Blogia
Al Socaire de El blog de Angel Arias

Energía

Sobre la implantación de un mercado gasista en España

La Presidente de la Comisión Nacional de la Energía, María Teresa Costa, ofreció el 8 de marzo de 2011, con ocasión de la presentación del Tratado de Derecho de Gas Natural del que es autor el profesor Iñigo del Guayo, algunas interesantes reflexiones sobre la implantación de un mercado gasista en España.

Trataba Costa de responderse a sí misma a la pregunta acerca de si se dan en nuestro país las condiciones para ello, y concretaba su apreciación en los siguientes puntos:

1) Existe una red solvente con más de un 20% de exceso de capacidad. Es decir, no hay barreras de entrada a nuevos consumidores.

2) Se recibe el suministro de más de 10 países, y en gran parte, en forma de GNL, lo que proporciona una oferta muy amplia, con una competencia robusta. La puesta en servicio de la red Medgas, con la conexión con Argelia, con capacidad para abastecer el 30/35% de las necesidades, confiere aún mayor solvencia y capacidad de respuesta al sistema.

3) Se cuenta con una muy buena regulación de acceso a la red, con operadores independientes, lo que facilita la igualdad de condiciones de competencia para las 15 empresas actualmente activas, aunque pudieran ser "muchas más".

Lo que necesita el mercado gasista, para esta catedrática cuya "profesión transitoria" (así la caracterizó) es la de Presidente de la CNE, es la creación de un mercado organizado. "El principal déficit que  tenemos es el de que es muy difícil hoy averiguar, incluso para el regulador, los precios del mayorista del gas."

Como consecuencia, para el cálculo de la tarifa último recurso, se ha tenido que recurrir a referencias internacionales, (como el índice Henry Hub para el mercado spot norteamericano), lo que ha motivado la generación de "un memorial de agravios" por el que se argumenta que en España cuesta más caro el gas al usuario final, y (esto ya lo decimos nosotros) la previsión de la generación de una nueva burbuja, como han denunciado diversos comentaristas.

A medida que se nos van ocurriendo

Se han publicado varias medidas para reducir el consumo energético y, en especial, el de derivados del petróleo. Porque aunque no tenemos problemas de suministro (ya veremos), la factura de nuestra dependencia energética exterior ha subido (los especuladores aprovechan para darle una patada a seguir al precio del barril Brent cada vez que se mueve algo en el Cercano/Lejano Oriente).

Tendemos a atribuir, tal vez equivocadamente, las decisiones desde el Gobierno, no a la clarividencia de los miembros del Gabinete, sino a su capacidad para movilizar la capacidad creativa y de análisis de los funcionarios, activada, por supuesto, con el estímulo de las ideas que provienen de las gateras por donde se manifiesta la sociedad civil, incluído en ella, las que se emiten desde las oposiciones.

Pues bien, las medidas que se han divulgado en la pretensión de la reducción del consumo de petróleo, son la demostración patente de que nuestra capacidad de creación colectiva está agarrotada, carece de señal válida.

En estas condiciones, es lógico que quienes tienen que elegir entre las propuestas que se les presenten, o promover directrices, evidencien, ayunos ellos mismos del necesario dinamismo, un panel de iniciativas incoherentes, fruto combinado de la rotunda falta de ideas y de la incapacidad de los gestores de los recursos humanos que nos sacarían del atolladero.

Sería de agradecer que, en lugar de tanta proliferación de estudios de cabezas de ratón intelectuales dando consejos sobre lo que se debería hacer o no, de tanta crítica frontal o lateral hacia cualquier elucubración que venga de contrario, pongamos orden en este gallinero, provocando un debate global, descarnado, ideológicamente neutro, cara al público, sin afeites, en el que todos los que tengan algo que decir lo expongan en positivo, nos lo cuenten sin fisuras y que un Comité de Venerables (que no sabemos dónde están, ni cómo se integraría, ni siquiera si nos importa), formado por gentes con credibilidad y con  capacidad para decidir, después de haber impulsado el debate, saque consecuencias y proponga acciones que nos convenzan.

Porque, hasta ahora, lo que trasciende es que ningún gurú, colectivo ni plataforma tiene la visión de conjunto, nadie está libre para opinar con objetividad, nadie sabe lo bastante ni poseer carisma para convencer al vecino, que se encuentra revestido del mismo o parecido oropel intelectual, y que se ha olvidado, por el paso del tiempo con la púrpura, de que debajo va desnudo.

Así que es imprescindible elevar el nivel un escalón y, para ello, los menos  indicados son quienes adoptan las medidas a medida que las van recogiendo de los despachos, de los cenobios, de la calle, sin capacidad para filtrarlos ni tiempo ni autoridad para ordenar que alguien lo haga.

Tanto nivel de mediocridad e improvisación nos aturde, nos desanima, nos asquea.

Con fabes y con sidrina, non fai falta gasolina

Ibamos a titular este Comentario con el más técnico eslógan de "Con aerogeneradores y coche eléctrico, solucionado el problema", pero, a última hora, nos pareció que ese otro recogía mejor el espíritu inconsistente que se ha colado entre los asesores, los pagados como los espontáneos, del Gobierno español, en desgraciada desbandada intelectual.

Hay que decir, de inmediato, aunque nos duelan prendas por lo que implica tan desolada visión, que el horizonte de las ideas está yermo tanto a derecha como a izquierda, aislados los reductos de sensatez rodeados por indios que lanzan flechas contra los carros y ululan amenazando con cortar las cabelleras.

Una visión en la que toda la electricidad sea proporcionada con aerogeneradores y en la que la mayoría de los vehículos movidos por derivados gasoil o gasolina sean sustituidos por otros con baterías recargables, parecería propia de un émulo de Julio Verne, que quisiera divertir a los seguidores juveniles y, de rebote, aaspirara a pasar a la historia de la literatura de ficción como un clarividente imaginativo.

En la presentación del Informe Cambio Global España 2020/2050, se abrieron, al final, 20 minutos de coloquio, en las que hubo dos intervinientes muy especiales, ambos ingenieros de minas, que, a contracorriente de la curia que oficiaba, formularon sendas serias objeciones al modelo propuesto.

Lo hicieron, como ha de ser la norma en cualquier formulación técnica, de forma educada y serena, sin alardes demagógicos. Lo que sucede es que, si sus argumentos forman parte del futuro debate necesario, el hueco que se les dispensó resultaba ridículo; y si (como pudiera parecer) ya han resultado fagocitados por la fuerza de la opinión mayoritaria y mejor fundada, su manifestación pudiera sonar a la de un residuo vencido, al que se concede, cortésmente, el derecho a la última palabra antes del cadalso.

Nos parece que lo que está sucediendo en España es que no hay debate, porque no hay deseo de debate; falta, también, un coordinador, un Comité o Consejo ciudadano que promueva las opiniones, valore argumentos y efectos económicos y sociales, y proponga o tome él mismo decisiones, actuando en claro beneficio de la colectividad y no de iluminismos.

Alberto Carbajo, director de distribución de Red Eléctrica, expuso por enésima vez, que la energía eólica necesita una energía de soporte que garantice cubrir las necesidades de la red, absorbiendo las diferencias entre la producción y el consumo. Es decir, no será posible jamás llegar a un 100% de producción eólica, considerada como única fuente de suministro.

La respuesta de Joaquín Nieto, cuya cualificación académica no nos consta expresamente (en su currículum de sindicalista figura un Premio como periodista ambiental) fue algo así como "Alberto, lo estás haciendo muy bien, pero has pronosticado otras veces que era imposible lo que que habéis acabado haciendo, lo que prueba que necesitáis que se os pongan retos, para estimularos. Estoy seguro de que encontraréis la solución al problema".

Antonio González, director técnico del Foro Nuclear, se concretó en una aparente contradicción del Informe: renunciar a la energía nuclear para España, cuando se hace notar que las medidas a adoptar deben contar con un contexto globalizado, y en ese mundo global, la energía nuclear es uno de los factores con los que cuentan los países con mayor desarrollo.

En este caso, no fuimos capaces de apreciar un comentario específico desde la mesa. Después de todo, debe bastar a la docta audiencia intuir que se trata de una energía que no es sustentable, que depende de minerales de importación y escasos en el mundo, que sus centrales son peligrosas y que, ah sí, los residuos radioactivos tienen una duración casi infinita y provocan efectos letales o gravísimos sobre las poblaciones, como se sabe desde la bomba atómica de Hiroshima y la explosión de Chernóbil.

Por fin, la ciencia se ha unido con el saber popular para hacernos avanzar, seguros, en la senda de los despropósitos. Mientras la masa descansa tranquila y confiada (quizás), la mayor parte de los que saben de energía y trabajan en la investigación aplicada, se retiran cada noche a sus casas, con la sensación amarga de haber perdido la batalla del futuro, mientras se les pone toda la responsabilidad del presente en sus manos y cerebros.

Esclavos por su superior conocimiento, parias de la irresponsabilidad colectiva, que confunde lo que sería deseable con lo que nos conviene y podemos.

Sobre los efectos de la tecnología backcasting sobre el calentamiento global de los cerebros

El 1 de marzo de 2011, en la sede de la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales de Madrid, se presentó en sociedad el Informe realizado por varios eminentes ambientalistas, (involucrados activamente -y en algunos casos, también de forma económica-, en el mensaje), por el que se desarrolla una pauta de cambio drástico para la generación y consumo de energía de la sociedad española.

El trabajo se llama Cambio Global España 2020/50 y, según explicó uno de sus directores principales -Pedro Linares, de la cátedra BP de la Universidad Pontificia de Comillas-, utiliza la tecnología backcasting que, como aclaró para los no iniciados, no trabaja desde el escenario de partida para deducir las correcciones que habría que implementar para llegar al deseado, sino que lo hace al revés: definido el escenario deseable, analiza los plazos, recursos y la viabilidad de llegar a él desde el que sirve de plataforma original.

El otro director del Estudio es Joaquín Nieto, presidente de honor de la Fundación SustainLabour, sindicalista de peloenpecho y excelente comunicador, propietario ejerciente de esa voz potente y firme con la que se es capaz de seducir al auditorio con cualquier argumento, sea la necesidad de comprar un aparato para pelar verduras o lo imprescindible de aprovechar la energía eólica para abastecer todas nuestras necesidades de elecricidad.

Nos gustaría militar en el grupo de quienes están convencidos de que tienen las claves para movilizar el cambio de las pautas de producción y consumo de nuestra sociedad. Nos encantaría poder tranquilizar nuestras conciencias y, sobre todo, poder llevar a casa suficiente dinero para mantener un tren de vida satisfactorio,  realizando de vez en cuando algunos informes subvencionados, en los que incluiríamos muchas gráficas y un número insuperable de escenarios con previsiones y premisas casi ininteligibles.

Nos parecería, además, como ejercicio de levitación propio de nuestra superior naturaleza, que pudiéramos acogernos, una y otra vez, a la incontrovertible idea central de que el progreso de la humanidad ha sido perverso y de que, purgando hoy solidariamente los pecados de nuestros antepasados, y a pesar de que los españoles no fuimos precisamente los más pecadores de la historia, tengamos que dar ejemplo, a costa de nuestro suicidio colectivo si fuera preciso, de voluntad de redención.

Si todo fuera así, dedicaríamos nuestro empeño a lanzar mensajes salvíficos sobre la necesidad de abandonar tecnologías avanzadas, recuperar los paisajes y ríos contaminados de nuestra feliz infancia, proclamando que la verdad está en adorar el aire y el sol y que lo intuitivo supera al fruto de la reflexión, y que la verdad elaborada trabajosamentte por la Academia ha de subordinarse al dogma revelado al chamán de la tribu por las telúricas voces.

Con vigor renovado, pasaríamos a fuego a nuestras ciudades a las que calificaremos de esperpénticas, denunciaremos el expolio del paisaje que provocó nuestro desarrollismo, y con recursos  cuya disponibilidad nadie cuestionará, crearíamos otras urbanizaciones verticales rodeadas de los campos más veraces, cultivados tal vez por solícitos esclavos que traeríamos de ignotos países. Conscientes de que, además de nosotros, los otros también necesitan comer, afirmaríamos tautológicamente que no faltaría trabajo y bienestar para todos.

No vamos a sacudir, desde luego, el complejo informe, con un manotazo, porque sería injusto con el trabajo desplegado por muchos autores, a los que cabe suponer bien intencionados. Lo analizaremos en otros comentarios.

Nos basta ahora con apuntar que, en el camino de utilizar un buen backcasting y en concordancia con el wishfulthinking de toda soldadura eficiente de profesores universitarios y sindicalistas de colmillo, hubiéramos agradecido más que se nos dijera el camino que va desde Arcadia Feliz hasta nuestra miserable situación actual, en la que se nos caen a pedazos los soportes de la economía del mercado, el rigor universitario, la ética y, sí, también, el mundo sostenible.

En el nombre de la Enel-gía, ¿Business as unusual?

La Jornada resultó más bien aburrida. Era el Día de la sustentabilidad para Enel, la empresa italiana que controla Endesa y, hasta la hora del almuerzo (un tentempié servido con algo de desorden), el flamante Auditorio que la empresa tiene en Madrid, estaba a rebosar. Después, ay, los espacios se aclararon bastante.

Lo más interesante nos pareció el mensaje del Ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, que lanzó algunas piedras en el tejado de la sustentabilidad que trataban de construir, desde la lógica autocomplacencia, los ejecutivos de Enel-Endesa y sus speakers invitados de pago.

El discurso de Jáuregui tuvo reflejos de nostalgia de tiempos pasados, o así nos pareció. Empezó expresando con claridad el mensaje de fondo: La política desde la Administración del Estado no lo puede todo y "La Empresa" puede mucho más.

Teniendo en cuenta que la política de Endesa (como quedó trasparente en la jornada) la fija Enel, y que las directrices para este complejo italiano son establecidas desde la administración pública del vecino del Sur, esta confesión de debilidad sonó a extraño.

Jáuregui expresó que "la sostenibilidad está en la base de una cultura que ilumina la actual situación", y que los ciudadanos reclaman un comportamiento responsable de sus empresas. Sin embargo, -dijo- así como "en los últimos diez años en España se ha avanzado más -en actuaciones trasversales- en los campos de ambiente e integración de la discapacidad", en el sector de la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) advierte el Ministro "signos preocupantes de agotamiento en el debate".

A la vista de las rutinas (también "preocupantes", adjetivó), tiene la sensación de que se actúa como si "ya se hubiera avanzado bastante", olvidando que la RSC no es una meta, sino un camino de perfección y excelencia.

Apoyó esta grave constatación en ejemplos concretos: el alto porcentaje de empresas del IBEX que operan en paraísos fiscales, la disminución de presión por parte de la Administración, -consecuencia de la pérdida de ingresos públicos por la caída del sector inmobiliario-, y la importancia marginal que conceden las empresas a las Memorias de Sostenibilidad, que -en lugar de "ser una oportunidad para que las compañías se desnudaran", se contratan a empresas consultoras, que las realizan de acuerdo con estándares convencionales, poco agresivos.

El ministro Jáuregui abogó por una modificación de los principios que regulan, desde las empresas, los informes de sostenibilidad, que deberían estar destinados a los stockholders, y ofreciendo información interna útil como, por ejemplo, sobre la subcontratación que realizan, incoporando un listado de proveedores.

"Las empresas grandes (de más de 1.000 empleados) están obligadas a hacer ese Informe" (es decir, no lo considera una decisión voluntaria, sino exigible por Ley), y "las empresas públicas tienen que dar ejemplo".

El final de su corto discurso fue contundente: "El futuro será sostenible, o no será".

En la mesa redonda (más bien, respuesta a un cuestionario "light" que dirigió a varios amigos de Enel, como maestro de ceremonias, el periodista David Eades, de la BBC), la secretaria de Estado Teresa Ribera (que tuvo el acierto, a pesar de su excelente inglés, en hablar en español, "para que el auditorio le entendiera mejor") defendió como importante "enunciar compromisos políticos en el corto plazo, como la única manera de generar señal, certidumbre, para que las empresas y la sociedad vayan generando nichos" a medio-largo plazo.

Así que, al menos desde la Administración pública española, se daba por bueno el eslogan que servía de llamada de atención para la Jornada: "Business as unusual".

El problema está, desde luego, en cómo conseguir beneficios empresariales con himnos a la bandera de los intereses colectivos, ausentes del debate.

 

A falta de pan, buenas son tortas

A Javier Anta, presidente de ASIF (la asociación mayoritaria de gentes del mundo fotovoltaico español) no le duelen prendas ni le van las medias tintas, por lo que demostró mientras pintaba, con pinceladas firmes y sombrías, el cuadro paisajístico del sector que representa: "Es fundamental tener un mejor gobierno".

Fue en el transcurso del desayuno-ponencia que ofreció, a salón lleno, el Foro Nueva Economía el 9 de febrero de 2011. Era, por supuesto, imposible, conocer si Anta se refería a gobierno con mayúsculas o con minúsculas, y tampoco se echaba en falta la precisión: Para ASIF, las cosas no se han hecho como debieran.

Resaltó Anta en su intervención que el precio de los paneles fotovoltaicos se ha reducido en los últimos diez años desde los 10€/kW a los 2 €/kW, demostración, sin duda, del tremendo esfuerzo realizado por aminorar los costes. La adopción de una medida de estímulo al sector supuso el abandono de la i+d para activar el desarrollo industrial, en la idea de que ello aceleraría la curva de experiencia.

Cuando se inició este proceso,  España contaba únicamente con dos fabricantes, con capacidad para 1 Mw/año, y se encontraba a la cabeza de las aplicaciones. El RD 1828/1998 supuso un esfuerzo de apuesta por esta tecnología. Sinn embargo, los últimos cambios regulatorios son vistos en consonancia con la intención de desplazar del mercado a la fotovoltaica.

El RD 661/2007 fijaba una tarifa para la foltovoltaica que todos -incluso desde el sector- valoraron que era alta, pero el Plan 2005/2010 apostaba por alcanzar la cifra de los 400 MW al final del período.

En los meses subsiguientes, "gracias a la posibilidad de financiación barata, a la importación de paneles (sobre todo, del Extremo oriente) y a la sencillez de la tecnologia, así como al canon establecido, provocaron que se llegara a una cifra diez veces superior al objetivo planficado".

Anta se preguntaba si el sector era responsable de la situación, para contestarse: "El responsable fue la propia tecnología. La regulación no resultó óptima, porque introdujo desequilibrios y tensiones en el sector energético".

En 2008, como es conocido, se instauró el Registro de Asignaciones para la Retribución, procedimiento complejo y que no es visto ahora como eficaz.  "Cuando en 2009 se alcanzó la velocidad de crucero, el Gobierno pretende ahora una quita del 30% sobre las tarifas, limitando las horas del PER y las horas de producción para todas las instalaciones y, además, imponiendo una reducción adicional por zonas, que supone una merma entre el 10 y el 15% de las expectativas económicas."

La discrepancia del sector respecto a las medidas es calificada por el ponente de forma clara: "El sector no compartía la limitación de horas ni los recortes tarifarios, pero lo que no podía aceptar en ningún caso es el efecto retroactivo de las medidas".

Los resultados de las mesas de negociación con el Gobierno no cambiaron la posición del Ejecutivo. "Se apuntaron varias soluciones: sacar de la tarifa las instalaciones que estaban incumpliendo la normativa, porque no habían cumplido con la obligación de terminar las obras en la fecha prevista, o porque habían instalado paneles en época más reciente (con tecnologías más baratas), y se habían acogido, sin embargo, a las subvenciones. Se hubieran podido ahorrar así 720 Mill € -a lo mejor, o en el primer año, pero sí en dos o tres años)".

El asunto se complicó por la difusión de declaraciones falaces (por ejemplo, que se había producido fotovoltaica en horario nocturno), haciendo propagar la idea interesada de que el sector "era timador".

Esta descalificación global al sector no es en absoluto compartida por ASIF: "Puede que en un total de 50.000 instalaciones exista 1% de instalaciones irregulares, pero extrapolar la situación es una manipulación".

También hay que resaltar que "en España fabricamos todos los eslabones de la cadena de valor", y que " de los 25.000 Mill. € invertidos en los últimos 4 años, se han atraído 10.000 Mill € de inversión extranjera".

Lo dicho, a falta de pan, buenas son tortas.

Sobre el imparable ascenso de United Technologies Corporation al sol

Sobre el imparable ascenso de United Technologies Corporation al sol

Las multinacionales se crean por fusión de grupos ya consolidados en sectores básicos, cambian de nombre, se ramifican, adquieren nuevas empresas, abren otros campos prometedores, mudan de sede social cuando haga falta, incorporan  ejecutivos desde la política y política desde los ejecutivos, mueven sus tentáculos con fuerza o con paciencia, según convenga.

Es su ley de vida, su estrategia para intentar cumplir el objetivo que, incontrolable ya para cualquier humano, las impulsa al dominio total, con un ansia irreducible que solo calmaría la victoria final. Convertidas en un ente de una especie inhumana, pero simpática cuando haga falta, sus entresijos misteriosos solamente se conocerían al completo en el caso de que, una vez muertas, fueran destripadas con infinita paciencia bajo el macroscopio de la economía global. Siempre demasiado tarde para corregir el futuro.

United Technologies Corporation (UTC) es uno de esos monstruos, nacido primero de la amalgama de varias grandes empresas, allá en 1929, y surgido, como mandan los cánones, de su excisión posterior -apenas un lustro más tarde-, convertido en tres sólidas naves lanzadas al futuro de los negocios. Siguió haciendo currículum con la compra selectiva de muchos negocios, superando multitud de nuevas vueltas y revueltas, fortalecida cada vez, siempre contando con el viento a favor del gobierno norteamericano y de sus más fieles aliados, y, por supuesto, siempre cerca de la tecnología militar, de la aeronáutica, de la seguridad y, desde hace unos años, cómo no, de las energías.

De las energías consolidadas y de las alternativas.

Una de las filiales de UTC es Pratt & Whitney, que tiene, entre su amplia descendencia, una hija llamada SolarReserve, a la que el secretario de interior norteamericano, Ken Salazar, ha autorizado, el pasado 21 de diciembre de 2010, la construcción de una planta solar de 110 Mw en Tonopah, al sur de Nevada.

La noticia hubiera pasado desapercibida para lectores españoles, sino fuera porque SolarReserve es la única compañía que se presentó al preregisro para construir una nueva planta termosolar en España, concurso convocado de urgencia y presuntamente ad hoc por el Ministerio de Industria, cuyo plazo se cerró el 23 de diciembre. Porque debido al "parón solar" a que se obligan nuestros planificadores energéticos hasta que se aclare el panorama, presuntamente, no se abrirán nuevas opciones hasta 2013.

La compañía californiana preparó la documentación necesaria (muy compleja) en un santiamén, y ha conseguido poner un pie en territorio español, permitiendo alumbrar una operación compleja para la que se habrían movido hilos desde Washington. Nosotros, que venimos siguiendo la evolución de las llamadas energías alternativas desde hace tiempo, no creemos que el sentido de la operación haya surgido ahora, por arte de birlibirloque.

Hace ya tiempo que la multinacional está moviendo sus tentáculos, al tiempo que observa la evolución de los pececitos que se mueven entre ellos. Estos tienen nombres conocidos para los españoles: Abengoa, Iberdrola Renovables, ACS, ...

Nota.- El esquema que da un poco de gracia visual a este Comentario es de Mike Johnson. Sirve para ilustrar, de forma elemental, la tecnología patentada por la mamá de SolarReserve, que utiliza como elemento conservador de la energía concentrada por los helioestatos (1) en el receptor (2), para obtener sal fundida, que es llevada desde la torre (3) hasta tanques de almacenaje (4), donde se conserva hasta que es utilizada (5).

Sobre los plazos de entrega para el vehículo eléctrico (y 2)

La tecnología base para el vehículo eléctrico está desarrollada, como hemos expresado en nuestro anterior Comentario, y viene siendo utilizada durante hace ya dos décadas.

La dificultad para su difusión masiva se concentra en tres escollos bien identificados, que se pueden relacionar con: a) su autonomía y potencia; b) su precio; c) el tipo y forma de recarga de las baterías.

En España se ha venido presentando el coche eléctrico como una de las soluciones compensatorias al exceso de potencia instalada para producción de energía primaria -principalmente de base eólica, que tiene preferencia para entrada en red y mayor capacidad de generación por la noche-, entendiéndose que la existencia de un Parque de vehiculos eléctricos importante, permitiría que sus baterías se recargaran fundamentalmente por la noche (horas valle de consumo actual), mientras los vehículos se encuentran en los garajes, y ahorrando de ese modo producción de CO2.

Enrique Meroño -responsable por Iberdrola del desarrollo del vehículo eléctrico-, en una interesante disertación, auspiciada por el CEMA, en el Salón de Actos de la Fundación Gomez Pardo, (Madrid), recordaba el 25 de noviembre de 2010, que en Europa, a diferencia de lo que sucede en Estados Unidos y Japón,  aún no se ha decidido acerca de la normalización del enchufe para su conexión a la red. En consecuencia, los vehículos y las estaciones de carga utilizan las conexiones convencionales -"las mismas que para enchufar los electrodomésticos"-, que no tienen inteligencia alguna.

Respecto a los estándares de carga, en Japón se ha adoptado el modelo a 400 v, para carga rápida, en tanto que en este momento en Europa solo se ha normalizado la carga lenta, que implica unas 6 horas de duración de la recarga completa de las baterías. Incluso a carga rápida, se tardarían actualmente 20 minutos, y, como hizo observar un asistente a la charla de Meroño, no habrá muchos conductores dispuestos a esperar ese tiempo en la "gasolinera".

Es un ejemplo más de la falta de unidad europea en aspectos sustanciales. Los productores de coches americanos y japones ( General Motors, Chrysler, Ford, Tesla, Honda, Toyota y Nissan) han aprobado la propuesta de la SAE (Society of Automotive Engineers). En Europa subsiste la pelea por la homologación única entre los cargadores Mennekes (firma alemana) y Scania, que ha alineado en uno yu otro bando, respectivamente a Audi, Fiat, Renault, Ford Mitsubishi, Toyota y a EDF, Endesa-Enel, E-On, EDP, RWE, cuestión pendiente de decisión por la Comisión Eléctrica Internacional (IEC).

La figura del gestor de carga debe ser, igualmente, definida, pues el será quien abone la energía a la compañía eléctrica, como cliente, o, bien, deberá habilitárse lepara realizar la compensación en el mercado diario con las altas garantías que la Ley exige actualmente en España. Como, con la normativa en la mano, un aparcamiento público es considerado un solo local, si se deseara instalar cargadores en las plazas individuales, habria que asimilar las plazas que se habiliten a locales.

Las baterias de un vehículo eléctrico tienen un consumo nominal de 3,5 kw, similar a una secadora o a un aparato de aire acondicionado. De estos últimos, se calcula que en España hay instalados unos 4,9 millones de unidades. Si se alcanzara esta cifra de vehículos eléctricos -impensable en el estado actual de la cuestión-, no cabría entender que aportara, desde el punto de vista del consumo, más solución a la curva de consumo eléctrico que la de otros equipos domésticos bien conocidos.

La mejor noticia respecto a los vehículos eléctricos es que la carga de una batería no supondrá más que unos 2 euros, y alcanzará para una autonomía tipo de 100 km. Con la subvención de 7.000 euros por vehículo, se puede comprar un coche eléctrico por unos 23.000 a 26.000 euros, lo que puede hacer atractiva la adquisición como alternativa al leasing de flotas de automóviles, por ejemplo, en administraciones o cooperativas de taxi y transporte público, pues el ahorro vendrá, a medio plazo, considerando el sustancial ahorro en combustible (al menos, mientras no se grave con impuestos adicionales el consumo de electricidad en las estaciones de carga para vehículos eléctricos)-

Una línea de trabajo fértil parece adivinarse en el desarrollo de redes inteligentes, con el desarrollo de protocolos de comunicación entre los equipos domésticos (incluído el vehículo eléctrico), los puntos de recarga y la red. En Italia hay ya instalados 32 millones de contadores inteligentes.

En fin, las previsiones de Iberdrola son que en 2010 se hubiera vendido 2.000 cohes eléctricos (cifra que no se va a alcanzar), para llegar a los 252.000 vehículos en 2014. Estos números servirán para dar idea de la dimensión que cabe esperar de la hipotética solución que supondrá el coche eléctrico al exceso de producción de energía primaria instalada en España. Despreciable.

Si a ello unimos las dificultades técnicas y legales para la carga de las baterías, en coches cuya potencia es de 100 CV y su autonomía de 100 a 150 km, se comprende que las listas de espera no son el problema.

Por cierto, si se ha hecho con uno, además de sacar pecho al volante y no alejarse mucho de un enchufe, preste atención a los peatones: los coches son totalmente silenciosos y no sería la primera vez que arrollan a un viandante que no los ha oído llegar. También se cuentan casos en que una moto eléctrica, que había quedado inadvertidamente con la batería conectada, se estrelló contra el escaparate del taller de exhibición, al ser manipulada por un curioso que jugueteaba con el manillar. 

Sobre los plazos de entrega para el vehículo eléctrico

Iberdrola ofrece "el primer turismo eléctrico disponible en España", el Th!nk City, fabricado en Finlandia por Valmet Automotive, y que corresponde a la versión actual del modelo que se ha ido mejorando desde los años 90 del pasado siglo, y del que están circulando por la Europa más concienciada (Noruega, Dinamarca y Finlandia) unos 5.000 vehículos.

Al lector curioso le interesará saber que este vehículo es el resultado de la apuesta investigadora de la compañía noruega Think Global AS, (cuyo propietario principal es Ener1, Inc, empresa matriz de EnerDel, líder del mercado mundial de baterías para automóvil), y al que, dado que el asunto estaba atascado comercialmente, se trata de dar nuevas alas.

Por eso, en agosto de 2009, Think y Valmet firmaron un acuerdo por el que toda la fabricación del Th!nk City (léase, cínc siti) se trasladaría a la sede principal de la segunda, en la fábrica de Uusikaupunki (Finlandia; léase usicaupunqui), junto con la tecnología correspondiente y parte del personal.

Las expectativas de los firmantes entonces no parecían muy altas. Cuando se publicó el acuerdo, se indicó que la producción alcanzaría solo algunos miles de vehículos al año, y que se invertirían 3 millones de euros para seguir desarrollando el vehículo, confiando alcanzar pronto la cifra de 100 empleados, contabilizando en esa plantilla el medio centenar que se absorbía de la empresa de baterías.

Pero las perspectivas han cambiado, y todo apunta a que han barruntado un mercado interesante, en el que hay que mantenerse en cabeza y no perder de vista lo que hagan los fabricantes de automóviles, que son los que captan clientes.

A ello van los directivos de la firma finesa que dirigen el timón sin perder un algo de noción de Estado. No en vano, Valmet, en 1999, fue absorbida por Metso, empresa controlada por un conjunto de intereses en los que figura Solidium Oy (que es el Estado finés, que retiene el 10% de la compañía), algunos fondos de pensiones del país, y un par de grandes Bancos con sede en Oslo y Helsinki, teniendo el resto del capital cotizado en Bolsa.

Preparando una fina operación financiera, a principios de noviembre de 2010, Metso firmó un acuerdo por el que los grupos inversores fineses Pontos y Finish Industry Investment Ltd  aportarían, cada uno, 10 Mill euros a Valmet Automotive, a cambio del 34% de sus acciones, al mismo tiempo que Valmet convertiría un préstamo interno (de la matriz), por 10 Mill euros, en deuda subordinada. Una cesión complementaria de acciones a la dirección técnica de Valmet, dejó la participación final de Metso en un suficiente 60% para ejercer el control.

El primer paso serio de ampliación del mercado por parte de la reforzada Valmet Automotive será la adquisición del negocio de Karmann (techos convertibles para automóviles de lujo), con factorías en Alemania y Polonia, y cuyos principales clientes son BMW/MINI, Daimler, Renault y Bentley.  Este mercado se estimaba, antes de la crisis, en medio millón de vehículos, ya para 2012-2013.

En Valmet Automotive trabajaban, hasta entonces 800 empleados para conseguir una facturación anual de 56 Mill Euros (2009), repartida en las tres ramas de su negocio, totalmente relacionado con el automóvil: ingeniería, fabricación y servicios logísticos.

Del análisis de toda esta información, cabría preguntarse, ¿qué pretende hacer Iberdrola? ¿Es coherente con su estrategia como empresa eléctrica el hacer publicidad de un vehículo eléctrico? ¿Qué recibe a cambio? ¿Se trata solo de afianzar su imagen de empresa enfocada con un color cada vez más verde?

Como en una película de suspense, trataremos de dar respuesta a estos dilemas en nuestro próximo comentario.

Nota:-

La sección de fabricación de techos convertibles para autos, de Karmann (con ventas anuales estimadas en 180 Mill euros, para 2010), da ocupación a más de 700 personas, distribuídas entre Osnabrück, Alemania, y Zary, Polonia. Todos ellos serán trasferidos a Valmet.

Metso, por su parte, tiene una estructura multinacional, con base en Helsinki y plantilla de 27.000 empleados,  estando especializada en el suministro de tecnología a las industrias de minería, papel, construcción, generación energética, automatismo y reciclado.



Sobre la estrategia energética para 2035

La afirmación de que con el apoyo a la energía solar fotovoltaica en España "se está subvencionando la curva de aprendizaje de China", realizada por el Presidente de la Subcomisión de Industria del Congreso, Antonio Cuevas, ha llenado de perplejidad a las empresas del sector.

El lugar fue el salón de Actos del IIE, y el día, el 22 de noviembre de 2010. No parecía, sin embargo, ni por el tono ni por el contenido de su disertación, tener el conferenciante intención de realizar ninguna polémica declaración.

El objeto de la reunión, a la que, por culpa de lo apretado de las agendas del mes de noviembre no concurrió mucho público, era la presentación de las conclusiones del Informe de la Subcomisión sobre la estrategia energética para 2035.

Se trata de un tema crucial, sobre el que la sociedad civil, y particularmente, los empresarios y los técnicos, a los que, dado el lugar de la convocatoria, tienen obvio interés en conocer los términos, tanto del debate como de las propuestas.

Por eso, para nosotros, lo más sorprendente del controlado discurso de Cuevas fue afirmar que "el Congreso no tiene mucha capacidad para ser un Gobierno bis, ni es su función", con la que se sacudió de encima una molesta pregunta respecto a si el Informe de la Subcomisión planteaba recomendaciones concretas al Gobierno.

"Lo que se ha hecho es confeccionar una guía amplia, en la que se enumeran los problemas que hay que resolver: por ejemplo, tarifa y déficit tarifario y decisión de futuro respecto a las energías renovables. Todo ello exige recursos importantes, y no está claro cómo se podrán conseguir".

Antes de rebajar de esa forma el nivel de las propuestas que justamente se trataba de transmitir, Cuevas había, con todo, presentado algunos puntos que forman parte del calor con el que se cuece la sopa que aún no hemos sabido digerir y que, desde luego, no sabemos cómo pagar.

1. No tenemos un mercado energético liberalizado. El déficit tarifario (consecuencia de la absorción eufemística de los "costes de transición a la competencia", por la que se anota el coste real de la producción eléctrica en déficit de tarifa), se viene incrementando desde hace 15 años, y es en la actualidad del orden de 20.000 millones de euros, pendientes de titulización, aplazando la medida de incorporar esta cantidad a lo que pagarán en el futuro los usuarios, ya que no fue abonada en tiempo real.

"Hay que ir mirando el balance global", porque, "si además de compensar este déficit, hay que pagar el coste de subvencionar a las renovables" -6.800 Mill. de euros en 2009-, "aunque importemos menos pétroleo", nos aproximamos a cifras muy peligrosas. "El rescate de Irlanda va a costar 80.000 Mill. de euros".

2. Tenemos exceso de capacidad productiva de energía. "Nuestro mercado está pensado desde el punto de vista de la seguridad y no de la competitividad, con una sobrecapacidad importante". Como expresó Cuevas, "hay que buscar mayor flexibilidad", porque de aquí a 5 ó 6 años, no necesitaremos más potencia instalada. "Somos una isla energética, pero hemos desarrollado un sistema que, dentro de Europa, tiene la mayor seguridad de suministro, pero nuestra energía no es barata".

Es aquí donde Cuevas insinuó la necesidad de un nuevo marco para la energía fotovoltaica. "Los huertos solares no son el sistema más idóneo desde el punto de vista de la energía, pero como inversión, son un gran producto financiero, como lo prueba que los fondos de pensiones han invertido allí", al ver garantizada la rentabilidad por 20 ó 25 años.

3. Todas las energías actuales son de transición. "En la eólica hemos desarrollado una competitividad que no conseguimos, hasta ahora, en la fotovoltaica, cuya coste es enorme y su beneficio, problemático."

Las energías renovables necesitan de un respaldo en la red, que vienen proporcionando, en la actualidad, los ciclos combinados, "que solo funcionan al 30%".

"Con los 7 gasificadores actuales tenemos una capacidad importante" y, aunque se sigue repetiendo en algunos foros que importamos energía de Francia, somo excedentarios. "Pero las interconexiones dependen del Gobierno francés, y no le interesa mucho aumentar las que tiene con España, porque funciona muy bien el mercado centroeuropeo". Habrá que esperar el efecto de la instrucción de la UE de que en 2015 han de existir interconexiones suficientes para toda Europa-

4. La subcomisión propone rebajar el objetivo del Gobierno en las energías verdes, que está fijado en 22.7% para 2020, al 20,8%, con un argumento pragmático: "¿Por qué vamos a estar por encima de lo que pide Bruselas?" si, como quedó apuntado en la presentación, las energías verdes nos cuestan un dinero del que no andamos sobrados y si se tiene en cuenta que "en eólica hemos desarrollado una tecnología propia, pero en fotovoltaica se está subvencionando la curva de aprendizaje de China".

Hubo más apuntes en la, sin duda, interesante exposición. Se propone en el informe una "prima de respaldo a los ciclos combinados", en relación con su disponibilidad.

Fue abordado -aunque manifestando perplejidad por parte del conferenciante- la espinosa cuestión de que el Informe no ha sido respaldado por el PP: "El PP se abstuvo", pero "no se cuáles son los puntos de desacuerdo del PP", confesó Cuevas "querían ir más allá en relación con la energía nuclear", pero se incluyó un apartado por el que la revisión de la Estrategia, en lugar de lo que se proponía inicialmente, no se hiciera al transcurrir una década, sino en la primera mitad".

A nosotros nos quedó el sabor de boca amargo de que en la Subcomisión no se llegaron a abordar, con la necesaria profundidad y como anuncia erróneamente el título del Informe, las cuestiones estratégicas. Aunque habrá que aguardar a la publícación del mismo, prevista para principios de diciembre, y que conectaremos, cuando se produzca, con un enlace desde esta página.

 

Sobre molinos, catedrales y energías

Sobre molinos, catedrales y energías

Seguramente está ya todo dicho sobre los métodos técnicamente disponibles para producir energía primaria. Una parte sustancial de lo argumentado, además, está mal dicho, mal presentado, tendenciosamente elaborado.

No hace falta, por supuesto, hacer ninguna encuesta. Todos los occidentales, cultos e incultos -y, en especial, estos últimos- tenemos una preocupación obsesiva por el ambiente. Preocupación teórica, obviamente. La inmensa mayoría de los defensores de la conservación ambiental y de las especies amenazadas -se sobreentiende, por el hombre- no hacen lo más mínimo para reducir su gasto energético o disminuir su propia huella ambiental.

En España han triunfado los defensores de la producción de energía primaria a partir del viento y del sol. Se nos ha vendido, utilizando la fortaleza de los media y el poder de la argumentación simplista, que la energía nuclear es peligrosa y que los aerogeneradores y las placas solares corresponden a conceptos seguros, limpios, autónomos.

No reabriremos, pues, las puertas a la polémica, porque ya hemos expresado en otras ocasiones nuestra opinión. Simplemente, nos limitamos hoy a ofrecer una fotografía de indudable valor estético.

La central atómica de Olkiluoto 3, en Finlandia tiene una silueta que recuerda a la catedral de Bizancio. Esta central de la llamada tercera generación de reactores producirá 1.600 MW (megawatios), esto es, la energía suficiente para una ciudad de 1 millón de personas. Cuando esté completamente terminada, su cúpula tendrá un diámetro de 56 m y se convertirá en el núcleo de peregrinaje para todos los devotos de una religión que, a pesar de todas las zancadillas que encuentra en el camino, goza de muchos adeptos: la fe en una energía nuclear segura.

El reactor de Olkiluoto es del tipo EPR (de agua a presión), y, en efecto, el calor se consigue por la fisión (o descomposición) de Uranio o Plutonio. El calor producido sirve para la producción de vapor en los generadores, que en la sala de turbinas se utilizará para la generación de corriente. Los condensadores enfriarán posteriormente el vapor, y el agua será recirculada nuevamente a los generadores.

La diferencia sustancial en cuanto a seguridad de este tipo de reactores, respecto a los que seguiremos utilizando en España mientras se encuentren en su vida útil -porque nos son imprescindibles-, es que la nave de turbinas no precisa de protección a las radiaciones, porque el refrigerante de los reactores no abandona en ningún momento el edificio en donde se encuentran.

Es decir, el flujo de refrigeración (secundario) y el circuito primario no se mezclan nunca; no hay riesgo de contaminación radiocativa. ¿Nos oyen? No hay riesgo.

No hace falta que opongamos a esta bella fotografía de Reuters/Bob Strong (que publica Finantial Times Deutschland el 29.10.2010) la de los miles de lugares en España que han sido destruídos estéticamente por la proliferación de aerogeneradores y huertos solares -que han servido para enriquecer a algunos pocos y empobrecernos más a todos-.

Simplemente, habrá que recordar que seguimos utilizando la energía de procedencia nuclear en nuestro territorio, y la mantendremos durante una o dos décadas más, en tanto que hemos renunciado a mantener a nuestros técnicos en la cumbre del desarrollo de esta brillante forma de proporcionar energía segura, rentable y estéticamente hermosa.

Caminamos, con paso decidido, hacia una nueva época de las cavernas, en las que la ingeniería propia habrá sido sustituída por la esclavitud económica y cultural a la que nos habrá conducido nuestro desprecio al saber complejo, en beneficio de la combinación estulta de lo que creemos entender mejor porque es más simple, intuitivo y aparentemente -solo aparentemente- más seguro.

Un gran despilfarro de energías, a un coste que, como se ha demostrado, no podemos asumir y por una causa innecesaria, que no rentabilizaremos jamás: nuestro hipotético liderazgo tecnológico en las energías eólica y solar fotovoltaica.

(El lector interesado puede investigar por su cuenta qué empresas y qué capitales se encuentran detrás de los grupos mundiales que capitanean este desarrollo, cuyo desarrollo hemos subvencionado con alegría).

Sobre las subvenciones al carbón y el arte de la pesca

Hay en España, en la actualidad, 6.841 trabajadores afiliados a la minería del carbón. 3.832, en Asturias. Se extraen 9,5 mill. de t al año de antracita y hulla; algo menos del 30%, en el Principado. Unas 70.000 t al año, por cada "minero" astur.

El anuncio de la UE de que las ayudas al carbón deberán justificarse estrictamente con un plan de cierre de las minas no rentables, y que, en octubre de 2014, deberán suprimirse éstas totalmente, ha provocado las lógicas reacciones de rechazo a la medida en las regiones mineras afectadas, que están ubicadas hoy en día solo en Alemania (cuenca del Ruhr), en España (Asturias y Castilla-León) y Rumania.

En consecuencia, las autoridades regionales de Asturias y Castilla-León han vuelto otra vez a tocar a rebato por lo que significará, dicen, el cierre total de las instalaciones, -no caben dudas de que su rentabilidad es imposible-, y un descalabro regional.

Como gritar no cuesta dinero, se denuncia -con mayor o menor intensidad según el signo politico- la tardanza del Gobierno en comunicar la noticia, y la falta de cumplimiento de los compromisos de mantener la minería.

Al mismo tiempo, se subrayan los perjuicios que la pérdida de esta actividad supondrá para ambas autonomías, convocando a todos los agentes sociales sociales a que defiendan el sostenimiento de la situación actual, que implica una prórroga de 12 años más -hasta el 2022-, en atención al carácter estratégico de la producción de carbón, y acogiéndose a la libertad para subvencionar hasta un 15% del mix de la energía primaria, tal como fue recogido en el Decreto de ayudas que el Gobierno presentó a Bruselas en 2009.

Aunque las cifras son conocidas, vamos a repetirlas aquí. No es la UE productora significativa de hulla , en el contexto mundial (147 millones de toneladas, 2,5 % del total). La subvención total al sector en la UE no llegó, por poco, a los 2.900 mill. de euros en 2008 (viene bajando drásticamente: la cifra significa menos del 50% respecto a 2003); de la que algo menos de 1.300 millones son subvenciones a la producción (19,72 euros por t).

Se estima en unas 100.000 personas el número de los que trabajan en la minería de la hulla (42%) e industrias afines (58%). En España, la parte del carbón en la producción de energía primaria es, más o menos, del 25 %, y la mitad proviene de la hulla astur-leonesa.

Hay una argumentación tan estúpida como interesada que circula por ahí y por la que se hace el cálculo de que "cada minero asturiano-leonés" nos cuesta al resto de los españoles del orden de 200 a 250.000 euros al año (calculando la cifra a partir de la subvención al carbón nacional para equiparar su precio al de importación, y dividiéndolo por el número de trabajadores en la mina) y que, por ello, sería mucho más rentable pagarles el sueldo en casa.

Es evidente que los mineros no ganan ese salario. Las subvenciones a la hulla tienen un destino mucho más amplio (pago a las empresas auxiliares, adquisición de nuevos equipos, mantenimiento de los existentes, insumos, compensación encubierta a los déficits de las tarifas eléctricas, beneficios económicos de capitales oportunistas, estructuras sindicales antañonas, coste socio-político de la eliminación de la minería, etc.) y la minería sostiene, como un Titán con pies de barro, una pirámide de intereses, algunos ocultos, muy ocultos.

Para analizar correctamente la cuestión de la subsistencia de la producción de carbón nacional, es necesario situar  perfectamente en su contexto todos los intereses en juego -beneficiosos y perjudiciales-, los términos económicos -y sus reales destinatarios- y las alternativas juiciosas -y no solamente las voluntaristas y las imaginativas-.

Por cierto, y separándose del furor ecologista hoy de moda, no solamente hay que considerar las alternativas energéticas reales para producción de energía "limpia".

Más especialmente, hay que estudiar las opciones de creación de empleo regional. Para los trabajadores directamente afectados -que ahora ya no son muchos-, y sobre todo, pensando en los efectos que se han causado por la reconversión en las comarcas mineras. Cierto que se han beneficiado de las prejubilaciones y de las pensiones, y se siguen beneficiando del poder adquisitivo de los salarios mineros en los empleos subsistentes, pero cualquier visitante advertirá las consecuencias de la pérdida de sustancia futura, por el lastre para la actividad regional que supone convertir en un plazo muy corto en clases pasivas a miles de trabajadores.

Se puede hacer la evaluación del problema argmentando que, prácticamente, el tema -desde la perspectiva laboral- está ya resuelto. Habrá que matizar que mal resuelto, pues Asturias ha perdido la mayoría de su peso minero y siderúrgico, sin que, dado el pequeño tamaño regional y lo limitado de los impulsos de generación de actividad propios, se hayan generado equivalentes de empleo y actividad económica.

Nadie crea, por tanto, que la cuestión está ahora en generar 3.831 puestos de trabajo en Asturias. No son los puestos de los mineros los que peligran; no son ellos quienes deben manifestarse. No solos.

Se han hecho muchos esfuerzos, se han iniciado múltiples caminos, vendido varias motos, ilusionado con espejismos, pero la realidad es terca. Asturias es demasiado perqueña para recuperarse de la pérdida de puestos de trabajo que han provocado las crisis siderúrgica, naval, hullera, y agropecuaria. Las ha tenido que sufrir todas, y en apenas 20 años, y ahí están las consecuencias: se vive relativamente bien, aún, pero no se hacen proyecciones de futuro, y si se hacen, no se divulgan, porque son extraordinariamente pesimistas.

En 1991, el profesor Gustavo Bueno (padre), invitado por el SOMA-UGT, pronunció un discurso, que era también una reflexión filosófica sobre Asturias, y cuyos elementos fundamentales siguen vigentes. No, en este caso, porque el ilustre pensador sea un visionario, sino porque no se puede cambiar una situación dramática desde dentro, contando con que la solución provenga de los mismos mimbres del cesto que se ha roto.

Decía Bueno : "Por ello, lo que necesitamos, lo que pedimos, lo que exigen los mineros asturianos y todos los asturianos en general, no es que se reduzca el empleo, ni la producción; ni siquiera que se mantenga en estado estacionario; sino que se aumente, que se aumente la producción absoluta (no sólo la productividad), y con ella el empleo.

"Y que se aumente el empleo, erigiendo nuevas industrias, industrias bien diversificadas, que puedan acoger a la masa creciente de jóvenes en paro, sin más futuro probable que la droga o la emigración. E incluso fomentando la agricultura, para que el minero vuelva a serlo, como en el principio, y no como un hombre enterrado de por vida bajo tierra, sino como un hombre que también puede cultivar, no sólo después de jubilado, sino en su propia vida laboral, una huerta y sentarse a la sombra de un manzano cuando le dé la gana."

A los mineros, a sus hijos, a todos los asturianos, les gusta pescar. Saben hacerlo muy  bien; han enseñado a muchos otros a pescar.

Pero, si no hay peces en el río, vuelven a casa con las manos vacías, por mucha técnica que se evidencie, manipulando con destreza las colas de rata y los aparejos de mosca, los esmerillones y cucharillas, las boyas y anzuelos, los merucos, saltones y maravallos.

Sobre la energía nuclear: causas y efectos de la procrastinación

España es un país nuclear, con una no despreciable presencia de centrales nucleares de fisión distribuídas por su territorio y una significativa dependencia de esta forma de producción de energía primaria.

España es, sin embargo, oficialmente, un país que abomina de la energía nuclear y en el que se estuvo favoreciendo durante décadas la difusión pública de argumentos -provenientes de enfervorecidos "ecologistas"- en contra de esta fuente nuclear, a la que se imputa producir residuos de alta contaminación cuya eliminación no se conoce y haber causado el grave accidente de Chernobil, que podría repetirse en otro momento.

Es una contradicción, a la que ya nos hemos referido en otras ocasiones, no apoyar el desarrollo de una tecnología de la que se está haciendo uso, y que se seguirá utilizando hasta, por lo menos, mediados de los 2030.

Si se entiende que es peligrosa, por pura coherencia, habría que cerrar de  inmediato todas las instalaciones, desmantelándolas sin dilación. Cueste lo que cueste: la seguridad, lo primero.

Si no me fío personalmente de quienes construyen aviones, sospecho que las estadísticas de accidentes están amañadas y no entiendo nada de aeroestática y propulsión, llegando a la conclusión de que la aviación no es suficientemente segura para mí, no viajo en avión; viajaré siempre en tren, en autobús, en coche, en acémila o andando.

Si se cree que no existe tratamiento adecuado para los residuos radiaoactivos y que no se encontrará a corto plazo una solución para su almacenamiento o recuperación definitivos, habrá que negociar con los países desarrollados en esta investigación que se hagan cargo de los residuos generados. Cueste lo que cueste: la tranquilidad, ante todo.

Si las soluciones alternativas han de adoptarse con un desarrollo tecnológico limitado -producto de su escaso apoyo a la investigación-, con una alta concienciación ecológica, -que le impide, por ejemplo, utilizar su carbón nacional aunque genere puestos de trabajo que no ha conseguido sustituir en esas zonas de producción, y que le impulsa a admitir la proliferación de parques eólicos en sus crestas montañosas y huertas solares en sus campos, con tecnologías emergentes centroeuropeas-, habrá que echar mano a los recursos propios y a la capacidad de ahorro.

Pero si resulta que estamos en un país relativamente pobre -resultado de la baja productividad per cápita y de los reducidos recursos naturales-, volvemos a la realidad, nos aguantamos, dejamos de lado nuestros sueños de lo que podía haber sido, y seguimos trabajando y dejando trabajar en lo que es, mal que nos pese.

Porque aplazar las decisiones no beneficia. En el arca de los buenos deseos, las telas, se apolillan. La procrastinación no se premia, se castiga, haciendo que las medidas que se demoraron por cobardía, dejación o insuficiente análisis, sean, a la larga, más difíciles, más caras, menos útiles.

Sobre la caldera energética española

Porque se han puesto de acuerdo, después de largas sesiones de discretas negociaciones, para no subir las tarifas eléctricas en julio de 2010, los representantes del Partido Popular y del Partido Socialista españoles, hablan de prometedor comienzo para un Pacto sobre la Política Energética, que pueda durar los próximos 15 años.

El primer paso es débil -y obvio- para el duro camino que queda por recorrer a ambas formaciones políticas, después de lo mucho que se han ido separando, por no haber querido escuchar a los técnicos y concentrarse en la venta política oportunista de las decisiones puntuales (o de la ausencia de decisión).

No estamos apuntando hacia los gobiernos socialistas únicamente, que han sido, desde luego, principales culpables de dos graves actuaciones: la provocación de una mala imagen injusta sobre la energía nuclear española, de base populachera; y el apoyo inocentón, pero costoso, a las supuestas energías alternativas.

Los gobiernos populares han sido conniventes en esa desorientación que prima en la política energética, al no atreverse a tomar decisiones imprescindibles, como, por ejemplo, la exigida por la corrección del déficit tarifario y, en fin, el mantenimiento del falso "parón nuclear" -éramos y seguimos siendo un país con una fuerte dependencia de esta fuente energética-, además de no haber sabido defender una estrategia para el carbón de producción nacional, y acelerar la dependencia gasista.

La revista Industria y Minería de mayo de 2010 ofrece algunas cifras y comentarios al respecto de la situación energética española que bien podían servir de resumen a los negociadores respecto a las grandes líneas de cómo actuar.

Como subraya en el Editorial Alberto Carbajo, Director de Operaciones de REE, la electricidad es importante tanto desde el lado de la generación como desde el de la demanda. Desde la generación, porque es la manera de integrar las renovables en el mix de producción energética primaria, coadyuvando así al éxito de dos complementarios: la nuclear y la cogeneración, en la que tenemos mucho invertido.

Se refiere también con ello -suponemos- a la dificultad actual de consumir las energías llamadas limpias sino es a través de ese especial rumiante tecnológico que es la red eléctrica, a sabiendas de que no hemos conseguido aún mover nuestros vehículos de otra manera eficiente que no sea con el uso de derivados del petróleo.

En la demanda, porque la electricidad es el input más solicitado de nuestra sociedad de desarrollo, que la necesita para mantener su nivel de exigencias de bienestar.

Sobre los beneficios de BP

BP, la antigua British Petróleum, se está ahogando en petróleo, que ha sido su fuente de beneficio, su razón de ser, la materia prima que le dió vida y le permitó sobrevivir a tres de aquellas siete hermanas de los 60-70 del siglo XX.

La página web de este grupo dedica un espacio extenso para actualizar los datos del vertido de petróleo en el Golfo de México que ha provocado la explosión de una de las plataformas offshore que el gobierno del presidente norteamericano Obama había autorizado a instalar en aguas más profundas de lo nunca prospectado hasta entonces.

La publicación de ese diario de las dificultades de BP para controlar con rapidez y eficacia el descalabro, ordenada por el gobierno, se ha convertido en un documento de referencia para analizar los méritos y las limitaciones de la técnica, cuando se trabaja bajo presión.

Algo falló, justamente porque se encontró lo que se buscaba, y el éxito del halalzgo se convirtió en el mayor desastre ecológico vinculado al petróleo, un líquido imprescidible para nuestra movilidad actual de frenéticos consumidores de distancias.

Un combustible que, a pesar de los avances tecnológicos, no hemos podido sustituir con la suficiente garantía o con el precio competitivo para alcanzar el nivel de satisfacción al que estamos acostumbrados. Ni coche eléctrico, ni biocombustibles: necesitamos petróleo, y se nos acaba.

Al lector de noticias le habrá sorprendido la facilidad con la que BP está asumiendo compensaciones tan altas para los afectados por la catástrofe -además de los trabajadores de la plataforma que han perdido la vida, pescadores, hosteleros, restauradores, etc. y, por supuesto, los millones de animales irracionales que se han visto obligados a sobrevivir en un medio tan hostil-.

Con unos beneficios durante el primer trimestre de 2010 que multiplicaron por 2,5 los del mismo período de 2009 y unos ingresos de 74.000 Mill de dólares que prácticamente los duplicaron, los márgenes de actuación de la multifacética compañía parecen muy grandes. Dedicar 20.000 o 60.000 Mill. de dólares para una de las mayores empresas mundiales, que "sabe qué hacer para ahorrar energía" (según su eslógan) a medidas de compensación por un descalabro en el que procurarán demostrar no tuvieran más que fatalidad y ninguna culpa, no ha de ser problema.

El problema es, sigue siendo, si podemos pagarnos tanto despilfarro de energía, incluídos los desastres ecológicos que supone el extraer recursos que la naturaleza ha puesto a nuestra disposición a precios cada vez mayores, con riesgos cuya exacta previsión, a pesar de los avances de la técnica y de lo que queremos creer, nunca será posible.

Sobre el porvenir de la energía eólica

La energía eólica es el eje principal en el que sigue construído el mix energético español. En estas mismas páginas virtuales hemos desarrollado, en diferentes Comentarios, nuestra posición -construída a partir de opiniones técnicas, realidades prácticas y riesgos económicos- sobre el lugar que debería ocupar, más digna y coherentemente con nuestra situación económica, dependencias en energía primaria y coherencia planificadora- esta forma de energía.

En resumen: la eólica se trata de una forma de energía más, de tecnología relativamente madura, dependiente de patentes extranjeras, y a la que se han ofrecido sustanciosas ayudas económicas que han servido para hacerla ocupar, con prodigiosa rapidez, las crestas montañosas de nuestro país y, en las cordilleras del dinero han propiciado el enriquecimiento de algunos inversores, que han estado especialmente avispados y atentos a las emocionales apetencias ecologistas de nuestro ejecutivo.

Dedicamos también este Comentario para recoger la situación en Alemania, que es el país que ha experimentado, junto con España, el mayor crecimiento del aprovechamiento de la fuerza del viento. Una historia que solo para espíritus muy inocentes puede parecer idéntica.

Las energías renovables en Alemania produjeron en 2008 alrededor del 15% del consumo bruto de electricidad y un 8% de energía final para calefacción, con lo que se evitaron -así dicen las cifras que difunde su Ministerio de Economía y Tecnología (combinación que a nosotros, con perseverancia en separar el dinero de la técnica debería hacernos meditar)- 112 millones de toneladas de CO2 anuales. (España emitió en 2005 un total de 181 millones de toneladas de CO2; Alemania, 900).

El mercado mundial de turbinas eólicas creció en ese año, según las fuentes más fiables, un 38%, alcanzando los 27.300 MW (WWEA).

Una de las bases del desarrollo de la industria eólica alemana es la Ley de energías renovables (Erneubare-Energien-Gestetz, EEG). Aunque la Ley española se ha inspirado en ella -los alemanes son nuestra tradicional fuente de insporación tecnológica-, las consecuencias han sido muy diferentes. Las instalaciones alemanas más grandes tienen 6 MW. La mayor del mundo se encuentra en Cottbus (por supuesto, Alemania), con una altura de 205; produjo en 2007, 5,6 GigaW.

Algunas empresas alemanas del sector eólico han alcanzado ya grandes dimensiones, pero la mayor empresa productora a nivel mundial de energía eólica es danesa, Vestas, que ha construído más de 38.000 instalaciones en Alemania, y es la que desarrolló la tecnología V80-2MW y la V90-3MW, además de instalaciones para alta mar.

En este momento, Vestas tiene en Alemania -y en España- sus asentamientos más fructíferos; los objetivos, sin embargo, son los mercados chinos y norteamericanos, los que tiene el potencial de crecimiento, con mucho, más prometedor. Nuestros avispados inversores no piensan en ello, sino en seguir convenciendo al Gobierno de que la eólica es la salvación de nuestra dependencia energética.

WDP Think Energy GmbH & co.KG (400 empleados, 1.400 centrales eólicas instaladas) y Juwi Holding AG (550 empleados y 600 Mill de euros de facturación) son dos de las empresas alemanas líderes en su sector eólico. Es ilustrativo compararlas con las "grandes empresas españolas" de nuestra "floreciente industria eólica".

(continuará, seguramente)

Sobre el uso de placas solares en edificios

Las empresas de energía fotovoltaica están pasando momentos difíciles en España. En 2009, esa forma de energía limpia fue subvencionada con 2.600 Millones de euros, de acuerdo con una disposición legal que, en la pretensión de ayudar a su desarrollo había venido garantizando un rendimiento económico mínimo. En una coyuntura de creciente crisis, la seguridad de obtener una rentabilidad apetecible, motivó una dinamización de inversores que apostaron por las "huertas solares" no por impulso ecológico ni por afán de apoyo a la investigación, sino con intereses simplemente especulativos.

Así lo entendieron desde varios observatorios, alertando al Gobierno, que decidió cambiar el escenario, y decir digo donde había escrito Diego. La energía solar fotovoltaica que estaba regulada por el RD 661/2007, por el que se bonificaba con el 575 % el precio del KWh (0,44 €/kWh), pasó a regirse desde el 30 de septiembre de 2008 por el RD 1578/2008, que modificó las primas según la ubicación(en suelos: 0,32 €/kWh; en techos de edificaciones: 0,34 €/kWh), limitando, además, la potencia anual máxima que podría instalarse.

Esta medida gubernamental fue ásperamente criticada por el sector, que entendía que se estaba vulnerando el principio de irretroactividad, y que significaba la pérdida de confianza en los compromisos del Ejecutivo. La cuestión, claro, está en los tribunales.

Pero la actividad del sector fotovoltaico no se concentra en la litigiosidad con el Gobierno. Después del ajuste empresarial, que ha llevado a algunas empresas a la desinversión en esta forma de energía -caso de BP Solar, que cesó en 2009 sus actividades en la planta de fabricación de células de Tres Cantos (Madrid) y en la fábrica de montaje de módulos de San Sebastián de los Reyes (Madrid)-, se han creado otras, con algunos de los mimbres rotos y nuevas fuerzas.

Es el caso de ILB Ensol (del grupo suizo Helios), cuyos portavoces defienden que las instalaciones fotovoltaicas se encuentran cerca de alcanzar la paridad con el precio de la energía, y que en 10 o 15 años no necesitarán subvenciones.

Sacando pecho en la adversidad, los fotovoltaicos concentran, de momento, sus esfuerzos comerciales en las edificaciones industriales y de uso público, afectadas por el apartado H5 del CTE. "La aprobación del Código Técnico de la Edificación (CTE, RD 314/2006) ha colocado a España a la cabeza mundial en el uso de energías renovables" y "marca un antes y un después en el uso de estas energías en los edificios" (Así se hace notar en la Guía de Integración Solar Fotovoltaica", encargada a Conergy España por la DG de Industria, Ene´rgía y Minas de la Consejería de Economía y Hacienda de Madrid, editada en 2009).

El gran objetivo son las viviendas particulares. Para movilizar  este mercado, solicitan que se permita el autoconsumo y se elimine la barrera de la potencia mínima de 5 kW, obviando así, tanto la obligación de entregar la energía a la red y pagar la que se necesite a la tarifa oficial, como la de afrontar una inversión cuyo montante es disuasorio para un propietario de vivienda.

De eliminarse estos condicionandos, la "sensibilidad ambiental" facilitaría el que cualquiera pueda hacer el cálculo de la que le es posible obtener a partir de las placas que sitúe en el tejado de su casa, y analice el tiempo de amortización de la inversión en relación con lo que evite pagar a la compañía eléctrica.

Aseguran, para tranquilidad de ese propietario ecológico, la solidez de la tecnología de los módulos de silicio multicristalino -hoy, la más barata de todas y con agradable efecto estético-, que apenas necesitaría mantenimiento.

Como para tener la visión completo, hay que procurar escuchar a todas las partes, en la interesante Jornada organizada por la citada DG de la Comunidad de Madrid, el 28 de mayo de 2010, el responsable de Provisiones del Servicio de Generación de Unión Fenosa Distribución (Rufino Alberto Vigil ) aportó una visión menos idílica.

Entre otros aspectos, puso el énfasis en las dificultades de regular un sistema en el que hubiera miles de puntos de producción de energía con aportes insignificantes y, además, en el despropósito que supone que -en una estimación realizada por extrapolación de las que contabiliza directamente la empresa- existan solicitudes y registros de preasignación por 4.200 MW en todo el sistema, cuando las instalaciones que realmente se pueden avabar ejecutando en las cinco convocatorias no deben superar los 250 MWno llegan (un 5%).

"El registro de preasignación es una buen idea, pero no ha conseguido evitar la gestión de un número altísimo de solicitudes. Se estima que se realizarán 7000 solicitudes de las queápenas 200 llegarán a buen puerto. No se puede planificar así. Al día de hoy, están cubiertas las próximas 20 convocatorias. ¿Qué objeto tiene presentar tantas solicitudes? ¿Se es consciente del tiempo, coste y número de conflictos que se generan?...Vivimos en dos mundos paralelos"

Algo parecido se vivió con el "boom de la energía minihidráulica", que motivó que hábiles especuladores se apresuraran a registrar a su nombre cualquier salto hidráulico en el más remoto torrente de montaña, presentando proyectos surgidos de la churrera tecnológica.

(Nota adicional para curiosos pertinentes: En la península ibérica, el ángulo óptimo de inclinación de los módulos recomendable es de 30º -calculado como correspondiente a la latitud menos 10-; y según hace notar el arquitecto Fernando Navarro y Bidegain, las  paredes orientadas al este y al oeste de los edificios, deberían estar desprovistas de ventanas, para evitar el despilfarro térmico)

Sobre cuestiones candentes del derecho de la energía (y 3)

Con este Comentario concluimos la reseña -con matizaciones propias y según nuestro singular criterio selectivo- que hemos realizado días atrás de la ponencia del Consejero de Estado Enrique Alonso, en las II Jornadas Pedro Meroño organizadas por la CNE. Invitamos al lector que, para encontrar la continuidad del tema, se dirija primero a los dos artículos anteriores.

1. Sobre las Cuestiones candentes del derecho de la energía

2. Sobre Más cuestiones candentes del derecho de la energía

6. Ayudas al carbón-

Alonso es de la opinión de que se ha calculado mal el rendimiento que iba a obtenerse ante las demandas de electricidad, energía y, entre todas las fuentes energéticas, del carbón. El decreto 134/2010 (Procedimiento de resolución de restricciones por garantía de suministro) se aplicó sin modificar el Plan de Ayudas al carbón, afectando al mercado eléctrico.

Acogiéndose al art. 25 de la Ley 54/97, que permitía al Gobierno establecer "procedimientos compatibles con el mercado de libre competencia en producción", para favorecer la participación del carbón nacional hasta el 15% de la producción de energía primaria con destino eléctrico, se ordenó al operador del sistema (OS) incoporar nuevas restricciones a la optimización del mix energético.

Al tiempo, se modificaba el cálculo de los saldos de derechos y obligaciones de pago a las instalaciones afectadas, pretendiendo compensar su lucro cesante, lo que fue detectado por la Comisión Europea como incompatible, obligando a cambiar el texto en este punto a solo dos semanas de su publicación.

El Consejo de Estado, expresó Alonso, "no hace política energética, y solo expresa opinión sobre lo que se le ordene", y por eso dejó indicado que había que decidir entre decarbonización del sistema o mantenimiento delas ayudas para el carbón nacional, pero no se podía sostener la producción de este recurso con ayudas permanentes.

7. Energías renovables.-

El RD 661/2007, regula la producción de energía en régimen especial (renovables), sustituyendo al RD 436/2004. Se garantiza para las nuevas instalaciones, a partir del 1 de enero de 2010 un tir del 9%, apreciándose, en el criterio de Alonso, que el mercado parece estar descontando el repunte del riesgo regulatorio.

Iberdrola Renovables, por ej. está cotizando con descuento del 15% (valor de compra: 4,52 €; valor suelo 3,70 €; Acciona cotiza con descuento del 33% (valor de compra: 137,11, valor suelo 124,1), destacando su perfil de riesgo operativo y financiero.

(Alonso parece haber seguido en este punto el Comentario de Banesto de 19 de abril de 2010, cuya transcripción literal es:

“El Gobierno estaría ultimando un nuevo marco regulatorio para las energías renovables para antes de verano. Al parecer el Gobierno estudia la posibilidad de poder aplicar el recorte de primas con carácter retroactivo si con la nueva retribución sigue habiendo una rentabilidad razonable “ estamos viendo todas las opciones jurídicas, aunque la retroactividad no está sobre la mesa “. El Mº Industria cuenta con que antes del verano se haya actualizada toda la retribución que afectaría sobre todo a la fotovoltaica con recortes estimados de primas del -20/-25% mientras que la eólica sería la menos afectada.


Valoración. Desde el punto de vista regulatorio, recordamos que el Gobierno, tal como contempla el actual RD 661/07, está abriendo ahora el primer periodo cuatrianual de revisión de las tarifas y primas de las renovables que cuando concluya se aplicará, sin carácter retroactivo, a las nuevas instalaciones en operación a partir del 1-1-2012 “garantizando siempre unas tasas de rentabilidad razonables “(7%-9%e TIR). La no retroactividad de la revisión de las primas está garantizada por ley actual y no creemos que el Gobierno vaya a romper la seguridad jurídica del sector.

En cualquier caso, también queremos mencionar que el repunte de riesgo regulatorio que el mercado parece estar descontando no afecta a nuestras valoraciones suelo que se basan en hipótesis más conservadoras que las que el mercado estaría descontando (i.e €1,55mn EV/Mw eólico –con tarifa fija 20 años y 8%e TIR). Por compañías, Iberdrola Renovables (Comprar, p.o €4,52) está cotizando con un descuento del – 15% vs. €3,70 valoración suelo, EDPR (Sobreponderar, p.o €8.7) cotiza con un descuento del -16% vs. €6,87 suelo y Acciona (Comprar, p.o €137,1) es la compañía que cotiza con el mayor descuento del -33% vs. €124,1 valoración suelo, destacando su mayor perfil de riesgo operativo y financiero (75% valoración es renovables, 25% otros negocios, x6,5 Deuda neta /Ebitda)”. (Transcrito de Banesto))

 8. Centrales nucleares (Nukes), ¿sí o no?

El debate nuclear estaría abierto en falso, porque no están internalizados los costes de la energía nuclear. "Ninguna empresa puede pretender haber internalizado los costes de tener a un observados durante 500.000 años frente a un depósito nuclear". Enjuicia Alonso a Enresa como "una empresa muy mal gestionada, desde el punto de vista de la estrategia de lo que debería hacerse en la gestión del siglo XXI"

9. Vehículos ecológicos y Edificios energéticos.

El Plan de impulso al coche ecológico es confuso, sin que pueda deducirse claramente lo que se está aprobando con él. No se indica nada en la Memoria, y en el Preámbulo únicamente se indica que es una ayuda para el mercado automovilístico, que es el objetivo real.

En cuanto a los llamados edificios energéticos, subsiste la indeterminación del responsable de la obtención del certificado energético. Pregunta Alonso: "¿Es el propietario, o la Comunidad?". Si se entendiera que son las Comunidades de Propietarios, la regulación carecería de "pies y cabeza", provocando la paralización de todas las transacciones de viviendas hasta que se consiguiera el acuerdo de todos los vecinos, siempre problemático. Una consecuencia de "las técnicas regulatorias sin detalle".

10- Eólica marina y biocombustibles.-

La cuestión acerca de la energía eólica marina la polariza Alonso con una pregunta incisiva: "¿Cómo puede una Ley pretender proteger el medio marino, si éste se puede desproteger por una Dirección General de Pesca autonómica?". Además, si se observa el mapa de ubicaciones eólicas marinas preferenes coinciden todas ellas con las de máxima protección offshore; tampoco se ha dilucidado jurídicamente si las Comunidades Autónomas tienen atribuciones sobre su litoral marino.

En cuanto a los Biocombustibles, Alonso se pregunta si La Directiva del 23 de abril de 2009 (RED), que obliga a incorporar el 10% de energía renovable al transporte, afecta a la seguridad alimentaria, debate que no se puede obviar. Aconseja, como elemento clarificador, leer el Informe de marzo de 2010 del Consortium Atlass  "Global Trade and Environmental Impact Study of the EU Biofuels Market". La especulación sobre los biocombustibles se está disparando: Galicia es ya una prueba de ello.

En fin, una apasionante ponencia, llena de actualidad y calor, la que nos proporcionó Enrique Alonso, una de las mentes más lúcidas del panorama jurídico-energético español de este momento, y que esperamos haber resumido sin grandes errores, para satisfacción e información de nuestros lectores. El derecho de la energía, en efecto, está candente: quema.

Sobre la digestión de las energías renovables

La determinación del Gobierno socialista de convertir a España en paladín de las energías renovables, siguiendo las orientaciones de un equipo de expertos liderado -en lo que se conoce- por Domingo Jiménez Beltrán, Joaquín Nieto y Green Peace, entre otros convencidos de que el fin del mundo está próximo, si no se toman medidas inmediatas para reducir drásticamente la producción de gases invernadero, está teniendo y tendrá consecuencias que van aflorando, como cuerpos arrojados al océano.

No estamos en contra, por supuesto, de estas energías, sino que defendemos la claridad y profundidad técnica de las decisiones que se adopten, porque la ocultación de las dificultades no beneficia más que a los ignorantes y a los aprovechados de esa ignorancia.

España es prácticamente una isla energética, y la gestión de unas energías -como la éolica y la solar- que tienen una producción discontinua y poco controlable, genera dificultades especiales al sistema. Necesitamos las energías renovables, por supuesto, -son una fuente limpia, autónoma e inagotable-, pero no podemos ignorar los costes de su integración y, mucho menos, las dificultades técnicas que hay que superar para hacer efectivos los objetivos que se hayan fijado políticamente.

Pocas personas más cualificadas para hacer el análisis que Alberto Carbajo, director general de operación de Red Eléctrica Española, quien pronunció el 18 de mayo de 2010, en el Claustro de la Escuela de Minas de Madrid, invitado por el CEMA, del que es vocal de su Junta Directiva, una conferencia esclarecedora sobre la gestión de las energías renovables.

Como buen profesional, Carbajo no hace crítica de las instrucciones del Gobierno, sino que se limita a expresar las cuestiones que deben solventarse, dentro de una clara posición favorable a la incorporación de las energías renovables al sistema de producción eléctrico. ("Necesitamos las energías renovables porque nuestro sistema actual de producción es insostenible; son fuentes propias; la inversión está hecha y generan riqueza a nivel local, favoreciendo el desarrollo").

Las dificultades de integración de las renovables y, en particular, de la eólica, provienen de la variabilidad de su producción -estacional y también diaria-, y, tampoco conviene olvidarlo, de la variabilidad de la demanda que, en España, tiene un consumo valle relativamente bajo que coincide, con frecuencia, con la mayor producción de esas energías verdes, lo que provoca los llamados "vertidos de energía eólica", ya que el sistema no puede absorber el exceso.

La cuestión presentada no es la única de las que afectan a la gestión de las eólicas. Desde luego, con vientos superiores a 25 m/s los aerogeneradores, por motivos de seguridad, deben ponerse "en  bandera" -como sucedió con el huracán Klaus, por el que llegaron a perderse 7.000 Mw en 90 minutos).

Más importante aún que esta limitación estructural a la utilización de los vientos mayores, debe considerarse el hecho de que la preferencia de integración de las renovables al sistema y las fluctuaciones del consumo, obligan a mantener "al ralentí", dispuestas para su entrada inmediata al sistema, las instalaciones de ciclo combinado. Eso es así porque se tardaria en arrancar unas 5 h una instalación de ciclo combinado, y las caídas de producción de las eólicas como los incidentes -huecos de tensión, unos 1.200 anuales- de la red tienen que solventarse en milisegundos.

El objetivo de llegar a 40.000 Mw de producción eólica en 2020 creará incógnitas sobre el comportamiento del sistema, que obligarán a incorporar medidas de acompañamiento, de naturaleza técnica, económica y jurídica. Afectará al rendimiento esperado de las instalaciones de ciclo combinado, que se verán sometidos a mayores costes de mantenimiento -mayor número de arranques y paradas- y a una drástica reducción de las horas de funcionamiento (que pasará a ser de 1.500 a 2.000 h anuales).

Afectará igualmente a la generación y absorción de los bombeos previstos con el objetivo de compensar los excesos de producción en horas valle. Se ha analizado que con  los 18.000 Mw ya instalados se hubiera podido disponer de 4.000 Mw adicionales de bombeo. Habrá que realizar simulaciones precisas para estudiar el comportamiento con una producción éolica doble, y definir dónde se van a ubicar los 5.700 Mw adicionales de bombeo que prevé el Gobierno en su Propuesta de mix eléctrico 2011-2020 (con una generación eléctrica de renovables del 42,3%, equivalente a  178.000 Gwh y a una demanda valle de 300 a 340 Tw/h).

Una interesante reflexión, desde el conocimiento, la propiciada por Alberto Carbajo, que fue aún enriquecida en el debate, en donde se expresaron algunas de las preocupaciones del sector.

 

Sobre más cuestiones candentes del derecho de la energía

Continuamos con el comentario anterior.

3.- Red mundial del gas.

España está ausente de los consorcios de explotación de gas -14- que se han establecido en torno a los países descapitalizados que formaban la antigua URSS. No existe ningún documento público que plasme un Plan geopolítico de abastecimiento.

Incluso la industria del sector no tiene en cuenta datos esenciales: sirva como ejemplo la cuestión de Carboneras y Cabo de Gata, en el que se sigue menospreciando la problemática ambiental, en la inconsciencia de que que se acabaron los tiempos en los que el dinero lo arreglaba todo. Seguimos tratando los temas con ignorancia de las organizaciones internacionales.

Para Alonso, se trata de un problema de cultura general de las emrpesas energéticas, que ven las cuestiones ambientales como confrontación, en lugar de traducirlas en términos de oportunidad.

La ubicación del mar de Albarán, zona de gran diversidad biológica -por la combinación de reflujos de agua caliente y fría- afecta decisivamente a la estrategia de distribución de gas natural, perfilando un casus belli similar al acaecido con la ubicación del aeropuerto de Ciudad Real. El 25% de la flota de barcos mundiales atraviesa el estrecho de Gibraltar. La Organización Marítima Internacional (IMO) votó unánimente llevar el tráfico fuera del mar territorial.

4. Ronda Doha.-

En España, nadie parece estar enterado de las negociaciones que se están llevando a cabo para la liberalización de los servicios energéticos, y por la que se pretende igualar las condiciones de acceso a los mercado para los operadores extranjeros respecto a los internos (en el Marco GATTs). Existe una relación que involucra a 500 servicios, considerados energéticos, y que se hallan pendientes de la culminación del acuerdo.

En nuestro país se ignora cuál sería el acuerdo más adecuado a los intereses propios.

5. Derechos de emisión, almacenamiento de CO2 y ATC

Alonso se refirió al proyecto de Ley que modifica la 1/2005 (por la que se regula el régimen del comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero). ¿Cómo se realiza el control de las emisiones de CO2 y qué medidas se adoptan para reducirlo?. "En España, como siempre, aparecerán los problemas a última hora", indicó, en respuesta a una pregunta que no llegó a formular, pero que quedó expuesta en la  línea que recogemos en este Comentario.

El debate acerca de si el almacenamiento de CO2 debe regirse o no por la ley de Minas carece de sentido, pues responde al desconocimiento de juristas y técnicos. La discusión pretende sustraer al Estado la decisión sobre estos emplazamientos, ya que la Ley de Minas traslada a las CCAA la responsabilidad minera.

Pero se trata de un tema claramente no minero, porque "no todo agujero es una mina". Las cavidades susceptibles de ser empleadas para almacenamiento son recursos, en todo caso, geológicos, cuya utilización instrumental deberá ser, además, aprobada por Bruselas. Lo lógico, por tanto, será atribuir la cuestión a un título competencial centralizado por el Estado.

La cuestión no es diferente de la que afecta a los Almacenamientos Transitorios Centralizados de residuos nucleares. Se trata de depósitos que han de permanecer 20, quizá 100 años, a la espera de un destino final. No puede confiarse la cuestión a administraciones locales ni a intereses variables políticamente.

Alonso atribuye la proliferación de discusiones sin argumentos convincentes a la falta de formación de los abogados, formados en el contexto de las últimas bocanadas del derecho administrativo francés, que era premoderno, y que derivó en miles de leyes, sin que fuera capaz de plantearse modelos nuevos. El derecho urbanístico cayó en ese caos legislativo de carácter arcaizante, y el derecho energético tiene ese riesgo.

(Sigue en otro Comentario)