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Al Socaire de El blog de Angel Arias

Sobre Iberia, sentimientos y realidades

Escribimos hoy sobre la Iberia por excelencia, la unión histórica y geográfica de Portugal y España, un espacio cultural lleno de similitudes y complementariedades, al que, tanto portugueses como españoles -pero más los segundos- hemos dado la espalda frecuentemente.

La tendencia casi atávica para ignorar al vecino, tratando de conseguir que no nos contamine la rivalidad que mantenemos con él, se ha convertido durante siglos es un muro de separación entre estos dos países. Siguiendo cada uno un camino a espaldas del otro, en los últimos años se han vivido historias que, bien miradas, parecen paralelas: períodos de dictadura, eclosión de la democracia, recuperación de la confianza colectiva, ilusión por el futuro, cierta desazón interna, apertura orgullosa y admirada hacia un mundo exterior que les había dado la espalda.

Nos importa hoy, sobre todo, resaltar que, en el contexto de la Unión Europea, y disipado por fortuna cualquier recelo recíproco y, desde luego, con la voluntad de trabajar juntos, los gobiernos de España y Portugal deben aprovechar al máximo la proximidad, las similitudes, los esfuerzos comunes. Trabajar como si fueran un solo país, con la voluntad de ser uno.

Cuando el viajero, español como portugués, recorre con el ánimo receptivo las tierras del otro, habla con sus gentes, capta el mensaje de cada pueblo, de cada piedra, forjado a lo largo de siglos por las gentes que vivieron en ellas y por ellas, no será posible sustraerse a una realidad. Hay las mismas similitudes, los mismos impulsos, idénticas empatías, que las que existen entre los pueblos de España para los españoles, que existen entre los pueblos de Portugal para los portugueses.

Es la llamada de Iberia que, hoy por hoy, en la Europa de las regiones, en la comunidad de los pueblos, tiene más fuerza que nunca. Porque no está hecha de la idea de rivalidad, vasallaje o contienda, sino que nace de la solidaridad. Cuánto hay que hacer, cómo se podrá hacer, para plasmar en realidades esos sentimientos.

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