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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre dos proyectos de centrales de ciclo combinado para el Musel

La Autoridad Portuaria de Gijón tiene que decidir, de acuerdo con el obligado trámite de competencia, entre dos propuestas de inversión relacionadas con la producción energética, presentadas, respectivamente, por Endesa e Hidrocantábrico, para la utilización de los terrenos de dominio público de Aboño.

Las nuevas instalaciones de regasificación autorizadas recientemente a Enagás, previstas para 2010, unidas a la planta de producción y almacenamiento de biodiesel del muelle de La Osa y a los depósitos de carburante ya operativos, completarían un complejo energético de primera magnitud.

La decisión entre ambas opciones no es sencilla. Desde el punto de vista energético y conceptual, consideradas aisladamente, son muy similares.

Los dos grupos que optan a ubicar instalaciones en el punto estratégico del Musel tienen ya intereses en Asturias y ambos son clientes del puerto. Hidrocantábrico canaliza por el Musel las importaciones de carbón para las térmicas de Aboño y Soto de Ribera. A partir de 2012, en que la central de carbón de Soto ha de cerrar, sin embargo, la generación de carbón en Asturias quedará reducida a los 500 megavatios de Aboño II, en funcionamiento hasta 2020.

Al margen del tráfico portuario que generan, y obviando que ambos grupos se encuentran en la actualidad participados mayoritariamente por empresas extranjeras, -lo que podría suponer modificaciones en su política, no evidenciadas por el momento- es evidente que la vinculación tradicional de HC con Asturias es muy superior a la de Endesa Lo mejor que podría desearse para la región asturiana, y también para el conjunto de los intereses de Asturias y Galicia, es que ambos proyectos se vieran como compatibles, y que no se renunciara a una negociación con las empresas implicadas que los viabilice.

A falta de una decisión del gobierno central sobre la planificación energética, con muy fuertes indefiniciones, las elecciones de las compañías eléctricas se realizan, obviamente, de acuerdo con sus propios parámetros de rentabilidad. Subsistente la indeterminación respecto a la energía nuclear, el Real Decreto 3/2006 ha propiciado un cambio regulatorio, al penalizar la producción de energía a partir de carbón, lo que ha hecho derivar las inversiones de las empresas hacia la utilización de gas y otras energías alternativas.

En este contexto, el Gobierno regional ha de adoptar una decisión en la que valore con serenidad la oportunidad más conveniente para Asturias: la de Endesa, con dos ciclos combinados (de gas natural), de 850 megavatios de potencia y con
una inversión aproximada de 350 millones de euros, que se alimentaría de la planta de regasificación de Enagás. Es una planta algo superior a la que posee en As Pontes, que empezará a funcionar en 2008. También ha presentado con Hunosa un proyecto para construir una central de gas en La Pereda (Mieres).

El proyecto de Hidrocantábrico (HC) para las instalaciones de Aboño es similar, aunque se vincula con la oportunidad de construir una central térmica de tipo supercrítico, con capacidad para 800 megavatios (en otros proyectos, 1.200), que se ubicaría en terrenos propios, también en Aboño, y que entraría en producción en 2015, cuando se cierre la
planta de Soto de Ribera, utilizando las ventajas de la autorización ambiental integrada.

Como e
l plan de emisiones actual se prolonga hasta 2012, si HC no lograse la adjudicación de la planta de ciclo combinado de El Musel, tendría que construirla en los terrenos propios de Aboño, lo que supondría renunciar al grupo de carbón. Esta situación tendría muy graves consecuencias para Asturias.

Finalmente, y en el intento de completar nuestra opinión, hacemos mención de que se ha pretendido involucrar en la decisión a Duro Felguera, otra de las empresas de referencia en Asturias, que es accionista principal en la planta de biodiesel  y constructora de una mayoría de las instalaciones de los ciclos combinados de Endesa, y que participa minoritariamente en la central de 400 megavatios de La Pereda. Por nuestra parte, estamos seguros que la capacidad tecnológica de Duro es aplicable a cualquiera de las opciones y, por eso, debiera jugar un papel neutral en ambos supuestos.

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