Entre mierdas y bananas (y 3)
La eliminación de los residuos por plasma sería "un poco más barata" que otros tratamientos, afirmó Guillermo Moreno, consejero delegado de Materiales Renovados en la Jornada del 18 de abril y tendría la ventaja de que puede ser incorporado por módulos. Aunque el tamaño de las instalaciones "no es tan crítico", las más comunes pueden tratar entre 50 y 500 t/día.
No ocultó Moreno que "el menor rechazo social que tiene esta tecnología se debe a que es menos conocida que otras"; no en vano se encuentra aún en período de innovación, en tanto que la de incineración es antigua y ha sido, por ello, el objetivo de las críticas -ya dejó claro Maíllo en su disertación que infundadas o desproporcionadas-.
En este procedimiento, no hay combustión y, por tanto no hay chimeneas, ni el "penacho" que llama la atención de los observadores y al que se atribuyen los principales efectos sobre la salud. Sin embargo, la propia red virtual demuestra que no está exenta de feroces críticas.
El objetivo principal de las instalaciones de plasma es obtener hidrógeno, enriqueciendo con él el gas de partida, y con él, en una pila de combustible, energía eléctrica. Con un kg de RSU tratado con plasma se consiguen 1,9 Mw.
Reino Unido fue presentado por Moreno como el país de referencia legislativa en relación con los ATT (Advanced Thermal Treatments), habiendo establecido los ROCs (Renewable Obligation Certificates) (1), como tasas que se dedicarán a financiar nuevas plantas de ATT (que incluyen la gasificación, la pirólisis y el plasma).
Víctor de Avila, de la empresa Waste to Energy presentó los procedimientos de oxidación catalítica de residuos, "más adaptados -dijo- a los generados en la industria", y que se concretan en equipos con capacidad de 2 a 8 MWe, que presentan altas disponibilidades de funcionamiento (7.640 h/año).
De Avila consumió parte de su intervención en defender la oportunidad de las instalaciones alternativas a los vertederos "que se están llenando; hay veces en qe se tiene que llevar el residuo de un vertedero a otro, con costes de transporte muy altos" y "por las noches".
Apuntó, en línea con las otras intervenciones, que la producción de energía que se obtiene de las "instalaciones termogénicas" suponen la reducción de la generación de CO2 y la disminución de la importación de productos energéticos (que cifró en 400.000 Mill /año), cuando 1 t de residuo generaría 600Kwe.
La oxidación catalítica utiliza temperaturas altas en presencia de oxógino, con tiempos de residencia de al menos 2 minutos para conseguir la ruptura de los enlaces, controlando la turbulencia dentro del reactor. Como los residuos industriales, a diferencia de los domésticos, son muy homogéneos, el control de las reacciones es mas simple ("el blending es más sencillo", expresó De Avila).
En el coloquio, a la pregunta concreta a los ponentes acerca del umbral de rentabilidad (en coste por t) para cada uno de los tratamientos, Moreno lo fijó en 60/65 /t para el plasma; Maíllo coincidió en esa cantidad para "plantas grandes" de incineración construídas en este momento, aunque matizó que "la financiación es un problema actualmente"; en la incineradora de Valdemingómez, instalada hace 17 años y en la que se tratan 300.000 t/año (estaba pensada para 450.000 t) el canon es de 47 /t y parece que hay atrasos de más de un año en los pagos. En la de Cantabria, para 250.000 t, Urbaser cobra 53 /t.
No quiero terminar este Comentario sin hacer una referencia más a Maíllo -que, como ya indiqué, fue el protagonista indiscutible de la reunión- quien aprovechó esta referencia a los precios para afirmar que "la limpieza de la ciudad es una obligación legal de los municipios y, por tanto, sujeta a tasa; pero no la recogida de los residuos, que es un servicio y se cobra según el precio que determina libremente" la Administración que lo presta.
En Madrid, se nos cobra la recogida según el catastro, lo que "es una barbaridad como un piano; pagamos el doble de lo que cuesta y sin relación con lo que generamos". Puso incluso Maíllo el ejemplo de su propia familia, en la que sus hijos, que viven en pisos más pequeños que el suyo, pero con cinco o seis personas en cada uno, pagan mucho menos que él y su esposa "que vivimos solos".
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(1) Las conexiones que propongo a webs que son críticas respecto a estas tecnologías no responde a una tendencia sádica por mi parte, sino que, con ello intento reflejar que los análisis más visitados de cuantos informes están disponibles en la red (que son los que aparecen arriba en los buscadores) están realizados por asociaciones ecologistas. Si se quiere visitar una web oficial, recomiendo ésta: Energy for waste: Guide for decisionmakers.
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