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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre los ejercicios espirituales de Fray Varsavsky en Torrenova de Alaior

Martin Varsavsky es una figura de respeto en el mundo de las telecomunicaciones. Fundador, entre otras empresas de éxito, de Jazztel y de Ya.com, organiza desde hace cuatro años reuniones de networking muy especial en su finca de Torrenova de Alaior, en Menorca.

El fin de semana del 18 de junio de 2010 se celebró el cuarto Menorca TechTalk, que, como escribe el propio Varsavsky, en su microblog (los blogs ya son cosa que solo pueden alimentar los elefantes de este mundo virtual) "es un evento (...) al que invitamos amigos emprendedores de tecnología de todo el mundo". Allí han estado, en otras ocasiones, representantes de Silicon Valley, y del mundo de las start up´s que se reparten entre las tres casas de la fina y que, por razones de espacio, no pueden ser más de sesenta.

La invitación era, sin embargo, abierta (controlada por Matias Bergmann desde matias@fon.com.), y el interés despertado por este acontecimiento que suponía la congregación distendida de profesionales de estas nuevas tecnologías, justifica el que este año se sobrepasara la asistencia de años anteriores. Alí estuvo, según las crónicas locales -nosotros estábamos en Menorca, disfrutando de las mismas puestas de sol de Cal en Porter-, Zaryn Dentzel, de Tuenti, junto a Brent Hoberman, de Lasminute.com, Alejanro Estrada, de DineroMail, Reid Hoffman, de Linkedin, o Michael Jackson, de Mangrove Capital Partners.

Se contaba también con la asistencia de Andrew McLaughlin, el Deputy CTO del gobierno del presidente Obama y de un habitual, Janus Friis el co fundador de Skype y de Loic Le Meur, fundador de Seesmic y coinventor de este evento, que funciona desde 2007.

Allí estuvo también Arthur O. Sulzberger, presidente del New York Times, que habrá tomado nota de lo que significa para la prensa escrita la eclosión de la comunicación virtual.

Una magnífica idea, que sirve también para promocionar una isla esplendorosa, magníficamente defendida de los destructores de paisajes que -que solo han concretado muy escasas intervenciones, que destacan como agresiones infumables-.

Enhorabuena, Martin, por el proyecto, la calidad de los asistentes y el ejemplo que significa para otras iniciativas que impulsen ideas en un sector que aún parece dominado por cierta improvisación y la falta de método.

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