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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre el uso de placas solares en edificios

Las empresas de energía fotovoltaica están pasando momentos difíciles en España. En 2009, esa forma de energía limpia fue subvencionada con 2.600 Millones de euros, de acuerdo con una disposición legal que, en la pretensión de ayudar a su desarrollo había venido garantizando un rendimiento económico mínimo. En una coyuntura de creciente crisis, la seguridad de obtener una rentabilidad apetecible, motivó una dinamización de inversores que apostaron por las "huertas solares" no por impulso ecológico ni por afán de apoyo a la investigación, sino con intereses simplemente especulativos.

Así lo entendieron desde varios observatorios, alertando al Gobierno, que decidió cambiar el escenario, y decir digo donde había escrito Diego. La energía solar fotovoltaica que estaba regulada por el RD 661/2007, por el que se bonificaba con el 575 % el precio del KWh (0,44 €/kWh), pasó a regirse desde el 30 de septiembre de 2008 por el RD 1578/2008, que modificó las primas según la ubicación(en suelos: 0,32 €/kWh; en techos de edificaciones: 0,34 €/kWh), limitando, además, la potencia anual máxima que podría instalarse.

Esta medida gubernamental fue ásperamente criticada por el sector, que entendía que se estaba vulnerando el principio de irretroactividad, y que significaba la pérdida de confianza en los compromisos del Ejecutivo. La cuestión, claro, está en los tribunales.

Pero la actividad del sector fotovoltaico no se concentra en la litigiosidad con el Gobierno. Después del ajuste empresarial, que ha llevado a algunas empresas a la desinversión en esta forma de energía -caso de BP Solar, que cesó en 2009 sus actividades en la planta de fabricación de células de Tres Cantos (Madrid) y en la fábrica de montaje de módulos de San Sebastián de los Reyes (Madrid)-, se han creado otras, con algunos de los mimbres rotos y nuevas fuerzas.

Es el caso de ILB Ensol (del grupo suizo Helios), cuyos portavoces defienden que las instalaciones fotovoltaicas se encuentran cerca de alcanzar la paridad con el precio de la energía, y que en 10 o 15 años no necesitarán subvenciones.

Sacando pecho en la adversidad, los fotovoltaicos concentran, de momento, sus esfuerzos comerciales en las edificaciones industriales y de uso público, afectadas por el apartado H5 del CTE. "La aprobación del Código Técnico de la Edificación (CTE, RD 314/2006) ha colocado a España a la cabeza mundial en el uso de energías renovables" y "marca un antes y un después en el uso de estas energías en los edificios" (Así se hace notar en la Guía de Integración Solar Fotovoltaica", encargada a Conergy España por la DG de Industria, Ene´rgía y Minas de la Consejería de Economía y Hacienda de Madrid, editada en 2009).

El gran objetivo son las viviendas particulares. Para movilizar  este mercado, solicitan que se permita el autoconsumo y se elimine la barrera de la potencia mínima de 5 kW, obviando así, tanto la obligación de entregar la energía a la red y pagar la que se necesite a la tarifa oficial, como la de afrontar una inversión cuyo montante es disuasorio para un propietario de vivienda.

De eliminarse estos condicionandos, la "sensibilidad ambiental" facilitaría el que cualquiera pueda hacer el cálculo de la que le es posible obtener a partir de las placas que sitúe en el tejado de su casa, y analice el tiempo de amortización de la inversión en relación con lo que evite pagar a la compañía eléctrica.

Aseguran, para tranquilidad de ese propietario ecológico, la solidez de la tecnología de los módulos de silicio multicristalino -hoy, la más barata de todas y con agradable efecto estético-, que apenas necesitaría mantenimiento.

Como para tener la visión completo, hay que procurar escuchar a todas las partes, en la interesante Jornada organizada por la citada DG de la Comunidad de Madrid, el 28 de mayo de 2010, el responsable de Provisiones del Servicio de Generación de Unión Fenosa Distribución (Rufino Alberto Vigil ) aportó una visión menos idílica.

Entre otros aspectos, puso el énfasis en las dificultades de regular un sistema en el que hubiera miles de puntos de producción de energía con aportes insignificantes y, además, en el despropósito que supone que -en una estimación realizada por extrapolación de las que contabiliza directamente la empresa- existan solicitudes y registros de preasignación por 4.200 MW en todo el sistema, cuando las instalaciones que realmente se pueden avabar ejecutando en las cinco convocatorias no deben superar los 250 MWno llegan (un 5%).

"El registro de preasignación es una buen idea, pero no ha conseguido evitar la gestión de un número altísimo de solicitudes. Se estima que se realizarán 7000 solicitudes de las queápenas 200 llegarán a buen puerto. No se puede planificar así. Al día de hoy, están cubiertas las próximas 20 convocatorias. ¿Qué objeto tiene presentar tantas solicitudes? ¿Se es consciente del tiempo, coste y número de conflictos que se generan?...Vivimos en dos mundos paralelos"

Algo parecido se vivió con el "boom de la energía minihidráulica", que motivó que hábiles especuladores se apresuraran a registrar a su nombre cualquier salto hidráulico en el más remoto torrente de montaña, presentando proyectos surgidos de la churrera tecnológica.

(Nota adicional para curiosos pertinentes: En la península ibérica, el ángulo óptimo de inclinación de los módulos recomendable es de 30º -calculado como correspondiente a la latitud menos 10-; y según hace notar el arquitecto Fernando Navarro y Bidegain, las  paredes orientadas al este y al oeste de los edificios, deberían estar desprovistas de ventanas, para evitar el despilfarro térmico)

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