El Club de la Tragedia: Frases célebres sobre la actitud
Si se me pidiera que resumiera en un mensaje corto un consejo baldío, creo que propondría algo así como: "Se proactivo; cambia de actitud". Tiene, además, el mérito zafio de reunir dos palabras de las que, en lo que pueda ser de aplicación a un ente inanimado como el verbo, abjuro: proactivo y actitud. Junto a profesionalismo forman el trío repelente de los conceptos vacuos a los que el uso por los pedantes y los publicistas pretende dar un contenido dogmático.
La casualidad ha puesto en mis manos un semanario consolidado -el que tengo a la vista lleva el número 3.567- en la difusión de los valores que están de manera recurrente, según se pretende, en los cerebros de aristócratas, plutócratas y faranduleros: profesionalismo, proactivo y actitud.
Me tomo la molestia-placer de seleccionar algunas frases del "¡Hola!" del 12 de diciembre de 2012 sobre la actitud; las califico de célebres, no por quienes las pronuncian o a quienes se les atribuye, sino porque forman parte del acervo espiritual de la tontería.
Oscar de la Renta, "mago de la moda", en su "mágica casa de campo", encuentra la fuerza intelectual propia de sus ochenta años de creativo para expresar, dogmáticamente: "El lujo es una calidad de vida que nada tiene que ver con el dinero". Más claro, agua: actitud.
Otro octogenario venerado, Valentino, resume de forma inigualable la razón de su "exultante júbilo" en una "cena privada" habida en la embajada de Italia en Londres, a la que acudieron "adeptos, familiares y amigos íntimos" del "maestro de la alta costura". No se precisa en qué condición de las tres citadas cenaron allí algunos reyes destronados griegos y búlgaros, pero sí se recoge esta frase que explica la razón íntima de su alegría: "Muchos amigos han venido de todas las partes del mundo para hacer que esta velada fuera muy especial para mí". Proactividad ajena y actitud propia, estimo.
Y, para hacer variada y no muy extensa esta relación de frases célebres, selecciono del mismo lugar (unas páginas más adelante) la que, bajo el epígrafe "Las tentaciones de Laura Ponte", -que presenta una colección de joyas ajena, al tiempo que habla de sus diseños propios con base en las piedras-, es una gema que destila Profesionalismo. "La joya que ha marcado mi vida es una alianza que me hice con diecisiete años para casarme conmigo misma". Actitud y proactividad, combinadas en el cóctel supremo del profesionalismo.
Me reconozco emocionado. Se perfectamente que los mensajes del semanario más hojeado en el mundo (es así, ¿no?) no iban exactamente destinados a mí, ni a gentes como Vds., pero el haber compartido durante unos momentos el alimento espiritual de cientos de miles de seguidoras y seguidores de la evolución filosófica de los líderes mundiales del pensamiento me ha hecho sentirme muy diminuto.
0 comentarios