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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre Lehman Brothers y la credibilidad del sistema económico

La quiebra de Lehman Brothers, presentada el 15 de septiembre de 2008, ha complicado la situación de la economía occidental hasta límites que ningún analista se atreve a predecir.

Tampoco hace falta que lo hagan, podría argumentarse. Han perdido credibilidad y, extremando ahora su cautela, se limitan a ofrecer diagnósticos sobre la situación y lo que hubiera debido hacerse. El campo de las declaraciones para minimizar los efectos de la crisis, proclamar que la posición de defensa ante ella es mejor que la del vecino o que se debe tener confianza en las instituciones, se ha dejado exclusivamente para los políticos, expertos por profesión en decir que van vestidos cuando tienen el culo al aire.

Vaya, vaya. La historia se repite, aunque los ritmos son más frenéticos. En el rebaño humano, la mayoría sigue  dócilmente las pautas que les marcan los guías, convirtiéndose en voceros de lo que leen o escuchan, y dando a los hechos un efecto multiplicador. Antes, un descalabro podría ocultarse entre las cuatro paredes y, con algo de suerte, dejar que pasara desapercibido más allá del círculo íntimo, dando tiempo a restañar las heridas, pasar la patata caliente a otro menos informado y así seguir alimentando las bolas de nieve y de cristal.

Hoy, cualquier pequeña infidelidad se convierte en un escándalo mayúsculo, una nadería de cuatro hipotecas sobrevaloradas aparece como una recesión que ocupa la primera página de todos los media, creando una sicosis que provoca una estampida. Qué animal el hombre. El miedo a la selva, a lo desconocido, está en nuestros genes, y cuando los dioses que hemos creado se nos caen, la noche nos sobrecoge hasta el pánico.

¿Y qué decir de los analistas?. Pobres gentes, se les ha complicado el modus vivendi. Han demostrado, otra vez, que por muchos masters que acumulen, muchos programas de simulación y muchas horas de golf para intercambiar scores, son bastante incapaces para detectar las incongruencias de un sistema económico teóricamente globalizado, pero muy vulnerable.

También se ha fallado hasta ahora para poner cortafuegos -credibilidad, calma, medidas aplicadas al corazón del problema, ...-. Un cortocircuito en uno de los soportes de ese edificio de apariencia magnífica que es el sistema económico-financiero, está provocando un incendio que se pavoroso, que obliga a llamar a los bomberos, que son los Bancos centrales que inyectan liquidez, dándole al rabil.

Qué peligro...Y era todo tan bonito. Mientras lucía el sol, el complejo económico se presentaba como de excelente solidez y futuro, y ahora nos parece, si lo miramos con los ojos de una crisis todavía no atajada, que cuando le sacuden una patada se tambalea y amenaza con caerse sobre las cabezas de los que en el minuto anterior lo admirábamos.

Podría ser el revival del Titanic, en versión dinero. Lo que no iba a hundirse jamás, arriesga hundirse muy hondo. Si leemos la página corporativa de Lehman Brothers, en un día como hoy, su falta de actualización levanta el sentimiento de que nos movemos por una ciudad fantasma, en la que sus habitantes hubieran sido súbitamente afectados por una catástrofe. Castigo para Sodoma y Gomorra.

Las páginas informáticas de Lehman siguen solicitando currícula de expertos y jóvenes que deseen especializarse en aconsejar inversiones. El cuarto banco de negocios del mundo, difunde todavía con orgullo que proporcionan "a corporaciones, gobiernos y otras grandes instituciones  con los servicios de asesoría estratégica y captación defondos que necesitan para conseguir sus fines."

Por supuesto, estos consejos incluyen (incluían) "asesoría para fusiones y adquisiciones, privatizaciones, y financiamientos de capital y deuda."

El chascarrillo fácil sería puntualizar que ahora, algunos de esos expertos -qué imagen más demoledora la del empleado de Lehmans blandiendo sonriente un palo de golf mientras abandona la sede de la compañía en Nueva York- estarán asesorando la forma más adecuada de liquidar el gigante quebrado. La vida sigue, la rueda continúa. Con los despojos de los que caigan, se alimentarán los que sobrevivan. Parecerán más fuertes, serán algo más altos.

1 comentario

Guillermo Díaz -

Lo que resulta claro es que el sistema financiero está en una profunda crisis. Gran empresa ya no está unida a gran solvencia.
Y lo mas preocupante es que cuanto mas gitante sea esa empresa, mas dificil será controlar su solvencia por parte de los Estados.