Blogia
Al Socaire de El blog de Angel Arias

Lolos y Lolitas

(Este comentario no pudo ser publicado en el momento en que lo escribí, por no disponer de señal de internet)

Todos los fines de semana, de los soportales de las casas de vecindad, a eso de las doce de la noche, los Lolos (1) y Lolitas surgen, por miríadas, buscando los lugares en los que se reúnen, atraídos por la fuerza indomable de la naturaleza.

Ellas, mostrando sus encantos físicos más allá de donde la decencia hubiera podido aconsejarles, ocupan posiciones desde las que puedan mostrar sus habilidades para el contoneo. Ellos, animándose con libaciones más frecuentes de lo que su resistencia síquica aconsejaría, van aumentando su capacidad de seducción a medida que el manto de la noche se tiende, confundiéndolo todo.

No son producto de ligeras lecciones de educación para la ciudadanía, ni se ven constreñidos sus ánimos por principios de éticas trasnochadas, ni atienden a consejos de mayores, ni piensan en consecuencias de futuro. Son libres para hacer lo que les plazca, se sienten capaces de dominar, con sus tentáculos de desbordante alegría, cuanto se les ponga por delante, convirtiéndolo en ansia de placer.

Lolos y Lolitas. Los vemos ir a sus lugares de encuentro, ocupando vagones de metro, autobuses, coches atiborrados de personal dispuesto para la aventura. No los alcanzamos a ver llegar de vuelta a casa, porque estamos dormidos aún.

Tal vez, ya avanzado el día siguiente, nos encontremos con algunos restos de esos Lolos y Lolitas, deambulando por las calles, buscando el camino de vuelta a casa. Y, a la puerta de las discotecas, sobre el suelo de los aparcamientos al aire libre, en las plazas ya vacías de gente, se acumularán los desperdicios de esa fiesta multitudinaria incomprensible para un observador desde fuera, desechos que, junto con las ilusiones de cada fin de semana, recogerán los encargados de la basura.

La basura orgánica. La intelectual no la recoge nadie. Fermenta entre nosotros.

---

(1) Lolo, en algunos países latinoamericanos, es sinónimo de adolescente. Las Lolitas de este cuento actualizado, aclaro, no pretenden seducir a tipos que les lleven unas décadas en años, porque, lejos de la inspiración de Nabokov, no los mirarán siquiera, sintiéndolos transparentes y, digan lo que digan, premuertos. Estas Lolitas de trece a diecisiete años solo buscan Lolos con los que pasar un rato, abiertas a olvidar la experiencia sin secuelas, renovándose cada fin de semana en su intención de aprovechar el tiempo que les queda, maltratándolo.

(2) P.D. En El País del 27 de diciembre de 2012 leo una Carta de una lectora, bajo el título de "No es mi hijo", que es una excelente pintura neofigurativa de lo que se cuece en las noches de parranda adolescente, con la tolerancia conscientemente ignorante de los padres de Lolos y Lolitas.

0 comentarios