Sobre la política de fomento del deporte en España
La afición a la práctica del deporte española está al nivel más bajo de la Unión Europea. Podemos tener un puñado de deportistas que se codean con la élites y los estadios de fútbol puede llenase todos los miércoles y domingos de vociferantes aficionados. Pero las canchas deportivas están vacías, las pistas con recorridos de mantenimiento lucen los aparatos rotos y las indicaciones están borradas con pintadas de imbéciles incontrolados.
Algunos achacarán el escaso interés por el deporte activo a que las instalaciones deportivas son insuficientes. No hay tal. Hay demasiadas. Solo que están mal situadas. En este caso como en otros, el traslado de las competencias desde la Administración central a las autonómicas y de estas, a las municipales, ha propiciado una escalada de despropósitos, como resultado de la cual no hay una instalación en relación con la población potencial usuaria o las aficiones locales detectadas, sino allí donde el político de turno con capacidad de decisión tenía la mayor parte de su parroquia de votantes.
Como resultado, tenemos piscinas municipales (por cierto, el deporte con más indice de participación ciudadana) en sitios en donde la mayor parte del año hace un frío que se las pela, estadios de balóncesto en donde no hay ni siquiera suficientes jóvenes para formar un equipo, y zonas de costosos aparatos al aire libre en donde los canes hacen sus necesidades entre las herrumbres sin uso.
Urge recuperar una política centralizada del deporte. Que evite despilfarros, que valore utilizaciones, que promueva el uso de las instalaciones entre los jóvenes y las demás edades objetivo, y que traslade a la población que no por tener un par de Fernando Alonso y Rafa Nadal y asistir al estadio para aplaudir o silbar a nuestro equipo de fútbol mientras fumamos un veguero tenemos la mínima madera de deportistas.
Seguramente, además, con un estímulo serio y coordinado, conseguiremos sacar a los jóvenes de la droga y los botellones, enseñemos solidaridad a nuestra sociedad, comeremos mejor y nos sentiremos más saludables.
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