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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre pájaros y graveras

Sobre pájaros y graveras

En las márgenes del río Jarama, antes de su confluencia con el Tajo, se han depositado, a lo largo de 2 millones de años, los productos de la erosión de las rocas que el trabajo de las aguas ha ido deshaciendo. Esa labor fluvial de desmenuzamiento ha formado una zona de graveras, piedras de tamaño regular, que, en este caso, por las peculiaridades del cauce y del encuentre entre ambos ríos, ofrecen una calidad y cantidad notables.

El hombre ha utilizado la grava y la arcilla, - los áridos-, desde la antigüedad. Lo usa para casi todo, y en especial, para la fabricación de cemento, pero también como aporte en papel, piensos, pinturas, plásticos... Como es tan abundante y relativamente fácil de extraer, resulta un recurso mineral muy barato (una tonelada de grava en origen puede costar del orden de los 4 a 6 euros). Solo el coste de su transporte limita el ámbito de aplicación: unos 20 a 30 km de la gravera (o cantera).

Por eso hay tantas graveras y canteras, y por eso, la incidencia sobre el paisaje es tan importante. El paisaje es, para muchos, solo algo estético, pero significa, también -y sobre todo- hábitats. Por eso, cuando se finaliza la explotación minera, es fundamental atender, no solamente a "lo bonito", desde una siempre discutible estética humana, de una recuperación paisajística , sino a lo efectivo que resulte.

Hay que conseguir el desarrollo armónico entre las especies vegetales que se hayan plantado o sembrado y, a la postre, captar la atención de los animales que vayan a poblar ese espacio. Este visto bueno natural es la prueba de fuego de una rehabilitación de un paisaje dañado por la acción del hombre.

La grava de la zona final del Jarama ha sido explotada desde hace mucho tiempo. En la zona llamada de El Puente, hay varias graveras. La multinacional suiza Holcim -un gigante que emplea 90.000 personas en todo el mundo- tiene una de las concesiones, que comprende del orden de 220 Ha. De ellas, unas 80 están rehabilitadas, y otras 60 se encuentran, terminada su explotación, en las labores de devolución de las condiciones que garantizarían un hábitat de calidad para la fauna.

En estos momentos, mayo de 2010, no se puede visitar la zona más antigua, porque una colonia de garcillas -unas 800 a 1.000 parejas, según estima el biólogo que asesora a la empresa- está anidando. Se pueden observar con telescopios de campo desde un mirador preparado por la empresa. En otros lugares, se pueden contemplar patos, somormujos, porrones, gaviotas, cormoranes,... Hasta 174 tipos de aves, de los que 4 especies se encuentran en peligro de extinción: la garcilla cangrejera, la cigüeña negra, el porrón pardo y la malvasía cabeciblanca.

A la gravera de El Puente de Aranjuez de Holcim le concedieron en 2008 el Premio a la mejor gravera restaurada (rehabilitada) de Castilla La Mancha. Su trabajo evidencia una sensibilidad digna de elogio. A su lado, otros concesionarios, se preocupan -por lo visto- solamente de sacar piedra y venderla.

 

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