Sobre la energía geotérmica y su potencial
La temperatura de la Tierra aumenta, en media, 3 grados centígrados por cada 100 m que se avance en profundidad. Por ello, en una región no volcánica, a 4 km de profundidad, la temperatura de las rocas supera en 120 ºC la superficial. En las regiones volcánicas, las masas de lava calientan las áreas superficiales, por lo que la distribución de calor es mucho más favorable para el aprovechamiento económico de esa forma de energía, que se llama geotérmica (o geotermal, según los humores).
En España, los estudios realizados -aún escasos, pues no se dedicó a esta fuente energética especial atención hasta hace pocos años-, evidencian que, al tratarse de un país con fuerte insolación media, se pueden encontrar zonas con diferencias de temperatura de unos 2ºC entre la superficie y profundidas de solo 10 a 15 m, gradiente que revela la tremenda potencialidad de este recurso.
La energía geotérmica tiene, en la actualidad, en comparación con otras fuentes de energía llamadas "alternativas" una utilización escasa, debido a lo caro que resulta extraerla de las grandes profundidades en donde se encuentran, en general, las masas más calientes y a la prácticamente nula conductividad térmica de las rocas. Pero tampoco hay que pensar en alcanzar zonas de alta temperatura para aprovechar la energía, pues lo ideal sería disponer de una red de tubos subsuperficial en los que se pudieran aprovechar gradientes de temperatira poco elevados.
Existen en la actualidad, probados ya a escala incluso industrial, varias opciones, siendo los más populares los sistemas hidrotérmicos y los llamados de roca caliente.
En los hidrotérmicos, se utiliza agua inyectada a presión como medio de transporte del calor (pueden utilizarse otros fluidos líquidos o gaseosos, aunque no hay discusión respecto a cuál sería el más económico), bombeándola a través de perforaciones en la roca, y recogiendo el vapor producido para mover turbinas y otros mecanismos generadores. Como ya hemos expresado, hay que dejar reposar el sistema cierto tiempo, para evitar que la roca adyacente se enfríe demasiado, haciendo inviable el proceso térmico.
Los procesos, de sencilla descripción téorica, exigen aún una intensa investigación para poder rentabilizarse en la práctica, permitiendo rendimientos que sean competitivas con otras fuentes energéticas.
La Comunidad de Madrid convocó en octubre de 2008 la actividad Geoener, para impulsar la aplicación de esa fuente energética, pensando, sobre todo, en el calentamiento de edificaciones. Se establecen líneas de subvención, tanto a la investigación como a la implementación.
La geotérmica supone, por su propia esencia, una variación conceptual respecto a otras vías de energías limpias que son más populares hoy en día: no depende del Sol ni de factores exógenos a la Tierra, tiene una amplia disponibilidad y, en determinadas condiciones, proporciona unn flujo térmico permanente y es prácticamente inagotable.
El Instituto Geológico y Minero tutela en España la investigación de esta potencialidad energética, contando con un grupo de trabajo de alta cualificación.
De sus análisis, se deduce que el potencial geotérmico español es de 600 kilotoneladas equivalentes de petróleo (Ktep) anuales. En el 2010 se pretende llegar a aprovechar unas 150 Ktep, que se utilizarían en calefacción, agua caliente sanitaria y en mejorar el rendimiento en invernaderos. Se están desarrollando también algunos proyectos que implicarían la construcción de centrales geotérmicas, todavía en fase atrasada, al menos a escala industrial.
En algunas zonas de Andalucía (Almería), y, desde luego, en las islas Canarias, se han detectado muchas zonas idóneas; el 15% de la demanda eléctrica de las islas -al menos, la de La Palma- podría cubrirse con esta energía. La inversión total no supondría, ál parecer, más de 20 millones de euros. Según el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), el Teide libera una energía térmica equivalente a 100 megavatios (MW) diarios.
En Asturias, por otra parte, Hunosa está interesada en aprovechar la energía geotérmica utilizando los pozos de varias explotaciones ya abandonadas (por ejemplo, en Fondón, Barredo, Samuño y Candín). También en Cataluña se está acumulando experiencia en este sector, con interesantes iniciativas y ensayos.
En la Unión Europea, los sistemas de aprovechamiento de la geotermia están más desarrollados en Alemania -dentro de un desarrollo general aún incipiente-, habiéndose analizado cuatro opciones, en si mismas, no excluyentes: uso térmico del agua subterránea utilizando pozos de acumulación; colectores o bombas de calor geotérmicos -de un tipo también utilizado en España-; sondas geotérmicas de evaporación directa (con CO2) y pilotes energéticos.
Como curiosidad, la primera central geotérmica fue instalada en Lardarello (Italia), en 1913. Estados Unidos tiene instaladas centrales con potencia superior a 3.000 MW, que representan la tercera parte dl total mundial.
No es de todos sabido que la legislación de aplicación en España es la Ley de Minas, al valorarse como un recurso subterráneo, siendo su investigación y aprovechamiento competencia profesional de los ingenieros de minas.
Atentos, pues. El futuro energético pasa también por la geotérmica.
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