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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre tics, oportunidades de negocio y empleo

Pocas similitudes pueden encontrarse entre la revolución industrial que nos introdujo en la modernidad, allá por los finales del siglo XVIII, y la situación provocada por la irrupción de las llamadas tecnologías de la informática y las comunicaciones (tics), que estamos viviendo en tiempo real, sobre las dos cuestiones que más afectan al ser humano en sociedad: la propiedad de los medios de producción y el valor económico del trabajo.

Respecto a la propiedad de los medios de producción, una nueva tecnología incorpora la opción de mejorar el rendimiento que se conseguía con las antiguas metodologías, que convierte rápidamente en obsoletas y, por tanto, en inútiles.

En cuanto a la cualificación laboral, cada cambio tecnológico ofrece la oportunidad de especializarse en el control de las técnicas innovadas, generando nuevas élites profesionales y reorganizando la pirámide de cualificaciones. Pero lo más importante es que, a nivel global, todo cambio tecnológico genera desempleo y provoca la ruina de muchos empresarios e inversionistas.

Las tecnologías de información y comunicación tienen notables peculiaridades, cuyos efectos no son fáciles de analizar, dada la complejidad de los factores que entran actualmente en juego.

Se habla de la Sociedad de la Información, aunque esa denominación hace referencia a la modificación que se ha operado en el uso de la instrumentación, que se ha generalizado, pero no en la propiedad de los medios, que ha sufrido pocas variaciones; o, en todo caso, cuya evolución no ha experimentado ninguna brecha apreciable, porque los grandes grupos empresariales siguen siendo los mismos -aunque cambién sus denominaciones y oculten pudorosamente los nombres de sus beneficiarios- y no parecen dispuestos a ceder ese liderazgo.

Y esto, a pesar de los fuegos de artificio que provoca la aparición estelar de los Bill Gates, Lawrence Ellison, etc., cuyas grandes fortunas aparentes sirven de cómodas pantallas para la acumulación descomunal de recursos naturales por parte de otros capitalistas menos famosos.

La verdad: El uso de estas nuevas tecnologías es relativamente sencillo -son, además, cada vez más user-friendly y más user-focused (1) , pero su efectividad descansa en la posesión de medios extremadamente complejos, y cada vez más sofisticados, que se concentran en muy pocas manos.

Se puede decir que han generado una gran competitividad entre los usuarios, pero la dependencia de éstos respecto a los que ofrecen el soporte (equipos para implementar las herramientas de usuario, redes de distribución, servidores, satélites, centros de control, hardware e incluso del software,etc.) es prácticamente absoluta. Saber usar está cada vez más lejos de saber cómo se hace lo que nos sirve de instrumento, y el riesgo que se corre ante esa ignorancia es evidente.

En cuanto a los negocios de aplicación que se soportan actualmente con las nuevas tecnologías, se han creado, indudablemente, muchas oportunidades de dar los antiguos servicios con menor coste, mayor agilidad y mejores prestaciones. Los ejemplos son múltiples, y especialmente brillantes allí donde la eficacia de las decisiones dependen del mejor uso del tiempo y del espacio.

Se pueden hacer muchas cosas más rápido y difundir opiniones o resultados, además, a grupos de interés más numerosos, reduciendo así el tiempo para generar rentabilidad, pero no son muchos los ejemplos en que se estén creando nuevas oportunidades en nuevos sectores.

Los avances de las tics en este sentido son escasos y es justamente en este aspecto en que subsiste la dependencia respecto a los sectores tradicionales  en donde hay que reclamar mayor análisis e investigación. Hace falta seguir trabajando en mejorar los medios de producción agroalimentaria, de generación energética, de transporte físico, de materiales resistentes, de conductores, de biomedicina, de explotación minera, etc.

Las tics son, en fin, un medio para potenciar el saber usar, y no pueden hacernos olvidar que las necesidades básicas del ser humano no quedan resueltas con ello, sino que dependen, sobre todo, de la mejora de las facultades para incorporar los recursos de la naturaleza a la cadena productiva.

Al fin y al cabo, lo que no podemos comer ni disfrutar con los sentidos, no tiene utilidad, aunque provoque ocasionalmente el enriquecimiento de algunos que, no lo dudemos, dedicarán los recursos que acopien a comer y gozar más y, dependiendo de su conciencia social, convertirán lo que les sobre en una oportunidad para otros o en apalancar fieramente sus vías actuales de negocio.

(1) Pedimos perdón por los anglicismos, uno de ellos, incluso inventado por nosotros: queremos expresar, con ellos, respectivamente, "más fáciles de usar" y "más orientados a soluciones específicas".

2 comentarios

Administrador -

No seré yo quien discuta del tema con uno de los pocos ingenieros empresarios que conozco que han trabajado con éxito en las nuevas tecnologías, y que, como consecuencia del desprecio con el que demasiado frecuentemente son tratadas en España, incluso desde la Administración pública que dice apoyarlas,han tenido que buscarse la vida fuera de nuestras fronteras.
Pero si el lector -como seguro que tú, Miguel, has hecho- lee con calma mi Comentario, me refiero, no a que las tics no sean capaces de crear empleo en su ámbito, sino a la necesidad de que sean instrumento para generarlo en otros sectores ajenos; y ahí es donde me parece que hay que concentrar, hoy por hoy, la investigación y el desarrollo aplicados. Porque no solo de dormir calentito, comer bien y tener una internet veloz vive el homus technologicus. Un abrazo,

Miguel -

Estoy, esta vez, sólo relativamente de acuerdo contigo.

Es cierto que gran parte del sector TIC se basa en la economia del conocimiento y en dar soluciones a problemáticas relacionadas con cómo compartir información, opiniones, etc.

También es cierto que (siguiendo casi la pirámide de Maslow) los humanos, tenemos necesidades más perentorias que compartir fotos de nuestros hijos en facebook. Entre otras, comer y dormir calentitos.:).

Pero somos seres sociales y compartiendo información y conocimiento conseguiremos avanzar más rápido en todos los sectores, tanto económicos, productivos, culturales, ocio, etc.

Por otro lado, con la llegada del "internet de las cosas" y la capacidad de comunicar entre sí cacharros múltiples, podremos ver cómo se mejoran procesos productivos en todos los sectores a partir de avances TIC.

Y toda esta "new economy" está generando puestos de trabajo y riqueza, no sólo en unos pocos Zuckerbergs, si no en todo el ecosistema social, sostengo.