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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre la asignatura de Economía y Contabilidad, por ejemplo

Las tensiones que provoca la aplicación disparatada de los acuerdos de Bolonia están afilando algunos cuchillos en sitios insospechados.

En esta tierra de perdición de ideas que es España, basta que a alguien le den un pretexto para que se construya un argumento y, siguiendo ese hilo tenue, una teoría completa. Por esta afición a desorbitar y sacar las cosas de quicio, la interpretación que aquí se ha dado al desideratum boloñés, es que había que poner patas arriba el sistema educativo.

Nadie parece haberse dado cuenta que lo que se pretende conseguir es la libre circulación de profesionales en toda la Unión Europea, y que, como en la poesía erótica de Samaniego, el país de meteysaca sería magnífico si así como sacaran no metieran. Pero, faltos de horizonte, a cuenta de Bolonia se va sembrando de confusión y polémica, tantas veces vacía, la historia más reciente de nuestra miseria universitaria.

Una de las últimas batallas la han librado -quizá la sigan librando aún, pues hay heridas que son difíciles de curar- dos respetables profesores de la remota Universidad ovetense. Ubicados plácidamente en esa tierra de nadie que es hoy Asturias, han encontrado gusto a sacarse la lengua mientras miran, suponemos, los verdes campus por las respectivas ventanas de sus despachos claustrales.

Resulta que el profesor Cándido Pañeda, cátedro de Estructura Económica (Area de Economía Aplicada) en la Facultad de Económicas, se mofa de que un grupo de juristas, capitaneados por Ramón Durán Rivacoba, decano de la Facultad de Derecho y cátedro de Derecho Civil (Area de derecho privado y de la empresa), haya previsto la asignatura de "Economía y Contabilidad" para el título de grado en Derecho en la Facultad de Oviedo.

Pañeda se luce en cachondeos por un artículo publicado en un periódico regional, hablando del "Derecho a la perdición" y afirmndo que "en las universidades que merecen tal nombre" no existe una asignatura con ese título, ni por asomo.

Durán no queda en menos, pues contesta que los expertos en Derecho no han osado criticar situaciones que a él le suenan a similares, en el grado en Economía que tutela su forzado oponente. Si Economía y Contabilidad suena mal a un economista, la asignatura de "Derecho civil y mercantil" tiene el mismo tufillo de cajón de sastre zafio para un jurista. No contento con decir esto, aporta algunas razones sobre los intereses particulalres que estarían guiando al malhumorado Cándido Pañeda.

Visto desde fuera, la polémica es de un grado menor. No estamos hablando, como se ve, de contenidos, sino de títulos. No de cerebros, sino de gorros. No de sabiduría, sino de mondongos.

Repasando los títulos de las asignaturas que en estos últimos cincuenta años se han impartido en varias carreras académicas, tanto en prestigiosos como en vapuleados centros docentes, hay cientos de ejemplos de nombres de disciplinas, títulos de departamentos y hasta áreas de conocimiento que parecen elegidos en una tarde de copas. Tal vez estuvieran pensados para desorientar al discente y a sus futuros empleadores o clientes, o, a lo peor, para crear una cátedra en la que sentar a un amigo de por vida.

Así que Cándido y Ramón, volved a ser amigos. La economía aplicada al derecho privado y de la empresa y la estructura económica del derecho civil, por lo menos, os lo agradecerán. Retorne la paz a las aulas. Bolonia no merece que llegue la sangre hasta el remanso de paz que fue la Universidad en los últimos treinta o cuarenta años.

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