Sobre las probabilidades de supervivencia en distintos ámbitos
La probabilidad de supervivencia depende de la edad, según la conocida curva de la bañera de la que saben todos cuantos se dedican al mantenimiento de equipos o se relacionan con los seguros. Al principio de su vida útil, las máquinas, los circuitos -y, ay, las personas- tienen más probabilidades de fallar: son los problemas del ajuste a la situación de crucero.
Después, los elementos pasan por un período en el que la tasa de fallo es constante, y, al cabo de un cierto tiempo, la probabilidad de supervivencia decrece rápidamente con la edad, de forma que la tasa de mortalidad es muy alta, hasta que pasa a ser cero porque toda la población ha desaparecido.
Claro que esas tasas de mortalidad son influídas por la poderosa motivación humana para cambiar los designios de la naturaleza. La causa de muerte más probable entre los jóvenes de 19 a 25 años, en los bien nutridos y solventes (o sus padres) especímenes occidentales, son los accidentes de automóvil: en España, casi 1.500 personas de ese rango de edades mueren cada año, a pesar de los esfuerzos de las campañas de Tráfico. El 60% mueren de esta forma en fin de semana, y casi la mitad de los conductores implicados ha consumido en exceso alcohol o está drogado.
En un giro geográfico y económico, uno de cada seis niños centroafricanos se mueren de inanición o de sed antes de cumplir los cuatro años, y no importa que la Tierra produzca suficiente agua y alimentos para todos, porque el resto de la Humanidad está concentrada en objetivos más importantes (para algunos). Un país en desarrollo que tuviera una población de 20 millones, y que tuviera 1 millón de niños de esas edades, pierde 40.000 niños cada año.
Si Vd. fuera irakí, su probabilidad de muerte por violencia terrorista es, desde 2002, de 13,3 por mil, lo que implica que del orden de 120.000 personas sanas cada año (después de la decisión de intervenir para arreglarles las cosas desde el gobierno del Presidente Bush y algunos otros presidentes de países menores), se morirán despedazadas por una bomba manipulada por alguien que quiso salvarse eternamente, optando a la recompensa perpetua de ciertas especialistas en placeres mundanos masculinos.
No conocemos aún de ningún científico que haya calculado de forma seria la probabilidad de que una parte sustancial de la Humanidad desaparezca como consecuencia del cambio climático, dentro de los próximos cincuenta años. Pero viendo los móviles de los que dirigen el mundo y sus preferencias inmediatas, debe ser aún muy pequeña...¿o ya no?
1 comentario
Guillermo Díaz -
Por tanto, si la estadística se cumple, yo viviré hasta los 78 años (lo que no sé es con qué calidad de vida).
Aunque el cambio climático ya nos está afectado, no creo que consiga exterminarme antes de que llegue a mi espectativa de vida.