Sobre la Unión Europea y sus actuaciones ante la crisis de la economía real
Nos ha pillado la crisis con estos pelos que, por ejemplo, son los de un anti-europeista convencido como Presidente de una Unión Europea claudicante(1). No está solo, aunque lo parezca. Le acompaña un francés (2) especializado en hacer política por su cuenta. Más que nadie, ama salir en las fotos en donde se ventilan fregaos, domina el márketin de sí mismo como nadie y, gracias a ello, tiene éxito con algunas mujeres hermosas (3), a pesar de que echa de menos unos cuantos centímetros (en los pies).
Si se afina la visión, se verá que Europa está representada, según cuadre, por más gente, aunque será difícil realizar la foto de familia salvo en períodos de vacaciones. Hay, situándose con el petate cada vez más a la derecha, un laborista trasvestido (4), que habla bien inglés. Y, metida en lo suyo, una alemana con aire de ama de casa diligente (5) pero que no parece tener ni idea de mecánica, y menos de cómo se activa una locomotora. Aunque el más dinámico es un payaso italiano (6) que cuenta chistes viejos en su barraca de feria y, en los bares, alimenta la eterna discusión entre las ideologías del porrazo y la gomina.
Hay otros muchos comparsas en la tragicomedia europea -cada vez más tragedia-. Entre ellos, un defensor acérrimo de la alianza de civilizaciones (7) -versión tó er mundo es bueno- al que le crecen los problemas, la nariz y los enanos, a pesar de que sigue convencido de que su suerte es loca y nació con una flor en el culo. Pero la realidad es terca, desagradable, peluda como un oso en libertad.
Fijándonos en un país antes llamado España, veremos que el problema principal debería ser encontrar acomodo fuera de la seguridad social a los cuatro millones de parados, que teniendo en cuenta la baja población activa, equivalen casi a la mitad del país parado. ¿Qué se está haciendo?. Pues mirarse el ombligo, discutiendo si es verdad que se hayan agotado o no las medidas posibles o si los dosiers que maneja la oposición demuestran la fidelidad o el odio a los congéneres.
Así los temas, la llave de la reactivación, en acuerdo tácito de Europa, la tiene Estados Unidos. Lamentablemente, habrá que esperar porque resulta que el flamante sereno norteamericano tiene una prioridad: descubrir el instrumental adecuado en una caja de las herramientas muy desordenada, para detener el escape de recursos que heredó en la maltrecha economía de su propia casa.
El premio Nobel de Economía Solow, en una conferencia inspirada que anda repitiendo por ahí (ayer en A Coruña, antesdeayer en Madrid, luego, donde le paguen algo para reforzar la pensión) opina que el euro tiene los días contados. Da razones: las economías de la Unión Europea son dispares, sus políticas fiscales dispersas y se está falto de una coordinación única ante la crisis de la economía real.
No se trata de tomar decisiones aisladas, al estilo de sálvese quien pueda, que fomentarán el proteccionismo y el hambre para mañana, sino coordinarse entre todos.
La crisis es global, puede. Pero necesita de dos protagonistas para propiciar la reactivación en el menor tiempo posible
Uno, claro, Estados Unidos. El otro, confuso y confundido, la Unión Europea, whithout macroeconomic tools. Según Solow, Friedman y él coincidieron en only one thing, cuando se encontraron en su apostolado por Venice, no sabemos exactamente hace cuánto tiempo: "both feared that euro is not an optimal currency" porque las políticas económicas de los Estados europeos carecen de sincronización para sus decisiones monetarias.
Es normal que en época de crisis los trabajadores reclamen proteccionismo. Pero medidas proteccionistas solo provocan en los demás, idénticas o peores restricciones: hay que recuperar la confianza global, no confiar en que decisiones particulares, por geniales que parezcan, desde un país miembro, van a ser la panacea. O se cree en la Unión, o no. Las crisis son, justamente, la piedra de toque de la antes confesada solidaridad.
Se cuenta de un mozo que iba conduciendo despreocupadamente su coche haciéndole arrumacos a su novia por una carretera nevada. De pronto se encontró con que el coche derrapaba. Apartó a la moza con un brusco movimiento y puso las dos manos al volante y toda la atención sobre el camino.
Ahora, hay que dejarse de florituras y solucionar la economía de todos los días. Ya habrá tiempo para hacer el amor.
"We need to stimulate in the short term the purchases of goods and services". (8) Cuando recuperemos la economía real, habrá tiempo de subir los impuestos y tapar los agujeros financieros con las plusvalías. No hay más remedio que endeudarse algo más -lo justo-para que la máquina no se pare, y entregar el dinero a los que sepan qué hacer con él de inmediato. No a los que lo volatilizaron especulando y ahora nos lloran clamando que lo han perdido todo. La economía irreall no merece piedad.
(1) Vaclav Klaus;(2) Niko Sarkozy;(3) Como Carla Bruni;(4) Gordon Brown;(5) Angela Merkel;(6) Silvio Berlusconi;(7) ZP; (8) Las frase en inglés se deben atribuir a Solow; algunas de las que figuran en español, también.
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