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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre los beneficios de BP

BP, la antigua British Petróleum, se está ahogando en petróleo, que ha sido su fuente de beneficio, su razón de ser, la materia prima que le dió vida y le permitó sobrevivir a tres de aquellas siete hermanas de los 60-70 del siglo XX.

La página web de este grupo dedica un espacio extenso para actualizar los datos del vertido de petróleo en el Golfo de México que ha provocado la explosión de una de las plataformas offshore que el gobierno del presidente norteamericano Obama había autorizado a instalar en aguas más profundas de lo nunca prospectado hasta entonces.

La publicación de ese diario de las dificultades de BP para controlar con rapidez y eficacia el descalabro, ordenada por el gobierno, se ha convertido en un documento de referencia para analizar los méritos y las limitaciones de la técnica, cuando se trabaja bajo presión.

Algo falló, justamente porque se encontró lo que se buscaba, y el éxito del halalzgo se convirtió en el mayor desastre ecológico vinculado al petróleo, un líquido imprescidible para nuestra movilidad actual de frenéticos consumidores de distancias.

Un combustible que, a pesar de los avances tecnológicos, no hemos podido sustituir con la suficiente garantía o con el precio competitivo para alcanzar el nivel de satisfacción al que estamos acostumbrados. Ni coche eléctrico, ni biocombustibles: necesitamos petróleo, y se nos acaba.

Al lector de noticias le habrá sorprendido la facilidad con la que BP está asumiendo compensaciones tan altas para los afectados por la catástrofe -además de los trabajadores de la plataforma que han perdido la vida, pescadores, hosteleros, restauradores, etc. y, por supuesto, los millones de animales irracionales que se han visto obligados a sobrevivir en un medio tan hostil-.

Con unos beneficios durante el primer trimestre de 2010 que multiplicaron por 2,5 los del mismo período de 2009 y unos ingresos de 74.000 Mill de dólares que prácticamente los duplicaron, los márgenes de actuación de la multifacética compañía parecen muy grandes. Dedicar 20.000 o 60.000 Mill. de dólares para una de las mayores empresas mundiales, que "sabe qué hacer para ahorrar energía" (según su eslógan) a medidas de compensación por un descalabro en el que procurarán demostrar no tuvieran más que fatalidad y ninguna culpa, no ha de ser problema.

El problema es, sigue siendo, si podemos pagarnos tanto despilfarro de energía, incluídos los desastres ecológicos que supone el extraer recursos que la naturaleza ha puesto a nuestra disposición a precios cada vez mayores, con riesgos cuya exacta previsión, a pesar de los avances de la técnica y de lo que queremos creer, nunca será posible.

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