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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre los manipuladores y sus víctimas

Pocos son los que se libran de ser manipulados, porque el número de manipuladores es casi tan grande como el de las estrellas del firmamento. El ser humano gusta de manipular, que es la forma de forzar las cosas naturales para el propio beneficio. ( En el sentido de lo opción 3ª que da al término la R.A.E. "Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares")

El manipulador cuida de no ser descubierto en su acción, para poder ejercerla con toda libertad, sin que se le advierta la intención. Incluso, para enmascarar sus verdaderas intenciones, es habitual que se presente él mismo como víctima, al menos, en las etapas iniciales de su ascenso. A nivel familiar, por ello, los y las manipuladoras se están continuamente quejando, despertando la conmiseración de los suyos, a los que entretienen y distraen con la relación de sus hipotéticas desgracias, reclamando la atención para sus ayes y lástimas.

Lo que nos interesa resaltar aquí es que los manipuladores que actúan en la vida pública no actúan jamás solos, sino siempre en compañía de otros, y que los grandes manipuladores lo son poque han conseguido tejer una pirámide de manipulación en la que, de arriba hacia abajo, cada escalón de la construcción de intereses obtiene su beneficio en la manipulación y dominio de los que tiene debajo.

La Historia, por supuesto, nos enseña -como en todo lo humano, porque repetimos una y otra vez los mismos comportamientos- acerca de terribles situaciones de manipulación, que han conducido a exterminios, guerras y desgracias de grandes colectivos. El fascismo es una de ellas, sin duda. Un ejemplo de manipulación reciente, aunque no la más moderna.

Se atribuye, en un ingenuo ejercicio de catarsis de los colectivos que los apoyaron, al "dictador" -sea Hitler, Mussolini, Franco, Miloseviç, etc.- la culpabilidad de todo lo malo o abominable que crearon en sus épocas. No es cierto, la culpabilidad de la manipulación tiene siempre extensas las alas.

En el caso de Hitler, el pueblo alemán ha personificado, buscando la expiación, en aquel y en algunos pocos de sus colaboradores inmeditos, las razones de una actuación que, en realidad, surgió de forma ignominiosa -y, desde luego, éticamente incomprensible-desde un sector muy amplio, tal vez mayoritario, de la población alemana de entonces -por acción, omisión o desinterés- y, también de parte de la sociedad internacional.

La situación de una manipulación se sostiene porque existen cientos, miles de manipuladores de menor rango que disfrutan de situaciones de privilegio y que sirven de apoyo al entramado de una pirámide que les beneficia.

No hay por qué detenerse en el análisis de un único régimen, ni pensar en una dirección de la ideología. Castrismo, estalinismo, peronismo, son ejemplos de manipulación estructurada, con objetivos que pueden parecer más o menos aberrantes (según el color con que se miren), y que necesitan, para subsistir, de un ejército disciplinado de manipuladores.

El franquismo propició, por supuesto, estructuras de manipulación, que favorecieron a algunos y que, en varios casos, subsisten. El momento actual de cada país está construído de restos de las estructuras de manipulación de sus pasados, de ideologías que fueron arrumbadas, pero nunca del todo; de prebendas que fueron combatidas, pero solo en parte; de injustos beneficios que fueron contestados y expropiados, pero de forma incompleta.

Siguen creciendo las pirámides de manipulación, en un tejer continuo. Cuando se instalan en el poder, duran tiempo, porque tienden a mantenerse, cambiando las condiciones de juego que las llevaron hasta allí, depurando las ideologías.

Castro,Chavez, Morales, Kirchner, Bush, Berlusconi, ...decenas de manipuladores son soportados por una cadena de manipuladorcetes de menor rango, pian pianito, hasta llegar a la base de manipuladitos sin beneficio, los últimos engañados, víctimas verdaderas, porque no tienen ya a quien manipular, porque la pirámide se rompería si ellos se rebelaran .

¿Por qué se sostienen los manipuladores?, cabe preguntarse. ¿Qué hace a los humanos soportar la manipulación?. La respuesta podría ser tan sencilla como desconcertante. En la pirámide social, en cada escalón, quizás, es la simple esperanza de llegar a ser manipuladores de mayor rango, subiendo escalones en la pirámide; y en el inferior de todos, la ignorancia, la falta de coordinación, el fatalismo de apreciar que la situación no tiene solución, la sumisión al destino, el miedo.

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