribuir el dinero de los donantes entre los principales dirigentes de un partido, como sobresueldos.

V

vacaciones: 1. Merecido período de descanso, que disfrutan, en su máxima intensidad, los funcionarios y quienes carecen de responsabilidades. 2. Período que los estudiantes utilizaban para repasar las asignaturas en las que habían sido suspendidos y que, al realizarse actualmente los exámenes de septiembre en julio, les permite dedicarse a meditar, durante todo el mes de agosto, sobre su futuro como desempleados, cuando terminen su carrera, para la que son preparados como discentes.

virgen: 1. Imagen femenina venerada localmente, a la que se atribuyen portentosos milagros y participación en sucesos maravillosos, manifestación nada sorprendente del polimorfismo con el que todo ser humano, según su cultura y ubicación geográfica, solventa el deseo de ser hijo predilecto de la naturaleza. 2. Estado de tensión con el que se obligaba a las mujeres a llegar al matrimonio, en la creencia de que era la forma de forzar a que su novio pidiera su mano a sus padres, lo que se consideraba, desde luego, un eufemismo. 3. Dícese del estado de salud en el que algunos miembros de congregaciones, devociones y potestades dicen encontrarse, como manera de mortificar los cuerpos en la ignorancia de aspectos propios de la naturaleza.

 

W

Water: (pronúnciese váter) 1. Lugar de retiro, único sitio en el que, si dispone de pestillo, cualquier persona puede hacer lo que le apezca, incluídas la satisfacción de la mayoría de las necesidades espirituales y cualquiera de las corporales. 2. En el Africa subsahariana, sinónimo de agua, líquido muy valioso, cuya carencia provoca millones de muertos cada año. Véase: pestillo, Africa subsahariana.

Z

 

 

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Fracking: Del ruina montium a la ignorancia ilustrada

Cuando habían terminado su exposición los dos conferenciantes invitados por el Colegio de Geólogos para hablar de “El fracking y la explotación de los recursos naturales” (6 de junio 2013), la joven que estaba a mi lado formuló una pregunta muy pertinente: Vds. nos han hablado de las ventajas, ¿tiene el fracking alguna desventaja, en su opinión?

Ambos ponentes habían estado brillantes. Juan García Portero, geólogo, responsable de exploración de SHESA (Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi) nos había contado la forma en que se realiza la perforación (de 3 a 5 km), y el cuidado exquisito que se observaría en caso de que se tuviera que atravesar un acuífero, para evitar toda contaminación, sellando completamente la entubación. Había concretado las necesidades de agua por etapa de fracturación a 1.000/3.000 m3, esto es, para las 10 etapas que supondría la explotación de un pozo entero, un máximo de 30.000 m3 de fluído (las necesidades aproximadas de abastecimiento para una población de 1.000 personas). Y se recupera el 70-80%.

Había dado Portero muchos datos: la perforación de 20 a 30 pozos implicaría ocupar unas 2,5 Ha de terreno, pero solo en la fase previa, no en la de explotación, en la que solo se verían sobre el terreno las cabezas de los pozos, que ocupan unos pocos metros. No se emplean más de 10 a 12 aditivos (menos del 1% del volumen de fluído, 0,5-2 l/Kl): son bactericidas, reductores de fricción, inhibidores de corrosión, antioxidantes, …que serán sustituídos por geles y espumas de Co2, N2 y sustancias gelificantes en el futuro.

Sostiene Portero que la sismicidad inducida es imperceptible: de 1 a 3 en la escala de Richter, y a un máximo de 4 km. El único incidente monitorizado fue el de Blackpool, en 2011, con dos seísmos de 2,3 y 1,5 Richter, debidos a la inyección en una falla activa. Y, en fin, que la emisión de metano solo se produciría inmediatamente después de la fracturación (minutos, máximo unas pocas horas).

La intervención de Juan Carlos Muñoz-Conde, ingeniero de Caminos, portavoz de Shale-Gas España y anterior DG de Unión Fenosa Gas, abordó un enfoque, según el mismo indicó al principio de la misma, más energético. Concretamente, trató de responder a la cuestión de “qué puede aportar el shale gas (gas de esquisto) a nivel global.

En este sentido, su ponencia era una ampliación de la visión que García Portero acababa de expresar, como colofón a su ponencia. “En el 2035, el 24% de la producción de gas mundial provendrá del gas de esquisto (hoy es el 12%), y si no se dispusiera de gas natural abundante, la dependencia del carbón y del petróleo sería mayor. Se trata de una oportunidad y no de una amenaza”.

Estados Unidos es el modelo. El gas no convencional ha generado 600.000 puestos de trabajo, y en el 2035 pretende superar los 1,5 millones de empleos. La producción alcanza allí actualmente los 360 BCM (1 BCM= 10exp9 m3), y ha tenido efectos sobre el precio del gas, que Muñoz-Conde dice haber visto a 14 $/mbtu (millones de unidades térmicas británicas) y que llegó a bajar a 2,5 hace algunos meses, según el Henry Hub (1).

El efecto sobre el mercado del gas mundial ha sido también notorio, ya que Estados Unidos ha dejado de ser importador, por lo que países que lo tenían como cliente, ofrecen ahora sus excedentes en el mercado internacional. El Presidente de la Comisión Europea, Barroso, ha expresado que los precios de gas que ha tenido que pagar Europa en 2012 fueron cuatro veces superiores a los de Estados Unidos.

España es, en realidad, un país muy poco explorado. Los sondeos realizados hasta ahora han tenido escaso éxito, pero Muñoz-Conde defiende que hay que aumentar la exploración de sondeos, para confirmar las previsiones de que en nuestro subsuelo se encuentran 2.000 BCM (equivalentes a 55 años de consumo), lo que nos permitiría reducir nuestra dependencia (España consume al año unos 37,5 BCM).

La cuestión esencial, para Muñoz-Conde, es mejorar la comunicación, “porque desde las empresas hemos llegado mal a la sociedad”, al orientar sus peticiones de licencia de exploración directamente hacia el Gobierno, en tanto que “los grupos anti-industrias” (que precisó como “grupos ecologistas que no quieren el desarrollo basado en el carbón”) han dirigido s atención hacia los ciudadanos en general, consiguiendo crear un ambiente contrario “Internet se ha llenado de mitos, falsedades y mensajes malinterpretados”.

El caldo de cultivo para la contestación surgente de entre la gente insatisfecha, desencantada, lo encuentra Muñoz-Conde en “el momento de anarquía social”, que calificó de lógico, y se aprovechó del silencio de los prescriptores, que designó como “técnicos, ingenieros y geólogos”, sobre todo, a los que se descuidó. Alabó, en este sentido, la “publicación, muy seria, del Colegio de Ingenieros de Minas”, apoyando esta técnica, y expresó su deseo de que “la posición de los geólogos sea menos tibia”.


Retomo ahora la pregunta que la asistente a la Jornada formuló, una vez que los ponentes terminaron sus exposiciones: ¿Tiene la tecnología de la fractura hidráulica problemas, o todo son ventajas?

La respuesta que obtuvo la curiosa pertinente fue, más o menos: “No especialmente. Se trata de una industria que quizá no conocemos suficientemente en España, pero muy probada en otros países. Los problemas que pueden presentarse son conocidos, y ninguno es especialmente preocupante”.

Es cierto que el concepto de fractura hidráulica de material geológico es conocido desde los romanos de la época clásica. En las Médulas perdura el testimonio de su técnica para demoler grandes masas de tierra compactada utilizando la presión del agua, para recoger el oro de aquellos depósitos auríferos. Pero si el concepto es el mismo, las magnitudes y el objetivo son completamente distintos.

En el caso de la extracción de petróleo, la perforación -a profundidades, en efecto, generalmente superiores a 3.000 m- se hace con una cadena de perforación rotatoria, sostenida por una torre y dirigida por un banco giratorio, retirándose los detritus de perforación por un fango a presión relativamente reducida. Una vez alcanzada la bolsa del yacimiento, el gas y el petróleo crudo, que están a muy alta presión, tienden a brotar con violencia, desde el momento en que se perfora la roca que ha estado sellando su ascenso durante miles de años; al cabo de un tiempo, las presiones se igualan y, si se quiere seguir explotándolo, hay que impulsarlo a presión, hasta que la rentabilidad del procedimiento se anula, momento en el que el pozo se abandona

La presión de trabajo en el fracking está en el rango de 350 y 700 atmósferas (e incluso más), y tiene por objeto romper la roca, creando caminos al gas, lo que obliga a organizar un complejo sistema de compresión y control. Las torretas de los pozos de perforación se parecen a una cabina de jumbo, por el número de aparatos de medida, recepción de señales y dispositivos de accionamiento y control y, desde luego, son mucho más complejas que las normales de perforación petrolífera.

España no está, ni mucho menos, en fase de iniciar la explotación del gas de esquisto, sino de iniciar la exploración, ya que se desconoce si tenemos realmente gas en cantidad y condiciones de rentabilidad. Las dimensiones de nuestros posibles yacimientos (las indicaciones geológicas son positivas) son reducidas, casi ridículas en relación con las de Estados Unidos o Canadá, e incluso centro Europa. El yacimiento de shale gas en Nueva York se extiende por aprox. 200.000 km2, casi la mitad de España!

Una cuestión nada despreciable es la de valorar la oportunidad y rentabilidad de la exploración inmediata de gas de esquisto. La coyuntura puede variar rápidamente y estamos en una situación de claro excedente de producción energética en relación con el consumo. Entiendo que si las empresas están dispuestas a realizar los desembolsos necesarios, asumiéndolos en su totalidad, poco se puede objetar, salvo, eso sí, la exigencia de compensaciones por la ocupación de los terrenos, el cumplimiento de la legislación y la obligatoriedad de devolver el paisaje a su estado anterior a los trabajos.

Pero no puede olvidarse que, si las operaciones tienen éxito, habrá que generar una red de tuberías hasta los puntos de consumo, que son las centrales de ciclo combinado, hoy, como se sabe, infrautilizadas; de las empresas propietarias es de donde intuyo proviene este interés moderno por el gas de esquisto, opción energética conocida desde los tiempos de Maricastaña y a la que ahora se concede tanta atención mediática y ecologética.

Desde luego, las presiones ecologistas -en su mayoría, procedentes de la ignorancia ilustrada por internet, y en parte, supongo, ignorante de que los intereses antifracking provienen de países productores de petróleo y gas convencional, tras de las que se esconden poderosos caciques económicos)- no deberían conseguir que los costes de exploración -y, posteriormente, los de explotación- se vieran desmesuradamente incrementados con la petición de medidas de control ambiental extemporáneas (estudios de microsismicidad improcedentes, medidas de seguridad y tasación de riesgos estrambóticas, tasas de ocupación de terrenos excesivas, etc.).

Hay en internet ejemplos alarmistas para ignorantes, como el del grifo de agua con tanto contenido en metano que se le puede hacer arder con una cerilla , o análisis elucubrantes de los efectos de la fracturación, que se provoca a la profundidad de 3 o 5 km, y que remiten a explosiones destructivas en superficie con cargas muy superiores (hablamos de microfisuras, no de demolición). Hay que separar las tonterías de las verdades, con argumentos que tengan credibilidad, seriedad y solvencia: tanto los defensores del fracking como los detractores deberían, ante todo, probar que no hablan de oídas o de leídas, que saben, por haberlo vivido, de lo que opinan. Reto difícil de cumplir para los técnicos españoles, salvo contadísimas excepciones.

Otro tema que no me parece menor es el de la capacitación técnica para realizar estas perforaciones profundas (seguidas de perforaciones horizontales, una vez alcanzada la cota vertical) y la disponibilidad de la maquinaria precisa en nuestro territorio. Son muy pocas las compañías capaces, y funcionan en régimen de oligopolio; así como en Estados Unidos o en Canadá se dispone de cientos de empresas capaces de hacer estas perforaciones, en Europa no disponemos de esa oferta, y los contratos de perforación se encarecerán.

 

(1) El índice de Henry (Henry Hub) es el precio del sistema gasístico de Erath, Louisiana, propiedad de la Sabine Pipe Line LLC, filial de la Chevron Corporation.
(2) Empleo la palabra en un doble sentido: como respuesta (que es el admitido por la RAE) y con el significado anglocultureta derivado de to contest, protestar.

Escaparate de Ideas. Showcase for workforce sustainability

(Nota: Este largo Comentario agrupa, en realidad, los cinco que he publicado entre el 23 y el 26 de marzo de 2013 en Alsocaire, blog personal de Angel Arias. Observo que este blog mantiene un alto número de entradas, lo que me anima a ofrecer aquí, excepcionalmente, esta recopilación, ordenada para su mejor lectura) e

Desde niño he tenido un sueño. Que todas las buenas ideas que pasen por la cabeza de los seres humanos se pongan en práctica.

Ahora tengo otro sueño más profundo, más intenso: que en ese pequeño país, llamado España, -mi patria-, se dedique total atención a cualquier idea que sirva para superar la preocupación mayor de, al menos, 6 millones de personas y de sus familias. Salir del paro. Escrito en positivo: crear empleo.

Conseguir que la estructura socioempresarial genere actividad para que todos quienes dependan de ella vean con tranquilidad su futuro inmediato o el de sus hijos y nietos, parecería un objetivo común, propio de la sociedad global, de un mundo repleto de interconexiones.

Pero como no lo es, y seguramente no lo será nunca, hay que pensar de manera serena, objetiva, fría, en cuáles son las fortalezas -y las debilidades- de la estructura que podemos controlar: desde la Administración del Estado; a partir de las iniciativas de los habitantes de ese Estado, que sean susceptibles de generar actividad en su territorio ;y, por supuesto, mediante la activación del compromiso de las empresas -multinacionales o no- con los ocupantes de ese espacio.

Los tres ejes de actuación -Administración, empresas e individuos- deben coordinarse e impulsarse para que el sistema funcione de manera óptima, aprovechando las oportunidades.

En esta serie de comentarios, a nivel exclusivamente personal, me propongo ofrecer algunas ideas de estímulo, un escaparate de ideas (showcase for ideas), dirigidas específicamente a la iniciativa privada.

Son, como se verá, preguntas surgidas de la reflexión encadenada siguiente:

1. ¿Necesitamos mejorar algo? ¿Podemos hacer mejor algo? ¿Tenemos algún recurso sin explotar?

2. ¿Sabemos cómo hacerlo? ¿Por qué no lo hacemos? ¿Qué barreras nos impiden ponerlo en práctica? ¿Cómo podríamos estimular su realización?

3. ¿Qué habría que hacer para ponerlo en práctica lo antes posible? ¿Qué recursos -técnicos, económicos, laborales y funcionales precisamos? ¿Los tenemos ya? ¿Dónde están, si no los tenemos aquí, y cómo podríamos conseguirlos?

He aquí algunas posibles respuestas.

Respecto a las Administraciones públicas

Propuestas de acción a las Administraciones públicas en relación con la generación de actividad y empleo se han escuchado algunas.

No han tenido reflejo, hasta ahora al menos, en disposiciones de impulso a la economía, sino que se ha creído (o admitido) por el Gobierno que era prioritario el “saneamiento presupuestario“, con el argumento repetido de que se había estado gastando por encima de nuestras posibilidades, lo que no ha podido ser probado de manera convincente.

La responsabilidad general atribuida a la burbuja inmobiliaria, que ha sido, en realidad, varias veces “descontada” (en la terminología bursátil al uso) por el sistema, no ha sido sino una forma técnicamente viciosa de derivar la atención de otras responsabilidades y asuntos, penalizando injustamente a inversores privados en el sector de la edificación.

Las medidas adoptadas se han orientado fundamentalmente a la reducción del gasto público -con decretos vergonzosos, como el R.D. 16/2012 y su cómplice el R.D. 1192/2012-, y se ha agudizado la presión recaudatoria (manifestado incluso en el incremento de denuncias por infracciones automovilísticas menores), con el argumento impuesto por la troika -lamento que no le guste la referencia a esa dictadura de mente centroeuropea a Javier Solana- de que había que ajustar a la baja el endeudamiento del Estado en su relación con el PIB.

Se ha propuesto, en diversos foros y momentos, avalados en el caso general con estudios de viabilidad y con previsiones de creación de puestos de trabajo y actividad arrastrada:

1) un programa nacional de rehabilitación de edificios, que mejore las condiciones de habitabilidad, disminuya el consumo energético y la accesibilidad general.

2) la continuación de las infraestructuras que han quedado suspendidas de forma brusca, y que correspondían a decisiones de contratación adoptadas apenas hace dos o tres años y que se habían avalado con previsiones de ventajas en las comunicaciones, mejora de los flujos de transporte o necesidades de interconectividad entre localidades y zonas.

3) un plan de ayudas a la generación autosuficiente de energía distribuída (con placas solares, utilización de energía geotermia somera, etc.)

4) la investigación de zonas con potencialidades para la explotación rentable de gas de esquisto.

5) la continuación de los programas de viajes de la tercera edad como forma de mantener la ocupación hotelera y facilitar el sostenimiento de puestos de trabajo en la hostelería y en algunos servicios.

6) potenciar la utilización de la infraestructura viaria para transporte de mercancías, completando y revisando, en su caso, la red existente.

7) impulsar planes locales de limpieza forestal, apoyando su aprovechamiento rentable

8) aprovechar el flujo turístico para impulsar las ventas pre-estacionales, con envío a los domicilios de los viajeros (de ropa, muebles, juguetes, calzados, etc.)

9) remodelar y reorganizar el sector de fabricación de muebles, dotándolo de elementos de modernidad y diseño más funcional, en combinación con la revisión de la población forestal.

10) ayudar a la modernización completa del sector hostelero (restauración), y en especial, en el cumplimiento de la normativa existente en materia de sanidad y trazabilidad, que no es en la mayoría de los casos, que un papel mojado y una amenaza discrecional de cierre permanente sobre no pocos locales.

11) impulsar la exportación de productos de fabricación nacional de alta densidad de empleo (juguetería, moda, calzado, mobiliario, piezas especiales, prótesis, etc.)

12) establecer planes coordinados entre las empresas de manufactura y las Administraciones, que sean previsores y no atiendan a la negociación a posterior, y forzosamente rápida e improvisada de problemas de viabilidad por caídas del mercado.

Respecto a los emprendimientos individuales

Una de las creaciones perversas de la economía de mercado es la elevación del emprendedor a ente con características mitológicas. Esta figura, desconocida como tal hasta hace un par de décadas, es ensalzada con pastosa veneración por las Administraciones y sus características defendidas con ardor -conscientes de las dificultades de supervivencia de la especie- por quienes están metidos en el fango por haberse creído llamados a representarla.

Las noticias que han venido de Norteamérica relativas a las excelencias de leche y miel de los terrenos de la inventiva, ha generado un impulso de imitación en estas tierras áridas que ha provocado no pocos descalabros. Se pretende estimular, como si se tratara de un reto personal de demostración de excelencia, a que el mayor número de ciudadanos asuman esa posición peligrosa, sin tener preparación y, lo que es aún peor, sin tener la idea.

Porque, en realidad, para ser emprendedor basta con tener una sola idea. Y para triunfar con ella como empresario, esa idea tiene que ser buena.

Siguiendo con el esquema de esta serie de Comentarios, enumero algunas de las ideas que, en mi opinión, y bajo mi exclusiva responsabilidad, pueden ser el vivero donde los futuros emprendedores recojan la suya.

Están agrupadas en tres líneas de acción que se pueden catalogar de evidentes, pues se refieren a los órdenes básicos de la vida. Suponen el objetivo de cubrir de forma óptima las necesidades corporales -alimentación, cobijo, sanidad, etc.-, las que podríamos calificar de espirituales -educación y formación, diversión y empleo del tiempo de ocio, lectura y manifestaciones artísticas y creativas en general, comunicación, etc.- , y las de sustitución de los recursos utilizados, potenciando alternativas -ambiente, sustentabilidad, infraestructuras, ayuda al desarrollo, etc.

Hago una reflexión previa. Las nuevas tecnologías de comunicación (tics) han abierto un peligroso espejismo, del que podríamos haber estado curados pues hemos vivido un adelanto con la aparición de la informática. Esto es así, porque la incorporación de una nueva tecnología a los procesos de producción existentes agota muy rápidamente las posibilidades de mejora: es el efecto elefante en la cacharrería, o mejor, del niño que se enfrenta a un escaparate de apetitosos pasteles; comerá un par de ellos y estropeará una buena parte de los restantes, antes de encontrarse saciado y molesto.

Las tics, por sí mismas, están generando desempleo; también lo generaron, en su ámbito, las mejoras de tratamiento de información que supusieron los ordenadores cada vez más potentes y con programas persistentemente más cómodos de usar y más eficientes; perdieron su puesto miles de perforistas, de encargados de mantenimiento de los aparatos, de programadores, de informáticos. Miles de personas aprendieron lenguajes y programaciones que quedaron inútiles en poco tiempo.

Por ello, y como ya he expuesto en otros trabajos, la necesidad de generar empleo a corto plazo no debe olvidarnos cumplir un objetivo a largo plazo: la cantidad de “trabajo humano” disponible disminuirá y hay que replantearse las formas de distribuir los beneficios de producción entre la población con jornadas menores y premiando la eficiencia con criterios de objetividad.

La enumeración de actividades generadoras de empleo que se sean promovidas por iniciativas individuales no puede ser, naturalmente, más que indicativa. Existen interesantes referencias enfocadas a proponer posibles emprendimientos que pueden servir de orientación.

Lo más importante, según mi criterio, es que, antes de decidirse a comenzar una actividad, el futuro emprendedor valore su disponibilidad, su capacitación personal, los recursos de que dispone y realice una primera valoración del mercado potencial y de la competencia, sobre todo, a nivel local. Debe responder con absoluta sinceridad y crudeza a esta cuestión principal: ¿Cuál es mi ventaja diferencial?

En fin, estas son algunas de las líneas de orientación en la que quien pretenda generar su autoempleo puede encontrar la idea para su proyecto. No debe desechar, en principio, que exista ya una implantación, incluso intensa, en su posible área de actividad, porque ha de definir si está en condiciones de ofrecer mejoras de calidad o si encuentra que su proyecto a va a significar un elemento añadido respecto a la oferta existente.

Relacionadas con la mejora de la calidad física del ser humano:

-ofertas de proximidad: restaurantes de comida rápida, bares de copas, tiendas de ultramarinos, ferreterías, lugares para reunión y ocio con ofertas de espectáculos variados, guarderías a tiempo parcial (también para animales de compañía), centros geriátricos de día, servicios informáticos a domicilio, oferta de formación específica y de corta duración, arreglos de ropa y reparación de mobiliario, confección de tapicería (también diseño de telas), talabartería, soldadura, tejidos de calidad, reparación de equipos y maquinaria doméstica, marquetería, fabricación de pequeñas piezas de adorno y uso general, entrega de mercancías a domicilio, cuidado domiciliario de niños y ancianos, gestiones de asistencia relacionadas con vehículos (itv, revisión, etc.), conducción ocasional de automóviles para terceros, realización de gestiones administrativas de todo tipo, jardinería para comunidades y particulares, etc.

-ofertas de calidad: restauración y recuperación de inmuebles y dependencias (especialmente en zonas rurales), remodelación y decoración de interiores, diseño de mobiliario moderno, mejora de diseño industrial de útiles y maquinaria, redacción de documentos, traducciones directas e inversas, revisión y corrección cualificada de informes, trabajos de consultoría técnica, económica o jurídica por internet, oferta de equipos cualificados para limpieza de bosques, análisis y control de rentabilidad de empresas (incluso agropecuarias), aprovechamiento de terrenos baldíos, confección de anuncios y catálogos, organización de redes comerciales, mejora de páginas web, gestión óptima de agua y residas (incluída la recuperación o regeneración), reparación de infraestructuras, análisis de mejoras y ahorros de consumo energético, ayudas a la comercialización (orientadas al mercado internacional, en especial), compra-venta por internet de productos y servicios, organización de viajes virtuales, actos culturales, itinerarios históricos o de interés técnico, aprovechamiento de recursos de proximidad (en el caso de la energía: proyectos de placas solares, instalaciones eólicas, prospecciones geotérmicas, etc.)

Relacionados con la mejora de la calidad del espíritu:

- organización de eventos, iniciativas de coaching, promoción de reuniones para impulsar relaciones y contactos comerciales ( o personales), recopilación ordenada de noticias y oportunidades agrupadas según temas de interés, propuestas a inversionistas (con análisis de rentabilidad y viabilidad técnica) para apoyo a proyectos, búsqueda de referencias técnicas, investigación genealógica y de pasados familiares, apoyo documental, diagnóstico médico a domicilio, consejero espiritual, valoración de obras artísticas, compra-venta de antigüedades, instalación de medidas de seguridad y protección a domicilios y locales (incluso con presencia física), diseño de equipamientos para parques infantiles, diseño de equipos para culturismo y educación física, programas informáticos para optimización de redes de transporte, distribución de mercancías, aprovechamiento del tiempo disponible, revisión de flujos de fabricación, oferta y coordinación en el empleo de recursos de personal senior (en especial, prejubilados y jubilados), gestión de bancos de datos de personal cualificado en diferentes especialidades y ramas de actividad, etc.

Respecto a las grandes y medianas empresas

Seguramente el aspecto en el que el sistema socioeconómico español necesita una profunda revisión crítica es en lo que respecta a la integración de los objetivos de los grandes grupos empresariales con sede en nuestro país con los del resto de la sociedad.

Es un asunto especialmente grave, porque las mayores entidades empresariales -incluyo, obviamente, las financieras-, disponen de la mejor visión tecno-económica del sector en el que actúan, y disponen de mayor capacidad y recursos (humanos, técnicos y financieros), en algunos casos, que las propias Administraciones públicas.

La respuesta oficial a esta crítica es, por supuesto, que “se ha avanzado mucho en los términos de fijar la Responsabilidad Social Corporativa” y, en efecto, casi todos los grandes grupos empresariales disponen de Memorias anuales en donde se desglosa (más bien, se glosa) su actividad en beneficio de la sociedad en la que se insertan, con argumentos que encierran un ánimo autolaudatorio y contienen poca relevancia práctica.

Hace falta mucho más, porque la sociedad es un sistema integrado, heterogéneo pero coherente, en el que el principio de que “quien más tiene más debe aportar” no puede soslayarse. Han periclitado los tiempos en los que se dogmatizaba enfáticamente que “el negocio del negocio es hacer negocio” o que “las empresas, al conseguir optimizar su beneficio, cumplen paralelamente su objetivo social”.

Las decisiones que los grandes grupos adopten, pensando exclusivamente en su propio beneficio, pueden resultar gravemente perjudiciales para el resto de la sociedad. El mercado dota a las macroempresas de un instrumental único del que no puede disponer ningún otro agente socioeconómico.

La Administración puede actuar, pero muy limitadamente, con la legislación y el control esencialmente fiscal (eventualmente sancionador). Los trabajadores no tienen más recurso que la negociación (término ambiguo por excelencia) y, en último término, la huelga, que se ha revelado como un arma de doble filo, pues perjudica a la clientela (esto es, a la viabilidad de la empresa) y supone un desgaste económico y síquico.

De entre las actuaciones empresariales que tienen efectos negativos sobre el mal llamado “mercado laboral”, especialmente sensibles en épocas de crisis, cito, por ejemplo, la internacionalización que supone, no pocas veces, un fuerte desplazamiento de las necesidades laborales a cubrir a países con mano de obra más barata o legislación más permisiva, el traslado de beneficios a paraísos fiscales mediante entramados de participadas que provocan, además, opacidad fiscal, ocultación de datos ambientales (pero no solo), y, por supuesto, la discriminación subliminal por grupos de poder, intereses extracorporativos, por sexos, etc. o la existencia -aún no suficientemente esclarecida, aunque algo más vamos sabiendo- de contubernios entre administración pública, partidos políticos y empresas o empresarios sin escrúpulos.

Son muy significativos los puntos de falta de sintonía de muchas -¿todas?- de las grandes empresas españolas con el tejido social. Salarios desproporcionados para sus ejecutivos, oscuridad en las opciones de crecimiento, sorpresa cuando se plantean regulaciones de empleo, falta de información sobre los objetivos, ….

No me parece descartable, al contrario, la integración de representantes de los trabajadores en los Consejos de Administración, en proporción que habría que discutir. Hay que tratar de vencer definitivamente la idea, aún vigente por desgracia, de que empresarios y sindicatos son conjuntos disjuntos: perjudica a ambos y, por tanto, nos perjudica, de reflejo, a todos.

Estas son, presentado el contexto, algunas ideas para movilizar la interacción entre las empresas y el sistema socioeconómico.

-Impulso a la Diversificación de las empresas existentes, obligándolas -la obligación puede ser social- a presentar públicamente sus vías de expansión natural, para que se analicen sus ventajas, necesidades, inconvenientes. Debe lograrse la integración de objetivos sociales con los empresariales.

-Calendario de reuniones de trabajo sistemáticas entre directores de desarrollo y producción de las grandes empresas, representantes sindicales cualificados y técnicos de la Administración en donde se analicen, discutan y propongan, medidas de actuación, diversificación, ampliación de actividades y propuestas de emprendimiento lanzadas al resto de la sociedad. Este “Banco de datos” (project pipe line) ha de servir de guía orientadora para seleccionar nuevos proyectos empresariales.

-Calendario de reuniones de trabajo entre representantes de los departamentos técnicos universitarios, centros públicos de investigación y de las empresas significadas, en las que se decida sobre proyectos y patentes viables y se oriente la investigación aplicada de interés para la diversificación. Por supuesto, la difusión de las actas de estas reuniones es parte del esquema de trabajo propuesto. No tengo especial confianza en que esta propuesta funcione al principio, por falta de método, costumbre y, si se me permite, capacidad potencial por parte de (¿muchos?) los intervinientes, pero hay que intentarlo. Lo necesitamos.

-Generación de cluster que promuevan la interacción entre empresas, universidad y egresados recientes, poniendo en marcha nuevos proyectos tecnológicos, en sectores preferentes (por ejemplo, biomedicina, ergonomía, materiales con características específicas, etc.).

Estas propuestas son, quizá por mi propia limitación, aunque también debo apelar a la complejidad y variedad de las opciones, genéricas. Pero no deben impedirnos reconocer un necesidad que hay que cubrir lo antes posible: nuestra sociedad necesita mucha más información, mejorar la capacitación general, detectar y promocionar a los mejores, eliminar el ruido de muchos intervinientes ignorantes en los debates, y poner en pie una estructura basada fundamentalmente en la ética, la transparencia, la honestidad, el conocimiento.

Ese es el reto: La sociedad del conocimiento tiene que basarse en la ética y la solidaridad, o se caerá sola, sepultándonos a todos con ella.

 

Uns wird nur das Lärmen angeboten

El XVI Soneto a Orfeo (Segunda Parte) de Rainer Maria Rilke, termina con esta estrofa: “Uns wir nur das Lärmen angeboten./Und das Lamm erbittet seine Schelle/aus dem stilleren Instinkt./” (1)

Acumulo en mi mesita de noche varios libros que varío de tiempo en tiempo y que no leo de forma sistemática, sino más bien al azar, abriéndolos por una página intermedia y rememorando así, al revisar un capítulo, la novela, el ensayo o el poemario del que disfruté, seguramente, hace años.

Rilke es uno de mis poetas preferidos, porque sus poemas poseen una fuerza interior que se despliega a partir de las insinuaciones de un lenguaje cuidado, conciso, sugerente, aunque a primera vista y en la lectura inicial aparezca como tremendamente enigmático.

El terceto que me sirve de inspiración para el comentario de hoy, podía muy bien referirse a la situación por la que atravesamos. Oigo mucho ruido desde distintos lugares y esferas, protestas que encuentro, en no pocos casos, muy bien fundadas. Pitos, palmas, cánticos de gentes que se agolpan ante sedes de partidos, de empresas, de instituciones. Afectados por medidas, injusticias, engaños…

En los corderos, de natural silencioso, la opción de hacer ruido es, en realidad, poco utilizada. Balan para reclamar la atención de la madre, o cuando algo les asusta, o para que se les devuelva al redil al atardecer. Algunos, portando un cencerro, sirven de orientación al pastor para localizar el rebaño.

Fieles a su naturaleza cerril, pacen y engordan, se les trasquila cada temporada y, cuando el pastor encuentra que su tiempo ha llegado, se convierten para él o los mercados en carne apetitosa.

——

(1) Mi traducción, fiel al sentido, es la siguiente: ”A nosotros únicamente se nos brinda la opción de hacer ruido./Y, como el cordero, pedimos un cencerro/fieles a nuestro instinto dócil.”

Perdone el lector sabio la referencia cultista, pero no me puedo resistir a evocar, un par de días después de la estulta celebración del Día de los Enamorados, que los Sonetos a Orfeo del maestro Rilke son poemas de amor -de amor intelectual- a Wera Ouckama Knoop, fallecida prematuramente.

Próximos Comentarios en el Blog Personal de Angel Arias

Me han convencido. Aunque es intenso el sentimiento de vinculación a Blogia, cuyo soporte vengo utilizando desde hace ya seis años, y en el que tengo publicados miles de comentarios, tanto en el Blog Alsocaire (éste) como en el Blog de Angel Arias, la realidad se impone.

Blogia me ofrece poca visibilidad en los buscadores de internet y, por ello, pierdo (seguramente) lectores, que es también, difusión, interactividad, capacidad de que mis opiniones sirvan a otros y sus comentarios, de vuelta, me sirvan a mí.

Así que me paso a wordpress (Amazon). Después de un ensayo, en paralelo, desde el 1 de enero de 2013, en el que publiqué mis entradas tanto en éste Blog como en el Blog Personal de Angel Arias, voy a seguir solo publicando en éste último.

Como Blogia promete mantener vivas, indefinidamente, las entradas de los blogs que albergó, mis anteriores Comentarios en éste seguirán siendo visibles.

Agradezco a quienes me han seguido aquí, su interés y, en los casos en los que así lo han expresado, su estímulo. Y les invito a proseguir haciéndolo en mi nuevo Blog.

 

Relación de Comentarios publicados en este blog en 2012

1.    Con pocas palabras y en primera persona.   

2.    No escatimar energías en abandonar ciertas prudencias

3.    Contra algunas creencias interesadas, la técnica no es neutral

4.    Vacatio iudex versus ius vocatio

5.    Necesidad de poner orden en las telecomunicaciones

6.    Una mirada crítica al pecio de la economía sumergida

8.    Sobre el irresistible encanto de la frivolidad

9.    Alternativas

10. Tómeselo a risa

11. A la búsqueda de iniciativas para aumentar el bienestar

12. Disponible el libro con los Comentarios de Alsocaire en 2011

13. Inspirándose en un trabajo de chinos

14. Actividades generadoras de empleo

15. Actividades generadoras de empleo (2)

16. Actividades generadoras de empleo (3)

17. Actividades generadoras de empleo (y 4)

18. Sobre lo que vale un euro, digo un peine

19. ¿Qué es lo que puntúan las agencias de calificación?

20. Così fan tutti?

21. Por qué y por quiénes estamos en una crisis

22. Aires de mujer

23. Para los que importa

24. Apología del dragón

25. De verdad, ¿es tan grave deber dinero?

26. En la Plaza del Conocimiento, con optimistas

27. Absueltos de todo don

28. Ideales

29. Porcentajes

30. Lo que distingue a los emprendedores

31. ¿Le importaría ponerme un poco más de pib en mi plato?

32. Capacidades

33. La hora de los transformistas

34. Innovación para la formación en las organizaciones

35. Lo que nos enseña Fukushima a los partidarios de la energía nuclear

36. Por favor, que alguien saque la cabra del redil eléctrico

37. De la Gioconda de Leonardo a la copia de Rubalcaba

38. Empleo entre las piedras

39. El momento de colgar la toga

40. Ilusionar en tiempos difíciles: historias de supervivencia

41. Historias de tigres y gacelas (1)

42. Historias de tigres y gacelas (2)

43. Historias de tigres y gacelas (3)

44. Historias de tigres y gacelas (4)

45. Historias de tigres y gacelas (5)

46. Historias de tigres y gacelas (6)

47. Historias de tigres y gacelas (7)

48. Historias de tigres y gacelas (y 8)

49. Movimientos para controlar algunos núcleos de confusión en la fusión nuclear

50. Movimientos para controlar algunos núcleos de confusión en la fusión nuclear( 2)

51. Movimientos para controlar algunos núcleos de confusión en la fusión nuclear (y 3)

52. Por dónde empezar para llegar a ser empresario

53. Por dónde seguir para llegar a ser empresario

54. Valor de las estrategias optimistas en la feria de las vanidades

55. En apoyo de las empresas exportadoras

56. Productos de la imitación

57. Nos recogerán y nos llevarán a las duchas

58. No habrá paz para los ingenuos

59. Entre andadas y carreras

60. ADM

61. Homenajes póstumos

62. Ubi sunt?

63. Para troncharse

64. El derecho a la propiedad de ciertos pecios

65. Cuestión de escalas

66. Cortocircuitos en el camino del vehículo eléctrico (1)

67. Cortocircuitos en el camino del vehículo eléctrico (2)

68. Cortocircuitos en el camino del vehículo eléctrico (3)

69. Las cosas no son fáciles: ¿y qué más?

70. ¿Un gran país bananero?

71. ¿Un gran país bananero? (y 2)

72. Oportunidades de hacer negocio con las biotecnologías

73. Los derechos de las mujeres

74. El interés mediático y el maniático

75. El observatorio de la insostenibilidad

76. Dos verdades incompatibles sobre el Once-Eme

77. Dogmas entre la Fe Ciega y el Descrédito Arrepentido

78. ¿Qué sucedería si gobernara Jesucristo?

79. Plan de Austeridad integral: el borrador

80. La expuesta singularidad de Asturias

81. El estrepitoso fracaso de los Colegios Profesionales

82. Poderes

83. El valor de los números

84. Momento estelar para las risas

85. Lo que va de Viva la Pepa a Vivan las Cadenas

86. Picatueros y pejigueros

87. Desglobalización, insostenibilidad y marcha atrás.

88. Amigos, felicidad y redes sociales

89. El lenguaje del pueblo y el de los políticos

90. Propietarios y fructuarios

91. Ante la convocatoria de huelga general en un momento muy particular

92. Sobre el libre albedrío y la conciencia en lo que más de cerca nos atañe

93. Riesgo de fractura del estado de derecho

94. La identidad de Kaya y la ornitología

95. Las malas jugadas de la memoria

96. Pasiones por intuiciones, resistencias contra medidas, austeridad sin soluciones

97. Descubriendo a Chagall

98. Albedrío y libre elección en el terreno de la física

99. Una metáfora sobre bosques, felicidad y leñadores

100.               Sarkozy utiliza a España como alzas

101.               La Resurrección de los cuerpos

102.               A favor de una Secretaria de Estado de Nuevos Proyectos

103.               Enfermarse y estudiar será más costoso en España

104.               Café para todos y chocolate con churros para Cataluña

105.               Una aplicación de los índices de embutibilidad a la política

106.               ¿Merece la pena hacerse operar para parecerse al Joker de Batman?

107.               Miedos

108.               De cacería

109.               Medida de capacidad colectiva

110.               ¿Comprar Argentina y vender Repsol por lo que valen?

111.               Propuesta de cambio de enfoque a la figura del defensor del pueblo

112.               Entre mierdas y bananas (1)

113.               Antes de abdicar

114.               Entre mierdas y bananas (2)

115.               Magia entre vegetaciones y pinturas

116.               Entre mierdas y bananas (y 3)

117.               Toros de Fálaris y política de ajustes

118.               El riesgo de la complacencia

119.               Cuidado con estar en las nubes

121.               Ingeniería para AES.Captacion y aprovechamiento de la antropoenergía.

122.               Ingeniería para AES. Significado y empleo del factor de seguridad

123.               Ingeniería para AES. Riesgos de cavitación en la economía y la jurisprudencia

124.               Ingeniería para AES. Significado y empleo del factor de seguridad

125.               Ingeniería para AES. Transformadas de Laplace y cambio de paradigma

126.               Ingeniería para AES. Concepto de rendimiento técnico.

127.               Ingeniería para AES. Dificultades para localizar tanto las Mejores Técnicas Disponibles como las Más Deplorables Técnicas

128.               Ingeniería para AES. Fiabilidad. Interpretación de la curva de la bañera.

      128 bis Ingeniería para AES. Representación de figuras tridimensionales en el     papel

129.               Ingeniería para AES. Gestión del personal

130.               Paseo entre el amor y la muerte de un español del siglo XXI

131.               Ingenieria para Abogados y Economistas. Curvas y curvaturas

132.               Ingenieria para Abogados y Economistas. Curvas y curvaturas (2)

133.               Ingeniería para abogados y economistas: Crisis minera, saneamiento y recuperación

134.               Ingeniería para abogados y economistas: Métodos mineros de extracción

136.               Ingenieria para Abogados y Economistas: Cómo leer un Balance (y 2)

137.               Ingenieria para Abogados y Economistas: Cómo leer una Sentencia

138.               Ingenieria para Abogados y Economistas: Cómo leer una Sentencia (y 2)

139.               Ingenieria para Abogados y Economistas: Cómo leer una Sentencia (y 3)

140.               Ingenieria para Abogados y Economistas. Cómo generar empleo sin destruirlo

141.               Ingenieria para Abogados y Economistas. Cómo generar empleo sin destruirlo (y 2)

142.               Ingenieria para Abogados y Economistas: La teoría de la relatividad aplicada a la economía

143.               Ingenieria para Abogados y Economistas: Métodos para construir túneles (1)

144.               Ingenieria para Abogados y Economistas: Métodos para construir túneles (y 2)

145.               Ingenieria para Abogados y Economistas: Métodos para construir túneles (Apéndice)

146.               Ingenieria para Abogados y Economistas. Medio ambiente (1)

147.               Ingenieria para Abogados y Economistas. Medio ambiente (2)

148.               Ingenieria para Abogados y Economistas. Medio ambiente (3)

149.               Ingenieria para Abogados y Economistas. Medio ambiente (y 4)

150.               Ingenieria para Abogados y Economistas. Medio ambiente (Anexo sobre Contaminación agrícola

151.               Ingenieria para Abogados y Economistas. Medio ambiente (Anexo sobre Contaminación agrícola.2)

152.               Ingeniería para Abogados y Economistas: Problemas del mercado (1)

153.               Ingeniería para Abogados y Economistas: Problemas del mercado (y 2)

154.               Ingenieria para Abogados y Economistas. Ordenación del Territorio (1)

155.               Ingenieria para Abogados y Economistas. Ordenación del Territorio (y 2)

156.               Ingenieria para Abogados y Economistas. Taludes y escombreras.

157.               Ingenieria para Abogados y Economistas. Taludes y escombreras (2)

158.               Ingenieria para Abogados y Economistas. Taludes, presas y Escombreras (y 3)

159.               Ingenieria para Abogados y Economistas. Auscultación de estructuras y patologías

160.               Ingenieria para Abogados y Economistas. Patologías estructurales

161.               Por qué nos pasa lo que nos pasa (1)

162.               Por qué nos pasa lo que nos pasa (2)

163.               Por qué nos pasa lo que nos pasa (y 3)

164.               Desprecio de la forma y alabanza del fondo

165.               Ingeniería para Abogados y Economistas: Investigación y Desarrollo tecnológicos (1)

166.               Ingeniería para Abogados y Economistas: Investigación y Desarrollo tecnológicos (2)

167.               Ingeniería para Abogados y Economistas: Investigación y Desarrollo tecnológicos (y 3)

168.               Sobre el valor económico del español

169.               Desenmascarados

170.               Eutanasia y minería del carbón

171.               Sobre democracia, separación de poderes y responsabilidades

172.               Relaciones entre fútbol, política y economía

173.               Sobre el sentido de la vida

174.               Sobre el sentido de la vida (y 2)

175.               Libertad y libre albedrío

176.               Parejas de conveniencia

177.               Al fútbol lo que es del fútbol

178.               Ingenieria para Abogados y Economistas: Cómo aprovechar lo que se sabe para crear una empresa

179.               Ingenieria para Abogados y Economistas: Cómo aprovechar lo que se sabe para crear una empresa (2)

180.               Ingenieria para Abogados y Economistas: Cómo aprovechar lo que se sabe para crear una empresa (y 3)

181.               Antropología cristiana y economía de mercado

183.               Partículas

184.               El Club de la Tragedia

185.               La vuelta al mundo de las maletas

186.               El Club de la Tragedia: Claves y clavicordios

187.               Para encerrar

188.               El Club de la Tragedia: Atrapados

189.               El Club de la Tragedia: Se vende casa exclusiva en Paraje natural protegido

190.               El Club de la Tragedia: A lo loco

191.               El Club de la Tragedia: El comentario como noticia

192.               Cuentos para un verano caliente

193.               El club de la Tragedia: Diferencias entre un director gerente y un primer ministro

194.               El Club de la Tragedia: Control de riesgos, deberes y derechos

195.               El Club de la Tragedia: Explicaciones para creyentes

196.               El Club de la Tragedia: Preocupaciones acuciantes, celebérrimos y nombres de calles

197.               El Club de la Tragedia: Nos engañan: pero la culpa es nuestra

198.               El Club de la Tragedia: Por la cultura

199.               El Club de la Tragedia: Culmina o revienta

200.               El Club de la Tragedia: Problemas de comunicaciones

201.               El Club de la Tragedia: Desdoro de la Farándula

202.               El Club de la Tragedia: Elogio de la restauración naïf

203.               Los principios de la selección natural aplicados a la ética

204.               El Club de la Tragedia: Esquelas y supervivencia

205.               El Club de la Tragedia: Incendiarios

206.               El síndrome de la dependencia ocupacional

207.               El Club de la Tragedia: Revisores y revisionistas

208.               Rescatados ¿o prisioneros?

209.               Heute zu merken: Angela in Madrid

210.               El Club de la Tragedia: El show de los políticos

211.               El Club de la Tragedia: Miedo a los mineros

212.               El Club de la Tragedia: Ideas y ocurrencias

213.               El Club de la Tragedia: La burbuja política

214.               El Club de la Tragedia: Entre vivir del cuento y estársela jugando

215.               El Club de la Tragedia: Petrificación del Paradigma

216.               El Club de la Tragedia: Inmovilismo Sostenible

217.               Precaución: sociedad en obras

218.               Reformar para educar; educar sin objetivo

219.               El Club de la Tragedia: Ciudadanos túrgidos o crípticos

220.               El Club de la Tragedia: Atmósfera sobrecargada.

221.               El Club de la Tragedia: ¿Hay algo más que debamos saber?

222.               In memoriam: Santiago Carrillo

223.               Propuestas para que Toledo no se convierta en Tolero

224.               El Club de la Tragedia: Guindillas para todos

225.               Propuestas para que Toledo no se convierta en Tolero ( y 2)

226.               El Club de la Tragedia: El cuento del pollastre viatger

227.               El sueño de Robert J. Shiller: Finanzas en una sociedad justa

228.               El mito del desarrollo sostenible

229.               Centauros tecnológicos o ciber-imbéciles

230.               Por qué no se crea empleo en España

231.               El Club de la Tragedia: A porrazos

232.               l Club de la Tragedia: Menos lobos, Caperucitas

233.               Un cuento chino

234.               Incompetencias del mercado

235.               El Club de la Tragedia: Emprendedores, no ludópatas

236.               El Club de la Tragedia: Divorcio en los Poderes

237.               ¿Inteligentes o hermosas?

238.               Votantes pivotantes

239.               Venezuela puede esperar

240.               Prácticas de supervivencia colectiva

241.               El Club de la Tragedia: Hacia atrás

242.               El otro Mou

243.               Carta abierta a una famosa

244.               El Club de la Tragedia: Engañar como un chino

245.               Las virtudes de las mandrágoras

246.               Influencia de las mandrágoras y la corteza de abedul sobre la sexualidad

247.               El Club de la Tragedia: ¿Holocausto o Barbacoa?

248.               Sobre esqueletos y armarios

249.               El Club de la Tragedia: ¿Qué queremos decir cuando no tenemos nada que decir?

250.               La visión del mundo de Albert Einstein

251.               El Club de la Tragedia: Consejos para

252.               El Club de la Tragedia: Marcando paquetes

253.               El Club de la Tragedia: Desequilibrios compensados con azotes

254.               Constantes universales

255.               El valle de Chamberí y Gedeón

256.               El Club de la Tragedia: Creativos y anunciantes al asalto

257.               Jueces, juicios y jurados

258.               Quejas al servicio

259.               Permisividad o dejación

260.               Uno de los nuestros: negro y demócrata

261.               El Club de la Tragedia: Lo que nos importa que haya ganado Obama

262.               Ingenieria para Abogados y Economistas. Tratamiento de los residuos

263.               El Club de la Tragedia: Instrucciones para emergencias

264.               El Club de la Tragedia: Síndrome de Fukushima en el Madrid Arena

265.               Tapiceros, sastres, restauradores y cirujanos plásticos

266.               El Club de la Tragedia: Desquiciados o desahuciados

267.               El Club de la Tragedia: No es país para pobres

268.               Médicos con fronteras

269.               El Club de la Tragedia: Huelga general, drama particular

270.               El rumbo incierto del sindicalismo

271.               Disputas al margen de las civilizaciones

272.               Macrofiestas, megaiglesias, hiperestadios, teramanifestaciones

273.               Carenados de fondos, revisión de la quilla, cambio de cuadernas

274.               Carlos Slim juega con el Real Oviedo

275.               Consentimiento informado, ¿dígame?

276.               Alguien tiene que decirlo: Disminuyen las oportunidades para la Evolución

277.               Tasas judiciales y estado de derecho

278.               De cazadores y de madrigueras

279.               El caganer del Belén que se está formando en Cataluña

280.               Yo

281.               Ambiente enrarecido

282.               Empresarios españoles, uníos

283.               La subsistencia de la izquierda nacionalista

284.               Tiempos de compromiso, ya no de colaboración (1)

285.               Tiempos de compromiso, ya no de colaboración (2)

286.               Tiempos de compromiso, ya no de colaboración (3)

287.               Tiempos de compromiso, ya no de colaboración (y 4)

288.               La revelación de las masas

289.               Desde el Pelargón al Sudoku

290.               Minería e incendios en los montes

291.               La reforma empresarial pendiente

292.               The Cides House Rules

293.               La Carta Magna y las cartas de la baraja

294.               El Club de la Tragedia: Pesadilla en los sótanos

295.               Jugando con el tiempo: Deficitarios, procastinadores, temporarios

296.               Carta abierta a un gran evasor de impuestos

297.               Calidad del servicio y cualificación del empleo

298.               Hablemos de política, ¿les parece?

299.               El Club de la Tragedia: Huelga de autónomos

300.               El Club de la Tragedia: Frases célebres sobre la actitud

301.               El Club de la Tragedia: Orden en la sala

302.               Dos maneras de disfrutar de un pavo relleno

303.               Ni discretos, ni tímidos, ni apocados, ni ausentes

304.               El Club de la Tragedia: El experimento de Aristóteles

305.               La Sociedad Honorífica Internacional Alpha Sigma Mu

306.               El Club de la Tragedia: ¿Qué nos está pasando?

307.               El Club de la Tragedia: Detallistas, que no expertos

308.               ¿Nos van a dar las uvas o nos las están dando con queso?

309.               El Club de la Tragedia: La Monarquía como punching ball

310.               Lolos y Lolitas

311.               El Consejo Empresarial para la Competitividad se diluye

312.               Inocentes y aprovechados en 2012

313.               Indignados sin fronteras, comprometidos sin reservas

314.                Adjetivos y objetivos

315.                El buen jefe

316.               Redes sociales, espacios virtuales y pesca incontrolada

317.               Educar, ¿para qué?

318.               El Club de la Tragedia: Porqué no arrancamos

319.               Ingenieros, abogados, farmaceúticos y arquitectos, a la sala de operaciones

320.               Una entrevista histérica con el objetivo de distraer

321.               El Club de la Tragedia: Pastores, cabestros, toros encelados, versos sueltos

Madrid, 7 de enero de 2013

 

El Club de la Tragedia: Pastores, cabestros, toros encelados, versos sueltos

Como estamos lejos de las fiestas de San Fermín, se comprenderá mejor el alcance de la metáfora, por no venir empañada por la referencia real. Hablo aquí metafóricamente de pastores como aquellas instituciones, grupos de opinión y personas de respeto, que guían los pareceres de los demás, en especial los que se descarrían, obligando con sus quiebros, suaves bastonazos y la propia carrera, enviciada por los cabestros, a seguir con la manada.

Supongo que el lector lo ha sentido, como yo, y si no fuera así, se lo muestro al desnudo: los comentarios críticos han disminuído hasta casi sequía, y los que subsisten, lo hacen desde fuentes bien catalogadas, para que ideológicamente no haya confusiones ni distingos.

Se han edulcorado las críticas, de un tiempo a esta parte -sobre todo, en este último año, 2012-, y los voceros más famosos de la aldea, aparecen mucho más recatados que hace un año, en su papel mixto de pastores y toros encelados. Cuidan mucho sus formas, de forma que todo parece ya literatura de consumir y tirar, pero, sobre todo, los fondos son livianos, para que no dejen huella ni poso que se pueda utilizar como argumento de peso.

La causa no puede ser otra que el miedo a perder el empleo, a que se liquide su contrato, a que la reprimenda de las castas superiores sobre lo que dicen o escriben afecte a los garbanzos, batracios y ofidios que se han de comer en propio plato.

Se ven ya pocos versos sueltos, y más parece que componen un poemario póstumo para uso escolar por generaciones venideras. Viven, como anacoretas o estilitas, sobre sus columnas o espacios verticales, de los que no se mueven ni para ir al baño. Es cierto que resulta difícil mantenerse original durante años, pero las ideas, de tanto no moverlas, terminan por enranciarse, sirviendo, a lo más, para que los devotos de cada santo beban de sus aguas menores y pidan, con oraciones al orisha, remedio para sus males que, como es obvio, no llegará jamás por esa vía.

Hay hoy muchos más pastores y cabestros y se han transmutado en toros encelados las hembras y varones que antes campaban, o así creíamos, libres por la dehesa. Aquellas voces críticas, que nos ponian a los que veíamos la carrera algo desde fuera, (aunque estuviéramos dentro de ella), las mieles imaginariaas en la boca de ir por buen camino, se edulcoraron de raíz, y, por melosas, empalagan.

Hélos/hénos, ahí, en fin, todos corriendo en tropel hacia el coso en donde se librará la gran corrida, entre más músicas que nunca, películas rancias con historias atrasadas, entrevistas ñoñas presentadas como claves de solfeo, fútboles y deportes de pelotas y cuernos que dan asco, comentarios sin chicha pero rezumando salsas que son potingues, y análisis que, de puro obvios, vomitados por personajes de puro simples, provocan el adormecimiento de los sentidos, en especial, de todos, el común, que es lo que nos servía de doctrina perenne.

Advierto, como si mi papel fuera hacer de Jeremías en este valle de estupores, a los que los mantengan opinión contraria a la oficial o incluso a su contraria, que han de empezar a andarse con cuidado. Vuelven los tiempos de censura, de anotar la matrícula al que disienta, de vigilar como incómodo al que tenga un juicio que no encaje en la bazofia dominante, atenta la policía del cotarro al hecho de que actúen solos o en compañía de otros, para localizar de donde viene el foco que inquieta.

Han de andarse con tiento especial los que discrepen por libre, porque corren riesgo de ser sepultados, sin miramiento alguno, en la miseria intelectual de toda la mayoría a la carrera, pioteados sin rubor por lo que es más bien, estampida, y sin que quede de ellos hueso ni cáscara con el que hacer luego con el despojo un mondadientes.

Empeñados los pastores de unas y otras tendencias en que la carrera sea ligera, porque así se evita pensar, aumentado hasta parecer multitud, el número de cabestros, que son (perdón por la precisión innecesaria), los castrados, reprimidos y asentados los más toros, incapacitados a golpes y silencios los que se crean sueltos para saltarse a la torera las barreras, el espectáculo común, visto desde el balcón de la Estafeta, contemplando la esquina donde se aturullan los que corren, es el de dos tropeles yendo en apariencia en direcciones contrarias.

Pero, después de terminar la vuelta, teniendo la plena visión del recorrido, se comprende que todos concurrirán al coso único en donde se acabará, como otras veces, la corrida.

 

Una entrevista histérica con el objetivo de distraer

Una entrevista histérica con el objetivo de distraer

Jesús Hermida, periodista histriónico perfectamente capaz de desplazar el interés de la noticia desde un campo de batalla al tupé de su cabeza, fue el elegido por los mismos muñidores de Ferraz que encumbraron a Julio Somoano a la presidencia de RTVE, para conseguir el beneplácito de la Casa Real sobre quién debía entrevistar a S.M. El Rey Juan Carlos la víspera de cumplir 75 años.

La entrevista, difundida el 4 de enero de 2013, fue presentada como histórica, y todos los voncingleros del Capitolio hispano habían preparado el ambiente afirmando que el Monarca no había impuesto límites a las preguntas, salvo que se refirieran al caso Urdangarin y a la causa catalana.

Sentados frente a frente, en lo que parecían incómodos sillones de cortesía (querencias), Hermida y Su Majestad recorrieron, en más o menos la media hora de emisión en la que se ordenaron preguntas y respuestas en una notable labor de edición del material, los lugares comunes que forman patrimonio de las preocupaciones confesas de los reyes modernos.

Y debo decir que El Rey lo hizo muy bien. Con la cara hinchada por los corticoides, pero el tono amable de quien habla campechanamente con un adulador que está recopilando material de primera mano para una hagiografía póstuma, se explayó en las respuestas, no perdió el hilo de ninguna frase, y, en suma, concentró perfectamente el sentido del decurso en lo que son los valores estimados por quien se halla ubicado (o lo hayan ubicado) por encima de los demás mortales: confianza en el futuro colectivo, satisfacción general por el pasado común, selección reductora de los elementos de presente que preocupan a los más pobres de la colectividad y, en fin, disrtibución de fe, esperanza y caridad a espuertas llenas.

No se habló, aparcados en el limbo de la cortesía palaciega, de los ex-yernos del Rey (el formalizado junto al imputado), pero tampoco de la Reina o de las Infantas, salvo referencias genéricas a la familia y a los nietos. Supongo que, en este caso, por falta de tiempo. Un reloj situado en la pared, -pero que en la mayor parte de las tomas, adquiría la posición estrafalaria de corona real-, señalaba que la entrevista duró, al menos, unos tres cuartos de hora (entre la 1 de la mañana de un día cualquiera y las dos menos cuarto de otro), ofreciendo, de propina visual, apasionantes vaivenes de sus agujas.

Sí habló El Rey ("agradezco que me des esta oportunidad", dijo el monarca al entregado súbdito) de su padre, D. Juan, y lo hizo de manera emotiva y leal, reconociendo en él al consejero. Ansón, más tarde, diluído entre quienes expresaron con frases antológicas, como pertenecientes a la quinta del Rey, su deseo de figurar entre los facedores de la Historia hispana del último cuarto del siglo XX -e ignorando su contribución al resto- afírmaría sin repelos en la lengua que "el fecho non complido" de que D. Juan no hubiera sido Rey ("al menos, por un tiempo") contaba entre los fracasos de su generación.

Por supuesto, también habló S.M. del hijo muy amado en el que tiene postpuestas sus complacencias, D. Felipe, modelo de virtudes y "el mejor preparado de "todos los príncipes de Asturias" que en este mundo han sido, que, si bien puede no parecer gran cosa para la mayoría republicana juancarlista, sonó a sincero elogio a nuestro trasunto en la demora sucesoria del Prince Charles, solo que el nuestro mucho más simpático, más guapo y a años luz de más empático.

En fin, fue una entrevista distraída, en el sentido de dispersa. Los aspavientos de Hermida contrastaban con la calma regia. Las enrevesadas preguntas del vasallo se dilucidaban con palabras sencillas repletas de comprensión, amor y caridad, por el sereno prócer.

La cámara permitía,  alternativamente, ver el rostro de "Vuestra Majestad" -fórmula magistral para referirse al Monarca que el periodista laureado recogió, sin duda, de los textos clásicos del medioevo-, o el reloj-corona sobre la calva real, o la cerviz y espaldares inclinados, separándose de un asiento que le iba demasiado grande, del coetáneo del tupé.

Si me hubieran pedido consejo a mí (ya presumo de que no será así jamás), habría autorizado las preguntas sobre Urdangarín, la Reina, las Infantas y los catalanes. Para tener algo jugoso de qué hablar al día siguiente.

Se me olvidaba: Feliz cumpleaños, Majestad. En mi opinión, usted no tiene la culpa de nada de lo que nos pasa. Ese es mi regalo.

 

Ingenieros, abogados, farmaceúticos y arquitectos, a la sala de operaciones

El Ministerio de Economía y Competitividad, que dirige Luis de Guindos, está convencido de que la mejora de la competitividad de España pasa por una nueva regulación (en realidad, desregulación) de ciertas profesiones y de los Colegios profesionales que las agrupan actualmente.

En una presentación en power-point de fecha 20 de diciembre de 2012 titulada "Anteproyecto de la Ley de Servicios Profesionales", la entidad resume en 21 viñetas las ideas que pretende imponer a estos colectivos. El propio documento destaca las que se verán "más afectadas": ingenieros, ingenieros técnicos, arquitectos y arquitectos técnicos, abogados y procuradores y farmacéuticos.

Para arquitectos y arquitectos técnicos, se eliminará la reserva de exclusividad para las actividades de edificación. Los edificios podrán ser proyectados también por ingenieros. Y para su ejecución, independientemente de quién lo haya proyectado, serán competentes tanto ingenieros como arquitectos (con o sin el calificativo de técnicos).

Para ingenieros, la intención es eliminar las restricciones horizontales entre estos profesionales (con otras palabras, que sean competentes para realizar proyectos independientemente de su titulación específica), se desea mantener dos categorías entre ellos, con específicas reservas de actividad para cada una. Las excepciones deberán ser estudiadas por sendos grupos de trabajo en el corto período de dos meses y presentadas para su aprobación al Ministerio. También se prevé la creación de "pasarelas" para que los ingenieros técnicos puedan asumir competencias de los ingenieros.

Tanto para ingenieros como para arquitectos, la colegiación solo será obligatoria para aquellos que pretendan firmar proyectos y será válida para todo el territorio nacional.

Para farmacéuticos, se suprime la exigencia de que el propietario o titular de la farmacia sea un profesional de esta carrera, aunque será obligatorio ser licenciado en farmacia, y estar colegiado, para asumir la dirección de la misma.

Finalmente, y atendiendo solo a la letra gruesa de la reforma, cuya futura realidad juzgo como inexorable, dada la obstinación de los funcionarios del Ministerio económico (dirigidos hacia la debacle por la voluntad política de liberar el ejercicio profesional sin atender a razones de los colectivos afectados), se suprime la incompatibilidad entre el ejercicio de las profesiones de abogado y procurador, y no se exigirá a los abogados la colegiación como procuradores para representar a sus clientes en juicio.

Estoy afectado por las previstas medidas en las dos carreras que estoy ejerciendo, para las que cuento con las respectivas colegiaciones. Como miembro de la Junta Directiva del Colegio de Ingenieros de Minas y vocal en las Comisiones formadas al respecto por la Unión Interprofesional, he venido argumentando el despropósito de tal regulación, en lo que respecta a la profesión de ingeniería. En este blog he recogido lo sustancial de esta crítica, compartida por los representantes colegiales de todas las ingenierías, y matizada por cada Colegio profesional en lo que al ejercicio específico de las misma atañe.

Como abogado en ejercicio, reconozco, sin embargo, que no tengo la misma posición crítica respecto a la previsión que afecta a procuradores y letrados. Los procuradores, especialmente en la función que realizan en apoyo de los abogados que no pertenecemos a un bufete superdotado (en número de letrados), cumplen una función de apoyo administrativo que debería ser tenida en cuenta, desde la libertad de su elección por parte de cliente y abogado director del caso en los Tribunales. Pero la puesta en práctica de esta idea no tendría porqué suponer el desbaratamiento frontal de los Colegios de Procuradores.

El Club de la Tragedia: Porqué no arrancamos

El Gobierno está haciendo lo que hay que hacer, según él, y hay que darle la razón. Porque según la crítica, entre los que me incluyo: hacen lo que les conviene. (Y no implica ésto que he escrito un desprecio hacia las lumbreras de este Ejecutivo -que haberlas, haylas-: un buen empleado hace lo que beneficia a su empleador, que para eso le paga).

Como ya somos mayores en este cuento de andar rondando a las soluciones de la crisis, hora es de ir directamente al grano. A corto plazo, no tenemos remedio.

Las grandes empresas de este país, cuyos propietarios (algunos con nombre conocido, otros, ocultos en Sicav y sociedades de control) y sus principales ejecutivos andaban a Rolex cuando los demás andábamos a setas, han exprimido hasta dejarlas exangües las posibilidades de inversión y endeudamiento públicos.

Lo han hecho, naturalmente, en lo que era más vistoso y técnicamente no muy arriesgado. No en investigación y desarrollo, que eso ya lo harán otros. Se concentraron en carreteras, muchas carreteras; y en edificios, muchos edificios; y en depuradoras y desaladoras y múltiples sistemas de aducción y colección, aunque no hubiera siempre la intención de hacerlos funcionar algún día, si faltaran dineros.

Tenemos hoy una geografía plagada de cemento, armado y bien defendido, aunque no justificado siempre. De país agrario hemos pasado a ser país asfaltado.

La perspicacia del cooperador necesario en ese expolio de las arcas públicas, crédito presente y compromisos de pago futuros, - la Banca-, ha sido no descuidar la atención al sector privado.

Quiá. Enguadado el ambiente con unas promesas de perspectivas florecientes, han concedido préstamos hasta el gato, si le hubiera apetecido hacerse una casa con gatera. No había problemas a la vista: el país no podría pagárselo, pero Vd. sí. "España, país pobre; ciudadano español y asimilado, persona rica", como he tenido ocasión de reflejar en otro Comentario, en boca de un japonés, que alegaba del suyo justamente lo contrario ("Japón, país rico..."; etc.).

Conclusión: No arrancaremos si alguien no nos empuja cuesta abajo, como había que hacer antes con los coches cuando, a la mañana, se encotraban fríos y había que dar al motor con  unas vueltas. Ahora dependemos de la exportación y del milagro del arrastre exterior.

Nuestras grandes empresas de construcción y servicios (FCC, ACS, Ferrovial, hasta Telefónica, Mapfre, y compañía), las ingenierías (en gran parte, drogodependientes de ellas), tienen sus Balances muy tocados: algunas estallarán en corto plazo. Las de producción de bienes de consumo más o menos directo y distribución (El Corte Inglés, Inditex, Carrefour, etc.) se mantienen a base de ofrecer peores calidades y aplastar aún más al comercio minorista; y no sigo, para no causar más depresión en el lector amigo.

Es cierto que la educación y la investigación son pilares del desarrollo; pero no se improvisan; implican medidas a medio y largo plazo; no tenemos, para impulsarlas, ni dineros, ni capacidades, ni, en casos muy sangrantes, ganas de reformas sustanciales.

Así que nos queda el turismo, la hostelería, la hospedería, la venta de las empresas de nuevas tecnologías al capital extranjero, atender a la especulación de los que se aprovechan de la coyuntura del caído. No nos moriremos de hambre, pero nos esperan períodos muy duros: adiós al estado social, riesgos al estado del derecho, imperio de la filosofía del sálvese quien pueda.

A los menos creyentes, nos queda el consuelo de reconocer que los españoles tenemos experiencia de momentos de austeridad. Sabemos, como hidalgos viejos en la sangre, vivir con menos; incluso malvivir con casi nada. Reagrupamiento de familias, aumento de la economía sumergida, imperio de la chapuza y de la picaresca.

No son buenas noticias, pero ni siquiera son noticias. No nos gusta que nos digan lo que hay, y a los que nos lo cuentan, los tachamos de pesimistas, de agoreros del desastre, de izquierdistas irredentos.

Qué se va a hacer, si somos ciclotímicos; pero si alguien tiene la solución, es hora de que nos la diga. Y si no se atreve nadie a poner orden en las cuentas de los que más tienen, forzándoles a repartir parte de lo que acumularon (si es que no se lo han llevado todo), que no se engañen luego los que pensaron que este pueblo puede aguantar con ilusiones fatuas, con promesas fantasiosas, que todo va a cambiar, porque hay que tener fe en lo que están haciendo, tensando la cuerda sobre los que menos tienen.

Porque el problema nuevo con el que se enfrentan los que manejan los hilos de la política aparente, es que ahora la información fluye con más rapidez y que acabaremos todos sabiendo porqué nuestra democracia no ha funcionado como debiera. Nos la tuvieron secuestrada, y se chupaban el jugo de la carne, dándonos las hebras sin sustancia.

 

Educar, ¿para qué?

Nunca he sentido, en ninguna de las múltiples reuniones y discusiones de trabajo que mantuve con profesionales de variados países (1) que mi formación fuera insuficiente. He tenido ocasión de comentar con otros colegas españoles, no solamente de los que poseen la misma cualificación universitaria que yo, sino de otras carreras, y la constatación se repite: a nivel personal no tenemos nada que envidiar.

El éxito contrastado de miles de universitarios trabajando en el extranjero, plenamente integrados en equipos en muchos casos de alta cualificación, confirma que no existe un problema de formación: no existía para los que nos hábíamos educado hace treinta o cuarenta años, y que, por razones en su mayoría coyunturales, teníamos que trabajar con extranjeros, ni existe ahora, momento en el que, por la crisis estructural, se está produciendo la selección de jóvenes egresados con mejores currícula para integrarlos en las estructuras productivas o de investigación en aquellos países extranjeros que son conscientes de necesitar mayor cantidad de gente bien preparada que la que pueden producir por sí mismos.

Si la introducción del comentario resulta demasiado larga, lo lamento. Si aparece focalizado hacia la situación de la formación universitaria, lo siento también, pero soy de los que están convencidos de que una buena educación universitaria es la base no prescindible de un país próspero.

Y no la tenemos, al menos desde que el desmadre autonómico con obsesión de copiarse unas a otras, hasta la caricatura, los modelos de las competencias trasferidas o arrancadas, convirtió a España en un mosaico de desorden administrativo, económico y práctico.

Hay demasiadas universidades, demasiadas carreras, demasiados catedráticos, demasiados profesores muy malos, demasiados alumnos, demasiados alumnos muy malos, demasiada dejación de exigencia y rigor en la mayoría de los centros universitarios.

¿Por qué hemos llegado a esto?. Porque la Universidad española, salvo excepciones escasísimas, no tiene como horizonte educativo, formar para saber, exigir para comprobar que se sabe, educar para conocer cómo llegar a aprender lo que no se conoce desde la formación que se adquiere en la Universidad.

Y con esta descalificación frontal hacia el actual sistema universitario, no estoy, contra lo que pudiera parecer, alabando sin reservas lo que había antes. No. Los profesores no eran entonces muy buenos, pero eran, en general, mejores y, sobre todo, estaban más involucrados. Los alumnos no eran, en media, mejores, pero eran muchos menos y, salvo deshonrosas excepciones, estaban convencidos de que tener un título universitario -en especial, en las carreras técnicas- mejoraría sus opciones de alcanzar un estándar de vida más alto. Las enseñanzas que se recibían no eran ni menos prolijas, o arbitrarias o, en muchos casos, inútiles, de lo que son ahora (en el que la técnica y la ciencia puntera han avanzado brutalmente), pero los alumnos tenían que estudiar mucho, -¡mucho más!-, para sacar las asignaturas adelante -¡y todos, no solo los mejores de cada curso!-, y hacerlo por su cuenta, solos o en grupos, sin tutores ni zarandajas.

Educar, ¿para qué? Háganse esta pregunta los que tienen que tomar las decisiones. Y piensen que no necesita el país miríadas de universitarios desorientados y con cuatro conocimientos adquiridos al bies, posiblemente inútiles para su vida profesional (si llegan a tenerla), sino unos pocos miles de universitarios bien formados (especialmente, en las disciplinas troncales), concienciados de su papel especial en la sociedad, involucrados con el deseo de progreso colectivo...y muy humildes, conscientes de que son unos privilegiados en cuyo desarrollo hemos invertido todos.

No necesitarán que se les estimule a estudiar tres días antes de los exámenes tipo-test para que alcancen un mínimo de conocimientos vergonzante con el que justificar un aprobado, en general, arbitrario. Y sus maestros, evaluados por la sociedad (¿qué ha sido de los Consejos Sociales y del cumplimiento de sus teóricas funciones?) y no por los propios alumnos, no temerán que un alto número de suspensos sea estimado como consecuencia perversa de su fracaso como docentes.

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(1) Por supuesto, entre ellos, alemanes, franceses, norteamericanos, ingleses, chilenos, argelinos o marroquíes...

Redes sociales, espacios virtuales y pesca incontrolada

Imaginar las redes sociales que entrelazan con frenética intensidad nuestros perfiles reales en el mundo virtual como un artilugio de pesca, podrá parecer a algunos una metáfora exagerada, arcaica, tendenciosa y pendenciera.

Porque pertenecer a varias redes virtuales es visto, especialmente por los menores de cuarenta años, como una forma especial de vivir más intensamente, de generar nuevos horizontes, incluso sin límites. Estar conectado en directo permanente con conocidos y hasta desconocidos, que nos ofrecen centenares de mensajes diarios con informaciones variopintas, es una manera moderna de sentirse mejor, de estar mejor informado, de ser más global.

No voy a negar que, para un grupo selecto de participantes en este maremágnum de relaciones virtuales que se complica continuamente, la experiencia de estar en las redes es interesante, y productiva.

Pero con la misma intensidad afirmo que, para la inmensa mayoría, las redes no son un artilugio que les corresponda controlar, sino que ellos son los peces. Objetos de pesca apetecida por quienes, tiburones en el mismo mar o pescadores en el espacio virtual que han acotado a su antojo, fingiendo ser parte de las redes, son, en realidad, sus tejedores.

El entramado que las redes virtuales han tejido en el espacio cibernético no es ya controlable por autoregulación, y, desde luego, no puede serlo individualmente respecto a lo que conforma nuestra identidad telemática,  que acaba siendo incluso más potente que la real. A la información que se ofrezca personalmente en ellas, se une la, no siempre deseada, que los buscadores bombardean a quien tenga interés en saber sobre nosotros, lo que hacemos, nos gusta o abominamos.

Somos peces en estas estas redes, y apetecibles objetivos para los tiburones y pescadores del espacio cibernético, en el que nos movemos con aparente soltura. Para algunos de los usuarios, no tenemos el perfil de amigo, colega ni profesional interesante, sino, por ejemplo, el de cliente potencial, competidor, empleado a vigilar, adversario e incluso enemigo.

La autoregulación es necesaria, y hay que ser conscientes de lo que se ofrece de uno mismo en el espacio en donde podemos convertirnos en carnada para las especies mayores. Pero es imprescindible introducir algunas reglas de juego, prohibiendo la pesca incontrolada, los artefactos y artimañañas, porque este espacio empieza a estar demasiado lleno de despojos.

Es imprescindible, por ejemplo, regular y penalizar el robo de identidades virtuales, el envío de publicidad no deseada, la comercialización engañosa, las agresiones a la privacidad, el uso de falsas identidades con el objetivo de apropiarse de datos de terceros, el insulto y la descalificación amparándose en el anonimato, la difusión de informaciones falsas a sabiendas, etc...

Y, por supuesto, es imprescindible reglamentar, con seriedad y eficacia, la definición de la identidad virtual, delimitando sus responsabilidades, derechos y deberes. Hay que regular, sin falsos temores ni argumentos libertarios, el acceso a los datos personales acumulados en cualquier servidor, garantizar la identificación de quien acceda a ellos, reglamentar su uso, indicar con claridad la forma de borrar o impedir el acceso público de lo que se desee de esos datos por la persona (física o jurídica) a que se refieran y, en fin, garantizar que todos los datos proporcionados se borren automáticamente de la red, salvo indicación expresa de la persona a que se refieran, al cabo de un período de, en principio, cuatro años.

 

El buen jefe

Mientras merendábamos, un amigo ya jubilado recordó a uno de sus jefes con la expresión: Era un buen jefe, porque no tenía prisa porque se terminara ningún asunto y todo lo que hacíamos sus subordinados le parecía bien.

Mi primera reacción fue la de la ironía: En efecto, si el destino final de lo que estábais haciendo era un desastre, no había porqué correr, y, teniendo en cuenta que lo que perseguíais era la máxima ineficiencia, cualquier actuación es buena para contribuir al caos.

Pero, cuando me escuchaba a mí mismo, se me presentó la imagen vívida de que no podía defender que la posición contraria, acelerar la terminación de los temas, hostigando a los subordinados y criticando sus propuestas, supusiera la definición de un buen líder.

El asentamiento despiadado de la crisis en España durante 2012 ha puesto en bandeja a los críticos la posibilidad de juzgar los resultados del tipo de liderazgo que hemos tenido en el país, no solamente en el gobierno de la nación, sino en las grandes empresas.

La panorámica de la gestión pública como privada se nos ha poblado de buenos jefes. Gentes que, hagan lo que hagan, son juzgados como mentes brillantes por sus subordinados.

Da lo mismo que se trate de Mariano que de Rubalcaba, de Mas como de Menos, de Botín como de Florentino, de Rato como de Villalonga, de Esperanza como de Solchaga, ... no conozco personaje público ni privado que no sea alabado como un figura de la previsión estratégica por sus más directos allegados al poder.

Por supuesto, tampoco conozco ningún líder vivo que no haya obtenido feroces críticas por parte de quienes están sufriendo las consecuencias de las decisiones restrictivas que estén tomando ellos mismos o -nunca se suele saber bien de dónde parte la corriente- la estén tomando sus subordinados o, más seguramente, se las estén dictando desde arriba.

Así que, si me viera en la tesitura de analizar, en una tertulia de café, que es en realidad un buen jefe, debería matizar que todo depende de la coyuntura en la que le haya tocado lidiar: si se encuentra situado en una fase recesiva del sector o de la economía en general, lo mejor que puede hacer, si, como supongo que le sucederá, pues ha llegado hasta allí, no tiene mayor idea de lo que hay que hacer, es no hacer nada, y dejar que sus subordinados hagan lo que le plazca.

Si, por suerte, se encuentra con una fase expansiva de la economía, lo mejor que puede hacer, bajo los mismos supuestos, es hacer cualquier cosa que se le ocurra, con la seguridad de que eso serán también lo que hagan sus subordinados, por lo que entre todos conseguirán llegar de la manera más rápida posible y más caótica al final de la fase expansiva, por lo que no tendrán problemas en aplicar el resto del manual, tal como figura en el párrafo anterior.

Soy consciente de que estas ideas no van a figurar en ningún libro de gestión empresarial (salvo, eventualmente, el que yo mismo me publique), pero eso no les resta validez. Al contrario. Las fuerzas del mal están en todas partes para impedir que lo razonable destruya, ya en su fase prodómica, la recuperación de la amnesia colectiva.

Indignados sin fronteras, comprometidos sin reservas

No soy de los que conceden a las fechas de fin de año un privilegio especial. No soy amigo de las fiestas, (quizá porque soy un negado para el baile) y no aprecio comer ni beber más de lo que necesito. 

Este comienzo no tiene que ver con el deseo irrefrenable de confesarme en un blog público, sino que pretende servir de entrada para un reconocimiento. El de que, siendo imprescindible apartarse de tanto en cuanto de las ocupaciones acuciantes para hacer revisiones de lo hecho y previsiones de lo que queda por hacer, la fecha de fin de año es tan buena como cualquier otra, y si la mayoría coincide en utilizarla como hito para hacer Balance, podemos comparar los resultados.

Termina 2012 como un año en el que, no solo en España, ha crecido el número de indignados. La indignación es un estado de ánimo peculiar, que presiona sobre el lado de la incapacidad para corregir directamente lo que nos molesta. El indignado detecta que algo le inquieta, enfada, le hiere o perjudica (no necesariamente a él, tal vez a otros), pero no se ve con autoridad o poder para actuar, corrigiéndolo.

La indignación va siempre dirigida contra otros. No es posible indignarse contra uno mismo.

Una característica no tan fácilmente detectable de todo indignado, pero que la globalización ha puesto en evidencia, es que nos indignamos en grado de intensidad decreciente en relación con la distancia de la situación injusta respecto a nuestras propias narices. 

Podemos indignarnos, desde luego, por cualquier hecho o circunstancias muy alejado físicamente, incluso aunque no nos afecte personalmente, pero nuestro enojo será pasajero, condicionado a sabernos agrupados en nuestra indignación junto a otros, y su protagonisto eventual se verá pronto sepultado por lo que nos incomode o duela en el zapato, que es lo que más nos importa.

Nos indignamos más, desde luego, si lo percibimos con nuestros propios sentidos y mucho más si los sentidos nos lanzan señales de dolor propio: es indignante, decimos, la prevista reforma de las pensiones (si estamos próximos a la jubilación o ya en ella), pero será aun más indignante para nosotros (si acabamos de terminar los estudios univiersitarios y no encontramos empleo) la incapacidad del sistema económico para generar puestos de trabajo.

La indignación tiene, pues -y no pretendo entrar en polémicas al afirmar ésto, sino ayudar a la reflexión- un componente egoísta, que surge de la proximidad al problema y un componente colectivo, que es el que da fuerza y confianza a la manifestación pública de la indignación; por grave que sea el problema que nos afecta, no osamos mostrar indignación si creemos estar solos.

No me imagino una manifestación masiva de indignados para protestar en la Puerta del Sol madrileña contra el abismo fiscal (fiscal abys) norteamericano, aunque no faltarán analistas que vinculen la falta de acuerdo con una profundización en la recesión mundial.

Y las manifestacíones individuales de indignación, aunque sean muy cruentas y fatales para el que las organiza -quemarse a lo bonzo por no soportar ver disminuida la pensión de jubilación, por ejemplo, o tirarse por una ventana al ver llegar a los agentes del desahucio- no solamente no ayudan nada a resolver el caso particular, sino que, además, son utilizadas como símbolo de alidación de los intereses de otros, y muy apreciados, por cierto: tener una víctima mortal que esgrimir en el martirologio es una expresión del pedigree de la indignación, aunque la adscripción del inmolado a la causa haya sido traída por los pelos del oportunismo.

Es un deseo imposible de llevar a cabo, pero no una utopía. Me gustaría que 2013 fuera un año en el que hubiera más indignados sin fronteras: gentes sensibles para manifestarse, no en la defensa de sus propios problemas, sino de los de otros; y, especialmente, con capacidad para poner prioridades a esos problemas, independientemente de dónde estuvieran detectados.

Y como la indignación desvela debilidad, como expresé, mi deseo para 2013 y lo que queda de Historia de Humanidad, es que se incremente el grado de compromiso sin reservas. No es tampoco una utopía y, desde luego, me parece más eficiente que avanzar en la indignación sin fronteras.

Un comprometido sin reservas no pone condiciones para tratar de mejorar lo que está a su alcance. Un indignado sin fronteras que se siente comprometido sin reservas, actúa de vigilante de lo que no puede hacer por sí mismo, pero no por ello abandona hacer lo mejor que sabe lo que se encuentra en su ámbito de responsabilidad o en el territorio de lo que puede.

 

 

 

Adjetivos y objetivos

Es una trivialidad afirmar que los adjetivos calificativos se dividen, atendiendo a su relación con el sujeto que los expresa, en subjetivos y objetivos. 

La vida diaria está repleta de los primeros, y algunos, por la entidad de quien los emite, alcanzan extraordinaria difusión ocasional, aunque no hay que abandonar la capacidad de análisis para valorar su alcance. Llamar a un juez "pijo ácrata", por ejemplo, revela más de quien utiliza esa combinación de sustantivo-adjetivo (enmarcada en el ámbito del variado elenco de justicieros) que de la persona a quien va destinada, a poco que se conozca su trayectoria particular, y los amigos y enemigos que la misma le ha granjeado.

Una "sentencia inicua" es, con toda probabilidad, la valoración que merece cualquier decisión judicial por parte de quien le es desfavorable, pero, aunque lo fuera, no habrá beneficiario de la misma que la considere como tal, aunque vulnere el derecho vigente, que, por cierto, si no fuera interpretable, no necesitaría de ningún exégeta.

La "situación insostenible" de la que se expresan como soportadores casi todos los colectivos que defienden sus presuntos derechos vulnerados será calificada como "medida inevitable" por quienes la defienden, esforzados en imponer su criterio como si fueran portadores del gen de la verdad absoluta. Y los "perjuicios irreparables" que pudiera causar una "decisión inaplazable"  son las "lógicas consecuencias" de la necesidad de corregir "excesos insoportables".

Generalmente, se prefieren, para no entrar en polémicas, los adjetivos subjetivos inocuos: si calificamos como "belleza exuberante" la presencia corporal de una periodista emparejada con un futbolista famoso, no estamos haciendo daño a nadie ni restando objetividad a la contemplación de los atributos físicos de su detinataria, por más que también podamos calificar de exuberante un paisaje tropical o la exhibición de delicias gastronómicas en un banquete nupcial.

Hay quien concede "carácter sagrado" al menor despilfarro de los "caudales públicos", aunque la intromisión ajena en lo que el afectado considera su "vida privada y religiosa" revele actuaciones merecedoras de "reproche generalizado".

Son pocos, en fin, los adjetivos objetivos. Ni siquiera estamos de acuerdo todos en que estemos en una "crisis endémica" ni en que vivamos bajo los efectos de una "burbuja inmobiliaria". Más bien me inclino a pensar que lo que estamos viviendo es una "fase convulsa" de pérdida de los "valores tradicionales", lo que no es mucho decir, puesto que lo que para la mayoría es una "dura situación", para algunos se convierte en una "oportunidad extraordinaria".

La experiencia que concede la edad me hace manifestar, sin embargo, queson muy pocos los cambios que conducen a "mejoras sustanciales" y que, en realidad, reproducen "viejos escenarios" con las mismas "clases dominantes". Porque, como debería ser cosa sabida, la "confianza ciega" en que quienes condujeron a la "histórica encrucijada", sean los mismos que nos sepan sacar de ella, es de una "ingenuidad tan aplastante", que dan ganas de ponerse a llorar ante esa "entrañable ingenuidad".

 

Inocentes y aprovechados en 2012

Cuando miramos hacia atrás lo que ha sido 2012, comprendemos que ha sido un año que ofreció múltiples ocasiones para el desconcierto de inocentes y crédulos. Es decir, como en toda ceremonia dual, 2012 fue también un año feliz para quienes contemplan el escenario desde su desfachatez y falta de escrúpulos, aprovechándose de la bonhomía de los demás como si el campo fuera suyo.

Aunque han sido muchos los inocentes que se han ido cayendo de sus guindos particulares a medida que iban pasando las hojas del calendario, la intención de aprovecharse de nuestra credulidad persiste en cada esquina. Es ley de caza.

Empezamos 2012 renovando nuestra voluntad de mejorar, confiados en la ilusión que se nos ofrecía desde arriba. Desde la intención renovadora y las ganas de hacer borrón y cuenta nueva con cada artificial principio de ciclo, al empezar 2012 había expectativas de cambio, nuevas ganas. El paso del tiempo ha aumentado, inexorable, las cifras de los desengañados, pero las hordas de inocentes siguen siendo numerosas, terreno de captación para los pérfidos.

Elijo como símbolo representativo del 2012, aunque ya en fechas tardías del año, la destrucción de los mausoleos de Tombuctú, en Mali, por los grupos islamistas radicales Ansar al Din y Al Qaeda.  No se sabe el alcance de lo destruído por los fanáticos que creen seguir instrucciones de otros mundos virtuales, pero la simple intención hubiera sido suficiente para encontrar en ello la huella de la permanente batalla entre inocentes y aprovechados. Entre los que se autoproclaman arriba y los que, pacíficos o inermes, no tienen más remedio que estar abajo, confiando.

Destruir lo que otros pueblos o generaciones hicieron es una constante miserable de la Historia de humanidad: se pretende así eliminar la huella de los contrarios, del enemigo, de los vencidos, sustituyéndola por la estirpe propia, aunque esa sea la nada.

Avanzamos simultáneamente hacia una hipotética mejor civilización, y hacia la barbarie. La primavera árabe, que fue acogida con alborozo en 2011, no cuajó en un verano luminoso, sino que se extiende en una oleada de sangre, terror, lágrimas e inestabilidad. Inocentes frente aprovechados.

Pero no hay porqué mirar solo hacia una determinada zona del mapa, ni echar culpas sobre una religión o filosofía determinadas. En España, también hemos vivido un año plagado de hechos en los que se descubrieron a aprovechados, en mayor o menor nivel, de inocentes.

No hubo la recuperación de la economía española, prometida como auto de fe electoralista por el candidato Rajoy contra un gobierno socialista que había confundido el estado social con el asno de que defecaba monedas de oro; aumentaron los riesgos de taifas, con promesas de tierras prometidas que nadie ha visto ni verá jamás, utilizando a inocentes como parapetos contra el fuego de las beleidades económicas.

No pudo Obama con la férrea oposición republicana a repartir mejor el bienestar entre los pobres; se siguen alimentando inocentes en Venezuela, Cuba, Rusia y otros muchos lugares, incluso ignotos, entregándoles ruedas de molino a cambio de ocultar que las élites se enriquecen tan rampantes.

No merece siquiera la pena enumerar todos los momentos en que se sacrificaron inocentes, por poco escrupulosos que creían no verse descubiertos jamás y que, cuando lo fueron, no por ello dejaron de tener recursos para escapar indemnes. La historia de 2012 está plagada de ejemplos: en las instituciones tenidas por más sacras, en las empresas que más se distinguieron en aparentar su compromiso social, en los que tenían que defendernos de las trampas y cayeron en ellas, tan gozosos.

Cada 28 de diciembre, aunque con menor intensidad que en otras épocas, se celebra el dconmemora la matanza de niños hebreros (santos inocentes), ordenada, según el Nuevo Testamento, por el cruel Herodes, que había oído que acababa de nacer alguien que le sustituiria como rey de Judea.

Pero este 2012 ha sido, por antonomasia, el año de los Inocentes. Y, por desgracia, en los años venideros es altamente probable que le salgan competidores.

El Consejo Empresarial para la Competitividad se diluye

El Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) fue creado en febrero de 2011, como una iniciativa promovida desde Telefónica, para mejorar la imagen de España en los mercados internacionales.

Su Director inicial-a veces designado como Presidente, por ser la cabeza más visible del intento- fue Fernando Casado, entonces director del IEF y profesor del IESE. El presidente, desde su fundación, tengo entendido que sigue siendo César Alierta.

La entidad virtual -no me consta su pertenencia a ninguno de los mecanismos legalmente previsto para aglutinar intereses legítimos- agrupa, desde sus inicios,  a 17 máximos ejecutivos de otras tantas grandes empresas españolas "con proyección internacional", a los que se añadió el director del Instituto de Empresa Familiar (IEF) (1). La intención original era reunirse todos los meses, para analizar la situación y analizar medidas conjuntas, pero ya se sabe que la sopa no se toma tan caliente como se cocina y una cosa es predicar y otra dar trigo.

El Rey Juan Carlos, según relatan las crónicas, asistió a dos o tres de sus reuniones, y la foto de los componentes del lobbito ocupó la primera página de la prensa por aquellos días, aunque no se dió idéntica difusión a las ideas debatidas, bien porque fueron secretas o porque no las hubo.

Es muy fácil ser crítico con aquellas decisiones que son, claramente, fruto de arrebatos coyunturales, y cuyo objetivo trasparente es tratar de tranquilizar a los incómodos interpelantes que se preguntan, ¿pero qué están haciendo éstos, los que tienen la sartén por el mango?.

"Estos", presentan, según propias confesiones, una facturación global equivalente al 35% del PIB español y dan (¿daban?) empleo a 1,7 millones de personas, que es más del 10% del empleo global de nuestro país.

De sus actividades cada al público, el CEC se ha descubierto  de gloria con un Informe intitulado "Spain’s equity story" (julio 2011) que, como su nombre indica, está destinado a que se lea en el extranjero y, muy particularmente, por angloparlantes.

En sus 76 páginas, que no tienen apenas desperdicio para la voracidad de los partidarios del antimercado, se defiende, entre otras cosas, la fortaleza intrínseca de nuestra estructura empresarial, la necesidad de robustecimiento del mercado interior, la reducción de la burocracia y, entre medidas de ajuste que abundan en la dicotomía -para mí, errónea- entre el factor trabajo y la dinámica empresarial ,dotar de mayor flexibilidad a la contratación laboral así como la necesidad de una reforma inmediata de las pensiones (alargando la edad de jubilación y endureciendo la posibilidad de las prejubilaciones, pecado este último que abunda en las alforjas de una parte de los miembros del CEC).

Me da la impresión de que, como otras iniciativas surgidas para intentar calmar los ánimos de los mercados con un informe de teoría mercantilista y cuatro reuniones en las que se dice pero no se concluye, el Consejo se diluye en las mismas aguas que otros Consejos que en este mundo de improvisación han sido y de los que no se guarda memoria: en aguas de borrajas.

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(1) El Instituto de la Empresa Familiar (IEF) es uno de los ancestros, surgido en otra coyuntura económica, de este Consejo. Creado en 1992, como organización sin ánimo de lucro, agrupa a casi cien empresas, de las que también se ha hecho en su momento, también, alarde de cifras de facturación y empleo: más de 1.400 Mill de euros/año de media individual y el equivalente al 16% de PIB español si se consideran de forma agregada. Su Director General actual (desde marzo de 2012) es Andrés Tejero.

(2) Componen el Consejo en 2012, s.e.u.o.: Banco Santander (Emilio Botín), BBVA(Francisco González), la Caixa (Isidre Fainé), ACS (Florentino Pérez), Ferrovial (Rafael del Pino), Iberdrola (Ignacio Sánchez Galán), Repsol (Antoni Brufau), Acciona (José Manuel Entrecanales), Mango (Isac Andic), Telefónica (César Alierta), Grupo Barceló (Simón Pedro Barceló), Inditex (Pablo Isla), Grupo Planeta (José Manuel Lara), MAPFRE (José Manuel Martínez), Havas Media Group (Leopoldo Rodés), Mercadona (Juan Roig), El Corte Inglés (Isidoro Álvarez) e IEF (Andrés Tejero).

 

Lolos y Lolitas

(Este comentario no pudo ser publicado en el momento en que lo escribí, por no disponer de señal de internet)

Todos los fines de semana, de los soportales de las casas de vecindad, a eso de las doce de la noche, los Lolos (1) y Lolitas surgen, por miríadas, buscando los lugares en los que se reúnen, atraídos por la fuerza indomable de la naturaleza.

Ellas, mostrando sus encantos físicos más allá de donde la decencia hubiera podido aconsejarles, ocupan posiciones desde las que puedan mostrar sus habilidades para el contoneo. Ellos, animándose con libaciones más frecuentes de lo que su resistencia síquica aconsejaría, van aumentando su capacidad de seducción a medida que el manto de la noche se tiende, confundiéndolo todo.

No son producto de ligeras lecciones de educación para la ciudadanía, ni se ven constreñidos sus ánimos por principios de éticas trasnochadas, ni atienden a consejos de mayores, ni piensan en consecuencias de futuro. Son libres para hacer lo que les plazca, se sienten capaces de dominar, con sus tentáculos de desbordante alegría, cuanto se les ponga por delante, convirtiéndolo en ansia de placer.

Lolos y Lolitas. Los vemos ir a sus lugares de encuentro, ocupando vagones de metro, autobuses, coches atiborrados de personal dispuesto para la aventura. No los alcanzamos a ver llegar de vuelta a casa, porque estamos dormidos aún.

Tal vez, ya avanzado el día siguiente, nos encontremos con algunos restos de esos Lolos y Lolitas, deambulando por las calles, buscando el camino de vuelta a casa. Y, a la puerta de las discotecas, sobre el suelo de los aparcamientos al aire libre, en las plazas ya vacías de gente, se acumularán los desperdicios de esa fiesta multitudinaria incomprensible para un observador desde fuera, desechos que, junto con las ilusiones de cada fin de semana, recogerán los encargados de la basura.

La basura orgánica. La intelectual no la recoge nadie. Fermenta entre nosotros.

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(1) Lolo, en algunos países latinoamericanos, es sinónimo de adolescente. Las Lolitas de este cuento actualizado, aclaro, no pretenden seducir a tipos que les lleven unas décadas en años, porque, lejos de la inspiración de Nabokov, no los mirarán siquiera, sintiéndolos transparentes y, digan lo que digan, premuertos. Estas Lolitas de trece a diecisiete años solo buscan Lolos con los que pasar un rato, abiertas a olvidar la experiencia sin secuelas, renovándose cada fin de semana en su intención de aprovechar el tiempo que les queda, maltratándolo.

(2) P.D. En El País del 27 de diciembre de 2012 leo una Carta de una lectora, bajo el título de "No es mi hijo", que es una excelente pintura neofigurativa de lo que se cuece en las noches de parranda adolescente, con la tolerancia conscientemente ignorante de los padres de Lolos y Lolitas.

El Club de la Tragedia: La Monarquía como punching ball

La alocución navideña de S.M. El Rey Juan Carlos en 2012 fue difundida por tierra, mar y aire -el despliegue mediático fue intenso- pero el seguimiento resultó algo menor que otros años. Así fue puesto de relieve por quienes conceden a las cifras atributos subliminales o quasi mágicos.

No le doy yo ninguna importancia a que el tradicional y anodino "mensaje real" haya perdido algo de fuelle. La ceremonia ritual de nuestro Jefe de Estado leyendo con átona cadencia docenas de frases livianas a las que el protocolo procura vaciar de cualquier sentido directo, no invita precisamente a que los súbditos constitucionales se agolpen en torno al aparato de televisión para renovar su hipótética devoción monárquica como aperitivo obligado antes de la cena familiar.

Me ha llamado la atención, en lo formal, que El Rey se haya presentando apoyando sus septuagenarias posaderas en la mesa de despacho, lo que -además de evidenciar sus actuales dificultades para mantener el equilibrio- podía ser interpretado, por los puristas del modus comportandi, como un craso error de etiqueta.

Pero aún más me soprendió  la omisión a cualquier referencia al trabajo concreto realizado por la Monarquía en este año (Memoria de Actividades, ya que nos cuesta, aunque sea menos), la incomprensible intención de obviar el tratamiento de cualquier tema conflictivo -familiar o colectivo- (Cuentas de Explotacción y Resultados) y, especialmente, la ausencia de empatía hacia los problemas que acucian a una creciente cantidad de españoles, prisioneros en el desconcierto de una situación económica que no tiene visos de estar en vías de solución, y a la que desde la periferia catalana se ha propuesto, por sus dirigentes, el separatismo como medicina salvífica propia (Programa de Actuaciones).

Como estoy convencido de que el discurso del Rey es elaborado por un equipo de gentes que se toman con suficiente seriedad su tarea, (admitiendo, incluso, que el monarca ejerce alguna facultad supervisora ante las propuestas que se le hagan), el resultado final me resulta decepcionante.

Exponer la vaporosidad de la Monarquía, alardeando de lo etéreo, en un momento tan delicado, para que, desnudándola de toda opinión personal o preocupación mundana, se la convierta en el saco de boxeo más apetitoso en el que el descontento público golpee la inoperancia, la falta de criterios consistentes, y la ausencia de autocrítica de los muchos irresponsables detectados en las diversas instituciones del Estado, supone reconocerla como punta de lanza visible del desconcierto y subrayar su complicidad con incapacidad de conexión, entre los dirigentes y el pueblo llano.

Porque, en momentos como éste, que siete millones de personas estén dispuestas a oir lo que se les diga, es un regalo que no se puede desaprovechar. Y si se decide que la ocasión es adecuada para presentar al Rey en su urna de cristal, apoyando las nalgas sobre una mesa de trabajo vacía, nos están invitando, no a que nos hagamos republicanos (eso lo somos por convicción y por naturaleza), sino ácratas.

Porque si aún hay siete millones de sufridos ciudadanos que admiten que lo que diga El Rey el día de Navidad puede merecer la pena, son más ciertos los seis millones de desempleados que siguen esperando a que alguien con poderes les diga, ¡Levántate y anda a tu puesto de trabajo, porque nuestra sociedad te necesita!

(Sí, ya se que la Monarquía española no tiene apenas otro papel constitucional que el de representar las esencias del Estado, como símbolo rancio, pero, puesto que no es un trapo sino un ente de carne y hueso, no me resigno a verlo como un pasmarote de popa en un barco a la deriva)

¿Nos van a dar las uvas o nos las están dando con queso?

Ha pasado la cuarta parte del período de mandato para el Gobierno que iba a solucionar en un pis-pás los problemas de España y lo más cierto es que, además de los que teníamos, nos aparecieron unos cuantos más (nada pequeños) y la mayor parte de los que existían, han crecido, emputresciendo. (1)

Algunos miembros del Ejecutivo de Rajoy siguen expresando que están haciendo lo que hay que hacer, pero la expresión ha pasado de ser interpretada como eufemística a tener todos los visos de un engaño. Hace un año, la sensación de incapacidad que había sido la marca de identidad que difundían demasiados ministros del último gobierno de Zapatero, había provocado que muchos de los que se sentían más cómodos en la socialdemocracia creyesen llegada la hora de dar una oportunidad al liberalismo tecnocrático.

La frase, a falta de un programa de gobierno, tenía gancho. Pertenece al grupo de las expresiones tautológicas, como las cosas son como son, y se puede, con indulgencia, asimilar a otras próximas, como hago lo que puedo o qué se le va a hacer.

Dejar a alguien hacer lo que hay que hacer con lo nuestro, implica otorgarle un amplio margen de confiaza, desde el desconocimiento del arte, por parte de quien concede esa libertad. Se dice al cirujano que nos anuncia que es preciso realizar una dráctica intervención, con riesgos fatales: "Haga Vd. lo que haga falta", expresa nuestra resignación. Si se produjera el temido pero abominado resultado, podemos consolar al experto fracasado y, sobre todo, consolarnos a quienes confiamos en él, con un "no hubo nada que hacer", o alguna de las frases que figuran al final del párrafo anterior.

Ha pasado un año y los cirujanos del Gobierno son vistos como matarifes desconcertados por amplios sectores. 2012 ha sido el peor año de nuestra democracia reciente para la mayoría de los españoles. Han aumentado todos los índices malos: menos actividad, más paro, más empresarios aruinados, más despidos, pérdida de valor mobiliario e inmobiliario, incremento del desánimo subyacente. Han aumentado, sospecho por intuición, la economía sumergida, la evasión impositiva, el dinero oculto, la adquisición de joyas y cuadros, las oportunidades de adquirir bienes a precio de ganga por los que tienen mucho de los que necesitan algo.

Podemos creer que nos van a dar las uvas, es decir, se está eternizando el proceso por el que se nos prometía como factible reenderezar la situación crítica y sentar las bases para seguir creciendo en bienestar.

Yo me inclino a pensar, desde mi neutralidad crítica, que nos la están dando con queso. El equipo cirujano nos ha metido la socioeconomía en el quirófano con la promesa de curarla, pero desde hace un año no vemos salir de la sala de operaciones más que cubos con residuos de sangre, vísceras y algunas salchichas que se nos van para Alemania.

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(1) Me gusta esta palabra, que, incomprensiblemente, la RAE no ha acogido aún. Emputrescer es convertir en pútrido, por descomposición natural o forzada, lo que estaba sano.