Blogia
Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sin culpables, de momento

Contrastando con la persistencia de la jauría internacional que se alimenta del dinero (es decir, del bienestar de otros), que sigue persiguiendo a España como si no hubiera pasado nada después de las elecciones generales del 20-N, aquí estamos atravesando un período de calma.

Quienes están especialmente de enhorabuena por esa laxitud, son los simpatizantes -confesos, intuídos o, simplemente sospechosos- socialistas. Para ellos, han terminado las incómodas imprecaciones en el trabajo, en el restaurante y hasta en el wáter, en donde se les instaba a reconocer que el Gobierno de Rodríguez Zapatero todo lo estaba haciendo mal, o que tal específico ministro era un incompetente más torpe que el asno de Buridán. (1)

La presión se va acumulando sobre los simpatizantes -igualmente, se pueden emplear idénticos adjetivos calificativos que anteriormente- de las posiciones liberales. Se debe hacer aquí la precisión, seguramente solo válida para España, que los liberales de estos predios, son, mayoritariamente, los que no siendo comunistas, están en contra del Gobierno que corresponda.

Por eso, en este período de cambio de Gobierno forzado por unas elecciones generales, los liberales de hace apenas unos días están a la expectativa respecto a qué posición tomar. La falta de definición en cuanto a lo que se propone hacer el presidente in pectore Rajoy -¿más, menos, nada de lo mismo?- y la desaparición de la escena del presunto/falso culpable de todos los males, les ha dejado sin argumentos.

Los liberales de boquilla, ayunos de material didáctico, no saben exactamente qué apoyar (¿reducción de impuestos para incrementar la inversión privada? ¿encomendar a la gestión privada todo o la mayor parte de lo público para poder pagar las pensiones? ¿imponer el copago para reducir el gasto sanitario y aguantar algo más de tiempo con las prestaciones públicas en salud?) y tampoco disponen, aún, de ejemplos concretos que criticar, por actuaciones que se animen a juzgar como erróneas, del nuevo Gobierno.

Ojalá que la situación que nos toca vivir no pueda describirse apelando a la burra de Balaam, detenida por la voz de un espíritu superior y que, a pesar de los latigazos con que la castigaba su amo, se negaba a seguir adelante. Ojalá que sepamos, al fin, qué hacer, y todos lo apoyemos.  

----

(1) El asno de Buridán pertenece al imaginario filosófico. Fue ideado por un francés para ilustrar sobre la necesidad de decidir ante alternativas que pueden parecer equivalentes. El pobre asno, padeciedo hambre y sed, fue confrontado con un cubo de agua y un montón de heno, y no sabiendo qué hacer primero, murió sin decidirse.

0 comentarios