A falta de pan, buenas son tortas
A Javier Anta, presidente de ASIF (la asociación mayoritaria de gentes del mundo fotovoltaico español) no le duelen prendas ni le van las medias tintas, por lo que demostró mientras pintaba, con pinceladas firmes y sombrías, el cuadro paisajístico del sector que representa: "Es fundamental tener un mejor gobierno".
Fue en el transcurso del desayuno-ponencia que ofreció, a salón lleno, el Foro Nueva Economía el 9 de febrero de 2011. Era, por supuesto, imposible, conocer si Anta se refería a gobierno con mayúsculas o con minúsculas, y tampoco se echaba en falta la precisión: Para ASIF, las cosas no se han hecho como debieran.
Resaltó Anta en su intervención que el precio de los paneles fotovoltaicos se ha reducido en los últimos diez años desde los 10€/kW a los 2 €/kW, demostración, sin duda, del tremendo esfuerzo realizado por aminorar los costes. La adopción de una medida de estímulo al sector supuso el abandono de la i+d para activar el desarrollo industrial, en la idea de que ello aceleraría la curva de experiencia.
Cuando se inició este proceso, España contaba únicamente con dos fabricantes, con capacidad para 1 Mw/año, y se encontraba a la cabeza de las aplicaciones. El RD 1828/1998 supuso un esfuerzo de apuesta por esta tecnología. Sinn embargo, los últimos cambios regulatorios son vistos en consonancia con la intención de desplazar del mercado a la fotovoltaica.
El RD 661/2007 fijaba una tarifa para la foltovoltaica que todos -incluso desde el sector- valoraron que era alta, pero el Plan 2005/2010 apostaba por alcanzar la cifra de los 400 MW al final del período.
En los meses subsiguientes, "gracias a la posibilidad de financiación barata, a la importación de paneles (sobre todo, del Extremo oriente) y a la sencillez de la tecnologia, así como al canon establecido, provocaron que se llegara a una cifra diez veces superior al objetivo planficado".
Anta se preguntaba si el sector era responsable de la situación, para contestarse: "El responsable fue la propia tecnología. La regulación no resultó óptima, porque introdujo desequilibrios y tensiones en el sector energético".
En 2008, como es conocido, se instauró el Registro de Asignaciones para la Retribución, procedimiento complejo y que no es visto ahora como eficaz. "Cuando en 2009 se alcanzó la velocidad de crucero, el Gobierno pretende ahora una quita del 30% sobre las tarifas, limitando las horas del PER y las horas de producción para todas las instalaciones y, además, imponiendo una reducción adicional por zonas, que supone una merma entre el 10 y el 15% de las expectativas económicas."
La discrepancia del sector respecto a las medidas es calificada por el ponente de forma clara: "El sector no compartía la limitación de horas ni los recortes tarifarios, pero lo que no podía aceptar en ningún caso es el efecto retroactivo de las medidas".
Los resultados de las mesas de negociación con el Gobierno no cambiaron la posición del Ejecutivo. "Se apuntaron varias soluciones: sacar de la tarifa las instalaciones que estaban incumpliendo la normativa, porque no habían cumplido con la obligación de terminar las obras en la fecha prevista, o porque habían instalado paneles en época más reciente (con tecnologías más baratas), y se habían acogido, sin embargo, a las subvenciones. Se hubieran podido ahorrar así 720 Mill € -a lo mejor, o en el primer año, pero sí en dos o tres años)".
El asunto se complicó por la difusión de declaraciones falaces (por ejemplo, que se había producido fotovoltaica en horario nocturno), haciendo propagar la idea interesada de que el sector "era timador".
Esta descalificación global al sector no es en absoluto compartida por ASIF: "Puede que en un total de 50.000 instalaciones exista 1% de instalaciones irregulares, pero extrapolar la situación es una manipulación".
También hay que resaltar que "en España fabricamos todos los eslabones de la cadena de valor", y que " de los 25.000 Mill. € invertidos en los últimos 4 años, se han atraído 10.000 Mill € de inversión extranjera".
Lo dicho, a falta de pan, buenas son tortas.
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