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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre sociedad civil y liderazgo

Entre todos, hemos puesto de moda el término de "sociedad civil", que sería una forma actualizada, un neologismo de conveniencia, para denominar al "pueblo llano", a los que no tienen acceso natural a los poderes fácticos; la sublimación del significante, con perceptible descaro epistemológico, del viejo vocablo "plebe", vituperado, como otros, por su uso reiterado.

Junto a esa característica propia de la sociedad civil, aparecen otras que también le son propias, y que ponen de manifiesto sus múltiples carencias: su desorganización interna, la ausencia de líderes, y facilidad para asumir -por la vía de la pasión- objetivos fugaces, (cuyo interés por alcanzarlo decaerá si no son conseguidos de inmdiato).

Las constituciones y normas fundamentales suelen indicar que el poder reside en el pueblo, es decir, en la sociedad civil. Pero es solo una forma brillante de desviar la atención de la residencia real de la potestad de control, porque el poder reside en las instituciones, y las instituciones son gestionadas por muy pocos, que son cuidadosamente elegidos por una máquina perfectamente ideada para reproducir el statu quo, la situación llamada "el sistema", o con un anglicismo, el estáblismen.

Cada comunidad de control perfecciona su fórmula para mantenerse en el poder. Para detentar poder real en España, es necesario cumplir alguna de estas condiciones: a) la posesión de una fortuna superior a los 100 millones de euros; b) haber alcanzado el puesto de control de organizaciones con más de 50.000 socios o afiliados; c) gestionar grupos empresariales con facturaciones anuales superiores a los 1.000 millones de euros; d) haber sido designado como influyente por el sistema, o tolerado por él.

En las sociedades en paz -que no se debe confundir con pacíficas- existe un interés particular por explicar las fórmulas de acceso al liderazgo, presentándolas como abiertas, neutrales, o de una forma muy preferida, "democráticas". Analizar el currículum de los líderes, estudiar la trayectoria personal que les permitió llegar a ocupar un lugar -por la vía del apartado d) indicado en el párrafo anterior, es siempre muy interesante.

Una parte nada despreciable de los líderes han traicionado aparentemente las agrupaciones a las que pertenecieron, trasvasando así el conocimiento interno del funcionamiento de unas a otras, tenidas formalmente por opuestas.  Asombra ver los currícula de dirigentes de, por ejemplo el PSOE o el PP que provienen de otras formaciones políticas, y que presentan aquellas devociones como desviaciones de ímpetus juveniles, pretendiendo haber alcanzado la verdad en el íter, lo que no excluye que, si les fuera necesario, podrían volver a perderla.

El "sistema" valora muy alto el conocimiento que se aporta del contrario o, mejor, de la organización que se desea rentabilizar en su provecho. Por eso, altos funcionarios -ex-ministros, ex-directores generales, ex-consejeros delegados de empresas públicas, etc., y no digamos, ex-presidentes de Gobierno- son muy codiciados, porque aportan información sobre la manera de obtener mayores beneficios particulares.

Quizá el mayor mérito de la democracia en ese aspecto es conseguir, en no pocos casos, que las actuaciones públicas, además de beneficiar a capitales privados, satisfagan de manera más eficaz las necesidades de grupos específicos de la plebe. Si alguien tiene dudas de lo que significa este avance, no tiene más que atender a comparar cómo se emplean los dineros públicos en la mayoría de los países en desarrollo, donde la ausencia de escrúpulos en justificar formalmente lo que se está haciendo con ellos es habitual.

1 comentario

Dorita Abella -

Querido amigo: la desfachatez con la que han actuado en Asturias grupos ligados al anterior gobiernin, caso Riopedre en la prensa y otros de camuflaje aún, ha decidido al "pueblo llano", como dices, a salir por la tangente de Cascos. Así que el predecible Cascos, aquí está, como cierta tabla de salavación. Por eso, estas reflexiones tuyas, dan en el clavo una vez mas, párrafo a párrafo. Gracias por regalarnos tu capacidad de análisis.