Entre dimes y diretes
Toda noticia sometida a la acción de dimes y diretes sufre una deformación proporcional al número de chismosos por los que se propaga y su alejamiento de la verdad será tanto mayor cuanto más interés exista en ocultarla.
Este principio indiscutible que consagra la capacidad de imaginación del ser humano para adornar con elementos de su cosecha, antes de contársela a un semejante, una información, ha alcanzado su versión capital en tierras alemanas, por obra y gracia de un bichito de los que, parodiando a aquel ingenioso ministro que fue Sancho Rof, aunque no se mataría si cayera de lo alto de una mesa, sí que lo hubiera hecho, ahorrando disgustos, si todos los alemanes se lavaran las manos después de hacer sus necesidades y las ministras alemanas lo pensaran dos veces antes de ponerse delante de un micrófono.
Ilse Aigner, la lamentable protagonista del hundimiento de las exportaciones agrarias españolas, no solamente no ha reconocido su grave error al imputar el brote mortal de E.coli (variedad mutante, pero váya a Vd. ahora a fiarse de los investigadores teutones) a los pepinos españoles, sino que persiste en la equivocación, una vez demostrado que no tenían nada que ver con el episodio que se desató en Hamburgo, afirmando ahora que, de todas maneras, los pepinos tenían bicho.
Podemos afirmar ahora, con contundencia, que los alemanes son unos guarros. Les hemos visto muchas veces salir del baño sin haber hecho pasar sus manos por el grifo. También estamos en condición de indicar que para ser ministra -o lo que sea- de Agricultura y Defensa de los consumidores en Alemania no es necesario saber del tema, sino solo estar afiliado al CSU de Baviera.
La Sra. Aigner es de profesión técnico en helicópteros -gracias a un cursillo de un par de meses-, que debe ser equivalente a reparador de televisiones en España, lo que no tendría mayor importancia -hay especialistas en esa rama del saber que son excelentes comunicadores- si supiera mantener la boca cerrada ante lo que no sabe.
Ilse Aigner, dimite, por favor. El prestigio de Alemania, al que has mancillado de forma difícilmente recuperable, lo exige. Los pepinos españoles saldrán del agujero en el que los has metido, pero tu incompetencia enciclopédica no tiene remedio.
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ifelgueroso -
Ingredientes:
1 Comunidad Económica Europea
1 mercado globalizado
1 pepino variedad E-coli O104H4
1 rumor alemán