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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre Galileo y el Papa Benedicto XVI

El hoy Pontífice Máximo de la Iglesia Católica, papa Benedicto XVI, afirmó en 1990, para el Corrieri de la Sera  que "En el tiempo de Galileo, la Iglesia permaneció más fiel a la razón que el mismo Galileo. El proceso contra Galileo fue razonable y justo". Repetía, con ello, una afirmación de Feyerabend.

Aquella toma de posición es convertida hoy en argumento de un grupo de docentes y discentes de la Universidad de La Sapienza (Roma), para rechazar la oportunidad de que el Papa católico abra el curso el día 17 de enero de 2008, con una lección magistral, por su reaccionarismo.

El pasado dogmático y académico del papa Ratzinger se vuelve, una vez más, contra él. En esa frase, como en otros de sus escritos, el ilustrado presbítero eminente de la Iglesia Católica, lo que ha puesto de manifiesto es su concepción de que esta doctrina de la que el es ahora garante máximo, es adaptativa a los tiempos y que la moral que predica es hija de la época en que se imparte.

Peligrosa herencia para quien ha de moverse en una época dominada por las discrepancias religiosas, y en la que el fanatismo ha vuelto a resurgir con fuerza, esta vez, en una religión que la Iglesia Católica siempre ha menospreciado: el islamismo.

Galileo tenía razón, y la presión de la Iglesia de entonces para hacerle renunciar a su teoría, se convierte hoy en un símbolo para los que creen que las religiones son, simplemente, una oportunidad de ciertos humanos hábiles para presentarse como portavoces de un ser superior y dominar lo que piensan y hacen sus contemporáneos.

La libertad intelectual es otra cosa, sin duda, y el papa católico debería reconocer que no tiene una fórmula mágica para conectar con Dios, como no la tiene nadie, y que lo único que hace grande y aceptable a una religión es la humildad de tratar de aproximarse al misterio de la existencia con un escasísimo bagaje, mientras la ciencia va concretando algunas verdades dentro del pavoroso universo del desconocimiento.

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