Ingenieria para Abogados y Economistas. Auscultación de estructuras y patologías
El control de calidad de las estructuras, con el objetivo de detectar a tiempo los defectos que pueden causar daños en ellas, y proceder a su corrección inmediata -sin obviar la opción, en los casos más graves, de sustitución de los elementos dañados o proceder a su refuerzo- es una de las tareas que el técnico debe acometer durante la vida útil prevista para las mismas.
Las estructuras no tienen una vida infinita, lo que no debe confundirse con indeterminada, puesto que se ha de conocer durante cuánto tiempo aguantará, en las condiciones de diseño previstas, sin sufrir deterioros que la incapaciten para cumplir el fin a que está destinada.
El concepto de "vida útil" corresponde a la idea de que cada estructura, máquina o instalación ha sido proyectada para satisfacer las condiciones de trabajo previstas durante un cierto período; a partir de él, los materiales pueden presentar problemas de pérdida de calidad, por lo que habrá que proceder bien a su sustitución, o al replanteamiento de una prolongación de su período de uso (tal vez con reparaciones menores, consecuencia de la inspección total de su estado).
En cualquier caso, una estructura que sigue siendo solicitada en las prestaciones para las que fue proyectada después de agotar su vida útil inicial, habrá de ser sometida a inspecciones mucho más frecuentes que anteriormente.
Los medios de control de una estructura en uso han de ser, forzosamente, no destructivos, y, sin embargo, cumplir la condición de ilustrar convenientemente sobre su estado. La auscultación de estructuras, empleando métodos que permitan investigar el interior de las mismas desde la superficie es, en este sentido, básica.
En el caso de estructuras de hormigón armado (esto es, con barras de acero posicionadas adecuadamente en la masa), se efectúa la radiografía del mismo con un escáner específico, que permite valorar el recubrimiento, diámetro y distancia relativa de los redondos o malla de acero, que son su refuerzo estructural.
Ninguna estructura económica está, en principio, prevista para su funcionamiento por tiempo infinito. La solidez de una economía, en un entorno dinámico y en el que aparecen continuamente nuevas tecnologías, competidores y cambios en la organización del mercado y el comportamiento de los consumidores, exige el mantener continuos controles de su funcionamiento.
Estos indicadores son de muy diversa índole y, la mayor parte de ellos, bien conocidos. Los estudios de economía ofrecen multitud de relaciones y parámetros (p. ej. consumo de energía por valor añadido de un sector; tasa de empleabilidad por grupo económico, rentabilidad total de la economía respecto al pib, etc.). Sin embargo, los análisis respecto al estado real de la economía obtenido de las fuentes de datos varían según los expertos que los analizan y, por tanto, es muy posible (en la crisis que se está padeciendo se encuentra un buen ejemplo) que no se detecten a tiempo las patologías, y se provoquen colapsos de la estructura, burbujas (directas o inferidas) y desajustes, que pueden ser muy graves, entre los resultados reales y las previsiones.
0 comentarios