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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Vacatio iudex versus ius vocatio

En estas fases de toma de contacto con los Ministerios, es normal que los nuevos designados pongan en circulación las ideas que ya traían estudiadas. Sorprende a los legos en cuestiones de grave responsabilidad que al día siguiente de su toma de posesión, los neófitos tengan ya algunas cuestiones claras al respecto de lo que procede hacer.

Solo cabe deducir que, en su fuero interno, allá en la soledad de sus espíritus y mientras atendían a sus otros complejos trabajos transitorios, siempre añoraron ocupar los destinos más altos a los que finalmente accedieron y, por ello, han venido madurando los conceptos y las correcciones a la realidad que pondrían en práctica cuando les fuera llegada la hora del poder preferido.

Alberto Ruiz Gallardón, nuevo ministro de Justicia (durante breves instantes, de Defensa in pectore) se propone modificar algunos aspectos de la Ley Penal, endureciendo los artículos que modulan la condena de los reincidentes y, como medida de mayor calado, suprimir las vacaciones conjuntas de la Administración de  Justicia, por las que el mes de agosto resultaba inhábil salvo para cuestiones de excepcional urgencia.

El objetivo de la segunda idea es inatacable: la resolución de los asuntos judiciales se dilata demasiado, y las sentencias no acuden a resolver, a su debido tiempo, las controversias que se presentan ante los órganos judiciales, con lo que los más poderosos, los que más capacidad de aguante poseen, ganan siempre.

Era y es imprescindible atacar este problema de la demora en sentenciar que emponzoña los Juzgados y que es una mezcla de falta de medios, de diligencia, de orden, y de conocimientos en demasiados jueces, todo ello producto de haber puesto la atención en donde no hacía tanta falta.

Pero el asunto no se corrige suprimiendo las vacaciones de agosto, porque, como los jueces, secretarios judiciales y personal de apoyo habrán de tener vacaciones en algún momento, aumentará, en lugar de disminuir, el número de casos pendientes de resolución, que no depende del mes de año en que se ventilen, sino de otras cosas.

Así que, si prospera la medida, quienes sí sufrirán serán los modestos bufetes, los abogados autónomos, los procuradores, que, como no tienen posibilidad de coordinar sus vacaciones más que consigo mismos, perderán su disfrute.

Es decir, que la vacación de los jueces perjudicará a los que trabajan en el derecho para ganarse el pan, debatiendo sus necesidades en un mercado en el que ya se mueven, como tiburón en el agua, los grandes bufetes con nombres rimbombantes de, en no pocos casos, corresponden a fallecidos en loor de santidad jurídica.

1 comentario

ganboa -

No hay más que sacar una foto de como han estado los juzgados estas Navidades(sólo eran inhábiles los fines de semana).
Los mostradores desiertos, no aparece ningún papel y todo molesta a los pocos que trabajan. Sólo funciona el servicio de notificaciones y algún señalmiento que pone el Juez que le toca guardia.
¿Las Navidades son sagradas? Ah,... sí sólo para los que puden coger vacaciones a cuenta de días moscosos o de "exceso de horas trabajadas" computado a Vacaciones.
Por tanto propongo lo contrario para agilizar la Justicia al Sr. Gallardón.
VACACIONES OBLIGATORIAS EN AGOSTO para todo el personal adscrito a Justicia, salvo Guardias y tramitación de asuntos urgentes. Eso sí agilizaría la Justicia.