Sobre la ruta Jacobea para invertidos
El año 2010 es año santo compostelano, lo que movilizará muchos peregrinos hacia Santiago de Compostela, de los que un significativo porcentaje harán parte del camino (de los caminos) a pie, haciéndose sellar el pasaporte ad hoc para guardarlo como recuerdo.
Hacer el camino se puso de moda hace algunos años, como una forma de terapia individual o de grupo, uno de cuyos elementos principales está en separarse de las preocupaciones habituales -que, además del trabajo, pueden estar constituídas por la familia- y dejarse llevar.
Pocos serán, nos tememos, los que culminan el camino con el objetivo fundamental del peregrinaje devoto, que consistiría en ganar la indulgencia plenaria, si se confiesa el peregrino de sus pecados y comulga en la catedral de Santiago.
Por eso, como la parte religiosa ha quedado para muchos transformada en mero disfrute, proponemos hacer el camino al revés. Partir de la catedral de Santiago, con buen zapato, bordón inmaculado y la correspondiente mochila con bocatas y vino, y andar al encuentro de los que se acercan sofocados, para acabar en Roncesvalles, en León, en Madrid o en la casa donde se vive, rendido, roto y depurado.
Escríbannos, por favor, con las impresiones, y les mandaremos a vuelta de correo las indulgencias.
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Conrad -