Sobre las cuestiones candentes del derecho de la energía
Con una vertiginosa incursión por los problemas europeos que se acumulan en la cartera energética, el Consejero de Estado Enrique Alonso cerró las Jornadas sobre Derecho de la Energía organizadas por la CNE.
No podemos hacer una reseña formal de la conferencia, ya que, el Consejero es una máquina de expresar ideas y palabras y resulta muy difícil tomarle notas coherentes a vuelapluma. Nos limitamos, por ello, habida cuenta además del reducido espacio de este Comentario, a intentar un resumen, en nuestras propias palabras, de sus reflexiones, buscando su presentación sistemática -lo haremos en varios artículos-.
1. Marco energético global.-
Europa no puede sacar adelante sus propias medidas energéticas sin un marco global, en el que la evolución del Acuerdo entre Estados Unidos y China señala la referencia.
El programa energético electoral del presidente Obama era inaplicable ("una locura", expresó Alonso) y el pragmatismo se impuso. En febrero de 2009, se aprobó el American Recovery and Reinvestment Act, que destinaba 787.000 millones de dólares a la recuperación económica. Las medidas adoptadas después de la reunión de Copenhague suponen la continuación con la política del ex-presidente Bush en este campo.
El mercado de compra-venta de derechos de emisión norteamericanos se alimenta, realmente, solo la contaminación del aire, y es California el que, con una atmósfera que ya no admite más contaminación, el Estado que precisa las más urgentes medidas o la compra masiva de derechos. Por eso, la administración de Obama, buscando un efecto demostración, permitió la apertura de nuevos pozos en el Golfo. El derrame de Louisiana ha venido ha puesto en solfa esta estrategia.
Pero la plasmación de un modelo energético estable y con una base de autonomía satisfactoria es la preocupación persistente en los EEUU. Las medidas regulatorias no pierden de vista los efectos económicos. En la página del Departamento de Energía norteamericano puede obtenerse una información amplia, actualizada, sobre muy diversos aspectos, políticos, legislativos y técnicos.
2. Plasmación de un mix energético coherente.
Obama apoya la energía eólica, pero hay que tener en cuenta que las posibilidades de aumentar su proporción en EEUU en este campo son reales, en tanto que en España, parecen agotadas. Las posibles ubicaciones terrestes en nuestro país para aerogeneradores ya se han utilizado, y quedaría analizar las posibilidades en la plataforma marina, pero el mapa eólico off-shore coincide con el de las zonas sensibles biológicas.
En cuanto a la energía nuclear, la tecnología del reactor de hidrógeno sería, en opinión de Alonso, la única perspectiva que justifica la apertura del programa en USA. La Oficina de Energía Nuclear (NE) pretende que eln 2017 esté disponible a escala comercial la producción de hidrógeno a partir de esta fuente energética. (Los Reactores llamados de IV generación serían capaces de proporcionar el calor a bajo costo).
En octubre de 2009, la EPA publicó la reglamentación, como Programa de Prevención de Deterioros Significativos (PSD), que obliga a las nuevas fuentes de contaminación o a las existentes que modifiquen sus características, a demostrar el uso de las mejores técnicas disponibles para minimizar los gases con efecto invernadero, a partir de la emisión de 25.000 t/año de CO2 equivalente.
En la actualidad, unas 14.000 fuentes contaminantes necesitan estos permisos, y unas 3.000 deberán revisar los actuales para comprobar el cumplimiento del Clean Air Act. La EPA estima que, cada año, unas 400 nuevas fuentes deberán someterse al Programa -en su mayoría, vertederos municipales-).
(continúa en otro Comentario)
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