Blogia
Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre brisas y huracanes en Venezuela

Puede que la información no sea totalmente fiable, pero es la mejor que tenemos. Según un estudio de la PFC Energy, recogido en el Financial Times de 22 de octubre de 2008, para equilibrar su balanza por cuenta corriente, Venezuela necesitaría que el petróleo alcanzara un precio de 100$/barril.

El Presidente de la República Bolivariana, Hugo Chavez, ha presentado a la Asamblea Nacional de su país una reformulación de la Ley de Presupuestos para 2009, "ajustando el precio de la cesta petrolera a 40 dólares y el volumen de producción a 3.172.000 barriles diarios", al mismo tiempo que anunciaba en un discurso con su tradicional corte populista que "ni la más mínima brisa de la crisis económica mundial nos ha tocado este año".

La deuda venezolana aumenta a velocidad desorbitada, prácticamente al mismo tiempo que el precio del petróleo se aleja de la cifra de bonanza de 100 $/barril, superando seguramente en la actualidad los 100.000 millones de dólares (más de un año y medio de déficit). A finales de 2008, el gobierno venezolano esperaba que el precio del barril se centrara en 75$. Las estimaciones del sector atribuyen un coste mínimo de 60 $/barril al petróleo venezolano; precios de mercado por debajo de este valor son, por tanto, pérdidas.

La situación es esperpéntica para Venezuela. Pdvsa tiene graves dificultades de producción, y en octubre pasado apenas superaba los dos millones de barriles diarios, habiendo perdido un millón y medio de barriles de capacidad.

Y no toda su producción se traduce en ingresos pues, dada la magnanimidad de su líder con los aliados ideológicos,  hay que deducir más de trescientos mil barriles que se entregan gratuitamente a Cuba y Nicaragua, entre otros. La empresa ha tenido incluso que comprar petróleo para cumplir su compromiso mínimo de entrega a Estados Unidos.

Con la economía mundial en recesión y el precio del petróleo, base de la economía venezolana, muy lejos del nivel objetivo que rentabiliza la producción venezolana y garantiza el interés en poner en explotación nuevos yacimientos, el ideólogo de la nueva Venezuela podrá llamar leves brisas a los vientos huracanados que están hundiendo su economía. 

Las palabras no comen, ni se visten, ni tienen necesidades. Las gentes, sí. La ilusión del presidente venezolano de reinventarse un país aislado de su entorno y pertrechado conceptualmente con cuatro ideas socializantes no tiene viabilidad, y no por culpa de Estados Unidos ni del neocapitalismo.

Carece de viabilidad porque toda su magia está en apoyarlo en la venta de ese regalo natural que es el petróleo y Venezuela, falta de industrias, de productividad, de objetivos, no se sostiene si le fallan los ingresos apetecidos por la venta de su líquido negro a precios cuanto más altos, mejor. La república bolivariana no es exactamente bananera, sino petrolera, pero los efectos sobre el descontrol, la corrupción y la molicie administrativa son parecidos.

En fin, llámelos Chávez como los llame, los vientos económicos le están volcando definitivamente el barco, con todos los venezolanos dentro y sin botes salvavidas. En lugar de insultar a los países que podían ser amigos, amenazar con más privatizaciones sin sentido y alardear de suficiencia presupuestaria de la que carece, sería razonable emitir claras señales de socorro y demandar la cooperación a otros paquebotes cercanos.

0 comentarios