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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre la oportunidad de una Visa para católicos

La idea se nos ocurrió al comprobar que en la mayoría de los templos católicos españoles se ha impuesto la condición de pagar una entrada para acceder a su interior. Ya no es posible entrar en las iglesias como parte del itinerario turístico. Un tenderete adecuado a la entrada, con un@ cancerber@ provisto de talonario y que también aprovecha para vender estampas y fotografías del interior, advierte que no es posible alegar únicamente la profesión de la fe católica para introducirse a la piadosa -o simplemente curiosa- contemplación del resultado de siglos de donaciones y bienventuranzas temporales.

Hay que pagar y, además, está prohibido hacer fotos: esto último, no porque se deterioren los bienes culturales guardados, sino porque se han vendido los derechos de reproducción a una agencia de publicidad.

Simultaneamos esta reflexión, nada irreverente, como se comprende, con un hecho simultáneo: la firma del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes y el obispo auxiliar de esta diócesis, Don Fidel, procurando la asistencia religiosa en los centros sanitarios de la Villa y Corte, y la participación en los comités de ética y cuidados de un representante de esta formación católica. Hay que suponer que el Convenio supondrá alguna forma de compensación económica por tales desvelos.

Pues bien: proponemos la emisión de una tarjeta para los católicos, que se emitiría en colaboración con alguna empresa especializada en concesiones crediticias -valga, como ejemplo popular, Visa-. Daría acceso gratuito a la visita de los templos y a determinadas rebajas en la administración de sacramentos y otras utilizaciones de los lugares sagrados. Quizá incluso podría servir para reducir los tiempos de espera para encontrar fechas libres para bodas y bautizos, además de facilitar -porqué no- la confesión por correo electrónico, con la correspondiente clave intrasferible.

Por supuesto, aquellos devotos -por convicción o tradición- que sigan poniendo la x en la casilla de la declaración a Hacienda por la que decidan subvencionar las obras pías de la Iglesia católica, obtendrán, de forma automática y gratuita, su tarjeta, con incorporación de la unidad familiar en pleno.

Otras religiones también podrán ofrecer a sus fieles y admiradores las mismas o parecidas ventajas, siempre que gocen del imprescindible plácet de nuestras Administraciones pùblicas. No se trata de discriminar a nadie, sino de ofrecer a todos los que tengan fe, la posibilidad de rentabilizarla en este mundo.

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