Sobre la evolución de la sostenibilidad en España
En la Universidad de Alcalá está instalado, desde 2005, el Observatorio de la Sostenibilidad de España (OSE), el invento de Domingo Jiménez Beltrán cuando se volvió de Bruselas al cesar como Director de la Agencia Europea del Medio Ambiente, y que dirige actualmente Luis Jiménez Herrero.
La propia entidad define como una de sus tareas fundamentales elaborar el Informe anual de la sostenibilidad. El último consta de 270 páginas y fue presentado en un acto presidido por Elena Espinosa, la Ministra de los Tres Medios.
Para evaluar los avances sobre el espinoso asunto de la sostenibilidad (no hemos querido hacer un juego de palabras forzado con el nombre de la Ministra), se han elegido 51 indicadores, tanto los básicos a nivel europeo, como otros inventados por el OSE.
Para qué engañarse: en la mayor parte de los indicadores, las cifras españolas no son mejores que la media europea (de la UE-15) o corresponden a un estado desfavorable (32 de ellos); 10 presentan un estado favorable, y el resto (9) resultan difíciles de evaluar.
Entre las buenas noticias, España ocupa un segundo lugar -después de Francia- en cuanto a esperanza de vida, aunque el período sin discapacidad está en la media europea, lo que quiere decir que tenemos que cuidar más tiempo de nuestros ancianos incapacitados, con mayores gastos asistenciales.
En consumo de energía, mantenemos una alta intensidad energética primaria, que ha crecido entre 1990-2006 un 3,8%, con el pie contrario respecto a la UE-25, que la ha reducido un 20% en el período. Nuestra dependencia energética fue del 81% en 2007 frente al 53,8% de la UE-27.
En fin: generamos más basura, la mandamos a vertedero con preferencia a la incineración, tenemos una peor utilización de los recursos, exceso de autovías y carreteras respecto al uso que se les da por los viajeros, una red ferroviaria escasa que utilizamos cada vez menos para transporte de mercancías y estamos entre los que contaminamos más en NOx y NH3.
La situación es crítica en emisiones de carbono equivalente, en lo que respecta al cumplimiento de objetivos, pues desde 1990 las hemos incrementado un 56,1%, con 433,34 mill. de t de CO2 eq., solo superadas por Alemania, Reino Unido, Inglaterra y Francia. Hay que decir, sin embargo, que el compromiso de reducción fue, como sabe todo el mundo, mal negociado en su momento, pues, de cumplirse, sería un factor limitante a nuestro crecimiento.
En tratamiento de aguas, los datos de que dispone el OSE no parecen absolutamente coherentes con la realidad, por demasiado optimistas. La culpa, sin embargo, la tendría el INE, de donde toma las fuentes. Las cifras de 2006 indicarían que se trataban 13,7 Hm3/día, de las que el 30% corresponden a las comunidades de Madrid y Barcelona, un porcentaje prácticamente idéntico al de su población relativo al total español.
Somos pobres, pero nos gastamos mucho dinero en protección ambiental. Tenemos la mayor proporción de terreno protegido. El 28% de la superficie española forma parte de la Red Natura, y un 23,4% de nuestro territorio tiene la mayor protección LIC de la UE-27.
Somos pirómanos, pero hemos bajado el rendimiento. Ocupábamos el primer lugar en superficie quemada hasta 1989, para descender al tercer puesto, detrás de Italia y Grecia, con unas 100.000 Ha respecto a un total de 600.000 Ha quemadas en los cinco estados mediterráneos (Portugal, España, Francia, Italia, Grecia). Francia, prácticamente, no hace ninguna aportación a este grupo de incendiarios.
Por finalizar este rápido análisis de un Informe valioso, para entender la realidad de nuestros comportamientos ecológicos, recogemos aquí la alta densidad de superficies edificadas en la franja de 10 km respecto a la costa.
Esa "artificialización" de la costa (el palabro es del informe) ha aumentado entre 1990 y 2000 un 18% anual, frente al 12% europeo, con especial deterioro en Alicante, Valencia, Castellón y las Islas Baleares, que superaron el 30%. El Informe propone realizar un análisis detallado de la franja litoral de los 500 m y ampliar la zona de evaluación a los 20 km.
Seguro que en ambos indicadores, España mantendrá una posición de primacía.
Hemos felicitado a Luis Jiménez por el trabajo hecho. La ministra Espinosa quiso vender algo de optimismo y anunció que algunos indicadores (gracias a la crisis) habían mejorado. Si no nos consolamos, no será porque no queremos.
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