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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre la crisis del sindicato UGT y otras sugerencias

El otrora respetable (y respetado) sindicato UGT ha dado un paso importante hacia el abismo, ese agujero sin fondo al que la evolución condena los artilugios que han dejado de ser útiles.

No es un problema único de la Unión General de Trabajadores -escrito así, con su denominación completa, resaltan aún más las incongruencias entre lo postulado y lo conseguido-. La defensa de los intereses del colectivo de currantes sigue siendo sustancial.

El problema es que un sindicato moderno no puede seguir pensando, como se entendía hace dos siglos, como denunció en su momento la inteligencia superdotada de Karl Marx, que el empresario es el enemigo.

La imagen que ha decidido presentar públicamente la UGT para, según opiniones expresadas, "calentar motores" para animar a la población activa española a abandonar sus poltronas de comodidad y participar en la huelga general, convocada para el 29 de septiembre de 2010, es desacertada, añeja e irreal.

Los vídeos en los que se presenta una empresa de chicha y nabo, en la que los teóricos currantes viven atemorizados, no tienen ni pajolera idea de lo que se fabrica o se hace en el tenderete empresarial del que, al parecer, cobran, (en el que no dan ni clavo ni palo al agua) y en el que un fulano con cretinismo evidente, presentado como empresario, su representante o jefe del clan, deja clara su incompetencia esférica, su imbecilidad  sádica y su chulería mangante, careciendo de media torta intelectual o física, son miserables.

La interpretación de David Fernández, Chiquiliquatre, no defrauda. Es un buen actor, un cómico de garra. Los demás actores, cumplen, representando como pueden su minimalista papel caricaturesco, conscientes, seguro, de que sus personajes denigran también a los trabajadores.

Pero el guión hace un flaco servicio, no ya al entendimiento social, ni menos a la comprensión de la crisis, sino a la valoración de la inteligencia de quienes toman decisiones en UGT. El enemigo hace tiempo que dejó de ser el empresario, compañeros, y menos el pequeño empresario.

El enemigo está dentro. Sirve aquello de los defensores del cuartel de Simancas: Disparad sobre nosotros. El enemigo se ha colado en el campamento y la confusión entre los que van o vienen, atacan o defienden, trabajan o estudian, ninis y tutis, reina en la plaza. 

(Nota; Los ninis, son, en denominación que se va imponiendo, los que ni estudian ni trabajan -pasotas de nuestra sociedad carcomida-; los tuti serían aquellos que, antes que pasar hambre, y faltos de virtuosismo, aguantan con lo que les echen (hace referencia a los que están, en la orquesta, en los lugares no preminentes de la fila de viola, chelos o violines)

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