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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre el estado de derecho o del abuso de derecho

Una de las expresiones más utilizadas por los políticos, cuando se les pide que comenten alguna actuación de la que pudiera deducirse una opinión controvertible es que "nos encontramos en un Estado de Derecho y hay que dejar actuar a los jueces". Por ello, hay que esperar al final de los procesos judiciales en curso, acatar los fallos contenidos en las sentencias y respetar la independencia judicial, no interfiriendo con los "secretos del sumario".

No hay que exagerar. La independencia judicial es un valor importante de las sociedades modernas, pero los jueces también están sometidos, ellos mismos, a las normas del Estado de Derecho, como lo demuestran algunos casos en que se han visto procesados y condenados, además de los múltiples ejemplos de causas civiles en las que jueces y  magistrados han debido ventilar sus diferencias con otros mortales y/o las organizaciones que dirigen.

Al margen de las singulares -y, por supuesto, en algunos puntos, objetables- formas que tienen las sociedades democráticas para elegir a sus jueces, la existencia del marco jurídico que las fuerzas sociales han venido configurando, a través de los años (con más celeridad, desde luego, en los últimos tiempos), configura un corpus de referencia y pautas de actuación que son garantía de la existencia, tanto de unas reglas de juego como de unos árbitros, para sancionar a quienes las incumplen.

Pero seríamos ingenuos si no tuviéramos en cuenta también que nuestro Estado de Derecho genera como un hijo aberrante, un estado o situación de abuso de derecho.

Las normas legales, -y no solamente las llamadas normas en blanco-, dejan puertas abiertas para que los que se creen titulares de derechos subjetivos, las utilicen, en la apariencia de cumplir con ellas, actuando en beneficio propio o de otros, y causando con ello daños a la sociedad o a terceros.

No haría falta ser un gran observador para reconocer que nuestra sociedad está plagada de acciones con abuso de derecho, por no decir ya, con ignorancia del mismo, es decir, abusando de una posición económica (o política, o social) dominante. Viene en apoyo de estos contraventores malévolos, la lentitud de la administración de la Justicia, la ignorancia jurídica y falta de experiencia social de muchos jueces y el marco de interrelaciones de favores, afectos, contubernios, que se crea siempre, incluso en las sociedades que se creen amparadas por un Estado de Derecho fuerte.

Es la ley del más fuerte, que emerge continuamente en la selva jurídica, como una mala hierba. Por culpa de ella, se comenten continuamente irregularidades que nadie se atreve a denunciar, se alargan procesos con dilaciones artificiosas que prolongan el abuso o hacen renunciar a quien no tiene dinero para continuar, se resuelven con amenazas las discrepancias de quienes tienen menos que perder, pero más vital para ellos: empleo, vivienda, bienestar personal...

No hay otra forma de combatir el abuso del derecho que desde una sociedad atenta a detectar estos excesos de los abusones, sancionándolos también extrajudicialmente, con la mejor arma puesta a disposición de un pueblo maduro: con el desprecio social.

Hace falta mucha madurez, conocimientos jurídicos, dinero, paciencia y valentía para que los creadores de las situaciones de abuso del derecho más graves, es decir, los más poderosos, los que pretenden y lamentablemente a menudo consiguen, tener "la ley de su lado" (esa Justicia que ve por los descosidos de la venda), sufran su castigo, sean apeados de su pedestal de suficiencia por la fuerza de una ética universal que nunca alcanzaremos a dejar suficientemente reflejada ni en los compendios legales ni siquiera en los libros donde se analizan las glorias y servidumbres de los guardianes del Derecho.

(N.B. Se ha procurado diferencias en este Comentario entre "Estado de Derecho"  y "estado de abuso de derecho" -situación-)

1 comentario

Guillermo Díaz -

Los males endémicos que sufre la Administración de Justicia, hacen que la tan manida expresión "estado de derecho" haya de ser cuestionada.
De otra parte, esta misma causa hace que se produzcan manifiestos abusos de derecho, sobre todo por parte de las Administraciones Públicas.