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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre San Valentín y los enamorados

Aunque el santoral no está escaso de Sanvalentines, las historias o leyendas de sus vidas no nos han dejado testimonio específico de su vinculación con el amor. Nos referimos, claro, al amor carnal, que del amor místico sí que andan las hagiografías repletas.

Sea como fuere, el día 14 de febrero, por inspiración comercial anglosajona -apropincuadores sistemáticos tanto de las onomásticas romanas como de las fiestas de origen más remoto, para convertirlas en celebraciones en las que es obligado intercambiarse regalos y hacer caja- se conmemora a San Valentín. Un santo al que no es posible ponerle cara y ojos, porque, habiendo tantos valentines en donde poder elegir en teoría, en ninguno de ellos se ha podido encontrar el menor atisbo de romanticismo.

¿Qué más dará, tratándose de amar, o, mejor, dicho, de tener una excusa para acercarse a quien desearíamos que nos amase?.

Actuamos aquí igual que cuando generamos las felicitaciones por Navidad o Año Nuevo, en las que somos millones los que aprovechamos los finales de año para lanzar un mensaje a los jefes, los políticos, los representantes de la administración, los empresarios, la familia o los amigos alejados por el tiempo o el espacio.

"¡Eh, aquí estoy yo!", o "Acuérdate de mí", son mensajes subliminales fáciles de interpretar de las tarjetas, sean de Jápi berzdei, de Jápi crismas o de laf mi tender . Aunque el ojo  vea un grupito judeo-árabe con animales de extraña compañía -por una Navidad-, un gordo vestido de rojo estrafalario tirando de trineos -por  la otra-, dos niños besándose o un elefante dentro de un corazón con lazos -por Valentín-, lo que hay que colegir es siempre lo mismo: "Quiero que me quieras".

Enamorados del mundo, felicidades. Os deseamos, a los que aún no sois correspondidos, que esta fecha os de pie a la declaración que produzca el efecto de rendir la atención del otro. Celebramos, desde este blog, vuestra felicidad y os prevenimos de los peligros del futuro, con este hauki:

                             Enamorados,
                             haced acopio de besos
                             para el desierto.

 

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