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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre las consecuencias del posible aterrizaje de Lukoil en Repsol

La persistente indeterminación en la plasmación del modelo energético español va a traer oscuridades y lágrimas para el futuro si, como parece, Lukoil se hace con el 30% de Repsol, sumando las acciones puestas a la venta por Sacyr (20%) con las de la Caixa y Mutua Madrileña (10%).

No vamos a ser pesimistas sin  razón, pero de aquellos polvos vienen estos lodos, y de los que andan en el lodo no cabe esperar más que se ensucien los zapatos, arriesgando resbalones y caídas.

Los polvos convertidos en lodos son varios. El más aparente es que Luis del Rivero necesita inyectar con urgencia liquidez a la mamá de su grupo, aprisionada en las redes de la crisis inmobiliaria, porque su imperio se le desploma encima de la cabeza. Y, claro, no va a consentir en quedarse en pelotas financieras por puro romanticismo.

Otro lodo del libro lo protagoniza Antonio Brufau que, desde el volante de ese paquebote que es Repsol YPF ha visto cómo la cotización de las acciones en Bolsa de la empresa perdían casi la mitad de su valor en el año. Sus consejeros más cercanos le aconsejan -si le hacía falta alguna sugerencia- recuperar en lo posible la cotización, acercándola a los 26,7 euros por papel que había pagado Sacyr, cuando el panorama se prometía más feliz.

Hay más lodos. La propia situación del mercado energético español ha añadido nuevos elementos para abrir el apetito de los tiburones, lobos esteparios y caballos troyanos. Tenemos, como se reconoce en todos los foros, una situación de extrema debilidad estructural en el sector. Las empresas son rentables, pero están infravaloradas por el mercado bursátil y ausentes de coordinación y control estable.

Los accionistas de las eléctricas, compañías gasísticas y petroleras españolas no tienen voluntad de permanencia, las supuestas alianzas estratégicas son frágiles y se carece de una política energética gubernamental definida. Por eso, se ha preferido realizar transacciones rentables en lugar de pensar en el largo plazo.

Vivimos en un país dependiente de las importaciones de energía primaria y sin capacidad concertada para dar un golpe de timón a la incertidumbre, entretenidos con debates interminables, en los que se mezclan falsedades sobre las llamadas energías verdes, acuerdos frágiles con los proveedores de gas natural y petróleo, sostenimiento caro de un carbón propio que ha adquirido un carácter simbólico para la historia de la lucha sindical, y un parón nuclear que es, como decía un experto, un verdadero apagón nuclear, que pretendemos cubrir con las luces que le sobran a los vecinos.

Aemec (la Asocación Española de Accionistas Minoritarios de las Empresas Cotizadas) está, por supuesto, a favor de la venta del paquete de control en Repsol, pero en igualdad de condiciones para todos. En el sálvese quien pueda, no hay que esperar que los minoritarios defiendan otra posición que no sea la de recuperar la mayor parte de su dinero, sin verse perjudicados por acuerdos secretos.

De la opinión de Lukoil, poco se sabe. El periodista Alkaizer repite una y otra vez que el ex-presidente Aznar es el intermediario de la operación, y que el gobierno calla porque no quiere poner leña al fuego. Al oscurantismo se añade que las compañías rusas no son precisamente transparentes, y el que ConocoPhillips detente en Lukoil un 20% poco garantiza en cuanto a la claridad de intenciones de una compañía cuyas directrices las marca el Gobierno ruso, que ha amenazado con una nueva guerra fría, porque quiere estar en el mapa de las relaciones internacionales con voz tonante.

¿Qué nos espera, si Lukoil pasa a ser el accionista de referencia de Repsol?. Pues mayor dependencia de los suministros rusos (de gas natural, sobre todo, pero también de petróleo), y menor capacidad para negociar un mix energético más barato. Más frío, en definitiva, pues no habrá más entendimiento si las instrucciones del panel vienen en ruso, y hay que negociar a la intemperie.

2 comentarios

Cristobal Duhau -

Es importante que los ciudadanos en general nos preocupemos y nos movilicemos en defensa de los intereses de los accionistas minoritarios, sean de Repsol o de cualquier otra empresa. Debemos salir de la apatía y exigir un “TRATO IGUALITARIO” para todos los inversionistas (grandes o pequeños).

Las nuevas tecnologías nos permiten hoy INFORMARNOS, COMUNICARNOS Y ORGANIZARNOS para poder hacernos escuchar. Hoy los afectados son los minoritarios de Repsol mañana pueden ser otros.

Dedica 5 minutos para informarte acerca de la defensa organizada de los accionistas minoritarios y FIRMA PARA APOYAR LA CAUSA; mañana pueden ser tus intereses los que estén en juego.

http://www.todoscon.org/minoritarios/index.php?body=manifiesto&id_article=2

No dejes de visitar el link arriba señalado. Tu apoyo importa y aunque no lo creas puede marcar la diferencia.

guillermo Díaz -

Repsol YPF descartó en enero de 2007 un posible acuerdo con el grupo ruso Lukoil consistente en un cruce de participaciones accionariales, así como un acuerdo de participación conjunta en reservas de petróleo, Este acuerdo, que tenía la finalidad de aumentar las reservas de crudo de la compañía española, iba a ser el fruto de negociaciones iniciadas a finales de 2006 con la compañía rusa.
Repsol YPF señala que las negociaciones se suspendieron por decisión de la Comisión Delegada de la compañía, que consideró "poco oportuno" modificar la estructura accionarial de la empresa después de la reciente incorporación al accionariado de Sacyr Vallehermoso como primer accionista del grupo.

Por tanto, mucho me temo que los rusos negocien con Sacyir (que claramente necesita vender), con Criteria y con Migua Madrileña, para hacerse con el 30% del capital.

Mal asunto, por tanto