Historias de tigres y gacelas (2)
Mario Alonso Puig (1) se convierte, cuando habla en público, en un personaje del mundo del espectáculo. Es un actor, un comunicador magnífico, que escenifica teatralmente sus ideas, convirtiendo, de forma natural, sus apariciones en las tribunas en una operación de exterminio para casi todos cuantos le precedan o le continúen, arrancando siempre aplausos encendidos del auditorio.
En el IV Congreso Internacional de Excelencia, Alonso Puig habló de los tigres de Bengala, a los que hizo protagonista de su mensaje: cada historia de éxito, supone haber superado varios fracasos. El poderoso tigre de Bengala, con sus 400 kilos y su portentosa agilidad, solo consigue cazar una gacela roja de cada diez intentos.
No habla el Dr. Alonso Puig para gacelas, evidentemente.
En otro de los vídeos que presentó, como apoyo a su tesis de necesidad de confianza y ansia de superación, volvió al mundo de los animales para mostrar cómo tres individuos de no se qué tribu africana arrebatan un trozo de carne, que cortaron a machete, de un búfalo al que estaba devorando un grupo de leones, que consiguieron ahuyentar, a base de determinación, durante unos minutos de sorpresa.
No mencionó el Dr. Alonso Puig el gran mérito del cámara, que tomó vistas de leones y hombres, tanto de frente como de espaldas, de cerca como de lejos, y al que debemos suponer una determinación descomunal en su propósito de cubrir como se merecía la escenificación de que el factor sorpresa es arma más útil que los más sofisticados argumentos, como sabemos quienes vivimos diariamente entre animales racionales.
La mente humana no es un cubo vacío al nacer, como pretendía Hume, sino un fuego que hay que encender, defendió Alonso Puig. La depresión y el entusiasmo son igualmente contagiosos, porque "hay neuronas espejo que leen la mirada", y lo que hace insoluble un problema complejo es la propia sensación de impotencia.
"Consulto a mi pasado -expresó, con el ejemplo del padre que se encuentra con la resistencia a obedecer de su hijo de corta edad- y el pasado me dice que no voy a tener éxito y me siento impotente". Pero si se piensa en grande, se estará en la sintonía que mandaba tocar Albert Camus: "En medio del universo descubrió al fin que dentro de mí hay un ser invencible"...
El tigre de Bengala que todos llevamos dentro, atronó la sala, mientras Alonso Puig sonreía, merecidamente satisfecho, devorando su gacela.
Sería injusto no dedicar también algún espacio en estos Comentarios a otras historias de éxito, por lo que pido paciencia a quienes se preguntan en qué consistió exactamente la jornada.
(continuará)
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(1) Este comentario forma parte de un Comentario más extenso, integrado por el ya publicado con este título en este mismo blog, el titulado "Ilusionar en tiempos difíciles" y otros que seguirán a éste y que numeraré correlativamente. Para su pleno entendimiento es necesario, pues, leerlos todos en el orden en que fueron escritos, aunque he procurado también darles una configuración bastante independiente.
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