Sobre la importancia de llamarse Ernesto y ser serio
Nota previa: El título de este comentario hace referencia a la comedia de Oscar Wilde, The importance of being Earnest (La importancia de ser serio), conocida en español como "La importancia de llamarse Ernesto", una obra de equívocos en la que el protagonista, que no se llama Ernesto, termina con aquello de: "He aprendido por primera vez en mi vida la importancia vital de ser serio"( I’ve now realised for the first time in my life the vital Importance of Being Earnest.)
Algunas fuerzas vivas de Asturias, capitaneadas por el presidente del Principado, licenciadoTini Areces, quieren trasladar los estudios de ingeniero de minas, desde su ubicación actual en Oviedo (calle de la Independencia) hasta Mieres (Campus de Barredo).
Mieres y Oviedo son dos poblaciones distantes entre sí unos 20-25 km, unidas por la autopista A-66.
Los defensores de la opción traslado tienen razones, algunas, importantes: la existencia de un Campus universitario moderno en Barredo, inaugurado en 2002, y que costó unos 55 Mill. de euros, del Fondo ; la deprimida situación de las cuencas asturianas, y sobre todo, de la del Caudal, necesitadas de inyección de ilusiones, aunque sean probablemente ficticias; la tradición minera de ese área, hoy convertida en paro; la necesidad de dotar a Mieres de alguna carrera superior, además de la de ingeniero geólogo, al abrigo del Plan de Bolonia, que no todo el mundo -y en especial, los que lo analizaron seriamente- saben aún qué diablos es; prolongar las enseñanzas tradicionales de la anatañona y prestigiosa escuela de capataces (hoy ingenieros técnicos) de Mieres, que ideó Schulz en 1854;
Otras razones de los defensores no son tan importantes ni aparecen confesas, pero se comentan en los mentideros de la ciudad heroica y dormida: tocar las narices a Gabino de Lorenzo, alcalde de Uviéu e ingeniero de minas; tocar las narices a Uviéu en general, por votar PP en una región sonrosada; darle un triunfín al Consejero de Educación, a pesar de la presumible oposición de Javier Fernández Fernández, ingeniero mierense, que fue consejero de Industria del Principado y anda ahora de secretario del PSOE regional; continuar en la línea de menosprecio a la carrera de ingenieros de Minas, confundiendo nombre y versatilidad profesional de estos profesionales; presunto apoyo indirecto a la Escuela de ingeniería industrial ubicada en Xixón; etc.
La Escuela de Minas de Oviedo tiene una historia de 50 años, que es lo que transcurrió desde que se creó en la capital de Asturias con el apoyo de la Unesco. Ha formado algunos miles de ingenieros, que han llevado el nombre de la ciudad y su prestigio personal y profesional a todas partes. Es una de las escuelas de minas más prestigiosas del mundo, y su profesorado está a la altura de los mejores de España.
La pérdida de la ubicación de la Escuela en Oviedo, para su traslado a Mieres no es en absoluto un tema menor. Pierde la ciudad, pero no gana Mieres. Es un juego en el que todos pierden, un lost-lost. Cuesta mucho poner en el mapa del mundo un nombre científico, y al perderse la referencia de la Escuela de Minas de Oviedo no se va a conseguir prestigiar ipso facto la Escuela de Minas de Barredo (Mieres). Ni siquiera las circunstancias son similares a las de hace 50 años, porque hoy cualquier ciudad española tiene su universidad de medio pelo...por supuesto, vacía de profesorado cualificado, y, en su mayor parte, también de alumnos (en este caso, sin adjetivo: no tienen alumnos, simplemente).
Es un error muy grave, por lo demás, creer que la ubicación en una zona antes minera tiene hoy algún sentido, cuando la carrera de minas, capacita para muchas cosas, de las que, por razones del mercado y del avance tecnológico, la extracción de carbón ha pasado a tener una importancia menor. Puede que habrá algunos ingenieros de minas mierenses más (lo dudamos), pero bastantes menos ingenieros de minas asturianos en conjunto, porque bastantes de los buenos estudiantes de ciencias preferirán matricularse en Gijón, en donde hay dos escuelas superiores más antiguas (industriales y telecos).
Habrá quienes quieran minimizar la cuestión de la distancia. Los 25 km que separan Oviedo y Mieres o los 50 que distan desde Mieres a Gijón o Avilés no parecen muchos. Las razones de tiempo empleado en el transporte, comodidad, ambiente lúdico, entorno cultural, tradición, etc., pesan mucho más en las regiones pequeñas, porque la calidad de vida se mide con parámetros mucho más exigentes que en las metrópolis,
Por la defensa en el mantenimiento de la Escuela de Minas en Oviedo, para que las enseñanzas transversales de la ingeniería superior de minas de Asturias sigan teniendo como referencia Oviedo. Y porque se reconozca que los ingenieros técnicos de Minas de Mieres disfrutaron siempre del prestigio de los mejores técnicos de grado medio (hoy, de grado), y no necesitan de plumas prestadas de otros. Se pretende destruir un proyecto consolidado para adornar una elucubración.
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