Sobre los perdedores
En las Escuelas de Negocios enseñan (enseñamos) a plantear estrategias de ganadores. Las mejores son aquellas en las que todos ganan, esto es, en la terminología con la que nos hemos acostumbrado a dotar de mayor credibilidad aparente a nuestras ideas, las estrategias win-win.
No hace falta estudiar en ningún Centro de estudios superiores, en realidad, para tener la intuición de lo que se pretende o puede pretender con ellas. El otro día, una anciana ofrecía en una calle céntrica de Madrid , sobre una caja de cartón, unos pocos paquetes de chicle y caramelos. Alguien se interesó en saber a cómo vendía cada uno, y ella contestó que a dos euros el paquete, así que el desconocido le compró dos y le dijo que se quedara con el resto del billete de cinco euros.
"¿No tiene miedo a que la polícía le incaute la mercancía?", le preguntó el transeúnte, mientras observaba el pobre aspecto de la anciana, que le miró, sin aparentemente entender. Así que el hombre debió creerse obligado a hacerle más sencillo el interrogatorio. "Quiero decir, que le puedan quitar lo que está vendiendo, porque... está prohibido vender en la calle".
"Mire", -replicó la vieja, con una mirada llena de determinación- "Lo mejor que puede pasarme es que la policía me diga algo. No me van a llevar a la cárcel. Y, ayer, cuando me querían quitar lo que vendo, les grité que era mi único medio de vida y se armó un alborto. La gente me dió treinta euros, y aqui estoy. Si vendo, vendo, y si no vendo, que venga la policía."
Seguro que un banquero no lo plantearía con más habilidad, aunque, nos dieron ganas de explicar a la pobre anciana -tendría más de 80 años-, que estaba aplicando una estrategia win-win para perdedores. Debería de intentar atracar un Banco.
Resulta muy interesante analizar que, sin embargo, la mayor parte de las estrategias que planteamos los seres humanos son de perdedores, y, además, del tipo lost-lost. Todos pierden. En este momento, en la grave crisis económica por la que atravesamos -más bien, nos atraviesa- ¿no debería de estar todo el mundo ocupado en salir de ella?
Pues no parece así. La preocupación del Gobierno, oposición, asociaciones empresariales y sindicatos, no resulta ser adoptar de inmediato las medidas para reactivar la economía, sino resaltar que no están dispuestos a escuchar los planteamientos de los demás en aquello que les perjudique. ¡Eh, que no están Vds. solos! ¡Abandonen su estrategia lost-lost!
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