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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre la seguridad aérea y los accidentes de aviación

(Este comentario se ha ido actualizando con un extracto de las noticias que se fueron conociendo sobre el accidente de un avión en Barajas el 20 de agosto de 2008, hasta las 19h.)

Un avión de la compañía Spanair, -un MD 83- que despegaba desde Barajas (T-4) hacia Las Palmas de Gran Canaria a las 15h en vuelo JK-5022, ha sufrido la explosión de uno de sus motores -el izquierdo- y se ha salido del eje de la pista, partiéndose en dos y ardiendo prácticamente por completo.

El vuelo llevaba 164 pasajeros y 9 tripulantes. Había salido con dos horas de retraso, para resolver algunos problemas detectados en la aeronave. Se sabe por la llamada por viajeros a sus familiares que esperaban para recogerlos.

En las primeras noticias, se decía que cincuenta han resultado muertos en el accidente y otras cincuenta personas se daban como desaparecidas. Posteriormente, solo se ha confirmado la existencia de 27 supervivientes, todos ellos heridos, algunos de gran gravedad, que se encuentran hospitalizados. A las 19 horas se confirmaban 146 fallecidos, y uno de los testigos hacía figurar entre ellos el comandante de la aeronave.

Desde 1983 no se habían producido accidentes en el aeropuerto madrileño, y esta noticia ha conmocionado el panorama vacacional, sepultando por su gravedad los comentarios que llegaban desde las Olimpiadas de Pekín, y provocando la interrupción de las vacaciones de los políticos principales del panorama español, que se han apresurado a comunicar que se acercan a Madrid. 

El accidente ha causado también el incendio forestal de un bosquete próximo a la terminal, ya sofocado prácticamente al cabo de dos horas. Ciertos comentarios -que critican la seguridad aérea de las compañías de bajo coste- vinculan el fallo de los motores al hecho de que el avión, que, según Spanair, tenía 15 años de antigüedad y había sido revisado en enero de este año, no habría sufrido su desmontaje y revisión completos, que, de haberse tratado de una compañía de primera línea, habrían sido preceptivos.

Grave acusación que deberá ser probada, pero que cuestiona dramáticamente que la lucha por bajar los precios de los viajes en avión esté afectando a las condiciones de los vuelos.

Se especula sobre las causas, tomando cada vez más carácter la idea de que la explosión de produjo por un fallo durante la carrera de despegue, una vez alcanzado el punto de no retorno (velocidad de rotación). El piloto posiblemente intentó detener la maniobra, estando aún sobre la pista, pero sin conseguir evitar el despegue, para que, casi instantáneamente, falto de impulso, el avión se desplomara, partido en dos y envuelto en llamas .

Según expertos, no parece que el origen único sea el incendio de un motor, ya que los aviones comerciales están diseñados para volar con un solo motor, que, como es sabido, se encuentra sometido a máxima solicitación en el momento del despegue, y que se realiza con carga de combustible completa (26.000 litros en la nave accidentada).

El incendio del motor no debió haber provocado la explosión del avión, sin embargo, circunstancia de hubiera hecho la catástrofe completa, ya que los motores del MD no están situados en el centro del aparato, sino en la zona trasera.  Los pasajeros que sobrevivieron podrían haber estado situados en la zona delantera.

El despliegue de medios, en ambulancias y equipos de bomberos ha sido inmediato y ejemplar. Los servicios sanitarios de la Comunidad de Madrid han comunicado que no se necesita sangre de ningún tipo sanguíneo, de momento, aunque es aconsejable, como siempre, estimular las donaciones.

El número de asistencia a familiares dispuesto por Spanair es el 800-400-200. El Protocolo de Grandes Catástrofes, que se generó después de la tragedia del Once Eme, está siendo aplicado. Las declaraciones de condolencia se suceden. Un día triste para Madrid, para las Palmas, para España, para las compañías con vuelos baratos, para la navegación aérea.

Nuestra condolencia para las familias de los fallecidos, y el deseo de rápida recuperación para los heridos. A las autoridades les corresponde, desde luego, explicar sin fisuras las causas de este accidente. De momento, las grietas de que esta catástrofe podría haberse evitado, que asoman entre el dolor, se agrandan con el paso del tiempo.

 

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