Sobre las eléctricas y sus planes estratégicos
ACS ha anunciado a la CNMV el 16 de julio de 2008 que se plantea vender su participación en Unión Fenosa (en donde tiene más del 40%) y pretende concentrarse en Iberdrola (en donde se mueve ahora cerca del 15%, pero es también máximo acccionista).
Varía así, profundamente, el plan estatégico confesado a los accionistas por Florentino Pérez, uno de los empresarios más listos y mejor dotados económica y políticamente para plasmar su voluntad en el panorama de las constructoras-empresas de servicios españolas; de los que no dan puntada sin hilo; eso sí, con hilo fino, y, como se dice del Supremo Hacedor, haciéndolo recto con los renglones torcidos.
¿Qué tenemos con esta actuación de ACS? Pues un elemento más de un galimatías en el que, faltos de control gubernamental, los operadores se mueven como corresponde exclusivamente a sus intereses, con el ministro de turno siguiéndoles los pasos a más o menos distancia... sin que importe el color de la opción política.
Ya en 2006, las compañías constructoras se habían dividido en dos grupos. Las que preferían mantenerse en el sector de infraestructuras y los servicios más o menos típicos de agua y residuos -en donde se mueven altas inversiones por los planes de depuración, trasvase y desalinización hidráuliza y los de tratamiento de basuras-, y las que habían desembarcado con sus tropas en el sector eléctrico y se mantenían atentas a la evolución de las comunicaiciones.
En este lado, estaban Acciona, Sacyr-Vallehermoso y ACS. En el otro, navegaban Ferrovial, FCC y OHL, con una visión también algo más proyectada hacia el exterior.
Sacyr ha apostado por la fusión entre Repsol YPF (es su primer accionista, con el 20%) y Gas Natural (en el que Repsol tiene el 30,8%), con el apoyo de la Caixa, pero un amplio historial de cooperación con los socialistas. De Vallehermoso viene Fernando Martín, el de Martinsa-Fadesa; Florentino Pérez, por supuesto defiende desde ACS esta opción.
Acciona (Entrecanales) ha planteado una dura batalla por el control de Endesa, que resistió incluso a Bruselas, contra la intención de E.ON y el ansia fagocitadora alemana por aumentar la tajada eléctrica en Europa. La singular constructora tiene el 21% de Endesa, algo por debajo de la participación de Enel y casi el doble que Caja Madrid.
No debemos olvidar tampoco los movimientos que se provocaron en estas aguas por la visita de Warren Buffett, el multimillonario norteamericano que anunció que tenía unos 40.000 millones de dólares para invertir en Europa, pero en negocios tradicionales: el ladrillo, el hormigón armado, las aguas y los vinos. Y resulta que, justamente, Esther Koplowitz -la dama de la eterna juventud que tiene su olla en FCC- y Florentino Pérez, no acudieron al cóctel que le preparó Plácido Arango jr., porque ya conocían de sobra al magnate y no les apetece hacer de bulto en los saraos.
Parece un cotilleo, pero vivimos en tal grado de intoxicación y simpleza que a veces el Hola da la mejor información económica de este país.
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