Por los pelos
Por los pelos es el título que se dió en español a la obra teatral Scherenschnitt (1), (Shear Madness, en inglés), un enredo trasladado a la escena a partir de un libro escrito por el sicólogo alemán Paul Pörtner, en el que el público interactúa con los actores, que se ven obligados a improvisar parte del libreto.
Esta comedia de misterio, que se desarrolla en una peluquería y se centra en descubrir el autor de un asesinato -el de la vecina del piso de arriba- ha sido representada,-solo en Boston, en donde se estrenó en 1980- del orden de 13.000 veces, sin interrupción, y más de 100.000 en Estados Unidos, proporcionando así un nicho laboral para muchos actores y actrices y gentes del teatro y sirviendo a la diversión de millones de espectadores en todo el mundo, encantados, por lo general, de verse convertidos en uno de los protagonistas de la obra.
La representación ha sido puesta sobre tarima algunas veces en España, sin que alcanzara, ni mucho menos, la devoción de que disfruta en Norteamérica. Las crónicas hablan de la dificultad de los profesionales del teatro para improvisar -la obra tiene una estructura abierta, en la que el público hace preguntas a alguno de los actores, y éstos se guían por sus indicaciones para descubrir al asesino, que no está predeterminado en el libreto-, y, también de la reticencia del público español a interactuar, convirtiéndose en parte del espectáculo.
Es muy tentador dejarse arrastrar por los resultados de esta obra a ambos lados del charco atlántico, para lanzar algunas pinceladas sobre el lienzo en blanco de las dos idiosincracias detectables en el colectivo del pueblo norteamericano y el español.
Aquí es más difícil conseguir que la gente se moje y tampoco disponemos de conductores que hagan que el personal se anime a colaborar. Preferimos ser espectadores sin protagonismo: pagamos la entrada, miramos lo que haya, y nos volvemos a nuestras cosas, generalmente después de criticar a muerte lo que hemos visto, sobre todo si es de entendederas complejas.
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1) Scherenschnitte se refiere tanto a la habilidad de hacer figuras con el papel, recortándolo con unas tijeras, como a los cortes que se realizan con ellas.
En alemán, tiene un significado ambigüo, cuando se utiliza en singular, como es el caso del título de la obra de Pörtner. En inglés, la traducción del título nos llevaría a interpretarlo como Locura por el corte, también con ambigüedad, sabiendo que la escena se desarrolla en una peluquería ("Obsesión por pelar"), pero, además, que "sheer madness" es utilizado con la acepción "Pura locura".
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