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Al Socaire de El blog de Angel Arias

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Sobre los colores de la leche asturiana

Soplan vientos de crisis, es decir, de cambio, en la Central Lechera Asturiana. Vienen soplando, en realidad, desde hace años, y, tal vez por la polvareda que los aires en movimiento provocan, los análisis de las razones que justifican una reorientación no estuvieron siempre claros.

El invento estaba necesitado de una actualización. No tanto por la viabilidad legal de la Sociedad Agraria de Transformación, sino por las dificultades de mantener la cabeza alta en un mundo, el de la leche y derivados, controlado de forma creciente por grupos económicamente fuertes.

En la Central se han perfilado, una vez retirado Saenz de Miera, dos posiciones enfrentadas, y prácticamente paritarias. No parece, sin embargo, que la discusión de ambas facciones se haya centrado tanto en el programa de futuro, como en la defensa del control societario por parte de los ganaderos asturianos. Fallida la propuesta de transformación de la SAT en una Sociedad Limitada, que era la idea heredada que puso sobre la mesa el nuevo presidente Bertino Velasco en la Asamblea de junio, se ha desarrollado una opción desde la alternativa que exige un debate interno urgente y abierto, antes de que las cosas vayan a más o se malinterpreten.

Sucede que Cajastur, accionista de Capsa, que es la sociedad cabeza del minigrupo al que pertenece CLAS, pretende eliminar a los accionistas franceses de Bongrain, la mayor empresa europea del sector, ofreciéndole comprar su 27% y consolidar simultáneamente un proyecto esclusivamente asturiano.

Suena muy bien, y encaja plenamente con los postulados que venimos defendiendo en este Cuaderno. Lo que no suena nada bien es que la propuesta de Cajastur, que ha recibido hasta ahora oídos sordos de la administración de la Central, se esté planteando directamente a los principales ganaderos, creando una sensación de complot contra la actual dirección, y amenazando un cisma.

Como Cajastur no es un elemento neutral en la política regional, porque responde a las directrices del Gobierno autonómico, hay que imaginar que el que manda en la operación es el presidente Areces, por lo que el matiz que tiene la cuestión es esencialmente político.

Y ya se sabe que cuando entra la política por medio, los argumentos se encrespan y los ánimos se afilan, haciendo que la viabilidad de la solución aparezca más distante si, como es el caso, lo que está enfrente es la actual dirección, una mayoría de los socios y la poderosa Bongrain, que ha facturado el año pasado 3.500 millones de euros, y que crece en 2008 a un ritmo próximo al 13%.

No hay que desmerecer la actuación de Cajastur, que tiene-al menos, de momento, mientras no se aplique la reestructuración financiera y de metodología a que vendrán obligadas las Cajas, por directrices de la Unión Europea- lo que hay que tener para viabilizar su intención: dinero. Eso, sí, si Bongrain estuviera dispuesto a vender y lo hiciera a un precio razonable. Porque estas cosas no son solo cuestión de huevos, ni de buena o mala leche, sino de pasta.

La actuación de Cajastur quedaría más legitimada si se conociera, además de la intención, el proyecto que quiere llevar a cabo, Porque para mantener rentable la gestión de una Centrallechera en un mundo de gigantes, hay que alimentar continuamente el flujo de inversiones, renovar con tecnología cada vez más sofisticada los equipos, ampliar los valores añadidos y lmejorar a comercialización, diversificar y -este es el cierre del círculo virtuoso- buscar nuevos mercados.

No se trata solamente de vender la leche asturiana, sino la producida en aquellas otras regiones, y países, en los que una empresa de este complejo sector ha de tener presencia para no verse permanentemente amenazada por una opa de los más grandes.

Sobre la leche asturiana, la cuajada y el rosario de la Aurora

Como se había vaticinado, en la Central Lechera Asturiana, la dimisión del presidente Saenz de Miera, por razones de edad, -el gran artífice de ese singular proyecto para activar el mercado lácteo, que consistió en crear de la nada una Cooperativa de ganaderos- provocó de inmediato la aparición de los dos sectores que, en su presencia, habían mantenido una reserva prudente de sus discrepancias.

El nuevo Presidente, Bertino Velasco, adoptó la línea oficialista, que suponía seguir apoyándose en el economista Pedro Astals, intelectual de las finanzas agropecuarias y consejero delegado en los últimos años. Contaba con un as en la manga: el refuerzo de credibilidad que conformaba un informe conjunto de Alvaro Cuervo y Pedro de Silva, prestigiosos intelectuales regionales que mantienen un incumplido proyecto regional en su purpúrea cabeza.

Por ello, encomendándose a la doctrina shumpeteriana, Velasco se atrevió a convocar una asamblea de compromisarios a la que propuso la transmutación de la Sociedad Agraria de Transformación en que había devenido la Cooperativa original, en una Sociedad Limitada.

Como parte de la operación financiera, enmascarada en una supuesta exigencia jurídica, se debería hacer un trasvase de activos a Capsa, una Sociedad Anónima que permitiría, como su nombre indica, un juego de transaciones de capital bastante más opaco. La oposición creyó ver en ello una maniobra para dejar a la mayoría de los socios fundadores, hoy simples tenedores de acciones y retirados del ordeño, sentados a la mesa, compuestos y sin novia.

El proyecto propuesto no cuajó -hablamos de primeros de junio de 2008-, porque casi un número idéntico de compromisarios, agrupados en torno a Ramón Fernández, el candidato a Presidente derrotado, dijo que nones. Después de mucho rifirafe, el bloque crítico se ausentó de la Asamblea, absteniéndose incluso de votar "no" para -dicen- no validar con su negativa la legitimidad de un proyecto con el que no están de acuerdo.

Cuando en una colmena hay dos abejas reinas, lo que sucede en la naturaleza es que la mitad del enjambre se va con cada una, y aquí paz y después gloria, prosperando ambas. En el caso de la leche asturiana, la división de la empresa no es aconsejable, porque la viabilidad del proyecto está, justamente, en mantenerse unidos, tanto los socios inactivos -los que no tienen ya cuota lechera- como los activos. Comprar la participación de los que hoy no tienen ganadería , salvo que se hiciera a un precio simbólico, haría el planteamiento financiero inviable.

Además, el temor que tienen la mitad de los compromisarios consiste en que aparezcan nuevos socios capitalistas que hagan perder su identidad a la leche asturiana, convirtiéndolos en un juguete de otros intereses no controlables. Hasta ahora, CLAS ha funcionado como una familia, más o menos avenida, a la que el talante paternalista de Saenz de Miera ayudó a imprimir con ese carácter.

Los lobos acechan ahora el resultado de la contienda entre las facciones. Hacerse con la mayoría de la empresa es un bocado apetitoso, que permite un amplio juego de estrategias, imponiendo precios de compra al productor de leche menos transparentes.

Cajastur, socio de CAPSA, ha ofrecido apoyo financiero para poner en pié un proyecto de futuro, sea el que fuera, con tal de que no pierda su base regional. Es una condición sensata, y, en principio, disuasoria para otros capitalistas. Pero quedan tantos flecos por concretar que hay que darle varias vueltas de tuerca al tarro de las ideas.

En fin, que las propuestas tienen que cuajar. La leche cuajada es un postre buenísimo. Lo que hay que evitar es que la historia termine como el rosario de la Aurora, que, según las crónicas, alguna vez empezaba con rezos y acababa con obleas, o sea, a ostias. Parece que una de las veces, una feligresa armó la marimorena porque, en la procesión del alba, dió una patada en los testículos al cura que llevaba la imagen de la Virgen; en represalia, suponemos de algún desplante íntimo.

 

Sobre el español como lengua unificadora y las culturas regionales

Los tiempos modernos están dando al traste con uno de los logros mayores con los que comenzó la modernidad en España: la unificación linguística.

No pretendemos hacer menosprecio de las variadas versiones del latín que, con mayor o menor evolución y contaminaciones producidas por la orografía, han llegado hasta aquí, la mayor parte, heridas de muerte. Todas las lenguas, vivas y muertas, tienen el inmenso valor de haber servido o servir para comunicarse, ser vehículo para expresión de las ideas, los sentimientos, y se constituyen por ello en la base imprescindible para trasmitir los matices del placer, los contenidos de la ciencia, la riqueza de las situaciones.

Pero nos parece lamentable que se esté retornando hacia la situación que, tan simbólica como cruelmente, ha reflejado el Antiguo Testamento en el relato de la Torre de Babel. Los españoles habíamos conseguido tener, felizmente, una lengua única para la comunicación en todo el territorio, para entendernos todos con todos. Circunstancias históricas añadidas, cuyo análisis no queremos hacer ahora, nos habían dejado el regalo adicional de que el español fuera también el elemento de comunicación entre muchos otros pueblos, convertido en la segunda lengua mundial.

Una preocupación que se vende como restauradora de un desequilibrio y una dominación, pero que, al ser extemporánea, aparece como interesada, egoísta, carente de verdaderos propósitos globalizadores, pretende destruir esa unidad lingüistica, forzando la educación de niños y jóvenes en una lengua de difusión menor. Es una mezquindaz ideológica, un daño para esos educandos. La lengua es, sobre todo, base para la comunicación, Por su naturaleza, sirve de elemento portador de la cultura, pero es discutible que sea, por si misma, ella misma cultura.

Si se pierde el español como lengua común para entendernos en las tierras de España habremos perdido mucha fuerza para avanzar conjuntamente. El correcto conocimiento del catalán, del euskera, del galego, o del bable, no deben impedir el pleno y exacto conocimiento del español. Ante todo, tenemos que saber hablar y escribir perfectamente el español. Es nuestra lengua común, es lo que nos hace posible entendernos.

Los que quieren que nos miremos en el ombligo del pasado para buscar allí las borlas de una supuesta riqueza cultural diferenciada, nos están impìdiendo mirar limpiamente hacia el futuro. Español, inglés, árabe, chino, esperanto, ..., cualquier lengua que nos permita entendernos con el otro, con cuantos más mejor, afirma nuestra inteligencia, nos ayuda a ser pacíficos y mejora la creatividad de todos.

Sobre cabezas de ratón, colas de los leones y otros animales

En las grandes ciudades, en donde la competencia es desde el principio feroz, los educandos toman rápidamente consciencia de sus limitaciones. Siempre hay alguien más listo que iuno, más rápido, más guapo, que toca mejor el clarinete o que es más hijo de papá que todos los demás juntos. Por eso, el sentido de lo gregario se desarrolla primero y los infantes se afilian rápidamente a algún grupo para tener señas de identidad y defensa: valen los skin heads, los devotos del Getafe o del Espanyol o los seguidores de Sakira.

En las pequeñas colectividades, las cosas van de otra manera. En el pueblo, el que lanza la piedra más lejos ya es figura local entre los críos; y cada uno encuentra, más o menos, un lugar: mejor pescador que nadie, las caza al vuelo, no hay quien le tosa al dominó o se las lleva de calle. Esta situación tiene especial interés cuando permite dotarse de un cierto músculo y una seguridad antes de que los alevines locales salgan a buscarse la vida fuera. Se ha protegido así a los hijos generados en ese cultivo pueblerino, mientras crecen y se hacen mayores, permitiendo que se individualicen.

Las regiones españolas están llenas de cabezas de ratón: políticos, empresarios, profesores de universidad y de instituto, atletas, articulistas, pensadores de salón y otros variopintos personajes que tienen su predicamento en el entorno, pero que son desconocidos fuera de él. Las grandes ciudades españolas están plagadas de colas de leones: aduladores, copistas, seguidores de ideas de otros, militantes de fotocopiadoras y me da usté su permiso, etc.

A veces tienen ocasión de encontrarse cabezas de ratón y colas de león, junto con los otros animales que componen la fauna ibérica imaginaria: buitres carroñeros, águilas imperiales, linces en peligro de extinción, lagartijas, sapos, puercoespines y peces bobo.

Lo más curioso es que, si son analizadas con cuidado, puede advertirse que la mayoría de las cabezas de león han sido alguna vez cabeza de ratón, transplantada a un entorno desconocido y que han sabido trasmutarse para su supervivencia, apoyándonse en la seguridad que les dieron de niños en el pueblo.  

Sobre la gestión ambiental en Asturias

Si alguien albergara alguna duda de que Asturias es España y lo demás, tierra conquistada -no ya a los moros, sino, en general, a la insolidaridad de la especie humana-, no tiene más que darse una vuelta por los períodicos locales. Encontrará múltiples ejemplos de la capacidad de los asturianos para pensar diferente, maestros en practicar el transversal thinking, o sea, ir a desmano, pero en fino.

Hace unos meses -por noviembre de 2007-, el Gobierno de Asturias, por consejo de la FSA, la federación socialista- renunciaba al aven (tren de alta velocidad) del Cantábrico por "su brutal impacto ecológico", quebrando así en tierras astúricas la iniciativa de otras gentes limítrofes, empeñadas en crear un corredor ferroviario por la cornisa. También argumentaron desde la Administración autonómica que lo de unir el norte por ferrocarril rápido, pero que no había demanda social ni económica (esto ya se entiende menos) para ello. No puede decirse que se tratara de una cuestión ideológica, ya que, al menos, los dos partidos mayoritarios de las comunidades vecinas, apoyan el proyecto, y lo están realizando, y el Gobierno del Presidente Zapatero estaba de acuerdo en esa infraestructura.

En su preocupación ambiental, mientras el Gobierno central -y el europeo- se empeñan en recomendar energías verdes y, sobre todo, las eólicas, Asturias ha renunciado a la implantación masiva de aerogeneradores, promulgando una Ley moratoria o de parón a la instalación de más molinos. Lo que, si bien no llegó a tiempo de impedir que algunas de las hermosas crestas de la tierra se vieran adornadas profusamente con esos armatrostes, sirvió para paralizar la movilización de los alcaldes -socialistas, en general- para decir que sí a cualquiera que estuviera dispuesto a darles unas perrinas con las que adornar la fuente del pueblo a cambio de alquilar el paisaje por un par de lustros.

En la región, el gusto por las instalaciones de quemar está, por lo demás, bien metido en los tuétanos, y se apoyan siempre que se puede las máquinas directamente relacionadas con la piromanía. Da igual que estén situadas en La Pereda, en Soto la Barca o la Ribera y, por supuesto, en Aboño y el Musel. No se trata exactamente de que los asturianos disfruten con el humo, ni tampoco que les guste vivir de als subvenciones del resto del Estado. Pero su experiencia les hace ver los puestos de trabajo en relación con el humo y el trabajo duro. Por eso, no solamente se ve bien una desgasificadora, sino dos, y las que hagan falta, aunque con ello se conseguirá adornar un poco mejor la vista de la costa desde la carretera que une Candás con Gijón, con esos bellísimos depósitos de derivados del petróleo que son marca de identidad de ese lado del Paraíso.

Tiene la región hermosos ríos salmoneros -es un accidente ocasional que apenas se produzcan los preciados peces y los que resulten engañados por el señuelo no alcancen apenas a diferenciarse de las truchas mariegas-, y una cabaña ganadera de raigambre histórica -es lástima que haya que importar leche para su Central emblemática y que las vacadas testimoniales deban reforzarse con ejemplares holandeses que deben ser vigilados atentamente en la frontera porque, horror, algunas tienen lengua azul-.

La región es portadora de un paisaje emblemático, insólito, espléndido, que no han conseguido destruir ni las maquinonas ni la desidia ni la especulación, porque la naturaleza, feracísima, se encarga de cubrirlo todo de verde cada pocas primaveras.

Por eso, y para no cansar, hacer buena gestión ambiental en Asturias es algo facilísimo. Para proteger esa belleza, no hace falta un plan especial, ni se necesitan aves ni hay misterio. Solo hay que esperar, y darle tiempo al tiempo.

Sobre el agua del Ebro y lo que vale un trasvase

El Consejero ambiental de la Generalitat, Francesc Baltasar, ha propuesto un plan para trasvasar agua -entre 20 y 45 Hm3- del Segre (afluente del Ebro) al río Llobregat, a la altura de Guardiola, en el Berguedá barcelonés. La situación de las reservas del pantano de la Baells y del conjunto del sistema que abastece a la región de Barcelona es preocupante, estando al borde de la situación de emergencia, según algunos indicadores que utiliza la Generalitat.

Como lo que nos gusta en nuestro país es crear confusión y somos incapaces de actuar en coordinación, la cuestión ha provocado algunas reacciones y nos suscita varios comentarios, que procuraremos esbozar en este "post".

1. Cualquier opción de planificación hidrológica que afecta a una cuenca que abarca a varias autonomías es competencia de la Administración central, como ha recordado, por si hiciera falta, la ministra de Ambiente en funciones, Cristina Narbona. En aplicación de los principios de coordinación y solidaridad.

Ergo, la propuesta de coger agua de un afluente del Ebro para consumo de una región autonómica, realizada sin conversaciones previas entre ambas entidades públicas -Estado central y Generalitat-, por lo que se ha dicho, no puede ser ejecutada unilateralmente y su formulación pública pone en evidencia deseos de tensar las cuerdas antes de encontrar soluciones inteligentes consensuadas, técnicamente solventes y económicamente menos gravosas.

2. El asunto ahora suscitado no guarda más que una relación lejana con la polémica respecto al trasvase del Ebro (1.000 Hm3/año) y el plan AGUA para desaladoras en la costa, y, solo indirectamente, con el ocasional transporte de la que podría producirse en la hoy infrautilizada de Carboneras (Almería). Sí tiene que ver, en cambio, con la puesta en funcionamiento acelerado de la desaladora del Prat, de capacidad 60 Hm3/año.

No hay por qué mezclar las cosas; no se tendrían que mezclar, aunque a los políticos tienden a crear confusión, cuando hablan ante un micrófono, con las dimensiones de los problemas, su carácter relativo, y sus urgencias y prioridades.

Se debería hacer una revisión de todos los indicadores de sequía o de déficit hídrico, eligiendo aquellos adecuados y trabajando con series coherentes, que evitaran sobreponderaciones de algunas subcuencas y medidas de aforos y, sobre todo, que sirvieran de base objetiva para la toma de decisiones por parte de una Comisión plural, con objetivos serenos y transparencia pública.

No se entiende que existan diferentes opiniones respecto a la valoración de la gravedad de una sequía, ni cabe hacer juegos malabares con una cuestión tan fundamental como es el aprovisionamiento de agua de boca de una población, ni el interés en entremezclarla con las necesidades de riego de algunos cultivos o de aplazar las soluciones a la espera de que llueve algo.

3. Hay que poner de manifiesto que no estamos hablando -se supone- de soluciones estructurales, sino coyunturales, a déficits circunstanciales de precipitación. Si esto es así, la adopción de medidas de urgencia, para el caso de que fueran necesarias, ha de estar perfectamente claras, con antelación. Equipos técnicos cualificados deben proponerlas, con serenidad, y las evaluaciones económicas correspondientes. Las confederaciones y el Ministerio tienen equipos muy cualificados, que pueden (y quizá deben) ser reforzados por consultoras especializadas, para apoyar la neutralidad de los análisis.

Otra cuestión, pero muy importante, es eliminar de las series de déficit hídrico históricas los efectos del fuerte y desigual incremento de consumos en algunas zonas, provocadas por el crecimiento poblacional, el uso incontrolado o descuidado de los acuíferos y de las escorrentías superficiales, y la proliferación de segundas viviendas en zonas de secano junto a la costa. La ambición de unos no debe pagarse con la reducción del bienestar de los "ciudadanos respetuosos con los derechos ajenos" y en perjuicio de los usos "históricos".

Sobre dos proyectos de centrales de ciclo combinado para el Musel

La Autoridad Portuaria de Gijón tiene que decidir, de acuerdo con el obligado trámite de competencia, entre dos propuestas de inversión relacionadas con la producción energética, presentadas, respectivamente, por Endesa e Hidrocantábrico, para la utilización de los terrenos de dominio público de Aboño.

Las nuevas instalaciones de regasificación autorizadas recientemente a Enagás, previstas para 2010, unidas a la planta de producción y almacenamiento de biodiesel del muelle de La Osa y a los depósitos de carburante ya operativos, completarían un complejo energético de primera magnitud.

La decisión entre ambas opciones no es sencilla. Desde el punto de vista energético y conceptual, consideradas aisladamente, son muy similares.

Los dos grupos que optan a ubicar instalaciones en el punto estratégico del Musel tienen ya intereses en Asturias y ambos son clientes del puerto. Hidrocantábrico canaliza por el Musel las importaciones de carbón para las térmicas de Aboño y Soto de Ribera. A partir de 2012, en que la central de carbón de Soto ha de cerrar, sin embargo, la generación de carbón en Asturias quedará reducida a los 500 megavatios de Aboño II, en funcionamiento hasta 2020.

Al margen del tráfico portuario que generan, y obviando que ambos grupos se encuentran en la actualidad participados mayoritariamente por empresas extranjeras, -lo que podría suponer modificaciones en su política, no evidenciadas por el momento- es evidente que la vinculación tradicional de HC con Asturias es muy superior a la de Endesa Lo mejor que podría desearse para la región asturiana, y también para el conjunto de los intereses de Asturias y Galicia, es que ambos proyectos se vieran como compatibles, y que no se renunciara a una negociación con las empresas implicadas que los viabilice.

A falta de una decisión del gobierno central sobre la planificación energética, con muy fuertes indefiniciones, las elecciones de las compañías eléctricas se realizan, obviamente, de acuerdo con sus propios parámetros de rentabilidad. Subsistente la indeterminación respecto a la energía nuclear, el Real Decreto 3/2006 ha propiciado un cambio regulatorio, al penalizar la producción de energía a partir de carbón, lo que ha hecho derivar las inversiones de las empresas hacia la utilización de gas y otras energías alternativas.

En este contexto, el Gobierno regional ha de adoptar una decisión en la que valore con serenidad la oportunidad más conveniente para Asturias: la de Endesa, con dos ciclos combinados (de gas natural), de 850 megavatios de potencia y con
una inversión aproximada de 350 millones de euros, que se alimentaría de la planta de regasificación de Enagás. Es una planta algo superior a la que posee en As Pontes, que empezará a funcionar en 2008. También ha presentado con Hunosa un proyecto para construir una central de gas en La Pereda (Mieres).

El proyecto de Hidrocantábrico (HC) para las instalaciones de Aboño es similar, aunque se vincula con la oportunidad de construir una central térmica de tipo supercrítico, con capacidad para 800 megavatios (en otros proyectos, 1.200), que se ubicaría en terrenos propios, también en Aboño, y que entraría en producción en 2015, cuando se cierre la
planta de Soto de Ribera, utilizando las ventajas de la autorización ambiental integrada.

Como e
l plan de emisiones actual se prolonga hasta 2012, si HC no lograse la adjudicación de la planta de ciclo combinado de El Musel, tendría que construirla en los terrenos propios de Aboño, lo que supondría renunciar al grupo de carbón. Esta situación tendría muy graves consecuencias para Asturias.

Finalmente, y en el intento de completar nuestra opinión, hacemos mención de que se ha pretendido involucrar en la decisión a Duro Felguera, otra de las empresas de referencia en Asturias, que es accionista principal en la planta de biodiesel  y constructora de una mayoría de las instalaciones de los ciclos combinados de Endesa, y que participa minoritariamente en la central de 400 megavatios de La Pereda. Por nuestra parte, estamos seguros que la capacidad tecnológica de Duro es aplicable a cualquiera de las opciones y, por eso, debiera jugar un papel neutral en ambos supuestos.

Sobre la necesidad de un partido charnela no nacionalista

A medida que se aproxima el período de elecciones generales, y cuando los dos partidos mayoritarios tratan de señalar (y exagerar) sus diferencias, hay un elemento distorsionador que cobra fuerza en el panorama político: los partidos con base autonómica, o sea, regionalista.

No tiene sentido en la España plural y democrática que quienes defienden posiciones regionales tengan fuerza de gobierno central. No puede ser, cabalmente, que las posturas enfocadas hacia la potenciación de las economías autonómicas, se sienten en la mesa de todos reclamando una mayor tajada, sencillamente porque están apoyando la capacidad de gobernación del partido -PP o PSOE- que no ha obtenido suficientes votos para a en actuar en solitario, y cumplir así su programa sin interferencias regionalistas.

Hace falta un partido charnela no nacionalista, que, actuando como moderador/estimulador del partido de centro-derecha o centro-izquierda que haya ganado las elecciones, se convierta en garante del mantenimiento de la búsqueda del bienestar general, sin que sea necesario premiar a los partidos locales, tergiversando el objetivo común. El Partido Liberal alemán jugó ese papel, y debería buscarse una opción parecida. Sin que desdeñemos la posibilidad de crecimiento de IU-Los verdes, pero es que, hoy por hoy, las limitaciones hay que verlas en su contexto.

Sobre la España radial y Cataluña

El Presidente de CIU en la sección de Opinión del diario Público del 1 de diciembre de 2007, defiende que "ante la evidencia de que PP y PSOE apostaron, apuestan y apostarán por la España radial, Catalunya (sic) está en su libre derecho de plantear otro modelo".

La cuestión de ordenación del territorio y las comunicaciones fue, desde luego, central en relación con el desarrollo económico y la fijación de las corrientes migratorias y de desplazamiento de ciudadanos dentro de él y en su intercomunicación con otras zonas económicas.

Cataluña ha gozado de una primeriza comunicación rápida con la Unión Europea y en la ordenación de la infraestructura de las autovías a lo largo de la costa mediterránea, que ha favorecido su desarrollo y su vinculación con una zona económica más desarrollada, facilitando el envío de mercancías a centro Europa y atrayendo al turismo de estas regiones europeas.

El modelo de desarrollo radial en una isla o, a los efectos, en una península con el cuello de botella que significan los Pirineos, es una fórmula natural y lógico. Es coherente con la plasmación de un modelo de infraestructuras que articule las regiones internamente, y si esta inversión ha faltado en Cataluña es, desde luego, porque las fuerzas económicas no lo estimaron necesario. Y no se puede olvidar que los poderes económicos catalanes estuvieron en el núcleo duro de la toma decisiones en España.

Desgraciadamente para Cataluña y el resto de España, el dinamismo que siempre habían evidenciado los empresarios catalanes y, en general, todo su sistema económico y productivo, está quedándose atrás. La falta de un modelo político de interrelación con las demás regiones españolas y europeas, así como la pérdida de competitividad en buena parte de las empresas catalanas, empeñadas en conseguir más proteccionismo y en promover más mercado interior en la región, en lugar de seguir mirando hacia el exterior, está pasando factura.

Ese "otro modelo" de infraestructuras en el que parece pensar Artur Mas no haría sino profundizar en la crisis catalana. Las inversiones efectivas para agudizar el desarrollo catalán y mantenerla como motor económico de España, han de mirar a su mejor conexión con las restantes regiones españolas y a la potenciación del eje Madrid-Barcelona, construyendo a partir de él, una irradiación de actividad que movilice y sirve de base para todo el país.

Porque mirarse el ombligo es una operación ególatra que solo tiene sentido cuando se está en la operación de limpieza del cuerpo por las mañanas, no cuando se debe tratar de conseguir el alimento para subsistir hasta la noche. 

Los manifestantes que el uno de diciembre de 2007 salieron, multitudinariamente, a la calle en Barcelona para, aprovechando que se pretendía pedir una mejor red de cercanías, reclamaron el indepentismo para Catalunya, basándose en que Cataluña es una nación, deberían saber que el concepto de nación es una entelequia utilizada históricamente para justificar la insolidaridad. No hay más historia común de los pueblos que la que conduce a la Humanidad, en su conjunto, hacia el progreso.

De puertas hacia dentro de los pueblos, solo hay, conceptualmente, miseria. Aunque se adornen con las plumas de victorias y derrotas guerreras, de caudillos invictos o gentes mancilladas.