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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sin mucha chicha

Sin mucha chicha

Las medidas que formarán el núcleo del programa factual del ya inminente presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, (que los días 19 y 20 de diciembre de 2011 defendió su investidura), están siendo probadas en el banco de pruebas de Castilla la Mancha y, como el rodaje aún no ha terminado, no han podido ser expuestas en el hemiciclo más que con genéricas pinceladas abstractas.

Esta circunstancia, y no otra, es la que debe ser causante de que el discurso de Rajoy no haya tenido mucha chicha, expresión coloquial que, como se sabe, equivale a adolecer de enjundia, esto es, no haber aportado al plato, más que hebras escasas de carne comestible.

Durante décadas, el banco de pruebas por excelencia de las medidas que se deseaba posteriormente implantar en España, fue Asturias. Esa elección inteligente e interesada fue apoyada tanto por gobiernos de la izquierda moderada como de la derecha pragmática (estos adjetivos no pretenden calificar a los Ejecutivos habidos en la democracia, sino a todos los que en la Historia moderna han sido) .

Si las medidas pergeñadas resistían esa prueba especial del algodón, -formada por manifestaciones sindicales, barricadas, petardazos, disputas a sangre y fuego en el parlamentín regional y diatribas plagadas de mala saña en los innumerables periódicos regionales, cuando no denuncias en los Tribunales o bofetadas en la calle-, pasaban ya, con todos los honores, a ser publicadas como decreto ley o disposición complementaria en el BOE, con la seguridad de que el país soportaría los recortes y/o aplaudiría -caso reconocidamente mucho más improbable- las decisiones del Gobierno.

Falto de ese campo de experimentación, el candidato del partido ganador en las elecciones de noviembre de 2011, al que se le encomendará la dirección del gobierno para enderezar un país que se nos llenó de más agujeros que un gruyére, tiene que acudir hoy por hoy a la factoría de Castilla la Mancha para probar las puntadas que pretende dar al descosido.

Castilla la Mancha es región singular, sin duda, pero habría que advertir a los del gabinete de investigación sociológico del PP que no les vale como bancada de pruebas, pues no es reflejo, ni trasunto, ni siquiera por aproximación, de la capacidad de réplica, barullo y mordiente que tiene el país, cuando las cosas se les tuercen a los que más poder de convocatoria concentran en sus filas.

A Castilla la Mancha la están aún peinando con los lazos y colores del gobierno de María Dolores de Cospedal. Queda escrito: el problema no es esperar a ver qué pasa allí, sino darse cuenta rápido de que la selección de la muestra no es la idónea. La culpa la ha tenido, en parte, Cascos y su Foro, que ha conseguido romper la posibilidad de un cambio de ciclo socialista en Asturias para entregar los trozos de la oportunidad al foso de los cocodrilos.

Rajoy no tiene porqué esperar a que le den los resultados de la investigación. Si su equipo tiene ideas qe cree que son válidas para salir del pozo, que las ponga sobre el mantel, ya. Y que deje a Cospedal y a los castellano-manchegos hacer de su capa el sayo que allí convenga.

1 comentario

Martin B. -

De acuerdo con lo que dices. Pero donde se juega Rajoy la posibilidad de implantar un programa duro es en Andalucia. Si gana las elecciones allí entonces si que podra sentirse con las manos libres con independencia de cómo vayan las cosas en CLM. Por cierto, genial el dibujo. Un saludo.