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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre el papel de las Cajas de Ahorros en el sistema financiero

La intervención de la Caja Castilla la Mancha por el Banco de España, realizada en fin de semana y después de un período de negociaciones bastante misteriosas con Unicaja ha abierto otra caja, la de los truenos e inclemencias para el sector.

Lo de menos es el reconocimiento indirecto de que la CCM necesita unos 9.000 Millones de euros para salvar su solvencia, porque ya sabemos lo difícil que resulta calcular el tamaño de los agujeros en época de crisis. Que el Gobierno haya previsto, en rápida ojeada, que el Banco de España tenga dispuesto una línea de crédito por esa cantidad desorbitada, tiene buena intención, pero regular explicación.

"Mala gestión", como se atribuye a los responsables de la CCM es un cajón de sastre que nada indica, máxime cuando a la cabeza hasta ayer mismo estaba Hernández Moltó, uno de los economistas más prestigiosos del área socialista. Por otra parte, el agujero patrimonial que se reconoce es de "solo" 3.000 Millones...y tampoco ha de pasar desapercibido que el secretario de Unicaja, el novio despechante, es Angel Fernández Noriega, que acumula a su amplio currículum `profesional el conocimiento pluscuamperfecto de Cajastur (fue su presidente) y, también, el mismo carné de partido que el presidente de Gobierno.

Lo de más, en relación con la situación ahora reconocida, es dilucidar qué va a pasar con el resto de las entidades financieras, de las que la CCM no era, aparentemente, el candidato más débil.

Campanas de preocupación tañen por varios templos. La crisis institucional de Caja Madrid ha puesto, por ejemplo, las alarmas sobre esta corporación financiera, hoy sin rumbo o cuanto menos con el timón anquilosado, deteriorada por una batalla entre correligionarios que se disputan, según se cuenta, el control de la entidad, para conducirla a aventuras empresariales de las que se guarda un secretismo propio de voto solemne.

El modelo de las Cajas como contribuyentes especiales al desarrollo regional, está obsoleto. Las decisiones, a veces estrambóticas, de los políticos de turno regionales sobre los pasivos captados de ahorradores locales, ha generado en algunas de ellas, agujeros patrimoniales que se pretende ocultar para no afectar la credibilidad de los partidos.

Coinvertir en proyectos con base regional tiene una base atractiva pero los análisis de riesgo tienen que ser mucho más estrictos y neutrales que lo que se estila. Además, los acuerdos de Basilea obligan a la revisión de las dotaciones de riesgo de las Cajas, adecuándolas a la calidad específica de las inversiones y a la solvencia de los tomadores de riesgo.

Se ha optado por una dotación única para todas las Cajas. La realidad está demostrando que no todas son iguales. Son muy diferentes. El modelo de la Caixa, que está compitiendo con éxito con las más cualificadas entidades bancarias privadas, no tiene imitadores, porque las demás autonomías no tienen detrás un empresariado activo, cohesionado, pragmático con  la pela y de un cierto tufillo insolidario con los demás.

¿Qué decir de Cajastur?. Las cifras publicadas no hace mucho presentan a Cajastur como una de las más solventes. Con un beneficio de 180 millones de euros en 2008, tiene unos 10.800 millones de euros comprometidos en préstamos, y un volumen de negocio superior a los 23.000 millones de euros. La morosidad era muy baja:1,77 por ciento a final del año pasado y su nivel de solvencia, medido en recursos propios, superior al 10%. Un bocado, pues, apetitoso para los tiburones de este mar financiero en plena orgía de apetitos y descalabros.

La revisión de la clasificación de los activos, distinguiendo su grado de toxicidad, es una asignatura pendiente que la crisis ha puesto sobre el tapete y, como no se ha llegado al fondo del pozo, habrá de deparar nuevos disgustos al sector bancario que, por aquello del equilibrio mundial de las especies, proporcionará alegrías a los que se aprovechen de la desgracia de quienes sucumban a la crisis. Ojito, pues.

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