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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre parlamentarios europeos y prebendas

El 7 de junio de 2009 habrá elecciones al Parlamento de la Unión Europea, para cubrir 736 plazas de diputado. El Estatuto del Eurodiputado, aprobado después de casi diez años de discusiones, estrenará su vigencia con estos nuevos representantes del invento europeo, en indudables horas bajas.

La más importante de todas ellas, para estos elegidos, será que tendrán todos idéntico sueldo: 7.000 euros mensuales. No habrá las tremendas disparidades de antaño, que alcanzaban hasta un factor 4 o 5 entre los más humildes y los más ricos. Los salarios los pagarán los fondos comunitarios y no los Estados, y el tipo impositivo será el fijado por la Unión, aunque cada Estado podrá complementarlo, si lo cree conveniente, con un tipo adicional, para adaptarlo al resto de los asalariados de su país.

Tampoco se pagará ahora a tanto alzado por los gastos de viaje, sino que tendrán que ser justificados con facturas. La jornada de trabajo seguirá siendo de lunes a jueves y los eurodiputados viajarán en clase business, y tendrán como edad de jubilación la de 63 años, con pensiones pagadas por la Unión.

No es para tirar cohetes, pero no está nada mal. El trabajo, por cierto, no parece agotador. Bruselas sigue siendo una ciudad muy aburrida -se la compara en animación, junto con Bonn, y sin ventaja aparente,con el cementerio de Mindianápolis- pero las posibilidades de viajar por la Europa de los de siempre y la buena conexión con Madrid y Barcelona, ofrece indudables paliativos al aislamiento relativo.

Hay eurodiputados ejemplares. En esa indirecta intención de servirr ejemplo, Jaime Mayor Oreja, cabeza de lista por el PP, se presentaba a sí mismo como modelo -respondiendo a una pregunta de un asistente a una de sus charlas en la Fundación Rafael del Pino, el 16 de abril de 2009-, al decir que figuraba entre los parlamentarios europeos con mayor número de asistencias (86,7%).

También expresó en aquel foro: "A las sesiones plenarias, la gente suele acudir. Pero la cuestión de la asistencia de los eurodiputados no es el problema esencial, sino que estamos muy lejos, distantes de las preocupaciones de la gente. En España, los debates europeos no se siguen y solo ocupan un lugar en los medios cuando hacemos el ridículo o pretendemos hacernos daño  en la política interior llevando a Europa temas propios (casos de ETA, corrupción, etc)"

Desgraciadamente, ha trascendido que el eurodiputado Mayor Oreja figura también en el pelotón de cabeza con los parlamentarios europeos que menos han intervenido.
Vaya, vaya. Nos tememos que no va a haber tampoco mucha participación en las elecciones. Si los propios parlamentarios no saben bien para qué sirve Europa, es muy probable que los electores potenciales no tengan idea de para qué sirven los parlamentarios europeos.

La razón de la pretendida movilización electoral parecería obedecer, exclusivamente, a dos objetivos: repartir algunas prebendas entre políticos quemados para la política nacional y tomar el pulso de la opinión pública con carácter previo a las elecciones generales en el propio país.

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Que nos lo expliquen mejor, por favor.

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