Blogia
Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre el mercado inmobiliario y sus razones

Cuando en Estados Unidos suben o bajan los tipos de interés, las Bolsas norteamericanas reaccionan con miedo o fervor, y las europeas les siguen dóciles al cabo de algunas horas. El Banco Central Europeo suele acomodarse al ritmo alcista o bajista con el paso de una o dos quincenas. Ignorando esos vaivenes, la paridad dólar-euro se acrecienta con asombrosa regularidad, debido, según se nos cuenta, a la fragilidad de la divisa gringa, elemento de pago de las importaciones ingentes de la opulenta sociedad americana desde los países subdesarrollados.

La cadena de interelaciones prosigue. Bien urdidos comentarios de expertos nos explican que, con la subida de los tipos de interés, aumentarán hasta límites irresistibles las dificultades de los asalariados para pagar sus hipotecas, por lo que una parte no insustancial se verá  obligada a sacar al mercado sus pisos. El estrechamiento del mercado hará que muchos intermediarios desaparezcan.

Unido a la pérdida de actividad en el sector de la construcción español (subsector edificaciones), que ya sabemos es uno de los más saturados del mundo, los precios de las viviendas se pondrán, dicen algunos agoreros de mal agüero, por los suelos. Apresúrense, pues a vender, y  quienes puedan hacerlo deben conseguir liquidez para entrar a la compra de gangas que serán muy rentables, porque, cuando se recupere el mercado, las ganancias serán pingües. Implosión inmobiliaria, desaceleración, descalabro total, fin de la historia. Pagan los que menos tienen. Las promotoras, por su parte, toman posiciones, reduciendo personal y agrupándose.

El suelo cumple en España una función especulativa, en lugar de servir como elemento de cohesión social. La Ley de 1992 (Texto refundido de la Ley sobre Rëgimen de Suelo y Ordenación Urbana) apoyó la liberalización del suelo por los Ayuntamientos, sirviendo de punto de apoyo para numerosas operaciones de pelotazo urbanístico, vinculadas, en -aún no se sabe con certeza- pocos o bastantes casos, a corrupciones de mandatarios públicos.

Los llamados agentes urbanizadores hicieron su agosto, propagando por todo el territorio la furia constructora, a costa de los propietarios de los terrenos, desposeídos inmisericordemente de sus bienes, en una operación de despojo sin precedentes. Se sacrificó mucho medioambiente, el interés público y la racionalidad en la ordenación del territorio... La Ley 6/98 ha venido a apoyar la espiral especulativa, trasladándola al suelo rustico. La última Ley 8/2007 del Suelo, tramitada desde hace más de un año no mejora mucho las cosas, al crear un complejo sistema de valoración del suelo, y reincidir en una perspectiva desposeedora de la propiedad en beneficio de los promotores (cierto es que más edulcorada), de concepción más teoricista que pragmática.

Hace falta un análisis mucho más reflexivo y completo de la situación del mercado  inmobiliario que el que pueda deducirse de una Ley marco con propósitos de "sostenibilidad", cuando la mayor parte del mal está ya hecho. Se reclama más finura práctica, menos dogmatismo partidista, en un país en el qúe se sigue pensando en la propiedad de la vivienda como objetivo vital y en el que el suelo público se ha vuelto escaso, por despilfarro o malversación de bastantes de sus gestores.

Una subida de un punto en los tipos de interés, cuando nos encontramos en la línea de los 4/5 TAE, para hipotecas a 20 años sobre 200.000 euros, con método de devolución "francés" (cuotas mensuales fijas, sumado el interés y la devolución de principal), habrá de gravar unos 50 euros la hipoteca mensual. Una cantidad importante para un mileurista, por supuesto, pero no insalvable cuando se conjugan dos salarios de esa índole y, desde luego, insuficiente para descalabrar un proyecto vital de una pareja joven que ha puesto su empeño en ser propietarios a la larga -muy a la larga- de su vivienda.

Si observamos los anuncios de venta del mercado inmobiliario, veremos que han aumentado las ofertas, pero los precios de mantienen muy altos. La partida de póker no ha hecho más eu empezar. Comparados los precios de venta con los de alquiler, la rentabilidad de un piso de precio 200.000 euros (hay muy pcoos, casi todos se mueven a niveles superiores) alquilado a 700 euros/mes, sería inferior al 4%, e incluso bastante menos, si se deducen los impuestos.

Que alguien ponga orden, datos y voluntad política en este sector que tanto nos afecta a todos.

 

0 comentarios