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Al Socaire de El blog de Angel Arias

El Club de la Tragedia: Se vende casa exclusiva en Paraje natural protegido

El Gobierno regional de la Comunidad de Madrid (España) ha aprobado un "Proyecto de Ley de Viviendas Rurales Sostenibles" el 9 de julio de 2012 (BOAM, nº 74), que será sometido a aprobación definitiva de la Asamblea regional.

Se cumple con ello, como suele decirse, una vieja aspiración de algunos terratenientes de esta Comunidad, que podrán construir, siempre que dispongan de 6 Ha. de terreno en paraje protegido, en el que hasta ahora estaba prohibido levantar cualquier edificación, una vivienda de apenas 1.000 m2 de superficie, incluyendo, eso sí, las áreas de servicio.

Esta importante ley surge después de un cuidadoso y complejo análisis del comportamiento humano en relación con el medio ambiente. Sus conclusiones, presentadas en el Proyecto ahora aprobado, bajo la forma de Exposición de Motivos, merecen incorporarse, por derecho propio (valga la expresión) a las cimas de lo sociojurídico, pues destruyen la "vieja y trasnochada presunción de que la presencia del hombre necesariamente tiene efecto negativo sobre el entorno".

Son numerosos los ejemplos que contradicen esa idea que subyace, seguramente, en algunos ánimos perversos, cuya ideología les impide desprenderse de sus arcaicas concepciones. El Proyecto de Ley, trae a la memoria, esto es a colación, sin necesidad de citarlos, multitud de brillantes ejemplos de cómo el ciudadano libre se esfuerza en mejorar el entorno: basta darse un paseo por la Sierra madrileña, y admirarse de las estéticamente ordenadas construcciones de El Boalo, Manzanares el Real, Cerceda, etc. -todas ellas, siguiendo particulares concepciones de lo bello, por supuesto-, avanzando ladera arriba con su graciosa impostura ambiental.

El respeto que el hombre (y, cabría decir, incluso la mujer) tienen por el ambiente queda reflejado en el uso habitual de las calles y cercanía de los ríos para lavar vehículos o cambiar el aceite al motor, además de la cuidadosa separación de residuos que se observa, sin más que acercarse a cualquier contenedor de recogida selectiva (procurando no dañar al rumano que, seguramente, se encontrará dentro, haciendo su propia clasificación).

El "deseo de vivir en contacto con la naturaleza" (cito textualmente la futura Ley, que no tendrá problemas, obviamente, en ser aprobada por la Asamblea, incluso aventuro que será aplaudida por un sector de los representantes del pueblo) se constituye en un "nuevo derecho" (sigo citando, transido de emoción, ad pedem literae) que, por fortuna, "no supone un incremento de la burocracia" (¿cito ahora textualmente, también ?¡sí!). Tampoco, apunto, aumenta la sensación de democracia (que es verso rimado), pero no será cuestión de preocuparse ahora, que tenemos cosas importantes que resolver.

Tampoco implicará "un mayor coste para los municipios" que tengan la satisfacción de contar con estas "viviendas rurales sostenibles" que, desgraciadamente, no serán muchas, dadas las estrictas limitaciones impuestas: además de la superficie mínima de 6 Ha, han de estar separadas 250 m de cualquier otra construcción, no alzarse a más de 3.5 m "a alero" (lo cual permitirá juegos muy interesantes de bajo cubierta), deberán retranquearse 15 m respecto a linderos (seguramente para permitir una elegante avenida de entrada) y, como ya indiqué la "superficie máxima de ocupación de la edificación y demás instalaciones" será del 1,5%, lo que garantiza un mínimo de 900 m2 para la comodidad de los ecoconcienciados.

¡Ah!. Por supuesto, ya que el tema es muy urgente, regirá la autorización por silencio administrativo a los dos meses de solicitarse la licencia municipal. Y, para que nadie piense en favoritismos, el titular no estará facultado para "exigir a la Administración ningún tipo de inversión relacionada con el suministro de agua, energía eléctrica, gas, telefonía, recogida de basuras, transporte, accesos, equipamientos dotacionales ni infraestructuras de ningún tipo, y, en general, ninguna prestación de servicios propias del suelo urbano".

No puedo imaginarme situación más idílica: sin televisión, ni teléfono, ni accesos (demasiado) rodados, con reaprovechamiento ecológico de los residuos, con flamantes (que, ojalá jamás devengan flambeantes) instalaciones para suministro de energía con placas solares o geotermia somera...¿O, quizá, no alcanzo a ver del papel más allá de mis narices?

¡Hagan su juego, señores!

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