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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre la medicina pública y las autonomías

Alguien tiene que decirlo: la medicina pública en España va cuesta abajo, y en algunas autonomías la pendiente es muy inclinada. La atención en Madrid se ha derivado hacia la supuesta sedación terminal de algunos pacientes de urgencias y, como en el caso del Once-Eme, hay quien sigue defendiendo sus argumentos, a pesar de fallos en contra y a favor de rencillas entre colegas y sin embargo, enemigos. Los cánticos suenan en un lado, pero los huevos se ponen (o faltan, en este caso) en otros nidos.

Desde Madrid, el observatorio privilegiado de cuanto sucede en el país, campo de pruebas de las opciones políticas y de sus políticas asistenciales, las cosas están claras. Los tiempos de espera para recibir atención facultativa aumentan, el nivel de dedicación profesional de médicos y ATSs disminuye, el descontento y desorientación de los enfermos, se dispara.

Si Vd. acude a su médico de cabecera a reclamar una revisión mamaria, porque le haya crecido un forúnculo o porque le duelan las encías -ejemplos elegidos al azar para reforzar la idea-, se encontrará con la realidad de un volante para el especialista para unos cuantos meses después, cuando no con la sorprendente afirmación (contrariando los carteles publicitarios de amplia difusión) de que el control de cáncer de pecho puede demorarse cada tres años.

Un número alarmante de sanitarios se muestra desmotivado o indiferente, falto de esa calidad humana que es virtud de la buena praxix médica. Proliferan las bajas por depresión, las escapadas para hacer la compra, ls confesiones de desánimo a los usuarios. Las consultas duran apenas un par de minutos y las autorecetas son  bienvenidas, porque facilitan la satisfacción del fulano que se sienta al otro lado de la mesa. Los diagnósticos apurados, como si se tratara de un juego de adivinación en el que el porcentaje de error solo tuviera importancia en relación con el premio final, abundan. Las historias que se intercambian los pacientes, sangran y supuran cada vez más.

No entra en la discusión el que los facultativos españoles tengan un alto nivel de formación y, por supuesto, hay que admitir que desean hacer las cosas bien. Pero la terrible masificación de la asistencia sanitaria, unida a una falta creciente de coordinación y autosuficiencia, mezclada con la escasez de medios personales y físicos, puede estar generando un monstruo si no se le alimenta con ilusión, control, medios, estímulos, orden.

El desplazamiento de las competencias en Sanidad a las autonomías ha servido en algunas para reforzar un modelo de prestaciones ejemplar, cercano al paciente y ágil. En otras, ha actuado multiplicando gastos y reduciendo calidad. En Madrid, parece existir un -deliberado o derivado, qué importa- apoyo indirecto a la sanidad privada, como solución a los males de la pública; si Vd. puede pagárselo, aléjese de este mal, déjeselo a los más pobres y a los crédulos del sistema.

Póngase orden en el cotarro, señoras y señores. Que los inspectores sanitarios hagan mejor su labor, y que los funcionarios de la sanidad pública se vean más motivados, vigilados y enaltecidos, como convenga. Para los pacientes, no se trata solamente de morir con dignidad, -que ya-, sino de que nos ayuden a vivir mejor.

Y queremos que la mejora nos alcance a todos, no solamente quienes conocen mejor los entresijos del sistema para tener un trato preferencial, saltándose las colas de neo-parias, y, por supuesto, no queremos que su ineficiencia sea utilizada como forzada justificación para que aquellos que puedan pagárselo, acudan a la medicina privada para que les hagan allí los diagnósticos y tratamientos, manteniendo el colchón de la asistencia pública spara el caso de que su currículum clínico precise algún equipo caro del que su médico particular no disponga todavía.

¿No estamos en un mundo informatizado? ¿Qué se puede hacer para que las historias clínicas -manteniendo la confidencialidad, por supuesto- reflejen más datos que sirvan para contrastar la eficiencia de nuestro sistema asistencial, eliminar consultas inútiles y agilizar las prestaciones?

 

1 comentario

Guillermo Díaz -

Totalmente de acuerdo...
De hecho yo he escrito un post el pasado 11 de Enero, hablando de este tema:
http://wwwhispadatablogspotcom.blogspot.com/2008/01/calidad-de-servicio-agilidadeficacia.html