Con pocas palabras y en primera persona
En este comienzo de 2012, un año crucial por muchas razones, tanto ya explícitas como simplemente anunciadas (y acaso imprevistas), deseamos plantear algunos cambios en esta bitácora, en la intención de aumentar su visibilidad en la red y hacer sus contenidos más concretos.
Por ello, nos proponemos iniciar, a partir de este Comentario, las modificaciones siguientes:
1. Eliminar la redacción en primera persona del plural, que estuvo inicialmente justificada porque la habíamos concebido como una expresión plural, en la que intervinieran varios autores. No ha sido el caso, y por ello, ya hace algunos años que modificamos el nombre desde "Alsocaire" por el más personal de "Alsocaire del blog de Angel Arias", puesto que yo fui el único responsable de todos ellos.
2. Reducir más el ámbito de los comentarios, polarizándolos hacia los dos aspectos profesionales que conozco mejor, como resultado obvio de mi formación académica: la ingeniería y la abogacía. Sin embargo, y dada mi vocación política y mis aficiones personales, no descuidaré los análisis sociales, económicos e incluso filosóficos, que agruparé en los apartados correspondientes.
3. También acortaré la extensión de los comentarios, que -salvo excepciones que vendrán motivadas por el propio alcance del tema- se reducirán a un máximo de 500 palabras.
4. Por último, encuentro que es una innecesaria limitación para la titulación de las entradas al blog la pretensión de empezarlas con una preposición (los lectores más antiguos recordarán que, en los primeros años, todos comenzaban con la preposición “Sobre”, lo que dio lugar a tres generaciones anuales de “Ensobrados”.
5. Eso sí, mantendré, para presentar las aportaciones más personales, e incluso íntimas, de mi producción literaria y artística, “El blog de Angel Arias”, en el que seguiré recogiendo poemas, pinturas y dibujos, y otros artículos de divulgación, publicados o no en otros medios, así como otras reflexiones que no encajen, por su carácter o destino, en el Blog que ahora estás leyendo.
Feliz año a todos, amigos. Que 2012 nos sea, no solamente más leve de lo que asoma, sino más propicio de lo que parece.
1 comentario
Miguel -