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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Antropología cristiana y economía de mercado

El mismo día en que los científicos del CERN (la Organización Europea para la Investigación Nuclear) anunciaban haber descubierto lo que parece ser el bosón de Higgs -por su huella de 125 GeV (1)-, en una de las salas de la Fundación Del Pino, en Madrid, Gabriel Zanotti desarrollaba sus ideas sobre la importancia de los precios libres como señales clave para la generación del "orden espontáneo" en los mercados.

El título de la entretenida conferencia que Gabriel Zanotti pronunció, ante un auditorio de apenas cincuenta personas, en el mismo lugar en el que el día antes otro exégeta de la economía, y mago también de la palabra, Paul Krugman, había provocado el "No hay entradas", fue "Antropología cristiana y economía de mercado", así que no había engaño en la oferta.

Entiendo que el lector no encuentre ninguna relación entre los trabajos de investigación que han desembocado en poder indicar por donde anduvo la "partícula de Dios" (aún no en atraparla, lo que mantiene sin ganador la osada apuesta de Stephen Hawking), y las consecuencias de las apasionantes deducciones de Zanotti.

En el coloquio, la primera pregunta que se formuló expresaba la curiosidad del interpelante acerca de la posibilidad de santificación del empresario. Reconozco que esa interpelación debilitó definitivamente mi intención de hacer algún comentario de viva voz acerca de lo que acabábamos de escuchar. La respuesta del ecónomo-teólogo argentino, confirmando que "cada uno de nosotros está llamado a ser quien es en el desarrollo de nuestra propia vocación, y nadie está fuera de este principio", me rejuveneció, pues me situó, plácidamente, en mi infancia intelectual.

Zanotti defiende "la base teológica" de los trabajos de Tomás de Aquino, y, con la sencilla guía epistemológica de que "todo lo bueno y verdadero que alguien diga es compatible con la teoría cristiana", incorpora sin problemas a su discurso, las teorías de la escuela austríaca de economía, y en especial, las del premio nobel de Economía (1974), su exponente Friedrich Hayek, venerado por los neoliberales, como fórmula para resolver los temas de la asignación y justa distribución de recursos en un contexto de escasez.

Un escenario de activos creyentes empeñados en la búsqueda de su perfección, en el que el Estado tiene un papel totalmente subsidiario: "Para la escuela austríaca es muy amplio lo que pueden hacer los particulares, y sus seguidores pensamos que, apoyando el derecho a la iniciativa privada, puede haber orden espontáneo" en prácticamente todos los órdenes, vino a expresar Zanotti, que criticó, de paso, el socialismo, las teorías de Marx y hasta ridiculizó a los seguidores de Kant con sus beatificos comentarios.

Queda pues, mucha materia oscura en el Universo.

Servirá para centrar algo mejor el Comentario, indicar que el conferenciante invitado en esta ocasión por la Fundación Del Pino es Director Académico del Instituto Aston. En la página web de esta organización se desvela, con rotunda claridad, tanto los objetivos de la investigación como el material de trabajo principal con el que cuentan: "Esperamos, con la ayuda de Dios, poder colaborar en la formación de un mundo mejor, concientes de la herida permanente del pecado original por un lado y, con la certeza sobrenatural de que la Gracia de Cristo está detrás de todos los auténticos deseos de justicia."

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(1) GeV debe leerse "Giga electrón-voltios". Un Giga son 10 exp 9 unidades, es decir, en este caso, 125 GeV son 125.000 millones de electrón-voltios. Parecería mucho, pero lo que sucede es que 1 eV es una unidad de energía muy pequeña, ya que equivale a 1,602176462 x 10 exp (-19) J (julios). Como 1 J (julio) son 0,238902957 cal (calorías), ya se comprende que un bosón solo no hace verano (equivale a unas 0,48 x 10 exp (-8) calorías).

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